sábado, 23 de agosto de 2014


NOSOTROS O ELLOS Nº 148

“EL VERDADERO ASESINO”

¿Cómo definiríamos al horror? ¿Cómo sabríamos dónde tiene su límite? Acompáñenme en el extenso y necesario razonamiento, donde en primer lugar observamos cuántas palabras pueden ser utilizadas para describirlo. Siendo desde ya, muy preocupante, que un idioma, que un lenguaje, requiera tantos símbolos para definir un “fenómeno” que no debería existir o, al menos, que se reflejase en casos extraordinarios por sus concurrencias. Sin embargo, el horror goza de una lamentable presencia cotidiana. Entremos en tema:

Horror es el terror causado por algo espantoso. Es repulsión; es odio; es atrocidad; es monstruosidad…

Horrible es todo aquello que causa horror. Lo horrible es aterrador, es atroz, es espantoso, es espeluznante, es pavoroso, es terrible, es tremendo.

En esos “sinónimos” se expresan sentimientos de terror, de espanto, de pavor y de miedo del peligro o daño que se puede recibir, por la desmesura del acto o la acción a la que somos sometidos.

Espeluznante y horripilante es todo horror que adquiere extrema gravedad; atroz es cuando el acto se manifiesta con fiereza y gran crueldad y produce un sentimiento nefasto y desgarrador; macabro es lo que causa aversión pues participa lo feo y repulsivo de la muerte; monstruoso es cuando los hechos horrorizan por apartarse de lo natural; repulsivo es cuando se repele, cuando se rechaza, cuando no se quiere; el odio se manifiesta también como sentimiento y pasión ciega, arraigada como deseo de hacer el mal a otro.

El odio contiene, además: aborrecimiento sobre las cualidades que posee una persona, institución u objeto; animadversión como la enemistad y la antipatía; antipatía como oposición entre unos y otros sin causa o motivo; aversión como antipatía “natural” que no depende de la voluntad; desamor como enemistad; encono que proviene de un ánimo colérico, irritable y violento; enemistad como oposición y contrariedad de unos con otros; envidia como padecimiento de uno por no alcanzar lo del otro; fobia que se manifiesta cuando la aversión  es apasionada y extrema; hostilidad cuando se produce daño a otra persona, en especial, al “enemigo” en una guerra; inquina como aborrecimiento que deriva de la mala voluntad; ira, como pasión del alma que impulsa a cometer actos de violencia. Impiedad, que es actuar con crueldad y sin compasión; malevolencia, que es actuar con mala intensión; malquerer; impulsar mala voluntad contra alguien; ojeriza, antipatía que impide ver con agrado actos de otras personas; rencor, producto de una antigua enemistad o ira envejecida; resentimiento, que es la queja que se mantiene derivada de algún acto ofensivo anterior; resquemor, enfado por algo que ha pasado y se cree que se puede repetir; tirria, mala voluntad generalizada que se manifiesta oponiéndose a todo lo que dice o hace alguien.

Odiar es poseer ira inveterada, enojo acumulado y antiguo que se ha convertido en hábito y costumbre y que llega al nivel de pasión. Aborrecer es poseer repugnancia invencible que impide razonar; abominar es el aborrecimiento llevado a un extremo; detestar es condenar y maldecir; desdeñar equivale a rechazar algo, una cosa, una propuesta; execrar es rechazar y despreciar con furia.

Infame es un calificativo para el que comete acciones indignas y vergonzosas; ignominioso es el que se manifiesta en actos y conductas deshonrosa, el traidor a su patria; nefando es un acto horrible que repugna y horroriza moralmente; escandaloso es un acto menor, indigno y vergonzoso; oprobioso es el acto indigno que causa deshonor público; pérfido es el que se manifiesta desleal, infiel, engañador, traidor; soez es el acto bajo y grosero; vergonzoso el acto deshonroso y humillante; vil, la acción indigna, infame y despreciable…

Hemos utilizado y descrito más de 50 palabras vinculadas al horror y el odio y apenas cubrimos la mitad de las existentes en nuestro idioma y en muchos otros. ¿Por qué tantas? Posiblemente porque la historia escrita transitó, desde hace seis mil años hasta nuestros días por los carriles de la explotación del hombre por el hombre y por el saqueo de la propiedad social para convertirla en privada.

