lunes, 30 de junio de 2014

NOSOTROS O ELLOS Nº 133

EL CAPITALISMO “NORMAL” Y LOS CARROÑEROS

¿Existen “varios” capitalismos en un solo planeta? O lo que observamos son distintos grados de desarrollo desiguales por los que atravesó, atraviesa y atravesará un único capitalismo: el que surge como nueva Formación Económico-social cuando reemplaza a otra menor, denominada Feudalismo.

¿Existen varias personas en un individuo? O lo que observamos es como fue creciendo durante el paso del tiempo y ya no es el niño caprichoso y sí quizá el abuelo reflexivo.

Vamos, como lo hacemos siempre, a comenzar con lo obvio: cuando nosotros nacemos se nos comienza a computar la edad. Cierto es que nuestros padres nos gestaron, voluntariamente o no, de 7 a 9 meses atrás, pero cuando vemos la agresiva luz por primera vez es cuando empezamos a recorrer un camino que, en el mejor de los casos, puede superar 80 años transitarlos.

Es un recorrido unidireccional, es decir, vamos en una sola y obligada dirección: vamos hacia adelante en el tiempo. En ese recorrido dejamos de ser el bebe simpático que comienza a dar sus primeros pasos al año, dejamos de ser el niño caprichoso o malcriado que pide atención exclusiva, dejamos de ser el joven sensible, y a veces impaciente, que quiere cambiar al mundo con su poderosa rebeldía… Y así de seguido.

Con la sociedad humana y, más específicamente, con las Formaciones Económico-Sociales (FES) que de ellas surgen en determinadas etapas históricas, el proceso por el que atraviesa el crecimiento de cualquiera de ellas, aunque con una complejidad mayor, no difieren, en lo general, de lo que ocurre con nuestras vidas individuales: esas formaciones nacen en un momento dado después de atravesar un período de gestación, se desarrollan adquiriendo madurez para finalmente morir, dando paso a otra Formación Económico-Social, que debe ser (y eso sí es relativamente diferente con lo individual), superior a la que reemplaza.

Pero al igual que las personas, se manifiestan en ellas una fuerte (y lógica) resistencia o temor a desaparecer. Y es una misión imposible tratar de impedirlo, pues quien ha cumplido ya 60 años puede ser que le gustara volver a tener 30, pero ello no pasa de ser sólo una expresión de deseo.

El Modo de Producción Capitalista, que da identidad a la Formación Económica-Social Capitalista (al “sistema”), tiene su gestación en el capital comercial y también en el usurario, ambas formas de capital existentes tanto en el esclavismo como en el feudalismo. No es una gestación de 7 o 9 meses sino de casi seis mil años hasta que da a luz al “sistema” en que hoy nos toca vivir y padecer. Y ello ocurrió hace unos 300 años.

Tardó mucho en gestarse pero ni bien vio la luz vio, simultáneamente, la posibilidad de crecer y alimentarse con una única mercancía, la mercancía dinero. Y comenzó a dar precisos pasos para ir fortaleciendo ese objetivo con el transcurrir de los años.

El capital comercial necesitaba de más productos para vender e intercambiar y los que proveían los artesanos no alcanzaban. Surge entonces lo que se denomina Cooperación Simple Capitalista que no era otra cosa que agrupar a los artesanos en un solo lugar para que allí desarrollen sus tareas, ya no como artesanos sino como proletarios. De esa manera ganaban en eficiencia (se producía más y mejor ya que toda la materia prima y muchas de las herramientas eran proveídas por el capitalista comercial).

Pero aún así lo producido no alcanzaba a cubrir las necesidades de los comerciantes, y se fue originando una división del trabajo en la producción, lo que representó un verdadero y doble cambio, ya que cada ahora proletario y ex artesano, dejó de confeccionar todo el producto, para dedicarse a sólo una parte de él, inicialmente, la parte en la que se mostraba más habilidoso. Ello fue una parte del gran cambio, pues se fue perdiendo el oficio por la “especialidad” y, la otra parte del cambio es que el objetivo planteado se lograba: mayor producción en igual tiempo.

