miércoles, 28 de noviembre de 2012

COMUNICADO DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONOMICAS Y SOCIALES



La denuncia penal que por intermedio de sus abogados efectuara el grupo Clarín contra un conjunto de ciudadanos entres los cuales se encuentran varios periodistas seleccionados no es insólita, selectiva, ni sorprendente.
No es insólita pues el monopolio mediático posee, dentro de la justicia, personal corrupto que ocupan puestos decisivos en la misma, como secretarios, jueces y camaristas. Jueces que desde hace muchos años están en sus puestos como empleados y defensores de los grupos económicos más poderosos y que con sus fallos violan toda las legislaciones vigentes sin ruborizarse. De esa manera, la ridícula imputación de una supuesta “instigación a la violencia” cuya condena oscila entre tres y seis años de prisión, deja de ser ridícula para pasar a ser una demostración cabal que no existe una justicia independiente de los grupos monopólicos, al menos, en parte importante de ella, predomina aún la arbitrariedad, el interés personal, el odio de clases, el racismo y la corrupción, todo ello en medio de la existencia de una mediocridad general que hace posible sus actuaciones. No es insólito que un grupo, que ha obtenido sus bienes a través del despojo arbitrario, de la tortura y de la amenaza, recura a la misma justicia que avaló y protegió su accionar delictivo.
No es selectiva, pues si bien se mencionan nombres de destacadas personas, la medida está dirigida a todos aquellos que aspiran a que las leyes que se sancionan sean cumplidas. Es decir, a todo argentino de bien, que supera la mediocridad general, que aspira a un país decoroso y que juegue con leyes, además de claras: fundamentalmente equitativas. Donde el poder económico, por serlo, no divida a la sociedad en un pequeño grupo que se arroga de hacer lo que sus intereses requieran sin respetar las leyes, contra una ciudadanía que acepta la vigencia de la democracia y de su sistema legal, incluso hasta los que lo consideramos que este sistema dista mucho de ser justo.
No es sorprendente, pues el grupo Clarín sabe que posee, dentro de los Partidos Políticos, arribistas especializados en apoyarlos en sus denigrantes acciones. Prevalece en esos políticos, el odio hacia los cambios que en nuestro país se han producido y que ellos, cuando tuvieron la posibilidad de hacerlo se negaron a realizarlos; prevalece la envidia de no poseer capacidad intelectual alguna al nivel tal que “El hombre mediocre” de José Ingenieros cobra vida y vigencia en ellos. Son los mismos que se alegran del fallo a favor de los Fondos Buitres, que critican la ayuda social, que mencionan la inflación pero no denuncian a los formadores de precios pues de esos formadores dependen, son los que critican el recupero del patrimonio nacional, aspiran nuevamente a las privatizaciones y sueñan con poner en vigencia el “Consenso de Washington”. Son, en esencia, argentinos desnaturalizados. Viven en Nuestra América manteniendo aún el convencimiento de que “América es para los Americanos”.
Clarín sabe lo que hace y aunque ahora pretenda decir que no dijo lo que dijo no debemos pensar en un “nuevo exceso”, en un error motivado por los nervios desbocados frente a la cercanía del 7D. Es parte integral de un Plan de Operaciones destinado a recuperar el parcial predominio perdido por los monopolios y es un plan esencialmente desestabilizador. Clarín obtuvo su “mayoría de edad” durante la dictadura empresario-militar más sangrienta que registrara nuestra historia, con su total complicidad. Esa sí fue una verdadera acción criminal, esa sí fue una super “instigación a la violencia”. Eso sí deberían juzgar “nuestros jueces” pues de su proceder maligno surge claramente que Clarín no ha violado una o dos leyes, ha violado todos los códigos, penales, laborales, civiles. Ha violado la propia Ley de Leyes, la Constitución Nacional. Y su poder es tan grande que aún hoy lo continúa haciendo con total impunidad. SI PERMITIMOS QUE UN MONOPOLIO REEMPLACE NUESTRAS LEYES Y NUESTRA CONSTITUCION, LA CONDICION DE CIUDADANOS Y DE HOMBRES LIMITADAMENTE LIBRES QUE HOY DISFRUTAMOS, SE HABRA PERDIDO: DESAPARECE.