jueves, 3 de julio de 2014

NOSOTROS O ELLOS Nº 135

LAS CAUSAS DE TODAS LAS COSAS.

De TALES a LENIN. Un repaso sobre la historia de la Filosofía y los filósofos.

30. Las tres etapas: De Tales a Lenin: Leibniz y Locke


Leibniz (1646-1716)

La defensa del idealismo:

“Se equivocan los científicos mecanicistas al no tomar en consideración las causas finales”. Concepto expresado en su polémica con Descartes sobre su modelo hidráulico del cuerpo humano donde éste manifiesta: “Todo cuerpo vivo es una máquina, un mecanismo muy complejo pero que funciona, en definitiva, de acuerdo con las leyes de la mecánica”.

¿Puede una explicación física y mecanicista dar razón de la realidad?

“La explicación mecanicista de los fenómenos naturales suprime la necesidad de Dios” “Espíritu y cuerpo son comparables a dos relojes sincronizados donde el espíritu influye sobre el cuerpo y viceversa, donde Dios coordina cada modificación y que desde el inicio del universo Dios ha programado todo”. “Vivimos en el mejor de los mundos posibles”.

Mónada (el átomo espiritual):
Equivale a unidad o simplicidad, es lo que no se puede dividir, es para este filósofo la “fuerza viva” incorpórea, que constituye el fundamento último de la realidad. Es un concepto “típico” de los pitagóricos y neoplatónicos (Nicolás de Cusa, Bruno).

¿Cuál es la sustancia metafísica del mundo? ¿Cómo hay que entender la materia? ¿Es algo distinto al espíritu?

“Hay que negar el atomismo (Demócrito: sólo existen átomos y vacío) y afirmar, en cambio, que el elemento constitutivo de lo real es la mónada: una sustancia simple, no divisible, de naturaleza espiritual, un centro de actividad, un punto de vida, un átomo metafísico e inmaterial. La mónada no es materia, sino energía, fuerza viva en estado puro; es decir: un principio superior da vida y operatividad a las leyes de la naturaleza”.

“Al igual que la mente humana, también la mónada es algo unitario e indivisible, pues posee una vida interna y es capaz de conectarse a todas las otras”…

Finalismo:
Actuar por un fin y medir respecto a éste los propios medios es algo típico de la actividad humana. La hipótesis finalista explica que también la naturaleza se movería por un criterio análogo de intensionalidad, no siempre consciente. Lo que determina el movimiento de los astros celestes o la evolución biológica de las especies animales no es la casualidad ni un rígido determinismo, sino el alcance de un objetivo (de un fin). El finalismo, desarrollado por primera vez por Aristóteles, adoptado por el cristianismo como equivalente a “providencia divina” y utilizado durante el Renacimiento como fundamento del pensamiento mágico, entra en crisis “final” con el surgimiento de la revolución científica.

“Se puede afirmar que, apenas Dios decreta crear alguna cosa, se establece un conflicto entre todos los posibles que pretenden su existencia; y aquellos que, conectados juntos, comportan varias realidades, más perfección, más inteligibilidad, prevalecen. Es verdad que todo este conflicto no puede ser sino ideal; es decir, no puede ser más que un conflicto de razones en el intelecto perfectísimo y no puede dejar de actuar del modo más perfecto ni, por lo tanto, dejar de escoger lo mejor”

“Por otra parte, Dios está obligado por una necesidad moral a hacer las cosas de modo que nada mejor sea posible: de lo contrario, no sólo otros tendrían razón en criticar lo que Dios hace, sino que Él mismo no podrá estar satisfecho de su propia obra y se reprocharía su imperfección; lo que contrasta con la suprema felicidad de la naturaleza”.

Obras:
“El arte combinatorio”, “Nuevo sistema de la naturaleza y la comunicación de las sustancias”, “Ensayo de Teodicea”

Este filósofo expresaba que el mecanicismo al negar que los objetos y el mundo en su conjunto puedan ser comprendidos sólo por medio de la causa final, lo hace llegar a conclusiones antirreligiosas. Que el mecanicismo (polémica con Descarte y Newton) es una simple descripción de mecanismos concretos que no contienen una explicación sobre el fenómeno mismo.