Reproducimos lo que un economista liberal clásico, Adam Smith, “padre” de la Economía Política Burguesa, escribía sobre este estado de desarrollo del capitalismo en su libro “Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones” en 1776:

“Ese aumento considerable en la cantidad de productos que un mismo número de personas puede confeccionar, como consecuencia de la división del trabajo, procede de tres circunstancias distintas: primera, de la mayor destreza de cada obrero en particular; segunda, del ahorro de tiempo que comúnmente se pierde al pasar de una ocupación a otra, y por último, de la invención de un gran número de máquinas, que facilitan y abrevian el trabajo, capacitando a un hombre para hacer la labor de muchos”.

Observamos claramente en este párrafo la existencia de los tres primeros recorridos del naciente y creciente capitalismo: en la primera “circunstancia” según Smith, se ubica la Cooperación Capitalista Simple basada en la destreza del obrero; en la segunda, se manifiesta el “ahorro” de tiempo que produce la división del trabajo en la producción…

“… la división del trabajo, al reducir la tarea del hombre a una operación sencilla, y hacer de ésta la única ocupación de su vida, aumenta considerablemente la pericia del operario.”

En la tercera circunstancia, Adam Smith señala la maquinación, que produce una verdadera revolución en la producción y constituye otra etapa más del crecimiento del capitalismo (un derivado de la división del trabajo), que, como veremos por dichos del propio economista clásico, no sólo lo explota al obrero sino se apropia de sus ideas:

“… todos comprenderán cuánto se facilita y abrevia el trabajo si se emplea la maquinaria apropiada. Sobran los ejemplos, y así nos limitaremos a decir que la invención de las máquinas que facilitan y abrevian la tarea, parece tener su origen en la propia división del trabajo”. “Quien haya visitado con frecuencia tales manufacturas habrá visto muchas máquinas interesantes inventadas por los mismos obrero, con el fin de facilitar y abreviar la parte que le corresponde de la obra”.

Podemos arriesgar a señalar que esas tres etapas mencionadas: Cooperación simple; División del Trabajo y Maquinación, corresponden a la etapa del “capitalismo serio” que tenía su sustento científico e ideológico en los grandes economistas liberales como Adam Smith, David Ricardo y William Petty.

Pero el capitalismo no puede continuar dentro de esa “normalidad”, pues comienzan a crecer la producción generándose, en dicho crecimiento, la gran industria, mientras que la acumulación monetaria fue generando los grandes bancos.

Partimos de la base que el capitalismo, desde su origen, fue un sistema ruin, que llega al mundo con “sus manos manchadas con sangre”, y que se basa en la despiadada explotación del verdadero productor, del trabajador, el robo de sus ideas y el la apropiación privada de los medios de producción, es decir de materiales y maquinarias. Finalizado el saqueo colonial, el capitalismo incrementa su capital en función del trabajo ajeno, en función de la plusvalía.

Pero es mejor que lo diga el propio Adam Smith en el capítulo V del libro mencionado:

“Todo hombre es rico o pobre según el grado en que pueda gozar de las cosas necesarias, convenientes y gratas de la vida. Pero una vez establecida la división del trabajo, es sólo una parte muy pequeña de las mismas la que se puede procurar con esfuerzo personal. La mayor parte de ellas se conseguirán mediante el trabajo de otras personas, y será rico o pobre, de acuerdo a la cantidad de trabajo ajeno de que pueda disponer o se halle en condiciones de adquirir”.

El “estirón” de su crecimiento el capitalismo lo logra con el saqueo colonial, apropiándose de los recursos naturales de cientos de países, regiones y naciones, destruyendo sus culturas y esclavizando a sus habitantes con la necesaria complicidad de los cipayos y traidores, siempre dispuestos a vender a sus pueblos por unos doblones de oro.

Esa Acumulación Originaria del Capital no proviene de la explotación del obrero en la producción de nuevos bienes, sino, como mencionamos arriba, del saqueo del mundo entero, en una etapa nefasta donde la “globalización”, que hoy señalamos como “novedad”, había culminado su principal tarea: apropiarse de todo el planeta y de las riquezas existentes en él.

