NOSOTROS O ELLOS Nº 169
LAS CLASES SOCIALES (Primera parte)
Este número
inicia una serie de 4 números sobre las clases y capas sociales, abordando
datos de cómo se compone en nuestro país los diversos estamentos desde lo
objetivo y cómo el dominio cultural de los grandes grupos económicos alteran
esa objetividad creándole, al ciudadano, falsas expectativas.
Toda ciencia requiere de conceptos y categorías, de ideas, de hipótesis
y leyes, de estudios, investigaciones y de clasificaciones.
La clasificación, en la química, le permite al químico distinguir entre
cuerpos que contienen carbono y oxígeno de los que contienen sílice.
La clasificación, en la biología, le permite al biólogo distinguir los
animales de los vegetales, los mamíferos de los ovíparos.
Parece sencillo, pero inicialmente se agrupaba a la ballena con los
peces, por el solo hecho de vivir en el agua, no considerando las
características especiales que hacen de ella un mamífero.
La clasificación en cualquier ciencia es producto del estudio, análisis
e investigación, donde, entre otras cosas, se descubren y reconocen los
caracteres esenciales separándolos
de los secundarios.
En este elemental ejemplo observamos que si bien la ballena habita en el
agua, esa característica no la convierte en pez. La ballena es un animal de sangre
caliente, con glándulas mamarias productoras de leche con la que alimentan a
sus crías. Es un mamífero acuático y es allí donde se la clasifica
adecuadamente.
El marxismo-leninismo es una ciencia, una filosofía científica, que
integra al materialismo dialéctico e histórico como una parte de la misma.
Es una filosofía científica que se propone, no sólo
interpretar los fenómenos, la historia, sino predecir los pasos futuros y
actuar como herramienta transformadora de la sociedad.
Es una filosofía que toma partido (como todas, aunque se autoseñalen
como apartidistas) por el materialismo como lo primario, es decir: elije entre
el materialismo y el idealismo, las dos grandes e iniciales clasificaciones de
esta ciencia, ya que no existe una “tercera posición”.
Afirma que lo primario es el ser social y es de allí, desde ese ser
social, donde surge y se modela la conciencia social.
Afirma que el mundo se encuentra en constate movimiento, desarrollo y
cambio, y se basa en la dialéctica materialista como ciencia de la
concatenación universal y del desarrollo; la Ley de transformación de los
cambios cuantitativos en cualitativos (y viceversa); la Ley de la unidad y
lucha de contrarios y la Ley de la negación de la negación.
Considera a la dialéctica materialista como la teoría del conocimiento
del marxismo-leninismo. El sujeto y el objeto. El carácter socio-histórico del
conocimiento. El papel de la
práctica. El conocimiento como asimilación espiritual de la
realidad objetiva. El lenguaje como forma de existencia del conocimiento.
El materialismo histórico (la sociología científica) clasifica al
desarrollo de la vida social en etapas a las que denomina Formaciones
Económicas.-Sociales. Y reconoce (determina) la existencia de cinco de ellas:
1. La sociedad
Primitiva o Comunismo Primitivo; 2. La Sociedad Esclavista
(Esclavismo); 3. La
Sociedad Feudal (Feudalismo); 4. La Sociedad Capitalista
(Capitalismo) y 5. La
Sociedad Comunista (Transición del Socialismo al Comunismo).
El Materialismo Histórico descubre que cada Formación Económica Social
(FES) tiene un nacimiento, un desarrollo y
un declive que es producido por una nueva FES que surge en su seno, de
sus contradicciones, y consigue suplantarla utilizando para ello una poderosa
“fuerza motriz” que posibilita, que realiza dicho cambio.
Esa poderosa fuerza motriz surge y se manifiesta en LA
LUCHA DE CLASES.
De allí que resulte imprescindible clasificar a la sociedad en que
vivimos en las diferentes clases sociales que la integran, el peso en las
mismas desde los puntos de vista objetivo y subjetivo, la cantidad y calidad de
sus componentes, los intereses que los vinculan o confrontan, los distintos grados de antagonismo existente
entre ellas, el antagonismo principal y los secundarios, etc.
Para ello es necesario comenzar por el principio: definir qué es una
clase social, cuántas clases sociales existen o existieron, cuáles son las
principales en cada FES, qué defendían o representaban, cuál es el papel
histórico de cada una de ellas, qué leyes operan en la sociedad, etc.
Las clases sociales se integran por grupos de personas que se
diferencian entre sí por: 1. El lugar que ocupan en el sistema (históricamente
determinado y condicionado) de la producción
social: 2. Por su relación con lo Medios
de Producción, relación que es prefijada y trasladada al plano jurídico);
3. Por el papel que cumplen en la organización social del trabajo y 4. Por el modo de percibir la parte y la magnitud de la riqueza social que se genera.
Recordamos que definimos a la categoría trabajo señala el proceso
que se realiza entre los hombres y la naturaleza. En ese proceso, los hombres,
utilizando instrumentos (medios de
trabajo) toman los objetos de la
naturaleza (objetos de trabajo)
con el fin de modificarlos, de
otorgarles un valor (valor de uso)
de modo que éstos puedan satisfacer sus necesidades. Ese proceso es la
condición primera y fundamental de la existencia del género humano, es el medio
de separación del hombre del mundo de los animales, es la base de su desarrollo.
