martes, 13 de mayo de 2014

NOSOTROS O ELLOS Nº 117

LAS CAUSAS DE TODAS LAS COSAS.

De TALES a LENIN. Un repaso sobre la historia de la Filosofía y los filósofos.

15. Las tres etapas: De Tales a Lenin: El Siglo de Pericles. PLATÓN.


Platón (428-347 a.n.e.)

Si las ideas no nacen de la experiencia sensible, ¿dónde se originan?, “para el alma conocer es recordar lo que se sabía antes de reencarnarse en el cuerpo; el conocimiento es un recuerdo”

¿Cuál es la tarea del filósofo? El destino del filósofo y el mito de la caverna: “La caverna oscura es nuestro mundo; los esclavos encadenados son los hombres; las cadenas son las pasiones y la ignorancia, las imágenes del fondo de la caverna son las percepciones sensoriales; la liberación del esclavo es la acción liberadora de la filosofía; la aventura del esclavo fuera de la caverna representa la experiencia filosófica; el mundo fuera de la caverna es el mundo de las ideas, el único verdaderamente real”…

¿Qué valor posee la dimensión corporal del hombre? El cuerpo es obstáculo para el conocimiento. “El cuerpo y todo lo que significa (pasión, percepción, emociones e instintos) deben ser anulados para actuar el ejercicio de la razón”. “Si el abandono del cuerpo es la condición de acceso a la verdad, hay que desear la muerte”.  

Como idealista objetivo y  representante de la aristocracia griega Platón declara irreal a todo el mundo perceptible (material) y le opuso un mundo de “existencia auténtica” e inmutable (el mundo de las ideas), que precede al mundo perceptible (que “no es sino la sombra, un difuso reflejo de aquél). Como lo haría más adelante el obispo Berkeley, Platón combatió con furia a ateos y materialistas reclamando incluso, para ellos, la pena de muerte.

Anamnesis o reminiscencia:

Significa recuerdo; el alma no adquiere conocimiento del exterior sino que recuerda en su interior lo que una vez adquirió para olvidarlo después (Coincide con Pitágoras en la metempsicosis).

Eros-amor:

El amor como una fuerza natural no limitada a la atracción sexual sino también con la amistad y la política; erótico es todo lo que une, lo que armoniza los contrastes.

Alma:

El principio que da la vida y está presente en todos los seres vivos (no sólo en el hombre) de los que se separa sólo con la muerte, alma racional se encuentra en el cerebro, la pasional en el corazón y la deseosa en el vientre.

Idea Platónica:

La idea existe antes de ser pensada por una mente.

“Platón, discípulo de Sócrates, es uno de los representantes más grandes del idealismo de la antigua Grecia. Su filosofía ejerció gran influencia sobre la religión cristiana.”

“Platón relacionó estrechamente su filosofía con la política, como se observa en el hecho de que, según él, al frente del Estado ideal que él se imaginaba deberían estar los filósofos. En el régimen social ideal que pintaba Platón, se conserva la división de clases. A su juicio, esta sociedad debe componerse de tres capas sociales:

a) la capa de los filósofos que gobiernan el Estado;

b) la de los guerreros o guardias que defienden el Estado de ataques exteriores y de levantamientos del pueblo, y

c) el resto del pueblo que se dedica a trabajos físicos: artesanos y campesinos.

Fuera de esas tres capas están los esclavos (que bien pueden considerarse como la parte más baja de la tercera capa, la de los trabajos físicos).

Cada una de las tres capas posee una virtud especial: los gobernantes: sabiduría, los guerreros: valentía; el pueblo plena obediencia a los gobernantes y disposición para trabajar para las primeras dos capas.

El Estado ideal de Platón representaba un original “comunismo” para los esclavistas: las dos primeras capas, según Platón, carecen de propiedad privada. Entre ellas sólo existe la propiedad común del Estado.

Marx escribía que el Estado utópico de Platón representaba la idealización del régimen de las castas egipcio, el régimen de la aristocracia de origen esclavista, cuya base económica, era la propiedad privada común de los activos ciudadanos del Estado, “obligados ante la vista de los esclavos a conservar esa forma de asociación naturalmente surgida” SHEGLOV.

