sábado, 17 de mayo de 2014

NOSOTROS O ELLOS Nº 123

LAS CAUSAS DE TODAS LAS COSAS.

De TALES a LENIN. Un repaso sobre la historia de la Filosofía y los filósofos.

21. Las tres etapas: De Tales a Lenin: Erasmo. Lutero. La Reforma Protestante.    

Erasmo (1466-1536)

¿En qué consiste una vida auténticamente cristiana? ¿Cuál es el confín entre la locura patológica y la insensatez del conformista?

“La irracionalidad no siempre es negativa y las normas sociales no son siempre compatibles con una vida auténticamente cristiana. Existen dos tipos de locura:

1. La de los ricos, la de los prelados hipócritas, la de todos aquellos que reducen el cristianismo a la mera observación de los ritos, y

2. La locura de los hombres de ciencia y de aventureros que desafían lo desconocido por amor al conocimiento, y ésta es sobre todo la de los auténticos cristianos, que lo abandonan todo y, a veces, contravienen las costumbres sociales para imitar la locura de la cruz. (Del “elogio de la locura”)

¿El hombre está éticamente predeterminado? ¿O bien su voluntad es totalmente libre de escoger entre el bien y el mal? ¿Tiene razón Lutero al sostener la maldad natural del hombre?

En su polémica con Lutero, Erasmo afirma que el hombre para pecar debe ser moralmente libre y por lo tanto ser capaz de ejercer su libertad con libre albedrío El hombre no puede salvarse actuando correctamente en su vida terrestre, contando con sus propias fuerzas. Si se admite que ello es posible se puede admitir que ello supondría negar la necesidad de Dios.

  1. La solución del medio: quedémonos con las buenas obras aunque imperfectas, de las que uno puede valerse sin caer en la soberbia. No debe reivindicar con orgullo sus buenas acciones pero tampoco debe describirse a sí mismo peor de cuanto es.
  2. ¿Por qué guardar espacio al libre albedrío? Para alejar de nosotros la desesperación o la presunción, para que todos nos empeñemos en tenerlo. Sin el libre albedrío no existiría la responsabilidad moral. Y el hombre viviría determinado.
  3. De cualquier modo, la voluntad humana no basta para alcanzar la salvación. Es necesario contar con la ayuda incesante de la gracia de Dios, la que nos ahorra de toda forma de orgullo.

Fue licenciado en Teología por la Universidad de Turín. Fue ordenado sacerdote pero pidió, obteniéndola, licencia papal para vestir hábitos y celebrar misa. Se anticipó a Lutero y muchos opinan que fue el que le preparó el camino para la escisión protestante. Sin embargo, y pese a que Lutero lo requirió para su causa, Erasmo decidió no tomar partido por ella. Por tomar una posición “neutral” se gana la enemistad de católicos y de protestantes. Al ser obligado a decidirse se ve obligado a refutar la doctrina luterana pero no deja de criticar la decadencia moral de la iglesia renacentista y de su corte pontificia.

Libre albedrío:
Sin el libre albedrío es difícil admitir la responsabilidad ética.

Gracia:
Si puede el hombre salvarse a sí mismo (observando el cumplimiento de los 10 mandamientos) o la salvación eterna es un don que Dios concede por sí.

Locura:
Definir la locura implica determinar cuál es su concepto contrario, definir qué es la razón y qué es la racionalidad.

“Los grandes monumentos del humanismo de los siglos XV y XVI, tales como la perversa sátira “Elogio de la locura” de Erasmo de Rótterdam, el alegre “Pantagruel” del francés Rebeláis, las ingeniosas “Cartas de hombres ignorantes” de Ulrico Hutten, están repletos de burla y mofa de los “sólidos” fundamentos de la ideología feudal”.

Estos hombres, menciona Engels: “viven con todos los intereses de su tiempo, toman parte en la lucha práctica, se ponen al lado de este o el otro partido, y batallan, quien con el verbo, quien con la pluma, quien con la espada, o con la una y la otra”.

Erasmo escribe: “En cuanto a los teólogos, quizá sea mejor pasarlos en silencio, “no remover esa charca fétida”, como dicen los griegos, no tocar esa planta venenosa”. 

Obras:
“Manual del soldado”, Elogio de la locura”, “Nuevo Testamento” edición crítica) y “Sobre el Libre Albedrío”

Lutero (1483-1546)

¿Está el hombre (de alguna manera) predeterminado desde el punto de vista ético, o es en cambio su voluntad totalmente libre de elegir entre el bien y el mal? ¿Cuánto influyen las buenas acciones en la salvación del alma?

“Sólo la fe (no las obras) conducen a la salvación”. El hombre es libre sólo cuando se abandona a la voluntad de Dios, cualquiera que esta sea. Pero Dios no es un contable, por tanto nadie ganará el paraíso acumulando la mayor cantidad de buenas obras.

1. Un cristiano es libre señor sobre todas las cosas y no está subordinado a nadie;
2. Un cristiano debe servir a todo y está subordinado a todos y cada uno.
3. Libertad y servidumbre coexisten en la vida del  cristiano.

Para comprender esas dos afirmaciones contradictorias entre sí, debemos pensar que todo cristiano posee una doble naturaleza (dos dimensiones): espiritual, nuevo, interior (el alma) y corporal, viejo, exterior (la carne y sangre).

