miércoles, 4 de marzo de 2015

NOSOTROS O ELLOS Nº 188

LOS MISERABLES (DECIMOQUINTA PARTE)

¿Presidente de la Corte Suprema o Presidente del Partido Judicial?

Gracias a mi espíritu masoquista  pude escuchar la totalidad de la intervención de Lorenzetti. No es fácil mantenerse despierto en esa monótona y mediocre clase de derecho elemental para estudiantes recién inscriptos en la materia.

Quizá fue más valiosa su actuación, con rostro de Massa preocupado, haciendo un llamamiento (no se sabe bien a quién) para que los actores de los poderes del estado se den cuenta de que atrás de cada víctima hay seres humanos que claman para que exista justicia. Para este abogado, que parece no dominar mucho de derecho, como veremos más adelante, las víctimas de las tragedias argentinas “son nuestras víctimas”. Y dentro de ellas, video de por medio, incluyen a los asesinados Kosteki, Santillán y Fuentealba; a los asesinados por las acciones terroristas en la embajada de Israel y de la AMIA, junto con un suicidado: Nisman. Y se olvida de IRON MOUNTAIN.

Coloca, en igualdad de condiciones, no sólo a los asesinados con un suicidado, sino a aquellos, que como los tres nombrados en primer lugar luchaban por una mejor justicia social, o como las víctimas de los atentados, desarrollaban sus tareas habituales, con un fiscal que decidió traicionar a la patria al entregar sus escritos a la embajada de los EEUU para que se los aprobara y/o corrigiera.

Le dedicó todo el espacio a responder, las más de las veces elípticamente, al brillante discurso que diera nuestra presidente en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional. Y fue tanto el empeño que puso, tanto el fervor (tanta la bronca contenida) que, como dicen algunos, “se pasó de mambo”.

Pero se pasa de mambo mostrando, demostrando, que, pese a ser el presidente de la Corte, desconoce de derecho y, lo más “extraño”, desconoce su propia actuación en el caso que puso en el tapete con la única y clara intensión de responder a lo que Cristina aseguró en su discurso: que sobre el atentado de la embajada de Israel, la Corte no había hecho nada, no había averiguado nada, no había encontrado culpables, etc.; ni la anterior, ni esta que preside Ricardo Lorenzetti, actuaron en correspondencia a la responsabilidad asumida. Pero Lorenzetti “aclaró” con firmeza el porqué no actuó.

Lorenzetti afirmó, con rostro de Massa preocupado, que no actuó pues el tema de la embajada “ES COSA JUZGADA” y sobre una cosa juzgada nada se puede hacer. Lo que es cierto.

Pero la mentirita es que no hubo juicio, y si no lo hubo no hay cosa juzgada. Recuerdo que no se trata de un jovencito que se anotó ayer para cursar abogacía, se trata de la máxima autoridad, que miente o sabe poco de derecho. Si pensamos que hasta hace muy poco se le exigía a Cristina que muestre su diploma como abogada, ¿no sería más correcto que se lo pidieran a Lorenzetti?  En realidad el diploma nunca da garantía que, atrás del mismo, vaya a existir un profesional competente. Hay cientos de miles de casos que reflejan la mediocridad profesional como constante.

Algunos expresaron que fue “mal asesorado”. Si no hay sentencia, si no hay cosa juzgada y, pese a ello acepta lo que le “asesora”, hay que poseer poco conocimiento para repetir lorísticamente lo que el supuesto asesor le indica.

Lo que existe es una sentencia resolutoria donde un familiar solicita que se considere el crimen (atentado a la embajada) como de “lesa humanidad” y, en ese entonces, rechaza ese pedido pero indica claramente debe seguirse con las investigaciones y reitera los pedidos de captura contra los responsables. Ambas cosas sólo se pueden decir si la causa continúa abierta.

La corte memenista decidió imputarle la autoría del atentado, por indicaciones de Israel y de los EEUU, a un grupo terrorista que recién asomaba: Hezbollah, el que no poseía, entonces, ningún tipo de capacidad para realizar un acto de tal envergadura. Ello levó a decir, al vocero de las víctimas, el señor Susevich, “no creemos en esa hipótesis”.

Esa “hipótesis” conduce a acusar (y pedir la captura) de Mughnyah, del aparato militar de Hezbollah, quien es asesinado, poco después, por el MOSSAD, al colocarle un artefacto explosivo en el apoyacabezas de su vehículo. Cabe señalar que, ingenieros peritos de la Universidad de Tucumán, que estudiaron la explosión, llegaron a la conclusión de que la misma se realizó dentro del edificio (y no desde una camioneta como se señaló).

