NOSOTROS O ELLOS Nº 135
LAS CAUSAS DE TODAS LAS COSAS.
De TALES a LENIN. Un repaso sobre la historia
de la Filosofía y los filósofos.
30. Las tres etapas: De Tales
a Lenin: Leibniz y Locke
Leibniz (1646-1716)
La defensa del
idealismo:
“Se equivocan los
científicos mecanicistas al no tomar en consideración las causas finales”.
Concepto expresado en su polémica con Descartes sobre su modelo hidráulico del
cuerpo humano donde éste manifiesta: “Todo
cuerpo vivo es una máquina, un mecanismo muy complejo pero que funciona, en
definitiva, de acuerdo con las leyes de la mecánica”.
¿Puede una explicación física y mecanicista dar razón de
la realidad?
“La explicación
mecanicista de los fenómenos naturales suprime la necesidad de Dios” “Espíritu
y cuerpo son comparables a dos relojes sincronizados donde el espíritu influye
sobre el cuerpo y viceversa, donde Dios coordina cada modificación y que desde
el inicio del universo Dios ha programado todo”. “Vivimos en el mejor de los
mundos posibles”.
Mónada (el átomo espiritual):
Equivale a unidad o simplicidad, es lo que no se puede
dividir, es para este filósofo la “fuerza viva” incorpórea, que constituye el
fundamento último de la
realidad. Es un concepto “típico” de los pitagóricos y
neoplatónicos (Nicolás de Cusa, Bruno).
¿Cuál es la
sustancia metafísica del mundo? ¿Cómo hay que entender la materia? ¿Es algo
distinto al espíritu?
“Hay que negar el
atomismo (Demócrito: sólo existen átomos y vacío) y afirmar, en cambio, que el
elemento constitutivo de lo real es la mónada: una sustancia simple, no
divisible, de naturaleza espiritual, un centro de actividad, un punto de vida,
un átomo metafísico e inmaterial. La mónada no es materia, sino energía, fuerza
viva en estado puro; es decir: un principio superior da vida y operatividad a
las leyes de la naturaleza”.
“Al igual que la
mente humana, también la mónada es algo unitario e indivisible, pues posee una
vida interna y es capaz de conectarse a todas las otras”…
Finalismo:
Actuar por un fin y medir respecto a éste los propios
medios es algo típico de la actividad humana. La hipótesis finalista explica
que también la naturaleza se movería por un criterio análogo de
intensionalidad, no siempre consciente. Lo que determina el movimiento de los
astros celestes o la evolución biológica de las especies animales no es la
casualidad ni un rígido determinismo, sino el alcance de un objetivo (de un
fin). El finalismo, desarrollado por primera vez por Aristóteles, adoptado por
el cristianismo como equivalente a “providencia divina” y utilizado durante el
Renacimiento como fundamento del pensamiento mágico, entra en crisis “final”
con el surgimiento de la revolución científica.
“Se puede afirmar
que, apenas Dios decreta crear alguna cosa, se establece un conflicto entre todos
los posibles que pretenden su existencia; y aquellos que, conectados juntos,
comportan varias realidades, más perfección, más inteligibilidad, prevalecen.
Es verdad que todo este conflicto no puede ser sino ideal; es decir, no puede
ser más que un conflicto de razones en el intelecto perfectísimo y no puede
dejar de actuar del modo más perfecto ni, por lo tanto, dejar de escoger lo
mejor”
“Por otra parte,
Dios está obligado por una necesidad moral a hacer las cosas de modo que nada
mejor sea posible: de lo contrario, no sólo otros tendrían razón en criticar lo
que Dios hace, sino que Él mismo no podrá estar satisfecho de su propia obra y
se reprocharía su imperfección; lo que contrasta con la suprema felicidad de la
naturaleza”.
Obras:
“El arte combinatorio”,
“Nuevo sistema de la naturaleza y la comunicación de las sustancias”, “Ensayo
de Teodicea”
Este filósofo expresaba que el mecanicismo al negar que
los objetos y el mundo en su conjunto puedan ser comprendidos sólo por medio de
la causa final, lo hace llegar a conclusiones antirreligiosas. Que el
mecanicismo (polémica con Descarte y Newton) es una simple descripción de
mecanismos concretos que no contienen una explicación sobre el fenómeno mismo.