El capitalismo (la FES capitalista), se había desarrollado en una primera fase como Capitalismo de Libre Competencia. Y es precisamente esa “libre” competencia, la que permite al capitalista mayor devorar al más débil. De esa manera se produce un nuevo crecimiento y se pasa de la mencionada etapa a otra, donde se forman los monopolios y se da inicio a la etapa superior y última del capitalismo; su fase Imperialista.

Quien mejor estudió y describió este proceso, fue el más grande revolucionario de todas las épocas: Vladimir  I. Lenin. Aquí algunos de sus párrafos de su trabajo (libro) denominado: El imperialismo: fase (etapa) superior del capitalismo.

“Lo fundamental de este proceso, desde el punto de vista económico, es el desplazamiento de la libre competencia capitalista por los monopolios capitalistas. La libre competencia es el rasgo fundamental del capitalismo y de la producción mercantil en general; el monopolio es el perfecto contrario de la libre competencia, pero hemos visto a ésta última transformarse en monopolio ante nuestros ojos, creando la gran industria, desplazando la pequeña industria, reemplazando la gran industria por otra todavía mayor y conduciendo a la concentración y el capital hasta el punto en que de ella surgió y surge el monopolio: los cárteles, los trust y, fusionándose con ellos, el capital de una docena de bancos que manejan miles de millones”.

El capitalismo alcanzó, en su segunda fase, su mayoría de edad y mantiene su ADN (explotación del hombre por el hombre y saqueador de los medios de producción), pero ya no el “libre competencia”, ni va a poder volver a serlo jamás. La “normalidad” inicial no podrá jamás a ser posible dentro del mismo sistema. Tal como los que cumplieron 60 años jamás volverán a tener 30.

Lo que a veces confunden a muchos es que esta nueva fase contiene a la anterior en su seno. Lenin lo mencionaba así:

“Y al mismo tiempo, los monopolios, que surgieron de la libre competencia, no la eliminan, sino que existen por encima de ella y al lado de ella, engendrando así contradicciones, fricciones y conflictos muy agudos e intensos”.  

Y define algo muy importante:

“El monopolio es la transición del capitalismo a un sistema superior”. “El imperialismo es el capitalismo en aquella etapa de desarrollo en que se establece la dominación de los monopolios y el CAPITAL FINANCIERO”…

En este proceso Lenin señala cinco rasgos fundamentales. Ustedes podrán observar que este escrito del año 1916 (próximo a cumplir 100 años), no sólo no ha perdido vigencia, sino que confirma contundentemente lo que hoy sucede en nuestro planeta:

  1. La concentración de la producción y el capital se ha desarrollado hasta un grado tal que ha creado monopolios, que desempeñan un papel decisivo en la vida económica.

  1. La fusión del capital bancario con el capital industrial, y la creación sobre la base de ese capital FINANCIERO, de una oligarquía financiera.

  1. La exportación de capitales, a diferencia de la exportación de mercancías, adquiere excepcional importancia.

  1. La formación de asociaciones capitalistas monopolistas internacionales que se reparten el mundo.

  1. Ha culminado el reparto territorial de todo el mundo entre las más grandes potencias capitalistas.

Ese es el capitalismo de hoy: la concentración de la producción y capital industrial y su fusión con el gran capital bancario y financiero, que da origen al surgimiento de una oligarquía financiera, donde la exportación de capitales supera a la exportación de mercancías y la apropiación de los territorios existentes en el planeta genera conflictos en dos niveles: la lucha de los pueblos por si independencia nacional y la lucha entre los monopolios que ocuparon el planeta contra los que llegaron tarde al saqueo.

¿Qué cambió?

Podemos señalar que, desde que Lenin escribió ese magistral estudio, nada dentro del capitalismo cambio. Al contrario, esas manifestaciones, lógicas e inevitables, se agudizaron aún más con el crecimiento sin límites del capital financiero con relación al industrial.