Custodiar lo robado, explotar al esclavo asalariado y continuar depredando pueblos y países, equivale a mantener un poder que no duda un solo instante en hacer uso efectivo y real de todos esos términos que mencionamos arriba.

Ese poder, en nuestros días, es expresado por el imperialismo, etapa superior del capitalismo (y última); capitalismo que, como modo de producción fue, desde origen, criminal y en su crecimiento esa característica, esa particularidad, se fortalece aún más, como lo observamos a diario si es que queremos observarlo.

Vivimos dentro de ese perverso sistema, manchado con la sangre de millones de seres humanos, que comete asesinatos y genocidios, guerras, secuestros, torturas, saqueos y exclusión, mostrándonos como si eso fuera el mundo “normal”.

Analicemos juntos lo que está sucediendo en nuestro único mundo y deduzcamos con nuestra propia mente si eso es “normal”.  

1. LA MUERTE DE UN JOVEN NEGRO

El día 9 de agosto en los suburbios pobres de San Luis, en Ferguson, del Estado de Missouri, en el centro de los EEUU, la policía asesina a un joven de 18 años, que no portaba armas de ningún tipo y que transitaba pacíficamente por la calle.

La víctima se llamaba Michael Brown y el asesino del adolescente se llama Darren Wilson y se encuentra en libertad. El asesino alega defensa propia pero el joven recibió desde una media distancia, seis disparos: uno ingresó por el ojo derecho y atravesó el cráneo, otro por la frente, esos dos disparos ya le provocaron la muerte, otro le atravesó el cuellos, el cuarto el pecho y los otros dos impactaron en el brazo derecho al tener el muchacho los brazos levantados.

La impotencia desató la ira de la población de Ferguson, donde la mayoría de los habitantes son negros y la enorme mayoría de los policías son blancos.

El presidente de los EEUU y Premio Nobel de la Paz (ironías de la vida y de un jurado ciego) evaluó la situación y aconsejó que, es mejor: “recordar al joven mediante la reflexión y consolarse en un modo que cure, no en uno que hiera”.  

2. LA MUERTE DE UN JOVEN BLANCO

Analicemos este tambien horroroso caso y cómo el metro con que se mide posee mucha más extensión del que se usa para medir el asesinato de Michael Brown, pero esa observación no es todo, por ello separo en varias acciones este caso:

1. No hay dudas que el asesinato del periodista es un hecho brutal que merecería aplicar la mayor parte de las definiciones referentes a horror y odio con que inicié este artículo. Tampoco hay dudas que el asesinato del muchacho de Ferguson también es un hecho brutal y que se produce por también por odio, en particular, racial.

2. En ambos casos las víctimas se encontraban indefensas, sin armas, sin posibilidades de defenderse, sin posibilidades de ser juzgados. Fueron ejecutadas con alevosía. El no haber permitido pasar por los medios de comunicación el video del asesinato del joven negro no lo hace menos espantoso que el de James Foley, aunque ser decapitado es una acción nefanda.

3. Obama menciona, por el joven blanco lo que no mencionó por el joven negro: “que el mundo entero está horrorizado por el brutal asesinato” y afirmó que su gobierno continuará “haciendo lo que tenga que hacer para proteger nuestra gente”, es decir, continuará con los bombardeos que asesinan civiles al afirmar: “los EEUU mantendrán su campaña militar aérea contra el EI (Estado Islámico) en Irak para expulsar al grupo de ese territorio…”. No pidió “reflexión” ni “consolarse de un modo que cure, no en uno que hiera”

Comparemos lo de “recordar al joven mediante la reflexión” con un asesino libre y comparemos con eso de continuar “haciendo lo que tenga que hacer” en el caso del periodista que estuvo secuestrado durante dos años y los EEUU se negaron a pagar un rescate cuyo precio es menor que el de un misil.

