NOSOTROS O ELLOS Nº 619 GRANDES
PERSONAJES DE NUESTRA AMÉRICA 6
6. La guerra de Francia contra
los mulatos. La derrota de los ingleses. Toussaint al poder.
En julio de 1794 los jacobinos
fueron derrocados por un golpe de estado y sus líderes ejecutados, entre ellos
Robespierre. La contrarrevolución había triunfado, un nuevo Directorio
gobernaba y la burguesía francesa gana posiciones, lo que le permitía, a los
antiguos propietarios de esclavos, volver a reinstaurar la esclavitud. En
especial lo impulsaban los integrantes de la burguesía marítima junto a los
colonos blancos.
Sonthonax fue requerido por el
nuevo Directorio y regresa a la colonia, con las instrucciones de “pacificarla”
en mayo de 1796 junto a una comisión de administradores y mil doscientos
soldados muy bien armados y entrenados. La preocupación de los
contrarrevolucionarios se centraba en la rebelión de los mulatos
independentistas y también por el prestigio y poder que había adquirido
Toussaint, quien se convirtió en un líder revolucionario “nacional” y como
exponente de su clase social.
A los mulatos no los
necesitaban, pero a Toussaint y a su ejército de negros sí, en especial para
derrotar la insurrección mulata y para sacar de la isla a los ingleses. Por
ello el Directorio lo refrendó como General de División y a sus segundos como
Generales de Brigadas.
En el sur de la Isla, el
ejército del mulato Rigaud, ahora con más de seis mil hombres, fiel a la
República francesa, arrinconaba a los ingleses. Las plantaciones del sur
pasaban a poder de los mulatos que incorporaban al trabajo a miles de obreros
negros confinados a trabajar la tierra en condiciones no muy distintas a la que
tenían en el régimen esclavista. Las cárceles del sur estaban pobladas de
blancos y de ex esclavos negros.
En el occidente (Haití) no se
pensaba en sustituir el sistema de haciendas, sino que los esclavos pasen a ser
ex esclavos y desde allí a ser contratados como mano de obra supervisada por la
gendarmería.
Sonthonax recibió órdenes de la
metrópolis de tomar el control del ejército de Rigaud; de esa medida no estaba
de acuerdo Toussaint. Las presiones sobre Rigaud solo producen divisiones y
enfrentamientos: los soldados de Francia y la guardia nacional se mantuvieron
fieles a Sonthonax, pero no lograron dominar la situación. Casi
todos los mulatos y algunos negros del sur se sumaron al ejército de Rigaud
matando a centenares de blancos. Hubo intentos de conciliación, que fracasaron,
entre el gobierno de la colonia y los mulatos del sur. Pero Rigaud, a comienzos
del año 1797, mantiene contactos con Toussaint con el interés de sumar a los ex
esclavos.
Como habíamos mencionado, las
noticias sobre lo que ocurría en Europa llegaban a las colonias dos o tres
meses después. Mientras el comisionado se había fijado la tarea de reconstruir
la economía de la colonia francesa, Francia trataba de llegar a un acuerdo con
los ingleses y entablaba negociaciones.
Al margen de esas negociaciones,
el comisionado Sonthonax trataba de asegurarse el apoyo de los negros y emite
una resolución donde se consideraría traidor y se los castigaría a todo aquel que
emitiera rumores sobre el regreso de la esclavitud. También
continúa con las medidas que fueron implementadas por Toussaint que incluía la
obligación de trabajar pero sin ningún tipo de coacción física, prohibiendo
cualquier forma de castigo al negro en las plantaciones.
La “vuelta al trabajo” de los ex
esclavos fue también incentivada con un sistema de pago en especies: la de
otorgar un 25% de la producción a los que se convirtieran en campesinos. Medida
esta que fue apoyada por Toussaint quien estimuló a sus generales para utilizar
este sistema en las diferentes haciendas. El general Dessalines acumuló más de
treinta plantaciones bajo su administración.
Con el incremento de la actividad
productiva y comercial, se inició la reconstrucción de la ciudad de Le Cap y a
poner en funcionamiento las haciendas. Pero la guerra no se detendría.