Ese fenómeno es parte fundamental de la segunda fase del capitalismo, del Imperialismo, ya que el monopolio obtiene cada vez más plusvalía relativa mediante la explotación de los trabajadores, pero ya no convierte a ésta en capital monetario para incrementar la producción, sino la deriva como capital financiero, que es exclusivamente parasitario y depredador.

No puede incrementar la producción, no porque no quiera, sino porque no puede por su propia naturaleza; no porque el mundo esté saturado de bienes, sino porque el capitalista se dirige únicamente a la demanda solvente (a los que pueden pagarle lo que produce) y no a la demanda global (donde las necesidades son mayores). Y como cada vez hay más marginados (derivados del sistema capitalista) y más brecha entre pobres (cada vez más) y ricos (cada vez menos), la plusvalía (la ganancia), no va a ser destinada a la producción sino al atesoramiento.

Si fuese a la producción, la plusvalía, convertida en dinero al cobrar el capitalista la venta de la producción, dicho dinero es convertido en capital monetario, el que es utilizado para compras de materias primas, materiales, maquinarias, herramientas, servicios y salarios, que den como resultado un nuevo bien que al venderse genere nueva e incrementada plusvalía (ganancia).

Es decir, en el proceso productivo la plusvalía (la parte del salario que le es quitado al trabajador) se convierte en capital monetario para, in mediatamente, convertirse en capital productivo y, de esa manera, continúan la rueda “virtuosa”: se produce un nuevo bien que se vende y se cobra, retornando la plusvalía en forma monetaria.

Pero la parte de la plusvalía que no va a la reproducción no se gasta, se acumula año tras años incrementándose con rapidez, además pasa a quedar en pocas manos; y en muy breve tiempo, en menos de dos décadas, el capital financiero acumulado supera enormemente al industrial reinvertido.

Es un proceso que, dentro del capitalismo, no se puede detener. Ese es el capitalismo NORMAL hoy.

Pero ese quinto rasgo que Lenin señalaba (reparto territorial de todo el mundo) comenzó a ser destruido por el propio Lenin como conductor de la más grande Revolución que ha conocido la Historia: la Revolución Rusa; es allí donde comienza a cobrar forma la nueva Formación Económica y Social que reemplazará al capitalismo y que lo hace ingresar a su crisis estructural, crisis que señala que ya ha llegado a comenzar su fin.

La Unión Soviética no existe hoy, pero el capitalismo no es el todopoderoso de entonces. No sólo ha surgido una nueva potencia mundial (La República Popular China) que comienza a acelerar su caída, sino que encuentra cada vez más reacciones de otros pueblos que pretenden avanzar sin ser sometidos por el imperialismo (Nuestra América entre ellos).

El mundo unipolar, que señalaban los mercenarios intelectuales del capitalismo, ya se ha derrumbado. En el NOSOTROS O ELLOS Nº 132 lo hemos señalado con detalles que no repetiremos ahora.

Pero sí es interesante señalar lo que Lenin ya describía hace casi 100 años sobre la esencia del monopolio, señalando cuatro características. En una de ellas, la que demuestra que el fenómeno de predominio del capital financiero sobre el industrial es solamente parte del proceso de crecimiento del capitalismo y no es “nuevo”, afirmaba:

“El monopolio surgió de los bancos. De modestas empresas intermediarias que eran, los bancos se han convertido en monopolizadores del capital financiero. Tres o cinco de los más grandes bancos de cada uno de los países capitalistas más avanzado han realizado la “unión personal” entre el capital industrial y el bancario, y concentran en sus manos el control de miles y miles de millones, que constituyen la mayor parte del capital y las rentas de países enteros”…

Este imperialismo, en crisis, herido gravemente, es en extremo peligroso. Continúa con sus crímenes asesinando diariamente a cientos de seres humanos por las guerras y disputa que genera para mantener vigente sus saqueos y su aparato militar industrial; y también asesinando diariamente a miles de seres humanos, en particular niños y ancianos, mediante la marginación, la pobreza, y las enfermedades a los que los somete. Recordemos que en el 2014, sólo 85 personas poseen la riqueza equivalente a más de tres mil millones de personas que poseen los menores ingresos; y que se producen en el planeta alimentos para 10 mil millones de personas en un planeta que alberga a 7.500 millones.