Un país que emite indiscriminadamente más de dos billones de dólares (2.000.000.000.000 dólares) para “salvar” a banqueros mafiosos, no fue capaz de pagar un rescate para salvar la vida de un ciudadano.

Pero hay algo más grave aún: el verdugo, el hombre de negro con el rostro cubierto. ¿Cómo domina tan bien el idioma inglés, incluso con una perfecta tonada londinense? ¿Ha pasado acaso por las escuelas de la CIA como pasó Bin Laden?

La historia nos demuestra que esa posibilidad no pueda ser descartada: los norteamericanos hicieron volar su propio acorazado en la bahía de La Habana, donde murieron 266 soldados y sólo dos oficiales. El acorazado llegó a La Habana para “defender los intereses de los residentes estadounidenses”. Lo volaron el 15 de febrero de 1898, a 20 días de su estadía. Los oficiales no murieron pues ese día “se realizaba un baile en su honor” por parte de las autoridades españolas, pese a que el barco ingresó sin su autorización. De esa manera los EEUU iban a convencer a su pueblo que había que borrar esa humillación, ya que acusaron a los españoles de ser los autores de su autoatentado. Por esa “razón”, el 25 de abril los EEUU le declara la guerra a España por la voladura del barco y los 268 muertos, y el 20 de junio invaden Cuba.

Se lo llama “El incidente del golfo de Tonkin”. Ahora estamos en el mes de agosto de 1964, el día 4, cerca de las aguas territoriales del entonces Vietnam del Norte. Ese mismo día, la “casa blanca” y el pentágono, informan a la población que el destructor “Maddox” fue atacado por lanchas torpederas de Vietnam y que tamaño hecho será castigado. Esa falsa noticia es utilizada para engañar a su propio pueblo y llevó a los EEUU a asesinar a más de dos millones de vietnamitas, torturar a miles, envenenar sus tierras y salir, pese a todo ello, siendo vergonzosamente derrotado. Todo estaba preparado de una manera tan burda que el 7 de agosto, menos de 72 horas después de la falsa denuncia, de la inexistencia total de pruebas, el Congreso aprueba la “Resolución del Golfo de Tonkin” donde autoriza al gobierno a “adoptar todas las medidas necesarias”… La prensa se hace eco de las fabulaciones, de ese plan preparado para que murieran en Vietnam más de 50 mil de sus ciudadanos y que miles más de ellos no pudiesen dormir por las atrocidades que fueron obligados a cometer por el imperialismo. Uno de sus más sanguinarios e inhumanos oficiales es hoy el secretario de estado de Obama, John Kerry.

¿Cómo no pensar que el “verdugo” es un ex agente de la CIA?

3. EL MENSAJE DE JAMES FOLEY ANTES DE SER ASESINADO POR EL VERDUGO EN NOMBRE GRUPO FUNDAMENTALISTA EI (YIHADISTAS).

Podemos pensar, con toda la lógica aplicada, que el periodista, condenado a morir, fue obligado a aprender de memoria ese discurso y decirlo con fluidez y calma mientras el verdugo “inglés” esperaba que finalizara para decapitarlo.

