domingo, 29 de noviembre de 2015

NOSOTROS O ELLOS Nº 274

QUÉ SIGNIFICA “SINCERIZAR LA ECONOMÍA”

En pocas horas el macrismo tomo conciencia de que hablar de ajustes le significaba comenzar muy mal la gerenciación del país a favor del capital monopolista o concentrado extranjero.

Por eso aceptaron, muy a regañadientes que en vez de utilizar la palabra ajuste se hable de “sincerizar” la economía.

¿Qué significa ello? Sincerizar equivale a decir “nosotros no hacemos ningún ajuste, sólo blanqueamos la economía y la colocamos en el lugar que hoy ocupa sin ser sincera”.

Tomemos un ejemplo: El dólar oficial no se encuentra a 10 pesos sino a 15. Todos los que compran dólar en el mercado lo saben: Por lo tanto, nosotros no haremos ningún ajuste, sincerizamos el dólar y lo reconocemos a su valor: a $ 15.-

La realidad es otra: el dólar se encuentra hoy a 10 pesos y es el dólar que pagan los importadores. El de 15 pesos, el que “sinceran” es un dólar especulativo que se maneja en cuevas marginales y que no representa ni el 1% de todas las operaciones en esa divisa.

Las importaciones ronda los 65.000.000.000 dólares (65 mil millones de dólares) oficiales, lo que sería equivalente a 650 mil millones de pesos anuales. Si el dólar se “sincera” (o sea se ajusta) esas mismas importaciones costarán 975 mil millones de pesos.

Ello equivale, así de simple, a un incremento de los productos importados, superior al 66% de lo que hoy cuestan. El importador recarga sobre el valor del importado (su costo) no menos de un 100%.

Ello equivale a que los 650 mil millones de pesos se convierten, cuanto menos, en una facturación de 1 billón 300 mil millones de pesos. Ese importe pasará a ser de 1 billón 950 mil millones de pesos. Se incrementa en 650 mil millones (1950-1300) lo que equivale a un 66.67% de incremento de precios.

Dicho incremento lo debe pagar el consumidor, ya sea directamente cuando compra importados para consumo o indirectamente cuando el importado es parte del componente de un producto local.

Si consideramos un sueldo promedio de 12 mil pesos mensuales, o sea de aproximadamente 160 mil pesos anuales (con el aguinaldo) y si consideramos que se estiman en 18 millones los trabajadores en actividad logramos calcular el total de ingresos anuales que es de 2 billones 880 mil millones de pesos anuales. El incremento de 650 mil millones por “sincerizar” la economía equivale a robarles a los trabajadores un 23% de sus ingresos de un solo saque de “sinceridad”.

TE MINTIERON ANTES, TE MIENTEN AHORA Y TE COMIENZAN A EMPOBRECER


SINCERIZAR = AJUSTE
    
Oscar Natalichio
CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES (CIEYS)
En la era en que los delincuentes y genocidas de guantes blancos ganaron por votos el gobierno.

29/11/2015

martes, 24 de noviembre de 2015

¿Será capaz Mauricio Macri de provocar la anhelada unidad de la izquierda popular argentina?