Lenin señala la lucha de los partidos filosóficos en el mundo antiguo que se entablaba entre la línea materialista de Demócrito y la idealista de Platón. También señaló que en Platón se encuentran elementos de la dialéctica, en especial cuando reconoce el carácter contradictorio de las cosas.

Hasta fines del siglo V a.n.e. la filosofía materialista predominaba en la filosofía griega mientras las tendencias idealistas existían como teorías aisladas, sin haberse plasmado en un sistema conciente. Fue Platón quien elaboró por primera vez, un plan contra el materialismo, desarrollando la concepción idealista del mundo para ello. Platón se convierte así en el “padre del idealismo”.

Proviene de una familia poderosa, aristocrática y se convierte en un gran atleta, participando en varias competencias. Comenzó en la escuela de Sócrates su interés por la filosofía, e incursionó por las teorías de Pitágoras, Heráclito y los eleatas.

Además de ser un magnífico atleta y un gran pensador, fue un científico, matemático y un maestro de la elocuencia. “Sus obras son consideradas un modelo de belleza en la exposición”.

Consideraba que la democracia es la “encarnación del libertinaje y la arbitrariedad”, que allí se permiten y desarrollan teorías “deshonestas” que corrompen la vida social y el funcionamiento del Estado. Que sólo en la democracia pueden surgir los sofistas, Demócrito y esa teoría falsa donde toma al “hombre como medida de todas las cosas”.

No se detiene en la crítica feroz. Crea un sistema filosófico idealista bien estructurado, un sistema que abarca gran diversidad de aspectos (el ser, el mundo, el alma, el origen, el conocimiento, la sociedad, el arte, la división del trabajo…) Operando sobre los puntos débiles de sus rivales, los sometió a crítica sin tolerancia pero sólida en su estructura.

Para él todos los males se encontraban en el materialismo y en el individualismo. Afirmaba (intencionalmente) que el materialismo no reconoce lo “espiritual”, lo “impalpable”, lo “imperceptible” (recordemos que en la teoría de Demócrito el átomo era impalpable e imperceptible y que, un determinado tipo de átomos constituían el espíritu, el alma).

Remarca que para los materialistas no existe más que “aquello que se puede sostener fuertemente en las manos”, que solo creen en la existencia real de lo material, “de lo que puede tomar, o empujar con el pie.

Consideraba a la teoría atomista como individualista, que reduce todo a la existencia de lo corpóreo, que es el átomo, que es su propio “yo”. Que ese individualismo conduce al egoísmo, a la arbitrariedad, a crear todos los males y discordias en la vida personal, social y en el Estado. Y que todo lo malo sólo es posible en un régimen democrático, que permite a cada uno hacer y decir lo que quiera, generando discordias y querellas ciudadanas.

Para Platón existen dos mundos: el de las cosas materiales y el mundo de las “imágenes” o “ideas”. Un mundo material “variable”, donde todas las cosas, surgen y perecen, cosas que se mueven y cambian, cosas que son relativas y transitorias. Deduce que, por esas características, el mundo material carece de una “realidad verdadera”. Agrega que aún los objetos “bonitos” son, en cierta medida, deformes. Que en el mundo no existen cosas absolutamente bellas. Eso también lo aplica a las cualidades terrenas: el bien, el mal, la justicia, la injusticia, etc. Todo lo sensible no es verdaderamente real, lo es a medias. El mundo “transitorio” de las cosas “reales” no es más “que la sombra del ser verdaderamente real.

¿Cuál es ese “ser real”? Platón lo define como: “el auténtico ser real es el mundo de las “ideas” o “imágenes” que no caducan, son invariables y no dependen de condiciones de lugar y tiempo. Sólo es real lo que perdura eternamente”. De esa manera, la “idea” es real y la materia no lo es.

La existencia de “dos mundos”, el de las cosas sensibles y el de las “ideas” llega a que Platón considerar que “el conocimiento es recuerdo”. Y afirma que el alma, antes de revestirse de una forma corporal en la tierra, habitó el cielo. Es allí donde el alma observa lo real verdadero. Complementa esa afirmación asegurando que, cuando el alma se une al cuerpo, olvida todo, que sólo conserva un “recuerdo”  de lo contemplado anteriormente. Son entonces las percepciones de las cosas materiales el nexo que le permiten al alma recordar las ideas y los conocimientos olvidados por ella. Ese alma, cuando más tiempo estuvo libre en el cielo, le otorga más sabiduría al hombre en el cual se corporiza.

