viernes, 31 de julio de 2020

NOSOTROS O ELLOS Nº 619 GRANDES PERSONAJES DE NUESTRA AMÉRICA 6

6. La guerra de Francia contra los mulatos. La derrota de los ingleses. Toussaint al poder.

En julio de 1794 los jacobinos fueron derrocados por un golpe de estado y sus líderes ejecutados, entre ellos Robespierre. La contrarrevolución había triunfado, un nuevo Directorio gobernaba y la burguesía francesa gana posiciones, lo que le permitía, a los antiguos propietarios de esclavos, volver a reinstaurar la esclavitud. En especial lo impulsaban los integrantes de la burguesía marítima junto a los colonos blancos.

Sonthonax fue requerido por el nuevo Directorio y regresa a la colonia, con las instrucciones de “pacificarla” en mayo de 1796 junto a una comisión de administradores y mil doscientos soldados muy bien armados y entrenados. La preocupación de los contrarrevolucionarios se centraba en la rebelión de los mulatos independentistas y también por el prestigio y poder que había adquirido Toussaint, quien se convirtió en un líder revolucionario “nacional” y como exponente de su clase social.

A los mulatos no los necesitaban, pero a Toussaint y a su ejército de negros sí, en especial para derrotar la insurrección mulata y para sacar de la isla a los ingleses. Por ello el Directorio lo refrendó como General de División y a sus segundos como Generales de Brigadas.

En el sur de la Isla, el ejército del mulato Rigaud, ahora con más de seis mil hombres, fiel a la República francesa, arrinconaba a los ingleses. Las plantaciones del sur pasaban a poder de los mulatos que incorporaban al trabajo a miles de obreros negros confinados a trabajar la tierra en condiciones no muy distintas a la que tenían en el régimen esclavista. Las cárceles del sur estaban pobladas de blancos y de ex esclavos negros.

En el occidente (Haití) no se pensaba en sustituir el sistema de haciendas, sino que los esclavos pasen a ser ex esclavos y desde allí a ser contratados como mano de obra supervisada por la gendarmería.

Sonthonax recibió órdenes de la metrópolis de tomar el control del ejército de Rigaud; de esa medida no estaba de acuerdo Toussaint. Las presiones sobre Rigaud solo producen divisiones y enfrentamientos: los soldados de Francia y la guardia nacional se mantuvieron fieles a Sonthonax, pero no lograron dominar la situación. Casi todos los mulatos y algunos negros del sur se sumaron al ejército de Rigaud matando a centenares de blancos. Hubo intentos de conciliación, que fracasaron, entre el gobierno de la colonia y los mulatos del sur. Pero Rigaud, a comienzos del año 1797, mantiene contactos con Toussaint con el interés de sumar a los ex esclavos.

Como habíamos mencionado, las noticias sobre lo que ocurría en Europa llegaban a las colonias dos o tres meses después. Mientras el comisionado se había fijado la tarea de reconstruir la economía de la colonia francesa, Francia trataba de llegar a un acuerdo con los ingleses y entablaba negociaciones.

Al margen de esas negociaciones, el comisionado Sonthonax trataba de asegurarse el apoyo de los negros y emite una resolución donde se consideraría traidor y se los castigaría a todo aquel que emitiera rumores sobre el regreso de la esclavitud. También continúa con las medidas que fueron implementadas por Toussaint que incluía la obligación de trabajar pero sin ningún tipo de coacción física, prohibiendo cualquier forma de castigo al negro en las plantaciones.

La “vuelta al trabajo” de los ex esclavos fue también incentivada con un sistema de pago en especies: la de otorgar un 25% de la producción a los que se convirtieran en campesinos. Medida esta que fue apoyada por Toussaint quien estimuló a sus generales para utilizar este sistema en las diferentes haciendas. El general Dessalines acumuló más de treinta plantaciones bajo su administración.

Con el incremento de la actividad productiva y comercial, se inició la reconstrucción de la ciudad de Le Cap y a poner en funcionamiento las haciendas. Pero la guerra no se detendría.

En Francia sucedía lo que era de esperar, una vez que la contrarrevolución triunfara: el Directorio liberaba a los contrarrevolucionarios monárquicos e incluso les prometían la devolución de sus “derechos” en las colonias a los grandes blancos que se habían exiliados en la metrópolis y a la burguesía marítima. Y como muestra de que ello sería cumplido, culparon al comisionado Sonthonax y al general Laveaux de fomentar la rebelión de los negros en la isla.

Es precisamente el comisario Sonthonax el que, fiel a sus principios, estuvo de acuerdo con legalizar el poder de Toussaint a cargo del gobierno de la isla. El 2 de mayo, en una gran ceremonia fue nombrado Comandante en Jefe y Gobernador de Saint-Domingue por el comisionado francés en una masiva ceremonia. Por esa razón y otras, el comisionado Sonthonax es destituido por el Directorio.