En Francia sucedía lo que era de
esperar, una vez que la contrarrevolución triunfara: el Directorio liberaba a
los contrarrevolucionarios monárquicos e incluso les prometían la devolución de
sus “derechos” en las colonias a los grandes blancos que se habían exiliados en
la metrópolis y a la burguesía marítima. Y como muestra de que ello sería
cumplido, culparon al comisionado Sonthonax y al general Laveaux de fomentar la
rebelión de los negros en la isla.
Es precisamente el comisario
Sonthonax el que, fiel a sus principios, estuvo de acuerdo con legalizar el
poder de Toussaint a cargo del gobierno de la isla. El 2 de mayo, en
una gran ceremonia fue nombrado Comandante en Jefe y Gobernador de
Saint-Domingue por el comisionado francés en una masiva ceremonia. Por esa
razón y otras, el comisionado Sonthonax es destituido por el Directorio.
El Directorio, al mismo tiempo,
se apuraba a firmar la paz con Inglaterra y, de esa manera, disponer de tropas
para enviarlas y poner “orden en la colonia”. Partían de la base que sólo un
orden militar estricto podría cumplir con la función de pacificar
Saint-Domingue.
Toussaint fue consciente de que
esas medidas eran parte de otras que incluirían el retorno de la esclavitud y
envía una carta al Directorio donde manifestaba con rigor su pensamiento, donde
juraba que prefería: “enterrarse entre
las ruinas de un país en el que vuelve alentar la libertad antes que sufrir el
retorno a la esclavitud”.
El texto completo de dicha
carta, tomado del libro de James: “Los
jacobinos negros, Toussaint Louverture y la Revolución de Haití (Fondo de
Cultura Económica, México, C. James) es el siguiente:
“El impolítico e incendiario discurso de Vaublanc no ha afectado apenas
a los negros en comparación con la seguridad que albergan respecto de los
planes que están tramando los propietarios de Saint-Domingue: las declaraciones
insidiosas no deberían surgir efecto alguno sobre los sabios legisladores que
han decretado la libertad para las naciones. Pero los ataques a esa libertad
que proponen los colonos son tanto más temibles cuanto de sus detestables
planes buscan de imponer alguno de esos planes mediante promesas ilusorias y
falaces, para que vuelvan a repetirse en esta colonia pasadas escenas de
horror. Pérfidos emisarios se han introducido ya entre nosotros para hacer
fermentar el caldo destructivo preparado por los liberticidas. Mi adhesión a
Francia y mi conocimiento de los negros hacen que sea deber mío informarlos
tanto de los crímenes que están preparando como del juramento que renovamos:
enterramos bajo las ruinas de un país en el que vuelve a alentar la libertad
antes de sufrir el retorno de la esclavitud.
Les corresponde, ciudadanos del Directorio, despejar de nuestro
espíritus la tormenta que los enemigos eternos de nuestra libertad incuban al
amparo del silencio. Le corresponde imponer un tono ilustrado a esta
legislatura, impedir que los enemigos del sistema actual se propaguen sobre
nuestras desventuradas costas para mancillarlas con nuevos crímenes. No
permitan que nuestros hermanos, nuestros amigos, sean sacrificados a hombres
que desean reinar sobre las ruinas de la especie humana. Pero no, sus
conocimientos los salvará de las peligrosas serpientes que nuestro común
enemigo os reserva…
Adjunto a esta carta encontrará una declaración que los pondrá al
corriente de la unidad existente entre los propietarios de Saint-Domingue
residentes en Francia, en los Estados Unidos, o sirviendo bajo bandera
británica. Verán en ella la determinación, inequívoca y metodológicamente
elaborada, de reestablecer la esclavitud; verán que su determinación los ha
llevado a cubrirse con el manto de la libertad con el único propósito de
asestarles golpes más mortales. Verán que se aprovechan del miedo que me
provoca lo que les puede ocurrirles a los niños para arrastrarme hacia pérfidos
puntos de vista. No es sorprendente que estos hombres que sacrifican su país en
un padre que es mejor que ellos, puesto que yo baso incuestionablemente la
felicidad de mis hijos en mi país, que ellos y solo ellos desean destruir.
