NOSOTROS O ELLOS PARTE 22
LOS 30 DIAS QUE AGREDERÁN CON MÁS FURIA A LA
ARGENTINA
Las “corporaciones” (el imperialismo) utilizarán todo su armamento para
atacar al gobierno durante estos 30 días que faltan para las elecciones. Como
es habitual, utilizarán la mentira como columna vertebral de los ataques y, a
partir de allí, las injurias y las calumnias serán multiplicadas hasta el
hartazgo.
Las corporaciones poseen los medios de comunicación masiva que, mediante
periodistas mercenarios, se van a encargar de la utilería con “elaboran” sus “convincentes” investigaciones
generadas, en su mayor proporción, en “usinas” o “laboratorios” enclavados (y
tarifados) dentro de sus oficinas.
De esa manera, Clarín, La Nación, Perfil, TN (Todo Mentiras), canal 13 y
toda la cadena de fabuladores cipayos, se empeñaran (y competirán entre sí)
para demostrar quién es más genuflexo de todos y, en esa competencia entre miserable
estarán los miserables habituales como Lanata, Nelson Castro, el consecuente
Grondona, Inmorales Solá, y tantos otros que han convertido la profesión de
periodista en un burdel de lujo.
Las corporaciones (el imperialismo), los medios que les pertenecen y los
“periodistas” serviles no están solos, ya que cuentan con dos pilares: los
cipayos, que a su vez se clasifican en concientes e inconcientes, y los
analfabetos funcionales que también se clasifican de igual manera.
El cipayo es un secuaz a sueldo, es conciente cuando el secuaz es
partidario, es decir, comparte las acciones del amo, piensa como él, está de
acuerdo con mentir e incluso con asesinar; y es inconsciente cuando lo es
porqué es obediente, lo puede ser por ignorante, pero generalmente lo es porque
“protege su trabajo”, el ingreso que le permite mantener a su familia y carece
de la valentía para hacer respetar los principios de su profesión y, de esa
manera, finaliza abandonando esos principios.
Sobre el analfabeto funcional ya hemos hablado y encuadra como conciente
cuando, aún que se le demuestra que lo están engañando, continúa insistiendo en
los que los medios le dicen que repitan, y es inconciente cuando toma lo de los
medios como idea suya y no hay nadie a su alrededor que le indique su
equivocación. En ambos casos, es el típico “Hombre Mediocre” que describía Jose
Ingenieros.
Las corporaciones (el imperialismo) poseen fuertes razones para tratar
de lograr impedir que este gobierno continúe. Entre ellas señalaremos que estas
acciones, concentradas para el 27/10, son tomadas como una fecha que indica la
apertura de un proceso más sólido para derrotarlo, para colocar en su lugar a
los cipayos que regresen (por convicción) a las relaciones carnales
(Macri-Massa) o a los que lo hagan por cobardía (Binner-Alfonsín). Cualquiera
de los dos le son útiles (aunque mejor es +sa)...
De esa manera el imperialismo obtendría, para gobernar, a los genuflexos
necesarios para romper UNASUR, CELAC, apoyar acciones contra Siria y evitar
discursos soberanos que lo ponen al desnudo. De esa manera el imperialismo
obtendría que esos genuflexos de dañadas rodillas, aplicaran las recetas del
FMI, “limpiando las cuentas”, “reduciendo el gasto público”, desarrollando las
“inversiones” privadas sin contacto con el Estado, pagando a los fondos
buitres, eliminando los subsidios y la AUH, congelando los reajustes jubilatorios,
regresando a las AFJP, desmantelando la ciencia y la investigación y tomando
nuevamente empréstitos para indemnizar a Repsol y a los que entraron en el
canje.
El analfabeto funcional no se da cuenta que, al apoyar a los
“conservadores” o a los “progresistas”, ambos de la “oposición” se coloca, él
mismo, en una situación de vulnerabilidad enorme. Que si ha logrado mejorar en
esta última década, esa mejora la perderá en apenas unos días.
El analfabeto funcional desconoce que si hoy paga por energía (luz) 600
pesos pasaría a pagar 1.400; desconoce que si hoy paga por gas 200 pesos
pasaría a pagar 420, desconoce que si hoy paga por agua 100 pesos pasaría a
pagar 300. Tampoco recuerda que la jubilación mínima, a valores de hoy, si se
mantuviesen las AFJP sería de 588 pesos. Desconoce que el combustible para su
auto adquirido en esta década pasaría a ser de 20 pesos el litro, que la
liberación de precios lo llevaría a necesitar un 80% más de dinero sólo para
mantener el consumo actual.
Desconoce que llevar el dólar oficial a 10 pesos le encarece todos los
insumes importados, en particular los que se necesitan para reacondicionar las
industrias, desconoce que la desocupación se incrementará al 20 o 25% y que él
va a integrar ese sector con enorme probabilidad. Desconoce, si es comerciante,
que sin AUH, sin reajustes jubilatorios, sin gastos sociales y con gran
desocupación le debería a vender a los marcianos si quiere mantener su negocio.
Desconoce que apoyar a esos políticos, va a lograr que su vida sea un infierno
y le va a restar futuro a sus hijos y nietos.
