NOSOTROS O ELLOS Nº 340
REFLEXIONES
SOBRE UNA PESADILLA
Hoy quiero compartir con ustedes
un sueño que terminó siendo una pesadilla (sueño angustioso y terrorífico) que
tuve anoche y que aún me deja su secuela de temor ante la cierta posibilidad
que esa pesadilla haya podido haber sido una realidad en el curso de mi vida.
Soñé que era un “ciudadano común”, un profesional que logró su título
con esfuerzo, que fue capaz de armar una familia y de trabajar para una
multinacional con un salario “decoroso”. Soñé
que era parte de un gran rebaño de “ilustrados” analfabetos que, para ocultar
sus enormes carencias, sus incapacidades de discernir, llevan bajo el brazo
Ámbito Financiero, La Nación, Clarín, Perfil u otro de esa familia, mostrando
la posesión de ese instrumento comunicacional como si llevara la Biblia o El
Capital.
En la pesadilla, a ese hombre que
no era yo en la vida real pero sí en el sueño real, me explicaban que fue un
error que haya votado por Macri, que ya se sabía lo que iba a hacer: Y yo le
respondía: “Eso
que está haciendo nuestro presidentes es culpa del gobierno anterior que dejó
al país destruido”. Me señalaban que no era así, que ningún gobierno
anterior había recibido en toda nuestra historia un país tan ordenado,
desendeudado, con baja desocupación, con reservas que triplicaban las que
recibió en su origen y con una cobertura jubilatoria que incluye al 96% del
total. Y yo le respondí; “Todo eso en mentira, el país se entregó destruido y, con
relación a los jubilados, se les dio ese beneficio a los que nunca trabajaron y
estos vagos reciben el mismo beneficio que los que se rompieron el lomo
trabajando”. Me respondieron que los “vagos” eran trabajadores que
estaban en negro pues así lo dispusieron sus empleadores, que lo que se hizo es
justicia. Pero les respondí que “eso es lo que decía 6-7-8 y la Cámpora. Hay tienen
el ejemplo, los de 6-7-8- cobraban 200 mil pesos por mes y los de la Cámpora,
sin trabajar, percibían sueldazos”. Me explicaron con paciencia que
ninguno de la Cámpora fueron ñoquis, que tenían responsabilidades grandes en el
gobierno y las cumplieron con eficiencia, Me nombraron a Axel Kicillof y yo
respondí “que era
un pibe soberbio que no sabe nada y fijate como dejó el país”. Me
nombraron a Recalde y yo respondí: “Lo único que hizo es subir a la griega a una cabina donde no
debía estar. ¡Mirá que nene el que mencionan! Me explicaron que
redujo el déficit a un tercio en muy poco tiempo y que renovó la flota con
nuevos aviones y le respondí “La guita que se habrá llevado en cometas”. Me
señalaron que la Argentina había mantenido una actitud digna frente a los
buitres y que dicha actitud fue un ejemplo mundial apoyado por la mayoría de
los países del mundo y le respondí; “A esos fondos hay que pagarles pues es una resolución judicial
que hay que respetar” “Y por no pagarles quedamos solos y aislados del mundo”.
Me explicaron que el país quedó con un déficit fiscal del 2.3% del PIB, que
es uno de los más bajos del mundo y es consecuencia de la crisis internacional
y yo respondí: “Ves,
reconocen que hay déficit, que fueron el gobierno más corrupto de la historia y
que mienten pues el déficit es del 7%. Me explicaron que ese 7% lo
inventó Prat-Gay quien le sumó al 2,3% sus “expectativas” de gastos más gastos
del año pasado en un invento grosero e infantil, le respondí que “Prat-Gay es un
verdadero experto que trabajó de asesor de empresas y bancos importantes”.
Me dijeron que Macri posee 214 causas penales pendientes y respondí “eso es una calumnia
que está dirigida a manchar el prestigio de nuestra presidente”. Me
dijeron que si quería me enviaban por correo electrónico las causas para que
las vea y le respondí: “No me manden basuras”. Me siguieron preguntando
pero ya estaba cansado de escucharlos y le dije, sabiamente: “A mi no me engañan,
ustedes son de la Cámpora, y son corruptos, ñoquis y choripaneros, así que
fuera de mi presencia”. Se retiraron de mi sueño y yo me sentía
feliz y triunfador.
Pero desperté y es allí donde me
horroricé. La primera pregunta que me hice es ¿Podría haber sido yo una persona tal como la
que asumí ser en el sueño? Y
mi respuesta fue franca: Sí, podría haberlo sido”.
Y allí empezaron mis escalofríos
y mis temores. Estadísticamente me encontraba más cerca de ser un tremendo
pelotudo, un analfabeto funcional, un ignorante ilustrado, un ser incapaz de
pensar con mi propia cabeza, un cómplice miserable, un sostenedor y admirador
de los perores delincuentes y criminales
nazis.
Y pese a que al despertar también
asumí la realidad, asumí que yo no era parte de esa miseria humana, me quedó el
temor de que podía haberlo sido, podía yo también haber sido un miserable
ilustrado, un idiota útil. De allí surge el miedo y por ello, el sueño donde me
sentí feliz y triunfador, se convirtió en una pesadilla.
OSCAR NATALICHIO – CENTRO DE INVESTIGACIONES
ECONÓMICAS Y SOCIALES (CIEYS) 18/02/16
Los daños
efectuados por el presidente delincuente en sólo 70 días son gravísimos. Y
faltan 1.380 más.
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