Nunca dudaré entre mi felicidad personal y la seguridad de
Saint-Domingue, pero no tengo nada que temer. A la solicitud del gobierno
francés he confiado a mis hijos… temblaría horrorizado si fuese a manos de los
colonos donde los hubiese enviado como rehenes; pero aunque así fuese, deben
saber que al castigarlos por la fidelidad de su padre sólo añadirían un grado
más de su barbarie, sin esperanza alguna de hacerme vacilar en mi deber… ¡Qué
ciegos son! No pueden ver hasta que punto su conducta odiosa puede llegar a
convertirse en señal de nuevos desastres e irreparables desgracias, ni que están
lejos de volver a obtener lo que a su juicio perdieron cuando se declaró la
libertad para todos, ni que se exponen a su ruina total y exponen la colonia a
su inevitable destrucción. ¿Creen que los hombres que han conocido la bendición
de la libertad se quedarán de brazos cruzados viendo cómo se la arrebatan? Solo
soportaron sus cadenas mientras no conocieron mejor condición que la esclavitud. Pero
hoy que la han abandonado, si tuviesen mil vidas las sacrificarían todas antes
de verse sometido de nuevo a la esclavitud. Pero , no, la misma mano que ha roto
nuestras cadenas no volverá a esclavizarnos. Francia no revocará nuestros
principios, no nos retirará el mayor de sus beneficios. Nos protegerá contra
todos nuestros enemigos; no permitirá que se pervierta su sublime moralidad,
que se destruyan aquellos principios que más la honran, que se degrade sus más
altos logros y que se revoque su Decreto del 16 de pluvioso que honra a toda la humanidad. Pero
sí, para reestablecer la esclavitud en Saint-Domingue, se pretendiese llevar
esto a cabo, entonces declaro que sería aspirar a lo imposible: hemos sabido
cómo enfrentarnos al peligro para obtener la libertad; sabremos afrontar la
muerte para defenderla” Toussaint Louverture
Cuando regresan obligatoriamente a la
metrópolis los depuestos Sonthonax y Laveaux, en la colonia el gobierno de
Toussaint se fija como objetivo expulsar a los ejércitos inglesas de la isla,
los que ya habían perdido más de 80 mil hombres y le había costado a las arcas
británicas más de un millón 300 mil libras sin obtener el resultado esperado:
apoderarse de toda la isla.
Toussaint comandaba un ejército
disciplinado, el ejército popular negro y obtuvo la colaboración de los
ejércitos del sur que comandaba el mulato Rigaud. Se desarrollaron siete
grandes batallas donde en todas sale victorioso Toussaint. Los ingleses se
vieron obligados a abandonar la provincia occidental (Haití) y el 31 de agosto
de 1798 solicitaron una tregua. Comenta James en el libro citado:
“De esta forma, campesinos negros recién salidos de la esclavitud y
mulatos leales al mando de sus propios oficiales infligieron a los ingleses la
derrota más severa sufrida por una expedición militar británica desde los
tiempos de la reina
Isabel hasta la Primera Guerra
Mundial ” James:
2001, página 143.
Mientras esto sucedía, arribaba
a la parte española de la isla (Santo
Domingo) el nuevo comisario enviado por el directorio: el general Hédouville,
cuya función era contener a Toussaint hasta que arribaran tropas desde Francia.
En tanto, el ejército negro
entra triunfal a Port-Republicain (Puerto Príncipe) y es recibido por una
multitud compuesta de trabajadores negros y mulatos y hasta de algunos blancos.
Y Toussaint da a conocer, en un discurso, su proyecto económico a la vez que
advierte a Hédouville:
“La libertad sin trabas de que gozará el trabajador, la recompensa que
la ley concede a su trabajo, lo mantendrá ligado a la tierra que cultiva. La
era del fanatismo ha terminado. El reinado de la ley ha sucedido al de la anarquía… Con la sabiduría que da la
experiencia, el Directorio ha enviado a esta tierra a un único agente, elegidos
entre los ciudadanos más dignos de confianza. La gloria que ha adquirido con
justicia en Europa, las virtudes que lo caracterizan, son garantía de nuestra
felicidad. Ayudémoslo en su importante misión con una obediencia absoluta, y
mientras siembra las semillas de felicidad que tiene en mente, yo velaré por
vuestra seguridad, vuestra tranquilidad y vuestra felicidad, mientras vosotros
respetáis los solemnes votos de permanecer fieles a Francia, observar su
Constitución y respetar sus leyes…” James: 2001 páginas 196/ 97.
Los ingleses habían perdido esa
guerra pero no querían perder los negocios. Retiraron sus diezmados ejércitos
pero firmaron un acuerdo “secreto” con Toussaint donde confirmaban el retiro de
las tropas y obtenías ciertas concesiones comerciales. Incluso, el negociador
británico le propone a Toussaint que declare la independencia bajo protección
de la corona británica a lo que el gobernador rechazó.
Mientras, Hédouville llevaba
adelante el plan que el Directorio le había encomendado y, en cada posibilidad,
desautorizaba e ignoraba a Toussaint, en una actitud de constante provocación
pero subestimando la capacidad del líder negro, quien era muy consciente que
los franceses no podrías gobernar la isla sin su consenso como líder popular y
sin las masas que lo acompañan.
Y elabora un plan muy astuto: 1.
licencia gran parte de sus tropas; 2. presenta al comisario su renuncia como
comandante en jefe; 3. acepta la subordinación al agente francés Hédouville y
4. Manifiesta su intensión de retirarse.
Hédouville se encontraba
eufórico y comienza a negociar con el Directorio la sustitución de Toussaint y
otros dos generales negros por tres generales blancos. Y avanza sobre los
aspectos de la economía, donde intenta poner en vigencia un sistema donde los
propietarios de las plantaciones podían tener el derecho de retener en sus
haciendas a los trabajadores (“libres”) durante seis a nueve años en calidad de
aprendices. También avanza sobre las intensiones de desarmar a las masas,
disolviendo las tropas negras y confiando las vigilancias costeras a las tropas
blancas. Sin armas los ex esclavos quedaban totalmente a merced de los
plantadores.
No tuvo en cuenta el miserable
Hédouville que su poder era muy limitado, que era incapaz de controlar los
conflictos nuevos que surgían e incapaz de observar que el pueblo no estaba
dispuesto a dejarse oprimir nuevamente. Y agudiza más la tensión al enviar a la Guardia Nacional ,
junto con un destacamento europeo, a atacar al Comandante negro Moisés, sobrino
de Toussaint, matando a varios oficiales negros y persiguiendo a su comandante,
quien logra escapar y alza y recluta a
los trabajadores de la zona norte.
Toussaint reaparece con toda su
autoridad y ordena a Dessalines a que ingrese a Le Cap y arreste a Hédouville.
La victoria fue completa. El agente francés, cuando tomo consciencia que, en
horas, se encontraría totalmente derrotado y tomado prisiones, escapa en un
barco rumbo a Francia junto a más de mil funcionarios blancos y mulatos.
Toussaint expresó:
“Yo no quiero combatir con Francia, he preservado este país para
Francia hasta el día de hoy, pero si viene a atacarnos, me defenderé”. James 2001: página 210
1798. Ya no quedaba otro camino: la Independencia, pero
la real, no la que solicitaban los colonos.
Cronología de lo visto hasta
ahora (resumen tomado del libro “La Revolución Negra ” de Isabel Grau)
1492: Colón llega a Ayití. Luego
de conquistar la isla, a la que llama La Hispaniola, se dispone a colonizarla y
explotarla.
1492-1520: Los
pobladores arawak son exterminados casi en su totalidad debido a las masacres,
las enfermedades y sometimiento a trabajos forzosos.
1517: Los españoles comienzan a
transportar esclavos africanos a La Hispaniola, luego llamada Santo Domingo.
1540: Ya había unos treinta mil
esclavos trabajando en las plantaciones de caña de azúcar.
1697: España y Francia firman el
Tratado de Ryswick, a través del cual los españoles ceden a los franceses el
control de la parte occidental de la isla. Los franceses llaman Saint-Domingue a su
colonia.
1700: Comienzan a desarrollarse
el sistema de plantaciones.
1704-1750: Se desarrollan
estallidos espontáneos y revueltas de esclavos en las que participaron muchos
grupos de cimarrones. Se incrementa el tráfico negrero y la esclavitud, base
económica de la burguesía marítima francesa y los grandes plantadores de
Saint-Domingue.
1751-1758: Luego de
varias efímeras revueltas, se producen las primeras rebeliones organizadas de
los esclavos negros. El dirigente rebelde, Francois Mackandal, es apresado y
ejecutado.
1776: Guerra de la Independencia
norteamericana. Saint-Domingue envía un contingente de soldados como
voluntarios. Varios oficiales mulatos participan de la guerra, adquiriendo
experiencia militar y de organización. Las ideas de la libertad e igualdad
comienzan lentamente a difundirse por las colonias.
1789: Estalla la Revolución Francesa.
En Saint-Domingue, los colonos eligen diputados que irán a la
asamblea de París. Se sanciona la Declaración Universal
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que reivindica la igualdad y la
libertad como derechos inalienables.
1790: En Saint-Domingue, los
mulatos excluidos de la participación política, se rebelan en masa contra los
plantadores blancos que no reconocen sus derechos. Son reprimidos y sus líderes
asesinados.
1791: Se produce la
masiva rebelión de los esclavos negros. Muchos propietarios blancos son
masacrados y las plantaciones incendiadas. Empieza el movimiento revolucionario
por la libertad. Los
ex esclavos Toussaint Louverture, Jean-Jacques Dessalines y Henri Christophe se
unen al movimiento revolucionario.
1792: Mientras los plantadores
blancos comienzan a organizar la contrarrevolución monárquica en la colonia, la
Asamblea de París sanciona el Decreto del 4 de abril que reconoce los derechos
políticos a los mulatos. Estos se alinean entonces con la Revolución Francesa.
Toussaint comienza a organizar el ejército popular negro.
Para terminar con los conflictos, las autoridades de París envían al comisario
Sonthonax a la colonia, al mando de seis mil soldados.
1793: Francia entra en guerra
con Inglaterra, España y Holanda. Las tropas francesas en Saint-Domingue se
disponen a defender las costas de posibles ataques extranjeros, dejando el
control de la rebelión negra para más adelante. Los ex esclavos reagrupan sus
fuerzas y rearman sus ejércitos. Como Francia se niega a reconocer la igualdad
a los negros, Toussaint se alía a los españoles de Santo Domingo y lucha contra
la república francesa. Sonthonax decide abolir la esclavitud en Saint-Domingue
para lograr el apoyo de los negros frente a los plantadores blancos
contrarrevolucionarios. Los ex esclavos recuperan la ciudad de Le Cap y se
produce el éxodo de diez mil grandes plantadores blancos. Al mismo tiempo los
ingleses invaden la
colonia. Los jacobinos toman la dirección de la Revolución Francesa.
1794: En febrero, la Convención
jacobina sanciona la abolición de la esclavitud en las colonias. Toussaint
retorna a las filas francesas. En julio los jacobinos son derrocados por el
golpe de Thermidor. Avanza la contrarrevolución en Francia, Robespierre y otros
dirigentes son ejecutados. El ejército de Toussaint comienza a recuperar
posiciones. Al mismo tiempo, el líder negro trata de reorganizar la actividad
de la colonia, reconstruyendo la agricultura e impulsando el trabajo
asalariado. Sonthonax es llamado a París por el Directorio.
1795: Toussaint avanza sobre los
ejércitos españoles. Se sanciona la paz de Basilea y España le entrega Santo
Domingo, la parte oriental de la isla, a Francia. La fiebre amarilla comienza a
debilitar a soldados ingleses y en el sur las tropas mulatas al mando de Rigaud
también logran impedir el avance británico.
1796: En Le Cap, un grupo de
mulatos se rebela contra la república francesa y buscan el apoyo de los
británicos para defender sus propiedades y la esclavitud. El
ejército de Toussaint avanza sobre la ciudad y contiene la rebelión. Sonthonax
es nuevamente enviado como comisario, al mando de mil doscientos soldados, para
pacificar la
colonia. Sonthonax ataca a los mulatos del sur, pero estos
mantienen sus posiciones. El 1º de abril, Toussaint es nombrado Teniente
Gobernador de un estado colonial dentro de la república francesa. Rigaud y
Toussaint mantienen contactos.
1797: El 2 de mayo,
Toussaint Louverture, un ex esclavo, es nombrado Comandante en Jefe y
Gobernador de Saint-Domingue por Sonthonax. El Directorio decide en París la
destitución de Sonthonax. Toussaint envía una carta al Directorio en la cual
anuncia que defenderán con su vida la libertad conseguida.
1798: El ejército
popular negro expulsa a los ingleses, con quienes Toussaint firma algunos
acuerdos comerciales secretos. El Directorio envía a Saint-Domingue a
Hédouville, un nuevo comisionado, que al mando de un importante ejército
intenta restaurar “el orden”. Toussaint presenta su renuncia como Comandante en Jefe del Ejército.
Hédouville intenta desarmar al ejército negro, pero Toussaint retoma la dirección
y el comisionado huye a Francia.
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