Refuta a Spinoza y desarrolla la noción de omnipotencia divina que permite deducir dos certidumbres:

1. Dios, al crear al mundo ha tenido que realizar elecciones y
2. Este mundo no es el único que Dios pudo crear, sino el mejor.

“La rica y diversa actividad filosófica, científica y política de Leibniz se caracteriza por la unión de contradictoria de las tradiciones feudales y clericales con las tendencias del librepensamiento burgués. La debilidad de la burguesía alemana condicionó el carácter idealista y conciliador de su filosofía, que aspiraba a conciliar los campos hostiles dentro del clericalismo, el protestantismo con el catolicismo, el Estado feudal-absolutista idealizado con los principios burgueses del derecho natural, la religión con la ciencia, el racionalismo con el empirismo”.

“Su sistema filosófico representa un idealismo objetivo. Su filosofía, a pesar de su base metafísica, contiene formidables elementos de dialéctica: a la idea spinoziana de la sustancia unió el principio de la fuerza activa o la auto-acción”.

Escribe Lenin: “A través de la teología, Leibniz llegó al principio de la ligazón indisoluble (y universal, absoluta) entre la materia y el movimiento”… “Reconoce la “fuerza activa” como propiedad básica de la sustancia, estableciendo el lazo de lo individual con lo general. No obstante el idealismo y el clericalismo, hay aquí una dialéctica, a su manera, pero muy profunda”.

“La filosofía de Leibniz ejerció mucha influencia sobre los materialistas franceses (por ejemplo, sobre Robineau y Diderot con sus ideas de la transformación de los organismos y de la animación de las moléculas). Leibniz fue el precursor del idealismo clásico alemán, y su dialéctica idealista halló su finalización en la filosofía enciclopedista de Hegel”.      

“Después de la revolución de 1689, la burguesía se transformó de hecho en la clase gobernante de Inglaterra. Las condiciones políticas creadas por esa revolución descubrieron un amplio horizonte al desenvolvimiento de la producción capitalista.

El desarrollo del conocimiento científico del mundo respondía al interés de la burguesía, como clase avanzada puesta al frente del desarrollo económico del país. El conocimiento científico del mundo servía de poderoso medio para el ascenso de las fuerzas productivas, para la emancipación de la individualidad de todas las supervivencias y cadenas feudales, para la restricción de la influencia de la religión en la vida social y política.”…

“Aparece entonces Isaac Newton (1642-1727), uno de los más grandes experimentalistas naturalistas, bajo cuya influencia se desenvuelven la ciencia natural y el materialismo de fines del siglo XVII y del XVIII. Newton es autor de toda una serie de importantes descubrimientos matemáticos (cálculo diferencial e integral), mecánicos (creación del sistema integral de la mecánica), físicos (la ley de la gravitación universal, la teoría corpuscular de la luz)”… También aparecen el gran químico Pristley y el médico y fisiólogo Hartley entre otros.

“A fines del siglo XVII se organizó en Inglaterra la primera Academia de Ciencias, la “Sociedad Real para el fomento y desarrollo de las ciencias físicas”. Pero los ideólogos de la burguesía comienzan, al mismo tiempo a experimentar un sentimiento de temor ante la nueva fuerza social que maduraba en las entrañas de la sociedad burguesa”…

El empirismo: Locke (1632-1704)

¿De qué deriva el conocimiento? ¿Existen conocimientos innatos?

A diferencia de Descartes, Locke afirma la existencia de ideas innatas con argumentos extraídos de la experiencia: “los niños, los locos, los salvajes, no poseen ninguna idea de Dios ni de los principios geométricos básicos. Esto demuestra experimentalmente que nada hay de innato en el conocimiento, sino que todo se aprende con la experiencia”. “La mente es una hoja en blanco”, una “tabula rasa. “Los niños y los locos no conocen ningún principio básico”.

“El acto del pensamiento implica conciencia”. ¿Cuál es el proceso a través del que se forman las ideas? “La mente no inventa ideas” “Los conceptos generales se forman por abstracción a partir de las percepciones”

“En sentido restringido, cabe afirmar que la mente humana no inventa ninguna idea, puesto que todos sus conocimientos son atribuibles, en último término, a la percepción. La mente, en otros términos, se limita a reelaborar en forma de creciente abstracción los datos y observaciones que recibe del exterior, según la formula empirista nada hay en el intelecto que antes no haya estado en la percepción”.