Pero el presidente de la Corte, él mismo, en persona, sin equívoco alguno, sin “asesoramiento”, presidiendo la corte, el 13 de diciembre de 2006, ante el pedido de Susevich, el familiar que solicita se catalogue al crimen como de “lesa humanidad” (ver arriba), resuelve rechazar “la pretensión” (significa que, para la corte, no es crimen de lesa humanidad) y, a la vez, presten atención pues lleva la firma de Lorenzetti, resuelven: 1. Continuar (Seguir) investigando; 2. Que no es procedente pronunciamiento alguno respecto a la extinción penal de la presente causa y 3. Reiterar las órdenes de captura ordenadas en esa causa”. Más claro, agua clara: Lorenzetti sabía que NO EXISTÍA COSA JUZGADA. ¿Miente? ¿Perdió la memoria? ¿Es maquiavélico? ¿Quiere ser presidente? ¿Arriesga tanto pues se sabe impugne? Resuelvan ustedes estos interrogantes.

El artículo 16 de la Constitución Nacional Argentina expresa:

La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento; no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas”

Todos no somos iguales ante la ley. Los miembros de la Corte Suprema, por ejemplo, no pagan impuesto a las Ganancias como paga la presidente, sus ministros y casi un millón de trabajadores en relación de dependencia (y no es el único privilegio).

Además, el presidente de la Corte, ejecuta, en la práctica, lo contrario a lo que en parte de su discurso afirma: detrás de cada tragedia hay seres humanos que debemos reconocer. Marx afirmaba que a las personas se las debe juzgar por lo que hacen, no por lo que dicen. ¿Y qué hizo Lorenzetti en ese acto político del partido judicial que el preside?  Lo relata muy bien Horacio Verbitsky en Página 12 del 4 de marzo:

El presidente de la Corte Suprema de Justicia hizo proyectar antes de su discurso de ayer un video sobre las víctimas de las tragedias argentinas que son, dijo, “nuestro tema”. Entre ellas incluyó a los asesinados militantes populares Maximiliano Kosteki, Darío Santillán y Carlos Fuentealba, y al fiscal Alberto Nisman, cuya muerte dudosa investiga desde hace 45 días la fiscal Viviana Fein.

Lorenzetti pidió que el Poder Judicial hiciera un esfuerzo por mirar “esos rostros humanos, detrás de los que hay familias y dolor, tragedias colectivas que nos deben conmover” y “organizaciones que luchan. No son expedientes ni son objetos de disputas políticas”.

Instó a “conmovernos con la emoción y el dolor que tienen las personas humanas y no ver esto con la distancia profesional con que a veces se los mira. Nos han dejado una obligación y una responsabilidad que es terminar con la impunidad, terminar con esos procesos que no tienen resultados, con las investigaciones oscuras que se traban y que no se sabe muy bien adónde terminan”. Concluyó este tramo inicial de su mensaje con una exhortación: “Tenemos que construir nuestras agendas colectivas y de gobierno y del Poder Judicial basándonos en las agendas de las personas, en los problemas concretos, porque lo que esperan las víctimas es que los poderes del Estado cooperen para solucionar sus problemas”.

En la foto que ilustra esta nota, se puede observar el rostro de la víctima de una de esas tragedias, Diana Wassner, quien preside una de esas organizaciones que luchan por la Justicia y contra la impunidad: Memoria Activa. Su esposo, el arquitecto Andrés Malamud, es uno de los 85 muertos por el estallido de la sede de la DAIA, el 18 de julio de 1994. Cuando llegó con su invitación para el acto de apertura del año judicial, funcionarios de ceremonial de la Corte Suprema le informaron que no tenía un lugar en la sala de audiencias sino en un patio exterior, frente a una pantalla de televisión. Diana Malamud comunicó que se retiraba, ante esa actitud ofensiva. El CELS, que representa a Memoria Activa ante el Sistema Interamericano de Protección a los Derechos Humanos, decidió acompañarla y no ingresó a la sala.

“Era la primera vez que nos invitaban. Nos pareció raro, pero si existe una posibilidad de que se destrabe el juicio por encubrimiento, no nos negamos a explorarla”, dijo Diana Wassner de Malamud. Para eso mismo, Memoria Activa había solicitado una audiencia a Lorenzetti.

 Un secretario de la Corte respondió por indicación de su presidente que “por cuestiones de agenda a raíz de compromisos asumidos con antelación, de momento no podrá llevarse a cabo la reunión requerida. Saludos cordiales”.