por Carlos Aznárez
Director de Resumen Latinoamericano

Ganó Mauricio Macri, por poco pero ganó, y eso es lo que cuenta en estas contiendas tramposas del balotaje. 
Los porcentajes obtenidos por ambos candidatos alcanzan para tentar a imaginarse un país dividido en dos. Sin embargo, la enorme fragilidad en el nivel de politización de quienes votaron al nuevo gurú de la derecha argentina o de quienes se inclinaron por Daniel Scioli, (quien decía representar “otro proyecto” y cuya figura era rechazada por lo bajo por gran parte de los que le pusieron el voto), sirve para corroborar que no se trata, en la gran mayoría de los casos, de sufragios“sólidos” o “ideológicos”. Hoy están de un lado los que mañana rechazarán sin ningún tipo de excusas. Construyen así la imagen más acabada de lo que son estas “democracias representativas”, caducas por donde se las mire, pero que aún sirven de herramienta al sistema para seguir dominando.  Desde esa fórmula exitosa continúan produciendo espejismos frente a poblaciones carentes de todo tipo de defensas ante al arrollador empuje de  eslóganes y  promesas incumplibles que se les ofrecen a diario. Si parece exagerado, obsérvese el mapa latinoamericano actual, donde los Aecio Neves, las Keiko Fujimori, los Peña Nieto, los Cartes o los Capriles, ya gobiernan o pretenden hacerlo usando similares recetas a las que ahora puso en práctica Mauricio Macri. Ni qué hablar de los “progresistas” que se les parecen cada vez más. Sólo basta mirar a Chile y Uruguay para confirmar lo dicho.
Los apoyos recibidos en esta instancia por el macrismo aparecen como expresiones coyunturales que tienen dos variantes bien definidas.La primera y más peligrosa, es la de aquellos nostálgicos de las políticas económicas privatistas y neo liberales de los 90, e incluso adherentes a consignas muy parecidas a las que se oyeran en recientes manifestaciones de la derecha brasileña, en lo que hace a reivindicar a los militares de la pasada dictadura. Son generalmente votantes de clase media y media alta, eternos “admiradores” de las burguesías pro-norteamericana y amiga de las trasnacionales europeas, gente que posee un nivel de revanchismo, resentimiento  y xenofobia muy parecido al que expresan los gusanos cubanos de Miami o los escuálidos venezolanos. Sólo basta con leer los improperios soeces que esos “ciudadanos” escriben en los foros de las redes sociales. 
El otro caudal de adhesiones al presidente electo proviene del rechazo -también conservador- al kirchnerismo, que: a) no obstante representar a un modelo de mayor inclusión para los sectores populares, no apostó en la distribución plena de la riqueza; y  b) si bien está indudablemente ligado en política exterior a gobiernos de matriz progresista, a la vez se definió como un obstinado defensor del modelo capitalista y sus multinacionales, y por lo mismo, no partidario de los necesarios avances hacia el socialismo que exige la coyuntura internacional en que el imperialismo avanza a la vez en varios continentes. 
Precisamente la tibieza, falta de voluntad política y cortedad de miras a nivel ideológico, expuestas durante este período K que ahora finaliza, así como la soberbia y el tajante rechazo a admitir críticas producidas desde el mismo campo popular, más la ausencia de democracia interna que llevó a que cada candidato se eligiera a dedo y por ende muchos de los designados fueron masivamente rechazados en el cuarto oscuro, son algunos de los elementos donde hay que buscar algunas -no todas, por supuesto- de las causas de este triunfo de la derecha macrista.

Pero más allá de razones internas y externas, lo cierto es que de nada sirve ahora llorar sobre la leche derramada. La nueva era de una derecha ligada muy íntimamente al avance imperial sobre el continente ya está presente entre nosotros y con ello se acelerarán ataques a diversos avances conquistados, con lucha, por los sectores populares. Todos ellos son importantes, como ser los que incidirán directamente en el bolsillo de los trabajadores y trabajadoras de este país, acostumbrados a discutir sus salarios en paritarias, sobre las que el nuevo gobierno tratará de embestir de la mano de las patronales ligadas a los grupos privados, la mayoría de ellos de raíz multinacional. En ese mismo andarivel, la devaluación ya anunciada e hipócritamente negada en la campaña electoral, será un factor decisivo para que la canasta familiar toque las nubes. También serán atacados por esta nueva vuelta de tuerca de la avanzada neoliberal, los trabajadores estatales, notoriamente maltratados durante el gobierno kirchnerista, y seguramente puestos en la lista de la estrategia de achicar el Estado que figura en los programas del macrismo. 

Otro factor sobre el que ya, sin siquiera asumir el mandato, el presidente electo ha apuntado sus cañones, es sobre la política de derechos humanos del actual gobierno, que podrá tener fallas y carencias (sobre todo en lo que hace a los derechos humanos del presente, vinculados al accionar impune de las policías y otros agentes de seguridad contra los más pobres) pero que indudablemente tuvo aciertos y fortaleza suficiente para llevar a la cárcel a algunos de los genocidas de la última dictadura militar. El macrismo y sus adláteres han ido forjando una promesa de terminar con los juicios a los militares y civiles del golpe del 76 y, con la excusa de la “reconciliación”, devolverles la libertad. Frente a esta instancia involucionista (acicateada por los medios corporativos, como es el caso del matutino La Nación, en su editorial del lunes 23-11-2015), es necesario que las diversas organizaciones del campo popular, más allá de si votaron contra Macri o en blanco, cierren filas junto a las organizaciones de derechos humanos para construir un muro que derrota a la impunidad que se anuncia.

