jueves, 29 de agosto de 2013


NOSOTROS O ELLOS (Quinta parte)

LA “INSEGURIDAD

La tasa de homicidios dolosos se mide en cantidad de ellos cada 100 mil habitantes.

El año pasado (2012) los homicidios en la parte del mundo que habitan 6.755 millones de personas (la mayoría de los países del mundo) fueron registrados en 466.079 personas, lo que arroja una tasa de 6,9 homicidios cada 100 mil habitantes.

Ese promedio es muy desigual si lo analizamos por regiones: África encabeza la lista con una tasa de 17.0 (169.105 homicidios), lo acompaña, muy cerca, el continente americano con tasa 15.4 (144.468 homicidios) y la tasa baja abruptamente en el resto de los continentes: Europa con 3.5 (24.025 homicidios); Asia con 3.1 (127.120 homicidios) y Oceanía con 2.9 (1.180 homicidios).

Nuestro continente se encuentra en una de las escalas mayores con el mencionado 15.4 homicidios cada 100 mil habitantes, y su composición de los 144.468 asesinados en el 2012, es la siguiente: La tasa en Centro América es de 41.0 cada 100 mil (19.293 homicidios); en Sudamérica del 20.0 (79.039 homicidios); en el Caribe 16.9 (7.001 homicidios) y en Norteamérica (México-EEUU-Canadá) 10.2 (39.315).

En nuestro continente la mayor violencia se manifiesta en Centro América: 41.0 (La tasa va desde Honduras con 91.6 homicidios cada 100 mil hasta Costa Rica con 9 homicidios cada 100 mil)  y, con la mitad de tasa le sigue nuestra América del Sur: 20.0 donde la composición por país es la siguiente: Venezuela registra 45.1 (13.080 muertos), seguido por Colombia con 31.4 (14.509) siendo estos dos países los que más violencia registran.

En la media se encuentran: Brasil con 21.0 (40.974); Guyana con 18,6 (140); Ecuador con 18.2 (2.638); Guyana Francesa con 13.3 (30); Paraguay con 11.5 (741) y Perú 10.2 (2.969). Los demás países poseen tasas inferiores al 10 homicidios cada 100 mil habitantes: Bolivia 8.9 (884 homicidios); Uruguay 5.9 (199 homicidios); Argentina 5.5 (2.215 homicidios); Surinam 4.6 (24) y Chile 3.7 (636).

Podemos observar claramente que Uruguay, Argentina y Chile son los países que menor tasa de criminalidad poseen. Entre las dos grandes potencia, la tasa de criminalidad de los EEUU es de 4.8 homicidios cada 100 mil habitantes y la de la República Popular China de 1 habitante cada 100 mil.

Hasta ahora nos hemos referido a países; a continuación lo haremos con ciudades. De las 50 ciudades más peligrosas del mundo, 47 de ellas, están ubicadas en el continente Americano y ninguna de ellas es argentina (las otras 3 en Sudáfrica): San Pedro Sula, de Honduras encabeza esta triste lista con 169.3 homicidios cada 100 mil habitantes, lo siguen Acapulco (México); Caracas (Venezuela) y Tegucigalpa (nuevamente Honduras). Los EEUU aportan con Nueva Orleáns (56 c/100M), Detroit (54.6), San Luis (35.4), Baltimore (35.3) y Oakland (33.1).

Todos estos datos surgen de la ONUDD, es decir, de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y se trata de datos recogidos y clasificados que nos permiten obtener un “mapa del delito”, en este caso referido a homicidios, bastante real, ya que, en el caso de robos muchas denuncias no se realizan, pero en el de asesinatos, mayormente aparece el cadáver.

No es errada pues la apreciación de Eugenio Zaffaroni cuando declara que:

La República Argentina ha pasado por situaciones gravísimas de violencia institucional y social, pero en la actualidad no registran cifras alarmantes de criminalidad en relación con las de la región”.

En nuestro país, con la tasa de 5.5, la ciudad de Buenos Aires, con Macri y su metropolitana) posee 6.7 homicidios cada 100 mil habitantes. Pero si ampliamos los hechos a los delitos en su conjunto y los que ocurren en la Provincia de Buenos Aires en especial, podemos señalar los datos extraídos de la Procuración General de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Buenos Aires y de ella surge lo siguiente:

La ciudad que más delitos se registran cada 100 mil habitantes es Pergamino (1065 delitos), luego –pegadito- Pinamar (con 1060); Zárate-Campana (938); La Plata (911); Morón-Hurlingham (876); Necochea, San Martín, Tres Arroyos, etc. Ustedes dirán ¿y la Matanza? Hay que esperar, pues los mayores delitos continúan en Tigre, San Isidro, Vicente López y San Fernando, en el circuito de +sa. En esa zona de negocios de cámaras, autorrobos y seguridad farandulizada, se producen 714 delitos cada 100 mil habitantes. ¿Y La Matanza? Hay que tener paciencia, antes de llegar a ese distrito que es una verdadera provincia debemos pasar por Quilmas, Berazategui, Florencio Varela, Lanús, Avellaneda, Lomas de Zamora y ¡ahora sí!, puesto 19, La Matanza.