Ante una gestión posterior del CELS, el presidente de la Corte modificó su agenda y fijó el encuentro para el lunes 9. Memoria Activa tendrá una reunión plenaria mañana, en la que se analizará si tiene sentido asistir después de esta ofensa. Mientras escuchaba el discurso de Lorenzetti en un escritorio próximo a tribunales, Diana Wassner de Malamud hacía anotaciones. “Una pantalla en un patio. ¿Se creen que son los Rolling Stones?”, dijo.

Para la madre de dos hijas que perdieron a su padre hace 21 años, se trató de un abuso.

“Es la actitud del poderoso que reclama pleitesía. Se para en el lugar de superioridad que le dan el poder y la impunidad. Me hizo acordar de la actitud de Rubén Beraja”, agregó”.

Beraja es el ex presidente de la DAIA, procesado por encubrimiento del atentado. Revisando sus apuntes, agregó:

“Si quiero verlo por televisión me quedo en mi casa. Pensamos que podía haber un cambio. Pero siguen maltratándonos como ha hecho la justicia a lo largo de todos estos años. Nosotros no tenemos problemas de agenda. La agenda de las víctimas es que se haga justicia. Esto los califica a ellos”.

Si seguimos los consejos de carlos Marx, podemos afirmar que la diferencia entre las palabras y las acciones son enormes.

En su discurso, nuestra presidente preguntó sobre el resultado de la investigación que viene llevando adelante la corte, que tardó ¡SIETE AÑOS! en contar los cadáveres, logrando determinar que fueron 22 los muertos. Cristina preguntó:

¿QUIÉNES SON LOS CONDENADOS?

¿CUÁLES SON LOS PROCESADOS?

¿QUÉ FUE LO QUE PASÓ?

¿POR QUÉ EL ESTADO DE ISRAEL NO RECLAMA POR LA EMBAJADA Y POR LA AMIA?

Lorenzetti también, al igual que Carrió, habla de “república”, la realidad indica que el poder judicial está lejos de ser considerado como republicano en su funcionamiento. Este punto de hipocresía lo tratamos en el número 159 del 14 de octubre del pasado año y volvemos a repetir (y lo seguiremos haciendo) este párrafo que sintetiza al poder judicial:

Aquí tenemos un claro ejemplo de cómo actúa la llamada “justicia” argentina. Ese Poder Judicial aristocrático, feudal, de cargos hereditarios, de puestos inamovibles y de privilegios desmesurados que no poseen el resto de los ciudadanos, ni siquiera el presidente de la Nación: absuelve a un genocida que defraudó al país por miles de millones de dólares, que condenó a una vida miserable a millones de argentinos y asesinó a miles; y se envía a la cárcel, previo costoso juicio oral que pagamos todos, a un joven por robar  ¡una botella de fernet!

¿La igualdad ante la ley? ¿Reímos o lloramos?

En estos momentos en que cobró por segunda vez presencia el partido judicial, el presidente de los EEUU, Obama, debe librar una batalla contra los fascistas republicanos e israelitas. Los opositores de allá, llevaron a Netanyahu para que impida un posible entendimiento entre los EEUU e IRÁN. En su discurso, el fascista israelí señaló que IRÄN ha sido el país terrorista que colocó las bombas en la embajada y el la AMIA en Argentina.

¡Qué lumbrera! Resolvió los casos en una sola charla, que nunca hubiese ocurrido si Obama no se hubiese propuesto “emprender el camino” de una solución de diferendos sin conflictos.

El fiscal polillita apela el contundente fallo del juez Rafecas, que demolió las falsas (de falsedades absolutas) denuncias del fiscal Nisman, pese a que cada vez se encuentra más comprometido es su accionar. Recuerdo que Lagomarsino cobraba 41 mil pesos por mes sin trabajar y que, además había contrato con siete “misteriosas mujeres”, también contratadas pero por menos, algo así como 18 mil pesos mensuales.

El partido judicial, con una presentación pública en la marcha de “homenaje” a un traidor y con un discurso pronunciado por su presidente, continúa en el camino de la desestabilización.

El incendio intencional comprobado de IRON  MOUNTAIN no fue agregado por Lorenzetti en sus videos, y no es casualidad. Esa empresa, que fue habilitada, premiada y financiada al no pagar impuestos, por Mauricio Macri y sus bandoleros, produjo la muerte de 10 personas. Detrás de esas muertes de servidores públicos, también hay seres humanos que no ve Lorenzetti. El que posibilitó esos crímenes es el que se candidatea como futuro presidente de los Argentinos. 

¿Elegiremos a un criminal para ese cargo?



Oscar Natalichio
Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEYS)
04/03/2015


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