NOSOTROS O ELLOS Nº 87
DÓLAR VERSUS PESOS EN LA
DÉCADA K
A veces, desgraciadamente con mucha frecuencia, importantes economistas
de izquierda o algunos que se muestran como tales pero no lo son, coinciden (aunque
no en la forma de argumentarlas) con las opiniones de la derecha dominante. De
allí que sea importante retomar los conceptos de Marx: son las acciones de los
hombres las que se deben juzgar y no sus palabras.
Un ejemplo: Julio Gambina, importante intelectual de izquierda, de
reconocida capacidad y sobre el que siempre tenemos gran estima, escribe un
interesante artículo publicado por Argenpress, artículo que recomendamos leer, sobre
el dólar y la “devaluación” última que se produjo en nuestro país: comienza
así:
“Hace un año el dólar se cotizaba a menos de 5 pesos. Hoy con la
devaluación se necesitan $ 8 por dólar, convalidando así un incremento del 60%
en el precio de la divisa”
Observamos en este primer párrafo dos aspectos:
1) que es cierto lo que informa que, además, por otra parte no es noticia
que no se sepa, aunque nunca está de más remarcarlo y
2) que es una descripción errada de la realidad, pese a lo cierto de la
misma. ¿Por qué? Porque se tendría que haber comparado con un período más
extenso, en nuestro caso, ya que está en discusión eso “de la década ganada”,
se debería comparar con el dólar del 2003 y no del 2012.
Es cierto que compararlo con el 2012 produce un “efecto” de mayor tragedia y es insólito que Julio
recurra a tal metodología, pues él conoce lo que escribe y no debe haber sido esa
su intensión.
No obstante, ese efecto inicial puede sirve para fortalecer el
desarrollo de la nota y, por lo tanto, puede ser interpretado como un objetivo.
Es decir: es complejo, pues ese primer párrafo puede (y lo es) ser expresado
tanto por el Grupo Clarín y sus secuaces como por esa oposición antinacional
que opera desde su reducto de la derecha y en las filiales que ha logrado instalar
en ciertos “progresismos” y, esto no es novedad pues es histórico, en la
“izquierda” extrema.
Pero nuestro trabajo no se reduce simplemente a tratar de señalar
críticas por criticar, por tanto vamos a desarrollar la frase inicial de la
nota de Gambina de otra manera explicando por qué razón lo hacemos:
“Hace 10 AÑOS el dólar se cotizaba 3,35
pesos. Hoy con el último AJUSTE se necesitan $ 8 por dólar, convalidando
así un incremento del 139% en el precio de la divisa”
No se trata de un dato menor: los 10 años, la década, es el período que medimos y no el
período que nos conviene para causar algún efecto sobre el lector. Porque en el
fondo, lo que se está juzgando o
analizando es una gestión de gobierno que lleva 10 años y no uno.
Un 139% es más que un 60%, es
obvio, pero en 10 años es el 13,9% anual que no es tan obvio. ¿Y qué es ese
13,9% anual?
Realizaremos, utilizando la abstracción, comparaciones con precios
mayorista, precios al consumidor del Indec y de las usinas de las
corporaciones, precios de la construcción, salario y jubilación mínimas EN
IGUAL PERÍODO, es decir, en una década. Y allí veremos también que no se trata
de una devaluación sino de un “ajuste”, aceptando, desde ya, que esa forma de
denominación no altera el producto (el dólar va a continuar en $ 8) pero si altera
la mente.
Vamos a suponer que cinco amigos deciden invertir, el 27 de enero de 2003, cada uno de ellos
pesos 100 en una institución financiera. Cuatro acordaron dejarlos en esa
institución con un índice de actualización que no contempla pago de intereses
sino ajustes de valores acuerdo a esos índices, comprometiéndose a mantener esa
inversión fija durante diez años, renovable cada año.
Jorge elige el índice de precios al por mayor publicado por el Indec.
Guillermo el índice de la construcción publicado por el Indec
Juan Carlos, el más confiado, el del consumidor publicado por el Indec
Luis, el más desconfiado, un índice del consumidor que surja de un
promedio de estudios económicos privados, de esas autodenominadas “consultoras”
Alba, más práctica y decidida a no esperar 10 años, decide simplemente
comprar con los 100 pesos 29.85 dólares a la financiera, importe que surge de
la cotización del día (27 de enero 2003) que fue de 3,35 pesos por dólar.
¿Qué pasó al cabo de 10 años de
esa década ganada para muchos y perdida también para muchos?
A cada uno le sucedió algo distinto pero a cuatro de ellos algo igual.
Comenzaremos con lo distinto de cada uno:
Aclaramos que los datos utilizados son estrictamente los obtenidos de
las fuentes mencionadas. Los índices del Indec, la cotización del dólar
vendedor Banco Nación y el promedio de los datos de las “consultoras” para el
índice al consumidor es redondeado al doble de la provista por el Indec.