Cuando los ciudadanos entran a formar parte de una organización social, ¿renuncian a todos los derechos individuales? ¿Puede el Estado obstaculizar el ejercicio de la propiedad privada?

La propiedad privada es un derecho natural innegociable.

“El poder supremo no consiste en quitar parte de sus propiedades a un hombre sin su consentimiento. Siendo la conservación de la propiedad el fin del gobierno y la razón por la que los hombres entran en sociedad, se presupone y requiere que el pueblo posea necesariamente una propiedad, de lo contrario, habría que suponer que al entrar en sociedad se perdería aquello que era el fin por la que se entró en ella”. 

Ningún Estado puede impedir el ejercicio de ese derecho.

“La razón por la que los hombres entran en sociedad es la salvaguarda de su propiedad, y el fin por los que éstos eligen un legislador y lo autorizan es que puedan instituirse leyes y establecer reglas capaces de custodiar y delimitar la propiedad de cada miembro de la sociedad, y de limitar el poder y moderar el dominio de cada parte o miembro de ésta.

El ateísmo no puede ser tolerado porque es sinónimo de inmoralidad.

La tolerancia religiosa es revolucionaria. El Estado debe desinteresarse del credo religioso de los súbditos y admitir todo tipo de Iglesia en su propio territorio. Pero no puede aceptar ninguna secta secreta u obediente a un país extranjero, así como no puede permitir el ateísmo, sinónimo de inmoralidad y de falta de responsabilidad.

El Locke político se encuentra estrechamente vinculado al armado y desarrollo de la “segunda revolución inglesa” que en 1680 lleva a la instauración de un régimen liberal y se inicia el reinado de Guillermo de Orange. Fue un teórico de la democracia burguesa, predicador de la tolerancia e impulsor de la necesidad de distinguir ente Estado e Iglesia”.
 
Tabula rasa:
En el momento de nacimiento de un individuo la mente se parece a una tabula rasa (a una hoja en blanco). Todo lo conocido es siempre algo aprendido, tanto por la percepción del medio como por la reflexión sobre la propia condición interior.

Empirismo:
Ver en la experiencia el criterio último de verdad (lo que la razón sugiere que debe considerarse verdadero sólo si se supera el control experimental; situar en la percepción (experiencia) la base de todo el saber (considerando que a partir de la sensación también es posible explicar las funciones superiores de la mente: memoria, fantasía e inteligencia, pero no a la inversa.

Convencionalismo lingüístico (sobre la naturaleza de la lengua):
La hipótesis naturalista (defendida por Platón) acepta la existencia de una conexión intrínseca el entre sonido de una palabra y su significado. La hipótesis convencionalista (defendida por Aristóteles y defendida por Locke) expresa que la conexión entre sonido y significado sería totalmente arbitraria.

Liberalismo:
Teoría política adoptada por Locke en oposición al absolutismo. Incluye el contrato social entre los ciudadanos y el Estado; pone como objetivo del Estado salvaguardar los derechos fundamentales del individuo entre ellos la propiedad privada;  el Estado no se encuentra por encima de la ley pues se encuentra obligado a cumplirla y el ciudadano se reserva el derecho de rebelión cuando un Estado intente perjudicar a siquiera uno de los derechos inalienables del individuo.

División del poder:
El que hace las leyes no debe ser el encargado de hacerlas cumplir (ni de ponerlas en práctica). El poder legislativo debe ser distinto al ejecutivo y del judicial, porque éste es el único medio posible para conseguir en la práctica que también los legisladores se sometan a las leyes emanadas de ellos mismos.

Obras:
“Cartas sobre la tolerancia”, “Ensayo sobre el crecimiento humano”, “Tratados sobre el gobierno civil”, “Pensamiento sobre la educación”, “La racionalidad del cristianismo”.   



Oscar Natalichio
Centro de Estudios Económicos y Sociales (CIEYS)
Julio: mes de nuestra independencia colonial

Próximo capítulo:

31. Las tres etapas: De Tales a Lenin: El obispo Berkeley y Hume 


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