Pero hay un rubro que define claramente por dónde quiere proyectarse el gobierno que asumirá su cargo el 10 de diciembre próximo, y es el de la política exterior. Una y otra vez, Macri ha amenazado a la Revolución Bolivariana con sus dichos y sus advertencias de accionar inmediato. Con mentalidad de amanuense del gendarme mundial con sede en Washington, repite una y otra vez que quiere lograr la expulsión de Venezuela del Mercosur, que perseguirá “hasta las últimas instancias” a la “dictadura encabezada por Maduro” y que presionará internacionalmente para lograr la libertad del golpista Leopoldo López y del alcalde derechista Antonio Ledezma. (Macri junto a las esposas de ambos lo denominan “presos políticos”).
La intención en este caso es de tal peligrosidad que merece suma atención para contrarrestarla. Macri, amigo carnal de los Estados Unidos y de Israel, del paramilitar Alvaro Uribe, del fascista español Jose Maria Aznarequiere extirpar la influencia que Venezuela irradia sobre los movimientos populares en Latinoamérica, y usará toda la fuerza de su nuevo cargo para lograrlo. Con esa misma tesitura, y en este caso para congraciarse con el lobby sionista mundial, ya ha prometido derogar el Memoradum de entendimiento con Irán.

Frente a cada una de estas amenazas, como también para ejercer la autodefensa ante cualquier otro intento de recortar libertades, desatar campañas xenófobas, generar climas para que avancen políticas sectarias y macartistas, o para que el país no se convierta en un espejo de lo que plantea el funcionario norteamericano John Kerry cuando habla de “militarizar la política y las sociedades para enfrentar a los enemigos de Occidente”, hace falta que el amplísimo arco del campo popular termine con su fragmentación. Que la gravedad de lo que implica la institucionalización de la derecha más reaccionaria genere una respuesta unificada. Que se abandonen las mezquindades y las pequeñas islas para ir gestando poco a poco lo que no viene siendo posible realizar desde la "restauración democrática" en 1983.
No es un tiempo de gestos mediocres, para eso ya están los de los gobernantes que soportan nuestros pueblos. Es hora de que, reivindicando las enseñanzas de Evita, del Che, de Hugo Chávez y tantos otros patriotas latinoamericanos y caribeños, se consolide la unidad popular que hace falta para que esa mitad del país que no votó a Macri se convierta en el semillero de una profunda resistencia que frene a los que vienen por todo y contra todos, aunque intenten disimular su voracidad con globitos y gestos circenses.

NOSOTROS O ELLOS Nº 271

HOY VOTAMOS:

SI EL PAÍS VA A SER CONDUCIDO POR MONSANTO, POR CAVALLO, POR LOS FONDOS BUITRES, POR LAS MULTINACIONALES FORMADORAS DE PRECIOS, POR EL HSBC, POR LOS REPRESORES Y ASESINOS DE LA DICTADURA GENOCIDA DEL 1976, CON UN GERENTE: MAURICIO MACRI

O SI EL PAÍS VA A SER CONDUCIDO POR AQUELLOS QUE DISMINUYERON LA DESOCUPACIÓN DEL 25 AL 5%, QUE DESARROLLARON LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA, QUE RECUPERARON EL PATRIMONIO NACIONAL Y DESENDEUDARON AL PAÍS, QUE CREARON LA AUH, UNIVERSIDADES, ESCUELAS, HOSPITALES, VIVIENDAS, TRENES, CARRETERAS. QUE MEJORÓ COMO NADIE LA CALIDAD DE VIDA DE LOS ARGENTINOS Y LO SEGUIRÁ HACIENDO CON UN PRESIDENTE: DANIEL SCIOLI.

Parece una opción fácil, sin embargo, los medios del poder económico han generado un odio visceral que les impide a muchos ciudadanos optar con libertad y votar por su propia destrucción.

Oscar Natalichio 22/11/15

lunes, 23 de noviembre de 2015

NOSOTROS O ELLOS Nº 273

Los perdedores que hicieron posible el triunfo del capital concentrado.

DE LA SOTA
RODRIGUEZ SAA
SERGIO MASSA
HERMES BINNER
M. STOLBIZER
N. DEL CAÑO

Los tres primeros pertenecen al justicialismo y lo vuelven a traicionar: En el feudo de San Luis el 64,2% votó por Macri, en la Córdoba de la Reforma, del cordobazo, de Agustín Tosco, el 71,5% votó por el capital concentrado. Massa no tuvo mejor suerte en su traición. No pudo evitar que Scioli ganara en la provincia de Buenos Aires, pero logró desviar, con sus punteros, miles de votos que fueron a Macri.

Binner y su partido, que ellos denominan “socialista”, demostraron nuevamente que lo que menos le importa es el bienestar del pueblo y convocan a que lo exploten.