Pero no solo el imperialismo de hoy ataca con bombas y ataca con miserias: también ataca con especulaciones y, dentro de esas llamadas “burbujas”, especula con bonos.

Al predominar el capital financiero, repito –proceso normal e inevitable dentro del capitalismo al crecer-, la especulación y el parasitismo predominan. Y la especulación no sólo se dirige a crear “burbujas” inmobiliarias, alimenticias, energéticas, sino también al saqueo directo de países, como en la época colonial, pero con otras metodologías.

Y los cambios de metodologías no equivalen, como algunos ingenuos suponen, a cambios de fases. Es el imperialismo, la fase monopolista del capitalismo, que utiliza y cambia por las herramientas más “eficientes” para operar como tal, sin abandonar las “viejas”, y, por eso, no para a ser distinto. No deja de ser monopolio o “grupos concentrados” como se lo menciona elípticamente.

En el número anterior del NOSOTROS O ELLOS señalábamos que la expresión política e ideológica del imperialismo es el fascismo. Señalábamos también que es la estructura económica la que crea la base superestructural que la legitima, en particular, el denominado “Poder Judicial”, por eso no debe sorprender el fallo a favor de los fondos especulativos denominados injustamente “buitres” pues dicha ave no se merece que se la compare con criminales y genocidas ávidos de riquezas y poder.

También señalamos en varias oportunidades que, el poder del imperialismo, o sea, el poder del capitalismo normal de hoy, no radica en su poderosa fuerza militar, ni en su poder económico sino que radica, fundamentalmente, en su dominio cultural. De esa manera tres son sus armas más poderosas; primero: los medios de comunicación masiva que mienten, deforman la realidad, ocultan verdades e inventan “realidades” (en nuestro país se ubican Clarín y su grupo, La Nación y su grupo, Perfil y su grupo y otros menores); segundo: el “Poder Judicial” que se ha convertido en sus metrópolis, pero también en muchos países del mundo, en un Poder que actúa, a abierta y descaradamente, a favor de los especuladores financieros, a favor del capitalismo de hoy. En nuestro país ubicamos a muchos jueces en esta tarea, en especial al juez pro-fascista Ariel Lijo) y tercero: el cipayismo profesional que consiste en el reclutamiento de políticos, filósofos, economistas, etc. para que actúen destruyendo desde dentro los gobiernos y pueblos que intentan independizarse de la órbita del imperialismo. En nuestro país se inscriben Sergio Massa y su corte, Mauricio Macri, y los funcionales que van desde Binner a Altamira).

Vamos a mostrar un ejemplo que hoy ven repetidamente más de cuatro mil millones de personas, de cómo inciden los medios de comunicación masiva en la mente y en los sentimientos de las personas. Un ejemplo de su enorme poder:

Estamos en el mundial de fútbol. Es un muy buen mundial, se lo considera el mejor de todos hasta ahora. Se convirtieron más de 100 goles antes de los octavos de final. 

La TV panea sobre el público, sobre la algarabía de los hinchas del equipo que ganó o sobre los rostros apenados de los hinchas del equipo que perdió.

Pero observen mejor. Observen cuando la cámara enfoca el rostro triste y lloroso de un espectador que sufre intensamente por que su equipo fue eliminado y ¡de repente!: éste mismo espectador se ve reflejado en la pantalla gigante. Entonces, salta como un canguro alegre, agita las manos, sonríe y saluda: ni rastros de la tristeza ni de la pesadumbre quedan.