El analfabeto funcional, en la mayoría de los casos con secundario, terciario, universitario y con master algunos, va a seguir opinando, como si la opinión surgiera de su mutilado cerebro, lo que les hacen decir Clarín, La Nación, Perfil, TN y esos sicarios como Lanata, Nelson Castro y otros fascistas mediáticos.

Pero aún falta un dato que es importante: en el año 1992 los homicidios dolosos cada 100 mil habitantes eran 9.0, esa tendencia se mantuvo hasta el 2002, donde fueron 9.2, desde el 2003 hasta la fecha fue decreciendo hasta llegar a 5.5 en el 2012. Es decir, los homicidios fueron reduciéndose y no incrementándose en esta última década.

No soy partidario de decir palabras inadecuadas, pero en este caso no hay dudas que corresponde: ¡Hay que se boludos para creerle a esos medios extranjeros que conspiran contra nuestro país! Me refiero a los medios que señalaba arriba, no al New York Time ya que Clarín, por ejemplo, le censuró, hace algunas semanas, un artículo para su suplemento de los sábados que se refería críticamente a ese diario obtenido mediante robo y torturas.

Cuando se aplicó la Ley de Convertibilidad escribí varias notas a los medios denunciando esa saqueadora y nefasta medida y nadie la publicó ni nadie en los medios la aceptó. Por eso desarrollé la nota y escribí un libro con el título (no es error) de “Cavallos Salvajes” y el subtítulo “La destrucción consensuada”.

Como persona que desciende del mono, no podía creer el consenso que dicha medida había logrado en la población. Que un vulgarísimo personaje, torpe y contradictorio impusiera una medida así, vaya y pase, pero que lo apoyaran masivamente. ¡Hay que ser boludos! Por eso escribí, un capítulo corto que titulé, precisamente “Boludo”.

Voy a reproducir parte de ese capítulo del libro publicado en 1999:

“Para el diccionario de voces lunfardas y vulgares de Fernando Hugo Casullo, editado por Plus Ultra, boludo significa: “Tonto, lerdo, de pocos alcances”.

“Para los años 50 le decían boludo a los que pretendían cambiar el mundo. Raúl Larra, en “Le decían el pibe Rulo”, escribía:”Ir en cana por algo que chapaste que era para vos… (Vaya y pase)… pero por comunista, de arriba, de boludo, por querer arreglar el mundo…”

“Julián Centella, “El Vaciadero” coincidía en aplicar la palabra boludo a aquel que está arriesgándose por algo que no es posible o, como en este caso, hacer cosas sin beneficios: “Sos una boluda"… trabajar por el arte… ¡Con tu pinta!”

“Depurándolo de los conceptos macartistas de que luchar por un mundo mejor es ser boludo, esta palabra sintetiza una conducta frente a la vida. Y si aceptamos la primera definición, de “tonto, lerdo, de pocos alcances”, veremos como la misma cuadra o encaja con el comportamiento colectivo de los últimos años.

“Obviamente, tonto, lerdo, de pocos alcances, no se nace, se hace, o más específicamente, lo hacen, lo forman como tal.

“Convertir a la sociedad, en una sociedad de tontos, de lerdos, con pocos alcances es un objetivo de los sectores del poder.

“Cuentan para ello con todos los medios a su alcance, con la más moderna mega-tecnología, con grupo de sociólogos y sicólogos a su servicio. Y todo el aparato represivo y de marginación para los que se resistan.

“Que reine la frivolidad, la superficialidad, el miedo, la ausencia de solidaridad, el individualismo, la indiferencia, el amor a lo material, el acostumbramiento a la pobreza, a la falta de trabajo y de futuro. Que reine la destrucción de la autoestima, de que si uno no progresa o logra mantenerse es por que es incapaz. Que se alegre de que se destruya el estado de bienestar y que se apruebe con votos o actitudes el despojo y la entrega del patrimonio nacional que tantos años, generaciones y sacrificios costó formar.

“Que apoye a los que lo mantienen en un estado de zozobra permanente, con miedo por todo, miedo de salir de noche, miedo de perder el trabajo, miedo a hacer el amor, miedo de vivir con dignidad. Que pida a gritos que maten a los ladrones menores, los que pueden entrar en su casa, mientras apoya o consiente a los ladrones mayores, que negocian con armas, con sistemas de computación, con leche en mal estado, con guardapolvos, con cloacas, con medicamentos, con la salud de los ancianos, y con usted.

“Que piden a gritos y se movilizan para que saquen a los travestís o prostitutas de las calles y no dicen nada que por esas calles transitan libremente asesinos, violadores, torturadores, genocidas y saqueadores, indultados por gobiernos corruptos y cobardes que llegaron a ese lugar con sus votos. Que colocan a torturadores como intendentes, a golpistas como diputados, a asesinos como gobernadores, a corruptos como funcionarios; y lo logran democráticamente,

“Que les parezca genial que el país carezca de moneda, de soberanía, de principios, de justicia y de dignidad. Y ahora está pensando que reemplazar el peso argentino por el dólar es un acto de inteligencia”

Escrito en 1999. Y ahora, en el 2013 hay una multitud que trata de reponer esa devastadora política, a través de +sa, del Paco de la efedrina o del que vota por Caprile si viviera en Venezuela.

¡Hay que ser boludos!

Oscar Natalichio
Director
Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEyS)
25 de agosto de 2013

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