Lo de Stolbizer es vergonzoso. Un progresismo invertido, Menciona a Alfonsín mientras defeca sobre sus principios. Alfonsín fue claro: perder antes de entregarse. Ella pierde y se entrega al odio.

Lo de Del caño es lógico. Nunca, en ningún lugar de la historia, definieron a favor de los pueblos y, con discursos distintos, siempre fueron funcionales a la derecha. Por suerte, los militantes reales son más honestos que su “líder” y el voto en blanco no llegó a ser lo que los jefes trotskistas pretendían. Ellos nunca fueron “la izquierda”.

DIMES CON QUIEN ANDAS Y TE DIRÉ QUIEN ERES.

Oscar Natalichio

CENTRO DE INVESTAGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES (CIEYS)  23/11/2015
NOSOTROS O ELLOS Nº 272

El Papel de De la Sota

Distrito

 Scioli
 Macri
 Diferencia
 Total votos
% dif.
Afirmativos
M
 12.198.441
 12.903.301
    -704.860
 25.101.742
-2,81%
Votos en blanco




      305.229

Votos Nulos




      318.206

Votos Impugnados




        13.383

Total de votos




 25.738.560
80,27%
Habilitados




 32.064.684
100,00%
No votaron




   6.326.124
19,73%







Capital Federal
M
      682.354
   1.255.099
    -572.745
   1.937.453
-29,56%
Buenos Aires
S
   4.833.680
   4.626.326
      207.354
   9.460.006
2,19%
Catamarca
S
      112.368
        99.789
        12.579
      212.157
5,93%
Córdoba
M
      613.611
   1.540.018
    -926.407
   2.153.629
-43,02%
Corrientes
S
      353.976
      285.351
        68.625
      639.327
10,73%
Chubut
S
      185.142
      129.515
        55.627
      314.657
17,68%
Chaco
S
      401.056
      276.057
      124.999
      677.113
18,46%
Entre Rios
M
      386.874
      450.998
      -64.124
      837.872
-7,65%
Formosa
S
      205.436
      115.746
        89.690
      321.182
27,92%
Jujuy
M
      186.202
      209.342
      -23.140
      395.544
-5,85%
La Pampa
M
      104.013
      107.888
        -3.875
      211.901
-1,83%
La Rioja
M
        87.793
      114.092
      -26.299
      201.885
-13,03%
Mendoza
M
      461.812
      625.121
    -163.309
   1.086.933
-15,02%
Misiones
S
      384.954
      278.308
      106.646
      663.262
16,08%
Neuquén
S
      198.873
      177.350
        21.523
      376.223
5,72%
Río Negro
S
      250.143
      147.876
      102.267
      398.019
25,69%
Salta
S
      373.800
      314.944
        58.856
      688.744
8,55%
San Juan
S
      256.875
      172.948
        83.927
      429.823
19,53%
San Luis
M
        98.979
      177.183
      -78.204
      276.162
-28,32%
Santa Cruz
S
      101.270
        72.239
        29.031
      173.509
16,73%
Santa Fe
M
      902.910
   1.136.478
    -233.568
   2.039.388
-11,45%
Sgo. del Estero
S
      399.189
      154.742
      244.447
      553.931
44,13%
Tucumán
S
      562.602
      397.559
      165.043
      960.161
17,19%
Tierra del Fuego
S
        54.529
        38.332
        16.197
        92.861
17,44%
Sumas

 12.198.441
 12.903.301
    -704.860
 25.101.742
-2,81%







8 provincias  CABA
M
   3.524.548
   5.616.219
  2.091.671
   9.140.767
-22,88%
15 provincias
S
   8.673.893
   7.287.082
   1.386.811
 15.960.975
8,69%
Sumas

 12.198.441
 12.903.301
    -704.860
 25.101.742
-2,81%

Los resultados electorales de ayer muestran claramente que, aquellas provincias donde la situación económica es superior al resto como lo es la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, se inclinaron claramente a favor del candidato de las multinacionales. En CABA Macri ganó en todas las comunas y es “su feudo”. Pero es vergonzoso lo de Santa Fe, donde el “socialismo” se encolumna con los que van a entregar la nación y más vergonzoso aún el triste papel de De La Sota en Córdoba, que especula con poseer la dirección del PJ traicionándolo, convocando a votar contra Scioli. A Massa no le fue bien. No obstante, la mitad de los argentinos y posiblemente muchos más que no votaron (6.326.124), muestran su intensión de defender lo logrado en estos 12 años.  Ninguna conquista debe perderse.


Oscar Natalichio. Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEYS) 23/11/2015