Ese proceso abarca tres aspectos: 1. La actividad del hombre (su Fuerza
de Trabajo) dirigida a un fin; 2 El objeto de trabajo (cosas inicialmente
extraídas de la naturaleza) y 3. Los medios (instrumentos) de trabajo con que
el hombre opera sobre el objeto.
La referencia a producción social es utilizado porque los vienes necesarios para
la vida son extraído o arrancados de la naturaleza por toda la colectividad
organizada. La producción existe en todas las etapas de la sociedad humana
donde los hombres generan con su fuerza de trabajo nuevos bienes y, para ello,
contraen determinados vínculos y relaciones para actuar conjuntamente. De esa
manera, la producción de bienes materiales es, siempre, una producción
social.
El fin de producir se limita a generar un bien que posea valor
de uso, o sea, una cosa útil, con capacidad para satisfacer una
necesidad, cualquiera que sea (real o inducida), del hombre y de la sociedad. La
producción de bienes materiales aparece (históricamente) siempre en forma de Modo
de Producción que es la estructura económica de una sociedad
determinada.
El modo de producción es determinado por la confluencia de las fuerzas
productivas con las relaciones de producción.
Esas fuerzas productivas integran, a laves a los Medios de Producción,
al conocimiento científico técnico y a la fuerza de trabajo. Se podrá observar
claramente que podemos tener la cantidad que sea de materias primas (objetos de
trabajo), los mejores y más avanzados instrumentos de trabajo (medios de
trabajo), el mejor manual de instrucciones y de investigación científica, pero
si no se ejerce fuerza de trabajo sobre esos tan valiosos elementos existentes,
el nuevo bien no surgiría. Esa fuerza de trabajo, ese gasto de energía muscular
e intelectual, es el principal integrante y motor de las fuerzas productivas.
Esa fuerza de trabajo es la que arranca la cosa originaria de la naturaleza, es
la que crea y perfecciona las herramientas que se utilizan, es la que
incrementa el conocimiento con la experiencia y el desarrollo
científico-técnico, y es, cuando se expresa como trabajo vivo, la creadora
de un nuevo bien, con un valor de uso que, por tenerlo, genera un nuevo valor
(riqueza).
En todo este proceso de producción de bienes materiales, los hombres,
que mediante el trabajo se vinculan estrechamente con la naturaleza (a la que
pertenecen), se vinculan, a la vez, entre sí. De esta vinculación surgen
determinadas relaciones que se denominan relaciones de producción y que son
inseparables de todo tipo de producción material.
Esas relaciones de producción se configuran independientemente de la
voluntad de los hombres, al estar condicionadas por el desarrollo de las
fuerzas productivas, que son de gran dinamismo y exigen transformaciones
esenciales a las formas de relación.
Más detalladamente podemos afirmar que esas relaciones de producción
son, en esencia, relaciones de propiedad, es especial, relaciones de propiedad
sobre los medios de producción. Ese tipo de propiedad puede ser de dos formas o
tres si consideramos la inevitable etapa de transición: puede ser social o
privada y mixta en la transición.
Arribamos a este desarrollo para
determinar que del carácter de la propiedad depende la situación de los distintos
grupos sociales en la producción y en las relaciones de producción. Si los
medios de producción se encuentran en manos privadas, las relaciones de
producción serán relaciones de explotación, dominio y sometimiento y se
producirá la división social en clases antagónicas. Si en cambio, dichos
medios pertenecen a toda la sociedad,
las relaciones que se establecen son de ayuda mutua y cooperación y la sociedad
se conformará con clases sociales no antagónicas en un tránsito hacia le
desaparición de toda diferencia de clases.
Agregamos ahora la categoría estructura social que abarca al
conjunto de grupos sociales y al conjunto de las relaciones existentes entre
ellos. Esa estructura social es más amplia ya que actúan las clases, capas y
estratos sociales, castas, estamentos, comunidades étnicas (nación, etnia,
tribu), grupos por niveles de educación, grupos por edades, por creencias, etc.
Esa estructura social también se encuentra determinada por el modo de
producción dominante. Pero lo más determinante de esa estructura social es la
estructura clasista de la sociedad.
La estructura clasista puede ser clasista antagónica y clasista
no antagónica.
Las formaciones económica-sociales con estructura clasista antagónicas
son las que se basan en la propiedad privada de los medios de producción que
les permiten acceder a la explotación del hombre por el hombre. Ello produce la
división en clases entre las cuales se manifiestan (existen objetivamente)
contradicciones irreconciliables que se
expresan en una constante lucha entre ellas. El esclavismo, el feudalismo y
el capitalismo conforman la triada de sociedades divididas en clases
antagónicas.
La estructura clasista no antagónica es inherente a la formación
económica y social socialista. Aunque persisten clases sociales, entre ellas se
desarrollan relaciones de cooperación que se basan en la propiedad social sobre
los medios de producción. A medida que se avanza a la construcción de la
sociedad comunista se va a ir produciendo la extinción de las diferencias clasistas.
La sociedad primitiva fue una sociedad sin clases pero con fuerzas
productivas muy débiles, La sociedad comunista se creará, principalmente, sobre
la base de un alto nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, de la
propiedad social y del desarrollo multilateral de la personalidad.
Oscar Natalichio
Centro de Investigaciones
Económicas y Sociales (CIEYS)
Diciembre 10 de 2014
Próximo: Clases y capas en las distintas Formaciones Económico-Sociales.
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