Si ello fue así, la enorme valentía de James Foley, que esperó la muerte con una dignidad sin igual, queda sólo ensombrecida, esa valentía, por haberse prestado a decir algo que no pensaba. Y aquí vemos una enorme contradicción, pues estaba claro para él que iba a ser asesinado. Entonces: ¿por qué dijo algo que no sentía? ¿O realmente dijo lo que sentía? ¿O realmente había comprendido que él también había sido un instrumento más de esa maquinaria monstruosa, de muerte, dirigida por los imperialistas fascistas que dominan las finanzas y las matanzas? Recordemos que James Foley no fue secuestrado la semana pasada, sino hace dos años y que los EEUU se negaron, tanto a pagar un rescate por su libertad como a un canje de “prisioneros”. Hubo tiempo para salvar a James, mucho tiempo. Pero leamos detenidamente lo que declaró segundos antes de su nefanda muerte:

“Hago un llamado a mis amigos, mi familia y a mis seres queridos para enfrentarse a mi verdadero asesino, el gobierno de los Estados Unidos. Mi mensaje para mis amados padres: mantengan algo de mi dignidad y no reciban ningún tipo de compensación por mi muerte de parte de la misma gente que efectivamente martilló el último clavo de mi ataúd. Le hago un llamado a mi hermano que está en las Fuerzas Aéreas. Te hablo a ti, John. Piensa quién tomó la decisión de bombardear Irak. ¿A quién mataron realmente? ¿Acaso pensaron en ti, en mí o en nuestra familia cuando tomaron esa decisión? Yo morí, ese día John. Cuando tus colegas lanzaron esa bomba, ellos firmaron mi certificado de defunción. Hubiera querido tener más tiempo. Hubiera querido tener la esperanza de ver a mi familia una vez más. Hubiera querido, después de todo, no ser estadounidense.”

1. Acusa a los EEUU de ser el “verdadero” asesino. Tomemos un caso en la Argentina, la dictadura militar genocida; ¿son los verdaderos asesinos? NO. Son los asesinos a sueldos contratados por los verdaderos planificadores del genocidio, por el CONSEJO EMPRESARIO “ARGENTINO” (CEA), cuyos miembros nunca fueron juzgados. Coincidimos con esa primera frase, lo que no exculpa, para nada, la acción siniestra del verdugo “inglés”, ni de los integrantes  del EI (Estado Islámico).
2. Un pedido a los padres, totalmente coherente con la frase anterior. Los verdaderos asesinos arreglan todo con dinero (miserables monedas para ellos) y les pide que no lo acepten, que mantengan su dignidad, ya que lo estarían recibiendo de quienes realmente lo enviaron a la muerte. Coincidimos con la coherencia de ese periodista que mantuvo la enorme dignidad de reflejar, en lo que fue su última nota, la realidad objetiva.
3. Llama a su hermano que se desasocie de los criminales que lo obligan a cometer crímenes y le pregunta y se pregunta ¿”a quienes mataron realmente”?; agregando que a ellos lo mataron, que firmaron su sentencia de muerte, murieran o no, que ese día, el de la primera bomba, ya lo habían matado. ¿Pensaron en su familia?  No creo que algún lector no coincida que en lo que pensaron es en el dinero, el dinero en forma de petróleo y gas, el dinero en forma de reproducción de las bombas y misiles arrojados sobre cadáveres de cientos de niños, mujeres, viejos y algunos combatientes. Y Foley, coherente hasta en sus últimas palabras, se avergüenza de haber nacido en los EEUU.