Desconoce que en cuanto la miseria y la marginación se incrementen la
inseguridad de la que tanto se queja se incrementará considerablemente y de 5
crímenes cada 100 mil habitantes que existen hoy se pasará, como en Colombia, a
60 cada 100 mil habitantes. Desconoce que habrá más protesta (y posiblemente se
sume a alguna de ellas) y que habrá más represión. Desconoce que los logros
alcanzados en materia de derechos humanos se perderán, y si el analfabeto es
homosexual no podrá sentirse orgulloso como hoy.
En síntesis, desconoce la realidad, y por ser analfabeto funcional se ha
convertido en un monstruito que con sus acciones irracionales puede lograr
suicidarse, pero lo peor, es que puede lograr que “nosotros” los que conocemos
bien a los “ellos”, paguemos gratuitamente la actitud inconciente del
inconciente funcional.
Hay algo que el funcional debería saber: si con su actitud esta década
se revierte y volvemos al infierno, los no funcionales, es decir, “nosotros”
estamos mucho mejor preparados para soportar los cambios nefastos mientras él
sólo puede, a lo suma, reconocer lo estúpido que fue y llorar arrepentido.
Pero lo que quería señalar en esta nota es qué tipo de acciones van a
recrudecer para crear inquietud entre la
población y generar el “malestar” necesario para que, mediante ese malestar, se
impute al gobierno como el culpable de los resultados de esas acciones llevadas
adelante por los grupos concentrados (el imperialismo):
- Faltante en
los mercados de algunos alimentos básicos
- Generar serias
dificultades para transportarse.
- Incremento de
páginas en los diarios dedicadas a acciones delictivas
- Incrementar
los precios de productos esenciales para el consumo diario
- Hacer centro
en una “inflación descontrolada”
- Publicar que
el dólar paralelo cruzó la barrera de los 10 pesos
- Destacar
ejemplos de corrupción individuales como generalizados
- Insistir en
el “déficit fiscal” como puente para reducir gastos sociales
- Lanatear, es
decir, crear situaciones inventadas como reales
- Entrevistar
al “pueblo” siempre que hable mal del gobierno
- Informar que
la Argentina está aislada del mundo
- Remarcar que
nuestra presidenta está loca o enferma o con algún virus
- Concentrar en
Massa y en Macri los artículos destacados y adulatorios.
- Decir que la
brecha a favor de Massa es cada vez mayor
Hasta los piratas reconocen la realidad que muchos funcionales niegan.
Una miniserie inglesa, de 4 episodios, sobre la que comentara Mario
Wainfeld el domingo 22 de septiembre en
Página 12, se refiere a un personaje (Dawkins) que es el viceprimer ministro de
un gobierno que está por finalizar y no le va bien en las encuestas para
continuar. Se produce, encima, una catástrofe ecológica que causa muchas
muertes en un pueblo donde funciona una petrolera norteamericana (PetroFex),
culpable de la misma. El
primer ministro decide actuar pero un “accidente” aéreo lo lleva a otro mundo.
Asume pues el vice, que no es muy apreciado por sus compañeros. Y el
ahora nuevo primer ministro se dirige a la población con un discurso lleno de
franqueza y autocrítico. Ello le lleva a
ganar gran popularidad y colocarse en las encuestas como favorito. Y gana las
elecciones. Ya en la primera reunión de gabinete, sus compañeros de partido le
advierten “Está muy bien criticar a las corporaciones en campaña, pero cuando
se gobierna hay que hacerlo con los amigos”.
Dawkins responde que no dejará sus convicciones en la puerta de su nueva
residencia; que se debe a los votantes y no a las corporaciones. Y se opone a
los “consejos” de su clase política; exige a la multinacional que repare los
daños, que indemnice a los familiares de las víctimas y que se hagan cargo del
desastre que cometieron.
PetroFex le advierte que el mundo no es como él lo ve. Rompe las
tratativas y se traslada a Polonia. Dawkins contraataca y ordena a un banco
inglés que congele los fondos de la petrolera, pero en su propio equipo lo
traicionan, el banco desacata la orden y gira la plata al exterior y se jacta en
decirle al primer ministro que “la política es parroquial y la economía
global”. El ministro le responde que lo que está manejando es dinero del pueblo
británico y el banco replica “que el valor de las libras depende de los manejos
del banco”… A esta altura Mario Wainfeld se pregunta si algo de esto que relato
le suena parecido al lector…
La historia continúa con estos pasajes en la miniserie. Una
mañana los londinenses se levantan y se encuentran con un caos en el
subterráneo y se enfurecen culpando al gobierno de inoperancia. No saben que
las tarjetas magnéticas (las SUBE de los ingleses) son manejadas por el Banco
quien las hace funcionar mal durante las horas picos. El primer ministro se
enfurece, habla por cadena y denuncia la maniobra, rompe con el FMI y recuerda
la quiebra de Lehman Brothers…
La serie, que se emite los miércoles por el canal Film Arts, habla de
ficción, pero en esa ficción se muestra que “la cancerígena lógica de los mercados y las
corporaciones no son un complemento de
la democracia, sino un riesgo para ella”.
Las corporaciones y sus mercenarios pueden hacer muchas maldades, la
hacen y la harán con mayor virulencia durante estos 30 días. Nuestro país,
nuestro pueblo, nuestro futuro no es una ficción. Defendamos la década ganada y
evitemos con todos nuestros medios que la “lógica cancerígena” nos afecte a
todos.
Oscar Natalichio
Director
Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEYS)
28/09/2013.
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