Refuta a Spinoza y desarrolla la noción de omnipotencia
divina que permite deducir dos certidumbres:
1. Dios, al crear al mundo ha tenido que realizar
elecciones y
2. Este mundo no es el único que Dios pudo crear, sino el
mejor.
“La rica y diversa
actividad filosófica, científica y política de Leibniz se caracteriza por la
unión de contradictoria de las tradiciones feudales y clericales con las
tendencias del librepensamiento burgués. La debilidad de la burguesía alemana
condicionó el carácter idealista y conciliador de su filosofía, que aspiraba a
conciliar los campos hostiles dentro del clericalismo, el protestantismo con el
catolicismo, el Estado feudal-absolutista idealizado con los principios
burgueses del derecho natural, la religión con la ciencia, el racionalismo con
el empirismo”.
“Su sistema filosófico
representa un idealismo objetivo. Su filosofía, a pesar de su base metafísica,
contiene formidables elementos de dialéctica: a la idea spinoziana de la
sustancia unió el principio de la fuerza activa o la auto-acción”.
Escribe Lenin: “A
través de la teología, Leibniz llegó al principio de la ligazón indisoluble (y
universal, absoluta) entre la materia y el movimiento”… “Reconoce la “fuerza
activa” como propiedad básica de la sustancia, estableciendo el lazo de lo
individual con lo general. No obstante el idealismo y el clericalismo, hay aquí
una dialéctica, a su manera, pero muy profunda”.
“La filosofía de
Leibniz ejerció mucha influencia sobre los materialistas franceses (por
ejemplo, sobre Robineau y Diderot con sus ideas de la transformación de los
organismos y de la animación de las moléculas). Leibniz fue el precursor del
idealismo clásico alemán, y su dialéctica idealista halló su finalización en la
filosofía enciclopedista de Hegel”.
“Después de la
revolución de 1689, la burguesía se transformó de hecho en la clase gobernante
de Inglaterra. Las condiciones políticas creadas por esa revolución
descubrieron un amplio horizonte al desenvolvimiento de la producción
capitalista.
El desarrollo del
conocimiento científico del mundo respondía al interés de la burguesía, como
clase avanzada puesta al frente del desarrollo económico del país. El
conocimiento científico del mundo servía de poderoso medio para el ascenso de
las fuerzas productivas, para la emancipación de la individualidad de todas las
supervivencias y cadenas feudales, para la restricción de la influencia de la
religión en la vida social y política.”…
“Aparece entonces
Isaac Newton (1642-1727), uno de los más grandes experimentalistas
naturalistas, bajo cuya influencia se desenvuelven la ciencia natural y el
materialismo de fines del siglo XVII y del XVIII. Newton es autor de toda una
serie de importantes descubrimientos matemáticos (cálculo diferencial e
integral), mecánicos (creación del sistema integral de la mecánica), físicos
(la ley de la gravitación universal, la teoría corpuscular de la luz)”… También
aparecen el gran químico Pristley y el médico y fisiólogo Hartley entre otros.
“A fines del siglo
XVII se organizó en Inglaterra la primera Academia de Ciencias, la “Sociedad Real para
el fomento y desarrollo de las ciencias físicas”. Pero los ideólogos de la
burguesía comienzan, al mismo tiempo a experimentar un sentimiento de temor
ante la nueva fuerza social que maduraba en las entrañas de la sociedad
burguesa”…
El empirismo: Locke (1632-1704)
¿De qué deriva el conocimiento? ¿Existen conocimientos
innatos?
A diferencia de
Descartes, Locke afirma la existencia de ideas innatas con argumentos extraídos
de la experiencia: “los niños, los locos, los salvajes, no poseen ninguna idea
de Dios ni de los principios geométricos básicos. Esto demuestra
experimentalmente que nada hay de innato en el conocimiento, sino que todo se
aprende con la experiencia”. “La mente es una hoja en blanco”, una “tabula
rasa. “Los niños y los locos no conocen ningún principio básico”.
“El acto del pensamiento implica conciencia”. ¿Cuál es el
proceso a través del que se forman las ideas? “La mente no inventa ideas” “Los
conceptos generales se forman por abstracción a partir de las percepciones”
“En sentido
restringido, cabe afirmar que la mente humana no inventa ninguna idea, puesto
que todos sus conocimientos son atribuibles, en último término, a la percepción. La
mente, en otros términos, se limita a reelaborar en forma de creciente
abstracción los datos y observaciones que recibe del exterior, según la formula
empirista nada hay en el intelecto que
antes no haya estado en la percepción”.