4. GAZA SE HA CONVERTIDO EN UN CEMENTERIO DE NIÑOS
Los habitantes de Gaza se habían imaginado otro comienzo de la fiesta del Eid el Fitr muy distinto al de este lunes. El alto el fuego de 24 horas declarado el día anterior por Hamas hacía presagiar una fiesta en paz, en la que las familias se visitan las unas a las otras y disfrutan de un horario y de una comida normal tras un mes de ayuno diurno. Pero el reinicio de las hostilidades hizo que el tradicional deseo del Eid Said (feliz fiesta) se transformara en un Eid Shahid (fiesta de los muertos). “¡No puedo ni reconocer a mis propios hijos!”, gritaba desesperado un palestino de mediana edad, mientras mostraba los cuerpos desmembrados de dos chicos y lloraba desconsoladamente mirando al cielo. El hombre, vecino del campo de refugiados de Shati no se podía creer lo que acababa de presenciar: una explosión en medio de la calle que se había llevado la vida de ocho niños de corta edad –entre ellos a dos de sus hijos –  y había provocado heridas a otras cuarenta personas, según el ministerio de Sanidad palestino. El tío de uno de los chicos muertos tomaba a su difunto sobrino entre sus brazos y lloraba de impotencia. En el suelo varios charcos de sangre. Sobre uno de ellos una pistola de plástico, pues aparentemente los niños jugaban a soldados y milicianos en el momento en que fueron alcanzados.
¿Cómo es posible que el imperialismo, es este caso encarnado en el gobierno de Israel, pueda asesinar con tanta impunidad a miles de seres humanos? La respuesta es, al menos para nosotros, obvia: es modo de producción capitalista, desde su inicio, se ha caracterizado por ser un sistema infame, ignominioso, nefando, oprobioso, pérfido y vil, para utilizar algunas de las definiciones con que iniciamos esta nota, pues le caben todas...
Murieron ya más de 400 niños entre 0 y 15 años, muchos de ellos decapitados por las bombas, otros no pudieron ser “armados” como seres humanos pues han destrozado con esos poderosos armamentos sus pequeños cuerpitos.
¿Se horrorizan los EEUU de tal masacre?  Ni siquiera utilizan la hipocresía de decir que “está malo lo que allí se hace”, pues, en Gaza, también son los “verdaderos asesinos”. ¿O los gobernantes de Israel iba a matar a esos inocentes sin la venia del amo? Cuatrocientos niños no son nada para el imperialismo. Un imperialismo que mata impunemente a 19 mil niños por día, los mata de hambre, por falta de alimentos, los mata de enfermedades, por falta de medicamentos y vacunas, los mata de deshidratación, por falta de agua potable. ¿Qué son 400?