Ahora preguntémonos: si es capaz una imagen en uno, o dos segundos de cambiar el estado de ánimo de un individuo, de qué no será capaz de cambiar, por ejemplo, las mentes de millones de personas difundiendo falsedades como verdades, lanateándolas, al mejor estilo del mercenario mayor cuando informaba a su público que el vice-presidente viajaba a Uruguay con bolsos cargados de dólares, detallando cantidad de bolsos, pista de despegue, pista de aterrizaje, y otros datos mientras Amado Boudou se encontraba en el Senado de la Nación entregando una distinción a Lula.

Para pasar a referirnos a las maniobras judiciales del Poder que detenta la mayor corrupción histórica, poder al servicio exclusivo del capital especulativo y parasitario (el financiero), también por extensión al narcotráfico y a los “lavadores” de dinero ilícito; para pasar a mencionar algunos aspectos de cómo actúa ese poder, el Poder Judicial, haremos un breve resumen de lo escrito hasta ahora:

El predominio del capital financiero (especulativo) sobre el capital industrial es un proceso lógico y normal del desarrollo del capitalismo.

Como afirmaba Lenin: si hubiese la utópica posibilidad de regresar al pasado, o sea, al capitalismo “normal” de los primeros años de esta Formación Económica y Social, sería única y exclusivamente para volver a formar los monopolios y el predominio financiero dentro de los mismos.     

El “default” de Griesa, de los fascistas americanos y sus socios locales.

No vamos a referirnos a la Deuda Externa que fue generada en condiciones de ilegalidad e ilegitimidad tal como se probó incluso judicialmente, donde no hubo más alternativa que aceptar la detallada y fundamentada acusación de Alejandro Olmos en la causa Nº 14.467 del 04/04/1982, expediente 7.723/98 llevada adelante en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 2 de Capital Federal a cargo del Juez Jorge Luis Ballestero, Secretaría Nº 4, en cuya sentencia quedó demostrado el accionar delictivo de varios personajes, entre los cuales se encuentran los cipayos Martínez de Hoz, Felipe Cavallo, Machinea, y los políticos y funcionarios que avalaron el despojo delincuencial. Queda decir sobre este fallo que da la razón al denunciante, pero que “no encuentra culpables” ya que los tiempos transcurridos hacen prescribir el delito. Y estos personajes, como los violadores, al quedar libres continúan hoy jugando para sus mismos amos, continúan violando. En esta nota nos vamos a referir a la situación en que coloca a nuestro país el fallo de la corte pro fascista (republicana) de los EEUU a través de avalar el fallo de uno de los empleados de los grupos financieros más especuladores: el “señor” Griesa, juez y parte. Ambos, corte suprema y juez corrupto, integrantes del capitalismo normal de hoy.