Cuando los ciudadanos entran a formar parte de una
organización social, ¿renuncian a todos los derechos individuales? ¿Puede el
Estado obstaculizar el ejercicio de la propiedad privada?
La propiedad
privada es un derecho natural innegociable.
“El poder supremo
no consiste en quitar parte de sus propiedades a un hombre sin su
consentimiento. Siendo la conservación de la propiedad el fin del gobierno y la
razón por la que los hombres entran en sociedad, se presupone y requiere que el
pueblo posea necesariamente una propiedad, de lo contrario, habría que suponer
que al entrar en sociedad se perdería aquello que era el fin por la que se
entró en ella”.
Ningún Estado puede
impedir el ejercicio de ese derecho.
“La razón por la
que los hombres entran en sociedad es la salvaguarda de su propiedad, y el fin
por los que éstos eligen un legislador y lo autorizan es que puedan instituirse
leyes y establecer reglas capaces de custodiar y delimitar la propiedad de cada miembro de la sociedad, y de limitar
el poder y moderar el dominio de cada parte o miembro de ésta.
El ateísmo no puede
ser tolerado porque es sinónimo de inmoralidad.
La tolerancia
religiosa es revolucionaria. El Estado debe desinteresarse del credo religioso
de los súbditos y admitir todo tipo de Iglesia en su propio territorio. Pero no
puede aceptar ninguna secta secreta u obediente a un país extranjero, así como no puede permitir el ateísmo, sinónimo
de inmoralidad y de falta de responsabilidad.
El Locke político
se encuentra estrechamente vinculado al armado y desarrollo de la “segunda
revolución inglesa” que en 1680 lleva a la instauración de un régimen liberal y
se inicia el reinado de Guillermo de Orange. Fue un teórico de la democracia
burguesa, predicador de la tolerancia e impulsor de la necesidad de distinguir
ente Estado e Iglesia”.
Tabula rasa:
En el momento de nacimiento de un individuo la mente se
parece a una tabula rasa (a una hoja en blanco). Todo lo conocido es siempre
algo aprendido, tanto por la percepción del medio como por la reflexión sobre
la propia condición interior.
Empirismo:
Ver en la experiencia el criterio último de verdad (lo
que la razón sugiere que debe considerarse verdadero sólo si se supera el
control experimental; situar en la percepción (experiencia) la base de todo el
saber (considerando que a partir de la sensación también es posible explicar
las funciones superiores de la mente: memoria, fantasía e inteligencia, pero no
a la inversa.
Convencionalismo lingüístico (sobre la naturaleza de la
lengua):
La hipótesis naturalista (defendida por Platón) acepta la
existencia de una conexión intrínseca el entre sonido de una palabra y su significado.
La hipótesis convencionalista (defendida por Aristóteles y defendida por Locke)
expresa que la conexión entre sonido y significado sería totalmente arbitraria.
Liberalismo:
Teoría política adoptada por Locke en oposición al
absolutismo. Incluye el contrato social entre los ciudadanos y el Estado; pone
como objetivo del Estado salvaguardar los derechos fundamentales del individuo
entre ellos la propiedad privada; el
Estado no se encuentra por encima de la ley pues se encuentra obligado a
cumplirla y el ciudadano se reserva el derecho de rebelión cuando un Estado
intente perjudicar a siquiera uno de los derechos inalienables del individuo.
División del poder:
El que hace las leyes no debe ser el encargado de
hacerlas cumplir (ni de ponerlas en práctica). El poder legislativo debe ser
distinto al ejecutivo y del judicial, porque éste es el único medio posible
para conseguir en la práctica que también los legisladores se sometan a las
leyes emanadas de ellos mismos.
Obras:
“Cartas sobre la
tolerancia”, “Ensayo sobre el crecimiento humano”, “Tratados sobre el gobierno
civil”, “Pensamiento sobre la educación”, “La racionalidad del cristianismo”.
Oscar Natalichio
Centro de Estudios Económicos y
Sociales (CIEYS)
Julio: mes de nuestra
independencia colonial
Próximo capítulo:
31. Las tres etapas: De Tales
a Lenin: El obispo Berkeley y Hume
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