Actor: Jorge
(índice de precios al por mayor del Indec) elabora la siguiente planilla:
Período: 2003
2004 2005 2006
2007 2008 2009
2010 2011 2012
2013 Enero
Porcentaje 2.0
7.9 10.6 7.1
14.6 9.2 10.3
14.6 12.5 13.1
15.1 2.0
Los 100 $ 102.0 110.1
121.7 130.4 149.4
163.1 179.9 206.2
232.0 262.4 302.0
308.1
Jorge ha
obtenido $ 308,1 y ahora, con ellos compra dólares a $ 8.- ¿Cuántos? 38,51 dólares
Actor: Guillermo (índice de precios de la
construcción) elabora su propia planilla:
Período:
2003 2004 2005
2006 2007 2008
2009 2010 2011
2012 2013 Enero
Porcentaje
9.9 11.8 21.0
17.9 21.3 14.9
11.6 21.5 17.3
24.6 21.0 2.0
Los 100 $
109.9 122.9 148.7
175.3 212.3 244.3
272.6 331.3 388.6
484.1 585.8 597.5
Guillermo ha
obtenido $ 597,5 y ahora, con ellos compra dólares a $ 8.- ¿Cuántos? 74,69 dólares
Actor: Juan Carlos (índice de precios al
consumidor) elabora su propia planilla:
Período: 2003
2004 2005 2006
2007 2008 2009
2010 2011 2012
2013 Enero
Porcentaje
3.6 6.1 12.3 9.8
8.5 7.2 7.7
10.9
9.5 10.8
10.5 2.0
Los 100 $ 103,6 109,9
123,4 135,5 147,1
157,6 279,0 309,4
338,8 375,4 414,9
423,3
Juan Carlos ha
obtenido $ 432,3 y ahora, con ellos compra dólares a $ 8.- ¿Cuántos? 52,91 dólares
Actor: Luís (índice de precios al consumidor
de las “consultoras”) elabora su propia planilla:
Período:
2003 2004 2005
2006 2007 2008
2009 2010 2011
2012 2013 Enero
Porcentaje
7.0 12.0 24.0
19.0 17.0 14.0
16.0 22.0 19.0
21.0 21.0 4.0
Los 100 $ 107.0
119.8 148.6 176.8
206.9 235.9 273.6
333.8 397.2 480.6
581.6 604.8
Luis ha obtenido
$ 604,8 y ahora, con ellos compra dólares a $ 8.- ¿Cuántos? 75,60 dólares.
¿Qué pasa con Alba? Mantiene sus 29,85
dólares los que, si cambia a $ 8.- obtiene $ 238,80.
Construimos un cuadro resumen de este tramo: Actor
dólares pesos
Precios mayoristas
Indec Jorge 38.51 308.1
Precios
de la construcción Guillermo 74.69 597.5
Precios
al consumidor Juan
Carlos 52.91 432.3
Precios
consumidor “consultoras” Luís 75.60 604.8
Atesoradora Alba 29.85 238.8
Al menos en esta década
(2003-2013) queda muy claro que haber retenido dólares por 10 años, ha
resultado una pérdida de valor con relación a los ajustes producidos en los
precios mayoristas, al consumidor en sus dos vertientes y al de la construcción.
Alba, la que decidió atesorar en dólares, hoy posee un equivalente en
pesos menor que los que colocaron el mismo dinero en ajustes por los
mencionados índices.
¿Qué pasa con los ingresos mínimos existentes en el 2003 para jubilados
y “salario vital”?
Este ejercicio de abstracción nos permite saber que un jubilado podría
adquirir con $ 150 casi 45 dólares
Y que hoy, con 2.478 pesos puede adquirir 309.75 dólares (Si se los
venden o no es otra cuestión).
Este ejercicio de abstracción nos permite saber que un trabajador podía
adquirir con estos “vitales” 200 pesos casi 60 dólares. Y que hoy, con 3.600
pesos puede adquirir 450 dólares.
Entonces: ¿hubo devaluación en estos diez últimos años? Observar que el
dólar, al pasar de 3,35 enero de 2003
a 8 en enero de 2014 no es observar una “devaluación”
propiamente dicha sino una serie de ajustes tendientes a mantener ajustado al
dólar en correlación con los precios internos. ¿Es eso necesario? No creemos
que los sea, pero el gobierno es vulnerable a presiones de las corporaciones,
mucho menos vulnerable que otros gobiernos, pero las presiones son también más
fuertes y han prendido en una considerable parte de la población llevadas a esa
situación por una prensa cipaya que actúa con prepotencia y al margen de las
leyes de la propia burguesía.
Coincidimos con parte del contenido de lo expresado por Gambina y
totalmente en su párrafo final: Los límites de la heterodoxia, el
neo-liberalismo o neo-keynesianismo, según se asuma, en la Argentina, da cuenta
de los debates en la región y en el mundo, por superar la crisis del
capitalismo, la dependencia, pensando y construyendo un orden económico,
social, político y cultural de emancipación, sin explotación y armonioso con la
naturaleza”.
Oscar Natalichio
Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEYS)
28/01/2014 –
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