domingo, 17 de agosto de 2014

NOSOTROS O ELLOS Nº 92

LOS HOMBRES DE NUESTRA AMÉRICA: 2. JOSÉ DE SAN MARTÍN

Esta introducción se repetirá en toda la serie de los grandes. Cuando leemos los diarios, o escuchamos en radio o vemos en la TV a periodistas, dirigentes opositores (políticos, gremiales, comentaristas, etc.) de diversos signos, pero todos jugando para la extrema derecha, observamos varios puntos en común:

  1. Son cipayos todos ellos, es decir, nacieron aquí, se los considera argentinos, pero operan para potencias extranjeras, en este caso, operan para los grandes grupos concentrados, para los monopolios, para el imperialismo, para esa predominante oligarquía financiera.
  2. Son mercenarios muchos de ellos. Su cipayismo no es siquiera un sentimiento, es una profesión (es un “servicio” que prestan), por lo tanto, como cualquier trabajo, perciben un salario tanto en blanco como en negro por la vergonzosa tarea de mentir, engañar y ocultar verdades. Son los que sirven a una potencia extrajera (de los grupos mencionados en el punto anterior) a cambio de una paga y otras ventajas adicionales, como ser, algunos “premios” o “condecoraciones”.
  3. Algunos de ellos alcanzan la categoría de sicarios, es decir, su trabajo es asesinar a aquellos que los “jefes” le señalan. También de generar caos y crear situaciones de “inseguridad”. Funciona así el gatillo fácil, los extraños “suicidios”, y los premeditados incendios donde se quema documentación comprometedora. También crímenes directos surgen de este “rubro”.
  4. Son, por excelencia, mediocres. En especial malediciente. José Ingenieros definía así a este tipo de “humano”: “La maledicencia es una serpiente que se insinúa en la conversación de los envilecidos: sus vértebras son nombres propios, articuladas por los verbos más equívocos del diccionario para arrastrar un cuerpo cuyas escamas son calificativos pavorosos”. “El malediciente, cobarde entre todos los envenenadores, está seguro de la impunidad, por eso es despreciable…” “Los mediocres deben ser juzgados por la intérlope función que desempeñan en la sociedad: abiertamente nociva a todo idealismo que importe un esfuerzo hacia cualquier perfección”. ¿No creen ustedes que Lanata, Bonelli y otros especimenes encuadran perfectamente en estas definiciones? Incluso me atrevería a afirmar que Massa, Macri, Binner, Morales, Bulrrich, Barrionuevo y muchos más superan lo descrito por ese gran personaje de nuestra historia que sigue siendo José Ingenieros.

Y como mencionamos grandes personajes de nuestra historia, no vamos a referir a varios de ellos, los que modelaron Nuestra América con sólidos principios, muy lejanos de la mediocridad de muchos y de la maledicencia de tantos. Patriotas y nunca cipayos. Con grandes ideales y nada de mediocridad. Valientes y no cobardes. Justos y no sicarios. Sus pensamientos son inmortales y de una grandeza que estos enanos al servicio de la oligarquía financiera jamás podrán alcanzar aunque se esfuercen siglos.