5. ¿QUIENES SON LOS YIHADISTAS DEL EI (ESTADO ISLÁMICO)?
Siempre, así lo pensamos nosotros, es necesario saber de lo que hablamos. Los periodistas mercenarios, como Lanata o Nelson Castro, no necesitan “saber” de lo que hablan ya que la estructura de su “información” se basa en la fabulación y en la mentira. Nosotros no.
Abú Husab al Zarqawi llegó a Afganistán luego del retiro de las tropas soviéticas. Llegó para pelear contra esa ocupación cuando ya las tropas no estaban.  Luego es buscado en ese país por sus nuevas autoridades y huye a Irak, desconociendo nosotros las causas o motivos de ese cambio. En Irak se vincula con un grupo Kurdo-Islamista llamado “Ansar Al Islam”
Zarqawi, junto a otro dirigentes, formaron, en el año 2002 el “JTJ” o Tawhid Wal-Jihad con el objetivo de derrotar al rey de Jordania al considerarlo anti-islámico según la Sharía (El Derecho Islámico).
El JTJ desarrolla, durante el año 2003, una importante red de “resistencia” enfrentando a las fuerzas armadas de los EEUU y sus aliados.
En mayo de 2004 se unen con el grupo “Salafian Al-Mujahidian” y el 17 de octubre se unen con Al Qaeda bajo la conducción de Osama Bin Laden. (Es bueno recordar que Bin Laden padre era socio en emprendimientos económicos financieros con Bush padre y murió, en los EEUU en un muy extraño accidente aéreo ocurrido en su avión personal y nuevo, en el vuelo inaugural; su hijo Bin trabajó como agente de la CIA).
Nace, en ese año 2004, la “Comunidad del Monoteísmo y la Yihad”, pero cuando se vincula con Al Qaeda cambia de nombre por “Organización de base de la Yihad en el país de los dos ríos”, más conocida como “Al Qaeda en Irak”.
Así se llamó hasta enero del 2006 cuando se une con otros grupos y pasa a denominarse “Consejo de la Shura de los Muyahidines”, manteniendo su influencia Al Qaeda.
Pero ese mismo año, en el mes de octubre pasa a llamarse “Estado Islámico de Irak”. Compuesto por un grupo islamista suni, asentado en un territorio que ocupa parte de Irak y parte de Siria, donde se proclaman como Califato desde donde profesan una rígida interpretación del Islam y se enfrentan violentamente a los chitas.
Los EEUU planean asesinar a los principales líderes de esa organización y antes de que se forme el EI logran asesinar a Zarqawi el 7 de junio de 2006. Eso precipitó más que desalentó la formación del Estado Islámico de Irak y asume la conducción directamente el líder de Al Qaeda Abú Ayyud Al-Masri colocando a Al-Baghadadi al cargo del Estado Islámico, quien, el 19 de abril de 2007 proclama un “emirato” con un gobierno provisorio que él dirige junto a 10 ministros designados.
El movimiento tuvo enfrentamientos internos y grupos de suníes se pasaron a colaborar con las tropas de los EEUU, de esa manera ese país logra ubicar, detener y matar a varios miembros de Al Qaeda.
Desde el año 2008 EEUU e Irak lanzan una ofensiva militar contra el EI y logran, en el año 2010, encontrar y asesinar a Ayyud Al-Masri y a Al-Baghadadi, “descabezando”, así creyeron, al Estado Islámico de Irak.
Sin embargo, los militantes de esa religión, continuaron operando, aprovechan la nueva situación creado en el 2013 por la guerra en Siria, rompen sus vínculos con Al Qaeda y amplían su área de influencia. Ello lo lleva a cambiar de nombre nuevamente y pasan a llamarse “Estado Islámico de Irak y el Levante.
En esa área de influencia aplican la Ley Sharía con aplicación de torturas y ejecuciones sumarias. También detuvieron a muchos periodistas extranjeros, entre los que se encontraba James Foley.
Luego se produce la “gran ofensiva” y, para diciembre de 2013 el grupo llegaba a controlar las ciudades fronterizas entre Siria e Irak, lo que les permitía a la vez, controlar la entrada y salida de objetos y personas.
En 3 de enero de este año toman el control de Faluya y proclaman en esa ciudad el Estado Islámico.
En el mes de junio de este año la ofensiva continúa en el norte de Irak, suman adictos y toman el control de Mosul y Tikrit logrando el control de toda la frontera de Irak con Jordania y Siria. El grupo cambia de nombre o, mejor dicha, lo generaliza como “Estado Islámico” (EI) que se plantea como objetivo la conquista de Siria e Irak para convertirlos en una base que les permita expandirse al resto del mundo árabe.
En su ofensiva el grupo islamita capturó miles de armas modernas y domina la gobernación petrolera Siria junto con… ¡el ejército Sirio!, con quien comparte el dominio de la capital de esa provincia, dividida en dos partes.
Sin dudas la situación es extremadamente compleja. Pero toda esa área de conflictos y muertes tiene un solo responsable: el imperialismo; imperialismo cuyo mayor referente son los Estados Unidos de Norteamérica, quienes, permanentemente durante años han falseado la historia, preferentemente ante su propio pueblos, convenciéndolo de que se encontraba indefenso frente a los monstruos que podían agredirlos.
Recordemos la frase inicial de las palabras de despedidas del valiente James Foley frente a la cámara:
“Hago un llamado a mis amigos, mi familia y a mis seres queridos para enfrentarse a mi verdadero asesino, el gobierno de los Estados Unidos”.
Y pensemos, con el cerebro y el corazón, si tuvo razón o no.


Oscar Natalichio
Para que el imperialismo detenga sus crímenes la sociedad civil debe reaccionar.
Para que el genocidio del pueblo de Gaza se detenga, las naciones deben intervenir.
Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEYS)
23 de agosto de 2014.

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