martes, 10 de noviembre de 2015

NOSOTROS O ELLOS Nº 234

EL ANALFABETISMO FUNCIONAL Y LA IGNORANCIA

“Cuando pones la proa visionaria hacia una estrella, afanoso de perfección y rebelde a la mediocridad, llevas en ti el resorte misterioso de un ideal. Es ascua sagrada, capaz de templarte para grandes acciones. Custódiala; si la dejas apagar no se encenderá jamás. Y si ella muere en ti, quedas inerte: FRÍA BAZOFIA HUMANA.
José Ingenieros. 1er. párrafo de su libro El Hombre Mediocre. Los demás son de él

Hay mucha “fría bazofia humana” en nuestro país. Hay mucha mediocridad y hay mucha ignorancia que no proviene necesariamente del ignorante que no ha tenido oportunidad de cultivarse.

No es una diferencia pequeña, el ignorante que lo es por su condición social, puede aprender, rápido y bien, puede aprender a utilizar su cabeza, a razonar, a saber distinguir.

El otro, el ignorante ilustrado, el que ha contado con la posibilidad de aprender, ya aprendió mal. Podrá dominar su oficio, su arte o su ciencia, podrá poseer títulos secundarios, terciarios o universitarios, podrá incluso poseer un doctorado, pero no puede discernir entre el bien o el mal. Es incapaz de pensar con su propia cabeza. Repite lo que le hacen repetir los “poderosos” que él admira y cree, que lo que le dicen que diga, es producto de su propio pensamiento, que es creación propia. De esa manera el mediocre se convierte en un analfabeto funcional, en un repetidor de ideas que no son suyas y que no conoce.

La mediocridad intelectual hace al hombre solemne, modesto, incoloro y obtuso. Esas cualidades le hacen temer el asombro, regir el peligro. Cuando no le envenena la vanidad y la envidia, diríase que duerme sin soñar. Pasea su vida por las llanuras; evita mirar desde las cumbres que escalan los videntes y asomarse a los abismos que sondan los elegidos. Vive entre los engranajes de la rutina.

Existe otro tipo de ignorante “ilustrado” que puede o no poseer títulos, pero que no ejerce o ejerce mal. Lo vemos en las manifestaciones del odio. Son las o los que llevan un cartelito “Muerte a la yegua” o “Yo soy Nisman” a veces, en otro idioma pues el nuestro es muy “cursi”. Son los mediocres maledicientes.

El maldiciente, cobarde entre todos los envenenadores, está seguro de la impunidad: por eso es despreciable.  

Ambas categorías de “mediocres analfabetos funcionales” poseen de común el odio, la difamación, la mentira, la falsificación, la envidia y la tolerancia de aquellos que los escuchan sin indignarse. Usan la lengua, jamás el cerebro. Afirmaba José Ingenieros:

Las lenguas más acibaradas son las de aquellos que tienen menos autoridad moral, como enseña Moliere desde la primera escena de Tartufo. Diríase que empañan la reputación ajena para disminuir el contraste con la propia. Al contar una falta ajena, ponen cierto amor propio en ser interesantes, aumentándola, adornándola, pasando insensiblemente de la verdad a la mentira, de la torpeza a la infamia, de la maledicencia a la calumnia.

Los analfabetos y analfabetas funcionales, muchas veces “ilustrados” pero siempre mediocres, no piensan con su propia cabeza sino por lo que les inculcan en su “tabula rasa”, es decir, en su desprotegido cerebro. Es allí donde se dirigen los grandes y monopólicos medios de difusión masiva, que los inducen, fácilmente, al odio discriminatorio, al la hipocresía, a la envidia, a no querer saber la verdad, a no querer siquiera escuchar, y menos investigar. Ya adoptaron una verdad inventada, ya la tomaron como si fuera una elaboración propia, ya asumieron odiar como premisa.

El odio que clama y asalta es temible; la envidia que calla y conspira es repugnante…
En ciertas horas la nación se aduerme dentro del país. El organismo vegeta; el espíritu se amodorra. Los apetitos acosan los ideales, tomándose dominadores y agresivos. No hay astros en el horizonte ni oriflamas en los campanarios…

AÚN TENEMOS LA POSIBILIDAD DE NO ENTREGAR NUESTRA PATRIA A LOS BUITRES DE AFUERA Y DE ADENTRO. AÚN TENEMOS FUTURO.

NO SON LAS 214 CAUSAS PENALES QUE ARRASTRA MACRI, NI QUE SE ENCUENTRE PROCESADO, NI QUE HAYA HABILITADO Y SUBSIDIADO A IRON MOUNTAIN. AHORA VA POR MÁS, VA POR EL PAÍS TODO CON NOSOTROS INCLUIDOS. SI GANA NOS LAMENTAREMOS TARDE, SI PIERDE QUEDA LA DUDA SI LO QUE DECIMOS ES CIERTO. ¿QUÉ PREFIERES? ¿Quedarte con la duda? ¿O comprobar que no mentimos?

Oscar Natalichio.
CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES (CIEYS)
OSCARNATALICH@FIBERTEL.COM.AR        10/11/2015





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