De ello deduce que, el conocimiento de los objetos sensibles no es un conocimiento auténtico, sino, simplemente, una “opinión”. El conocimiento auténtico sólo es posible encontrarlo en el mundo de las ideas; sólo es posible si se renuncia a los datos de los sentidos: no ver, no oír. El saber es infalible, la opinión es equivocada.

La existencia del hombre es imperfecta y es corrupta pues vive en el mundo de las cosas materiales. Su cuerpo es perecedero y empuja al individuo a lo material y sensible, lo atrapa y lo encierra, y le hace considerar a las cosas materiales (“sombras y espejismos”) como cosas verdaderamente reales.

La verdad auténtica se encuentra en el mundo de las ideas, en la existencia incorpórea, que es el alma. Pero ésta es un alma encerrada que pugna por salir de ese encierro, de escaparse de esa prisión, de obtener su libertad para pasar a la eternidad, a la vida infinita, a la existencia perpetua. Para ello es necesario que el cuerpo muera. El alma es independiente del cuerpo, pero éste la retiene y sólo la muerte del cuerpo libera al alma.

Enemigo de la democracia, consideraba que la vida social debía ser conducida por un soberano filósofo, el único capaz de “crear el Estado ideal en el que no cree el mundo”. Ubicaba a tal persona en Dionisio, tirano de Siracusa (Sicilia), quién termina no cubriendo sus esperanzas.

Ese “Estado ideal” es un gran aporte de Platón, aún con esas características elitistas. Expresaba que el Estado y las leyes eran fundamentales y constituían la base de la vida social y admitía que en él se desarrollan las luchas por el poder entre la aristocracia y la democracia perversa, además de las disputas entre pobres y ricos, a los que definía como dos categorías. De allí la clasificación en las tres clases (o castas) sociales que señalamos anteriormente.

En ese “Estado ideal” encierra los principios fundamentales de su doctrina filosófica idealista, donde es la “idea” el bien supremo. Ese “bien supremo” sólo se encuentra al alcance de los sabios, solamente ellos alcanzan a comprender y saber qué es lo que necesita la gente y el Estado. Solamente los sabios pueden encargarse de ese “Estado ideal”, gobernarlo y con ello hacer desaparecer las discordias, las imperfecciones humanas y la “influencia insensata de las muchedumbres”. Para ello es necesario la total vigencia del régimen esclavista, pues ese “Estado ideal” se monta en la división del trabajo entre ciudadanos libres y esclavos, donde cada casta cumpla y acepte pasivamente, sus funciones correspondientes.

Independientemente de ese concepto elitista y clasista del Estado ideal, en un enorme mérito que le prestara a esa institución Estado un importante papel en el desarrollo social. Al aplicar su punto de vista, ese Estado no aplacaba sino agudizaba los conflictos sociales, y ese no escapó de su observación. El mismo afirmaba que las diferencias sociales (no incluía a los esclavos) son causas de las discrepancias que no deberían existir y por ello propone una especie de “socialización” de la misma eliminado la propiedad privada entre ellas.

La influencia de las ideas de Platón fueron enormes y aún hoy la filosofía idealista, con los “ajustes” que produce el paso del tiempo y el desarrollo del conocimiento, continúa siendo idéntica a la elaborada por este gran filósofo. 

Obras:

Son 9 tetralogías que reúnen los diálogos:

1: Eutifrón, Apología de Sócrates, Critón, Fedón;
2: Cratilo, Teeteto, El sofista, El Político;
3: Parménides, Filebo, El banquete; Fedro;
4: Alcibíades I y II, Hiparco, Amantes;
5: Teagetes, Cármides, Laque, Lisis;
6: Eutidemo, Protágoras, Gorgias, Menón;
7: Hipias menor, Hipias mayor; Ión, Menéxeno;
8: Clitofonte, La República, Timeo, Critias y
9: Menón, Las Leyes, Epinomis, Cartas.



Oscar Natalichio
Centro de Estudios Económicos y Sociales (CIEYS)
1º de Mayo. Día del trabajador.
oscarnatalich@fibertel.com.ar

Próximo capítulo:

16. Las tres etapas: De Tales a Lenin: ARISTÓTELES. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario