jueves, 18 de febrero de 2016

NOSOTROS O ELLOS Nº 340

 

REFLEXIONES SOBRE UNA PESADILLA

Hoy quiero compartir con ustedes un sueño que terminó siendo una pesadilla (sueño angustioso y terrorífico) que tuve anoche y que aún me deja su secuela de temor ante la cierta posibilidad que esa pesadilla haya podido haber sido una realidad en el curso de mi vida.

Soñé que era un “ciudadano común”, un profesional que logró su título con esfuerzo, que fue capaz de armar una familia y de trabajar para una multinacional con un salario “decoroso”. Soñé que era parte de un gran rebaño de “ilustrados” analfabetos que, para ocultar sus enormes carencias, sus incapacidades de discernir, llevan bajo el brazo Ámbito Financiero, La Nación, Clarín, Perfil u otro de esa familia, mostrando la posesión de ese instrumento comunicacional como si llevara la Biblia o El Capital.

En la pesadilla, a ese hombre que no era yo en la vida real pero sí en el sueño real, me explicaban que fue un error que haya votado por Macri, que ya se sabía lo que iba a hacer: Y yo le respondía: “Eso que está haciendo nuestro presidentes es culpa del gobierno anterior que dejó al país destruido”. Me señalaban que no era así, que ningún gobierno anterior había recibido en toda nuestra historia un país tan ordenado, desendeudado, con baja desocupación, con reservas que triplicaban las que recibió en su origen y con una cobertura jubilatoria que incluye al 96% del total. Y yo le respondí; “Todo eso en mentira, el país se entregó destruido y, con relación a los jubilados, se les dio ese beneficio a los que nunca trabajaron y estos vagos reciben el mismo beneficio que los que se rompieron el lomo trabajando”. Me respondieron que los “vagos” eran trabajadores que estaban en negro pues así lo dispusieron sus empleadores, que lo que se hizo es justicia. Pero les respondí que “eso es lo que decía 6-7-8 y la Cámpora. Hay tienen el ejemplo, los de 6-7-8- cobraban 200 mil pesos por mes y los de la Cámpora, sin trabajar, percibían sueldazos”. Me explicaron con paciencia que ninguno de la Cámpora fueron ñoquis, que tenían responsabilidades grandes en el gobierno y las cumplieron con eficiencia, Me nombraron a Axel Kicillof y yo respondí “que era un pibe soberbio que no sabe nada y fijate como dejó el país”. Me nombraron a Recalde y yo respondí: “Lo único que hizo es subir a la griega a una cabina donde no debía estar. ¡Mirá que nene el que mencionan! Me explicaron que redujo el déficit a un tercio en muy poco tiempo y que renovó la flota con nuevos aviones y le respondí “La guita que se habrá llevado en cometas”. Me señalaron que la Argentina había mantenido una actitud digna frente a los buitres y que dicha actitud fue un ejemplo mundial apoyado por la mayoría de los países del mundo y le respondí; “A esos fondos hay que pagarles pues es una resolución judicial que hay que respetar” “Y por no pagarles quedamos solos y aislados del mundo”. Me explicaron que el país quedó con un déficit fiscal del 2.3% del PIB, que es uno de los más bajos del mundo y es consecuencia de la crisis internacional y yo respondí: “Ves, reconocen que hay déficit, que fueron el gobierno más corrupto de la historia y que mienten pues el déficit es del 7%. Me explicaron que ese 7% lo inventó Prat-Gay quien le sumó al 2,3% sus “expectativas” de gastos más gastos del año pasado en un invento grosero e infantil, le respondí que “Prat-Gay es un verdadero experto que trabajó de asesor de empresas y bancos importantes”. Me dijeron que Macri posee 214 causas penales pendientes y respondí “eso es una calumnia que está dirigida a manchar el prestigio de nuestra presidente”. Me dijeron que si quería me enviaban por correo electrónico las causas para que las vea y le respondí: “No me manden basuras”. Me siguieron preguntando pero ya estaba cansado de escucharlos y le dije, sabiamente: “A mi no me engañan, ustedes son de la Cámpora, y son corruptos, ñoquis y choripaneros, así que fuera de mi presencia”. Se retiraron de mi sueño y yo me sentía feliz y triunfador.

Pero desperté y es allí donde me horroricé. La primera pregunta que me hice es ¿Podría haber sido yo una persona tal como la que asumí ser en el sueño?  Y mi respuesta fue franca: Sí, podría haberlo sido”.

Y allí empezaron mis escalofríos y mis temores. Estadísticamente me encontraba más cerca de ser un tremendo pelotudo, un analfabeto funcional, un ignorante ilustrado, un ser incapaz de pensar con mi propia cabeza, un cómplice miserable, un sostenedor y admirador de los perores delincuentes  y criminales nazis.

Y pese a que al despertar también asumí la realidad, asumí que yo no era parte de esa miseria humana, me quedó el temor de que podía haberlo sido, podía yo también haber sido un miserable ilustrado, un idiota útil. De allí surge el miedo y por ello, el sueño donde me sentí feliz y triunfador, se convirtió en una pesadilla.


OSCAR NATALICHIO – CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES (CIEYS) 18/02/16

Los daños efectuados por el presidente delincuente en sólo 70 días son gravísimos. Y faltan 1.380 más.

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