HOY DICHOS Y FRASES DEL LIBERTADOR JOSÉ DE SAN MARTÍN

“Se acerca el momento en que voy a seguir al destino que me llama. Voy a emprender la grande obra de dar libertad al Perú. Voy a abrir la campaña más memorable de nuestra revolución, y cuyo resultado aguarda el mundo, para declararnos rebeldes, si somos vencidos, o reconocer nuestros derechos, si triunfamos”
“La guerra se la tenemos que hacer del modo que podamos. Si no tenemos dinero, carne y un pedazo de tabaco no nos ha de faltar; cuando se acaben los vestuarios nos vestiremos con las bayetitas que nos trabajan nuestras mujeres, y si no andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios”
“Yo y vuestros oficiales os daremos el ejemplo en las privaciones y trabajos. La muerte es mejor que ser esclavos de los maturrangos”
“Después que la razón y la justicia han recobrado sus derechos en el Perú, sería un crimen consentir que los aborígenes permanezcan sumidos en la desgracia moral a que los tenía reducidos el gobierno español y continuasen pagando la vergonzosa exacción que con el nombre de tributo fue impuesta por la tiranía como signo de señorío. En adelante no se denominará a los aborígenes “indios” o “naturales”. Ellos son hijos y ciudadanos del Perú y con el nombre de peruanos deben ser conocidos”
“Los negros que han servido en nuestros ejércitos merecen gran elogio por su constancia y valor. Una prueba de su patriotismo es que los españoles no han podido, a pesar de sus tentativas, formar cuerpos con ellos”.
“La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene”.
“La educación formó el espíritu de los hombres. La naturaleza misma, el genio, la índole, ceden a la acción fuerte de ese admirable resorte de la sociedad”.
“La ilustración y el fomento de las letras es la llave maestra que abre las puertas de la abundancia y hace felices a los pueblos; ese que ha sido la cuna de las ciencias ha sufrido el ominoso destino que le decretaron los tiranos para tener en cadenas los brillantes ingenios de ese país; yo deseo que todos se ilustren en los sagrados libros que forman la esencia de los hombres libres”.
“Ya no se trata de encarecer y exaltar las virtudes republicanas, ni es tiempo de exhortar a la conservación de las fortunas, o de las comodidades familiares. El primer interés del día es el de la vida: este es el único bien de los mortales. Sin ella, también perece con nosotros la patria. ¡Basta de ser egoístas para empeñar el último esfuerzo en este momento único que para siempre fijará nuestra suerte! A la idea del bien común y a nuestra existencia, todo debe sacrificarse…”
“…el general San Martín jamás derramará la sangre de sus compatriotas, y sólo desenvainará la espada contra los enemigos de la independencia de Sur América”.
“¿No le parece a usted (a Tomás Godoy representante por Mendoza al Congreso de Tucumán) una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener el pabellón y cocarda nacional, y por último hacer la guerra al soberano de quien en el día se cree que dependemos? ¿Qué más falta que decirlo? ¡Hasta cuándo esperamos declarar nuestra independencia!...
“Ha dado el Congreso el golpe magistral con la declaración de la independencia. Solo hubiera deseado que al mismo tiempo él hubiera hecho una exposición de los justos motivos que tenemos los americanos de tal proceder.”
“… transemos nuestras diferencias (a Estanislao López); unámoslo para batir a los maturrangos que nos amenazan, y después nos queda tiempo para concluir de cualquier modo nuestros disgustos, en los términos que hallemos convenientes, sin que haya un tercero en discordia que nos esclavice.” “Paisano mío (a José Artigas) hagamos un esfuerzo, transemos todo, y dediquémonos únicamente a la destrucción de los enemigos que quieren atacar nuestra libertad.”
“El placer de un triunfo para un guerrero que pelea por la felicidad de los pueblos solo lo produce la persuasión de ser un medio para que gocen de sus derechos: mas hasta afirmar la libertad del país, sus deseos no se hallan cumplidos, porque la fortuna varía de la guerra muda con frecuencia el aspecto de las más encantadoras perspectivas. Un encadenamiento prodigioso de sucesos ha hecho ya indudable la suerte futura de América, y la del pueblo peruano solo necesitaba la representación nacional para fijar su permanencia y felicidad. Mi gloria es colmada, cuando veo instalado el congreso constituyente: en él dimito el mando supremo que la absoluta necesidad me hizo tomar contra los sentimientos de mi corazón…”
“La causa del continente americano me lleva a realizar un designio que halaga mis más caras esperanzas. Voy a encontrar en Guayaquil al Libertador de Colombia; la enérgica terminación de la guerra que sostenemos, y la estabilidad del destino a que con rapidez se acerca la América, hacen nuestra entrevista necesaria, ya que el orden de los acontecimientos nos ha constituido en alto grado responsables del éxito de esta sublime empresa…”
“Tuve la satisfacción de abrazar al héroe del Sur de América. Fue uno de los días más felices de mi vida. El Libertador de Colombia auxilia al Perú con tres de sus breves batallones. Tributemos todos un reconocimiento eterno al inmortal Bolívar…”

A SAN MARTÍN (Oda de Pablo Neruda)

Anduve, San Martín, tanto y de sitio en sitio
que descarté tu traje, tus espuelas, sabía
que alguna vez, andando en los caminos
hechos para volver, en los finales
de cordillera, en la pureza
de la intemperie que de ti heredamos,
nos íbamos a ver de un día a otro.

Cuesta diferenciar entre los nudos//de ceibo, entre raíces,
entre senderos señalar tu rostro,//entre los pájaros distinguir tu mirada,
encontrar en el aire tu existencia.

Eres la tierra que nos diste, un ramo//de cedrón, que golpea con su aroma,
que no sabemos dónde está, de dónde//llega su olor de patria a las praderas.
Te galopamos, San Martín, salimos//amaneciendo a recorrer tu cuerpo,
respiramos hectáreas de tu sombra,//hacemos fuego sobre tu estatura.

Eres extenso entre todos los héroes.

Otros fueron de mesa en mesa,//de encrucijada en torbellino,
tú fuiste construido de confines,//y empezamos a ver tu geografía,
tu planicie final, tu territorio.

Mientras mayor el tiempo disemina//como agua eterna los terrones
del rencor, los afilados//hallazgos de la hoguera,
más terreno comprendes, más semillas//de tu tranquilidad pueblan los cerros,
más extensión das a la primavera.

El hombre que construye es luego el humo
de lo que construyó, nadie renace
de su propio brasero consumido:
de su disminución hizo existencia,
cayó cuando no tuvo más que polvo

Tú abarcaste en la muerte más espacio.

Tu muerte fue un silencio de granero.//Pasó la vida tuya, y otras vidas,
Se abrieron puertas, se elevaron muros//y la espiga salió a ser derramada.

San Marín, otros capitanes//fulguran más que tú, llevan bordados
sus pámpanos de sal fosforescentes,//otros hablan aún como cascadas,
pero no hay uno como tú, vestido//de tierra y soledad, de nieve y trébol.
Te encontramos al retornar del río,//te saludamos en la forma agraria
de la Tucumania florida,//y en los caminos, a caballo
te cruzamos corriendo y levantando//tu vestidura, padre polvoriento.

Hoy el sol y la luna, el viento grande//maduran tu linaje, tu sencilla
composición: tu verdad era//verdad de tierra, arenoso amasijo,
estable como el pan, lámina fresca//de greda y cereales, pampa pura.

Y si eres hasta hoy, luna y galope//estación de soldados, intemperie,
por donde vamos otra vez guerreando,//caminando entre pueblos y llanuras,
estableciendo tu verdad terrestre,//esparciendo tu germen espacioso,
aventando las páginas del trigo.

Así sea, y que no nos acompañe//la paz hasta que entremos
después de los combates, a tu cuerpo//y duerma la medida que tuvimos
en tu extensión de paz germinadora.

Oscar Natalichio
Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEYS)
4 de marzo de 2014.

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