“La voluntad humana siempre es esclava: o Dios o Satanás.” Lutero afirma que existe una predisposición congénita al pecado, tomando las reflexiones de San Agustín. Afirma que sólo una visión pesimista del ser humano convierte a la ayuda de Dios en algo indispensable para el hombre. Sostener que el hombre es capaz de elegir libremente entre el bien y el mal equivale a manifestar que se puede salvar con sus propias fuerzas, sin la intervención de Dios.

“La capacidad de hacer el bien no deriva de la libre voluntad del hombre sino de la ayuda divina únicamente”

“El hombre tiende a la maldad” “Aún cuando por la fuerza el hombre es obligado a actuar bien, sigue siendo malvado en su interior”

“No existe la libre voluntad del hombre. La libertad de Dios y la del hombre se excluyen mutuamente. El libre albedrío es sólo de Dios”.

El cristiano debe ser libre interiormente y siervo exteriormente. Un cristiano no vive en sí mismo sino en Cristo y en su prójimo: en Cristo mediante la fe y en su prójimo mediante el amor. Por la fe se eleva sobre sí mismo hacia Dios. Por el amor desciende desde Dios por debajo de sí mismo. Como dice Cristo: “Veréis los cielos abiertos y los ángeles subir y bajar sobre el Hijo del hombre”.

Obras:
“Comentario de la Epístola a los romanos”, “Noventa y cinco tesis sobre las indulgencias”, “La libertad del cristiano”, “Manifiesto a la nobleza cristiana en Alemania” y “De servo arbitrio”.

Lutero fue el fundador del protestantismo en Alemania; hijo de un minero. Su obra literaria, particularmente la traducción de la Biblia, tuvo una influencia considerable en el desarrollo de una lengua escrita alemana uniforme. En la guerra campesina de 1524-25 se volvió decididamente contra la acción revolucionaria de los campesinos y se puso de parte de los burgueses, nobles y príncipes.

En calidad de “el más antiguo economista alemán (según Marx)” defendió la economía natural y la producción simple de mercancías y combatió al capital usurario y comercial; sus progresistas doctrinas burguesas acerca del trabajo y de los oficios constituyeron importantes supuestos ideológicos para la posterior teoría burguesa clásica del trabajo.

En la página 260 del Tomo I – Libro I de El Capital, Marx reproduce el siguiente texto de Lutero:

“Deja que vanaglorien, adornen y acicalen… Pero quien toma más (de lo que da) es un usurero, y no se llama hacer un servicio, sino un daño a su prójimo, como sucede hurtando y robando. No todo lo que llaman servicio y beneficio al prójimo es servicio y beneficio. Pues una adúltera y un adúltero se prestan mutuamente un gran servicio y complacencia. Y el caballero que ayuda al incendiario asesino a robar en los caminos, a destruir vidas y haciendas, también le presta un gran servicio caballeresco. Los papistas hacen un gran servicio a los nuestros al no ahogarlos, quemarlos o asesinarlos a todos, al no hacer que todos  se pudran en la cárcel, sino dejan vivir algunos, y los persiguen y les quitan todo lo que tienen. El mismo diablo presta un gran servicio, un servicio inmenso, a sus servidores… En suma, el mundo está lleno de grandes, hermosos servicios y beneficios diarios”.

La Reforma Protestante

Señalaremos de manera sintética algunas de las principales características de la Reforma:

  1. Fue un movimiento de carácter europeo, territorio donde ejerció gran influencia.
  2. Fue un movimiento “antieclesiático” dirigido contra la iglesia medieval.
  3. Fue un movimiento antifeudal de apoyo a la creciente burguesía.
  4. Es consecuencia de las grandes transformaciones sociales que ocurrieron en los siglos XV y XVI.
  5. No se desarrolló con igual fuerza en todos los países y el señalado carácter antieclesiático como el antifeudal era muy vago siendo en Alemania donde se muestra con más vigor.
  6. Su significado progresista en esa época es la de haber ayudado al proceso revolucionario de la burguesía creadora de los primeros estados burgueses de Europa.
  7. Su importancia histórica es que aceleró la desintegración de la iglesia medieval; impulsó la liquidación de sus bienes y de su poder económico, cuestionó y trastornó seriamente el dominio ideológico de la iglesia católica y lesionó el apoyo de la misma al régimen feudal.
  8. Su limitación es que, a pesar da haberse manifestado como un proceso histórico, profundo y múltiple, desarrollado en varios países, se encerró en su base religiosa y por ello no puso ejercer influencias en transformaciones sociales y económicas más profundas, debiendo adaptarse a las que la nueva situación política marcaba. De esa manera la Reforma fue perdiendo su empuje y eficiencia inicial.
  9. Podemos resumir que la Reforma comienza con Lutero, continúa con Zwinglio y culmina con Calvino.


Oscar Natalichio
Centro de Estudios Económicos y Sociales (CIEYS)
1º de Mayo. Día del trabajador.
oscarnatalich@fibertel.com.ar

Próximo capítulo:

22. Las tres etapas: De Tales a Lenin: Nicolás de Cusa. Los neoplatónicos: Ficinio y Pico Della Mirandola. El avance de la burguesía.    


No hay comentarios:

Publicar un comentario