  1. El denominado fondo buitre que accionó contra nuestro país es el NML Capital del grupo Elliott, poseedor del 52% del “reclamo”.
  2. Su propietario es un republicano fascista llamado Paul Elliott Singer.
  3. Financia a la extrema derecha en los EEUU junto con los hermanos Koch.
  4. Charles y David Koch operan en energía y petroquímica. (¿Vaca Muerta?)
  5. Organizan seminarios de formación política para senadores y miembros de la Corte Suprema de los EEUU.
  6. Bajo la premisa “el tema es de vida o muerte” los seminarios de los fondos buitres, juntos con los grupos fascistas de Tea Party, se encargan de atacar todo tipo de medidas “progresistas” que se desarrollen en su país, como la “reforma de la salud” de Obama y de financiar a cipayos y mercenarios del mundo.
  7. El fondo NML compró bonos por 48,7 millones de dólares y por el fallo de Griesa debería cobrar 832 millones, un 1608% de “recargo”.
  8. El discutido “sustento jurídico” se lo otorga a Griesa la decisión de la Corte fascista de los EEUU de “no tomar la causa”, lo que convalida el fallo del juez de los buitres. La causa regresa a su juzgado.
  9. La Argentina deposita en Nueva York los fondos para cubrir su compromiso con los que suscribieron el canje. Lo hicieron en el Banco de New York Mellón.
  10. El juez buitre le impide al banco que pague a los bonistas. No embarga los fondos pues ya no son propiedad de Argentina sino de los bonistas.
  11. De esa manera el juez buitre es el que comete una falta grave, ya que retiene los fondos que no son ni del banco, ni de la Argentina, sino de terceros acreedores que se ven impedidos de cobrarlos.
  12. El juez buitre no puede embargar los fondos ya que, al ser de los acreedores, no entran en ninguna causa, entonces le pide al banco Mellón que le devuelva a la Argentina los fondos que depositó. (que rechace el depósito).
  13. Pero eso sólo (y discutiblemente) se puede realizar si es el país que lo depositó el que lo reclama y el Banco que lo recibió accede a ese reclamo.
  14. Esta situación preocupa a otros fondos que no se los denomina buitres aunque lo sean (FMI, Banco Mundial, Bancos de los EEUU, etc.), pues ellos operan con muchos más millones de millones de dólares y temen que la plaza financiera más utilizada, que es Nueva York, quede como “espacio no seguro para los acreedores e inversores” y se trasladen a otras como Tokio, Londres o Roma. De esa manera pierden el negocio.
  15. Desde ya, los acreedores que no deban cobrar vía Nueva York, lo harán sin ninguna dificultad. Y eso coloca a Griesa en una encrucijada que la difiere resolverla convocando a las partes a que lleguen a un acuerdo, que es paradojal, pues el fallo ya está y no se modifica.
  16. El juez buitre (por indicación de NML Capital) pensó que la Argentina pagaría a los especuladores para poder pagar además a los que ingresaron al canje, todo ello para evitar que se le declare el “Default Técnico”. Pero al pagar lo acordado el que declara el default es Griesa, desde ya posición totalmente ridícula, por ello no embarga el dinero y si pide que lo repatríen como si esa operación no hubiese existido.
  17. La enorme mayoría de los países del mundo, organizaciones sociales, grupos aliados, sindicatos donde no figuran ni Moyano ni Barrionuevo, políticos donde no figuran ni Massa ni Duhalde, ni Carrió, etc. han sido solidarios con nuestro país. El lunes se reúne la devaluada OEA donde sus cancilleres escucharán a nuestro ministro de economía.
  18. Sigue siendo vergonzoso, pero no hay que esperar otra posición, la de la prensa cipaya sobre este tema de la deuda, que fue generada durante la dictadura militar hasta el gobierno títere de De la Rua, pasando por las costosísimas frivolidades y entregas de patrimonio nacional durante el de la rata innombrable.

¿Cómo continúa esta historia?

Es importante la memoria: de dónde proviene la deuda. No puede ser aceptado que los que la generaron sean los que critican los pasos que este gobierno ha dado, independientemente si esos pasos han sido o no los mejores. Esos críticos quedan desautorizados a opinar pues ni la ética ni moral han estado jamás presentes en sus decisiones y le correspondería ser considerados “traidores a la patria”, encarcelados y sus bienes en el país y en el extranjero (la mayor parte) confiscados.

Es importante no retroceder, aunque sí actuar con prudencia, ya que los ataques al país no afecta la calidad de vida de los ricos, sino de los pobres. Pero pagar a los buitres mejora la calidad de vida de los ricos y coloca al gobierno con menos fondos sociales. Habrá que evaluar cada paso que se de pensando en esa limitación.

Habrá que generar impuestos a la riqueza, a la posesión de tierras improductivas, a las transacciones financieras, a los bancos usureros que han ganado en Argentina en sólo un año lo que en otros países requieren al menos cinco.

Hay que evitar que los ataques al gobierno conlleven a ubicar como reemplazo a los que restaurarán la política de la subordinación del país al extranjero, a evitar que sean los traidores a la patria quienes la conduzcan en el futuro. El apoyo internacional, que pesa y mucho, sólo puede mantenerse si se observa una amplia unidad en el pueblo argentino, dispuesto a defender su soberanía y su patrimonio.

No sabemos cómo terminará esta historia, lo que sí sabemos es que la HISTORIA la escriben los pueblos, nunca los delincuentes.


Oscar Natalichio
Centro de Investigaciones Económicas y Sociales
Por la soberanía nacional
29 de junio de 2014  

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