"Si creéis que ahorcándonos
podéis acabar con el movimiento obrero ...
¡entonces ahórcadnos! Aquí pisoteáis una chispa, pero allí y allá,
detrás de vosotros, frente a vosotros, y por todas partes, las
llamas surgirán. Es un fuego subterráneo. No lo podréis apagar".
Albert
Spies (ejecutado en Chicago el 11 de noviembre de
1887).
Miguel Schawb dijo al escuchar su
condena que reconocía a aquel tribunal ninguna autoridad y que su lucha y la de
sus compañeros era de una justicia tan evidente que no había nada que demostrar
y que ellos luchaban por las 8 horas de trabajo pero que: “Cuatro horas de
trabajo por día serían suficientes para producir todo lo necesario para una
vida confortable, con arreglo a las estadísticas. Sobraría, pues, tiempo para
dedicarse a las ciencias y el arte". Porque, claro, las ciencias y el arte
deben ser para todos.
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