El Directorio, al mismo tiempo, se apuraba a firmar la paz con Inglaterra y, de esa manera, disponer de tropas para enviarlas y poner “orden en la colonia”. Partían de la base que sólo un orden militar estricto podría cumplir con la función de pacificar Saint-Domingue.

Toussaint fue consciente de que esas medidas eran parte de otras que incluirían el retorno de la esclavitud y envía una carta al Directorio donde manifestaba con rigor su pensamiento, donde juraba que prefería: “enterrarse entre las ruinas de un país en el que vuelve alentar la libertad antes que sufrir el retorno a la esclavitud”.

El texto completo de dicha carta, tomado del libro de James: “Los jacobinos negros, Toussaint Louverture y la Revolución de Haití (Fondo de Cultura Económica, México, C. James) es el siguiente:

“El impolítico e incendiario discurso de Vaublanc no ha afectado apenas a los negros en comparación con la seguridad que albergan respecto de los planes que están tramando los propietarios de Saint-Domingue: las declaraciones insidiosas no deberían surgir efecto alguno sobre los sabios legisladores que han decretado la libertad para las naciones. Pero los ataques a esa libertad que proponen los colonos son tanto más temibles cuanto de sus detestables planes buscan de imponer alguno de esos planes mediante promesas ilusorias y falaces, para que vuelvan a repetirse en esta colonia pasadas escenas de horror. Pérfidos emisarios se han introducido ya entre nosotros para hacer fermentar el caldo destructivo preparado por los liberticidas. Mi adhesión a Francia y mi conocimiento de los negros hacen que sea deber mío informarlos tanto de los crímenes que están preparando como del juramento que renovamos: enterramos bajo las ruinas de un país en el que vuelve a alentar la libertad antes de sufrir el retorno de la esclavitud.

Les corresponde, ciudadanos del Directorio, despejar de nuestro espíritus la tormenta que los enemigos eternos de nuestra libertad incuban al amparo del silencio. Le corresponde imponer un tono ilustrado a esta legislatura, impedir que los enemigos del sistema actual se propaguen sobre nuestras desventuradas costas para mancillarlas con nuevos crímenes. No permitan que nuestros hermanos, nuestros amigos, sean sacrificados a hombres que desean reinar sobre las ruinas de la especie humana. Pero no, sus conocimientos los salvará de las peligrosas serpientes que nuestro común enemigo os reserva…

Adjunto a esta carta encontrará una declaración que los pondrá al corriente de la unidad existente entre los propietarios de Saint-Domingue residentes en Francia, en los Estados Unidos, o sirviendo bajo bandera británica. Verán en ella la determinación, inequívoca y metodológicamente elaborada, de reestablecer la esclavitud; verán que su determinación los ha llevado a cubrirse con el manto de la libertad con el único propósito de asestarles golpes más mortales. Verán que se aprovechan del miedo que me provoca lo que les puede ocurrirles a los niños para arrastrarme hacia pérfidos puntos de vista. No es sorprendente que estos hombres que sacrifican su país en un padre que es mejor que ellos, puesto que yo baso incuestionablemente la felicidad de mis hijos en mi país, que ellos y solo ellos desean destruir.

Nunca dudaré entre mi felicidad personal y la seguridad de Saint-Domingue, pero no tengo nada que temer. A la solicitud del gobierno francés he confiado a mis hijos… temblaría horrorizado si fuese a manos de los colonos donde los hubiese enviado como rehenes; pero aunque así fuese, deben saber que al castigarlos por la fidelidad de su padre sólo añadirían un grado más de su barbarie, sin esperanza alguna de hacerme vacilar en mi deber… ¡Qué ciegos son! No pueden ver hasta que punto su conducta odiosa puede llegar a convertirse en señal de nuevos desastres e irreparables desgracias, ni que están lejos de volver a obtener lo que a su juicio perdieron cuando se declaró la libertad para todos, ni que se exponen a su ruina total y exponen la colonia a su inevitable destrucción. ¿Creen que los hombres que han conocido la bendición de la libertad se quedarán de brazos cruzados viendo cómo se la arrebatan? Solo soportaron sus cadenas mientras no conocieron mejor condición que la esclavitud. Pero hoy que la han abandonado, si tuviesen mil vidas las sacrificarían todas antes de verse sometido de nuevo a la esclavitud. Pero, no, la misma mano que ha roto nuestras cadenas no volverá a esclavizarnos. Francia no revocará nuestros principios, no nos retirará el mayor de sus beneficios. Nos protegerá contra todos nuestros enemigos; no permitirá que se pervierta su sublime moralidad, que se destruyan aquellos principios que más la honran, que se degrade sus más altos logros y que se revoque su Decreto del 16 de pluvioso que honra a toda la humanidad. Pero sí, para reestablecer la esclavitud en Saint-Domingue, se pretendiese llevar esto a cabo, entonces declaro que sería aspirar a lo imposible: hemos sabido cómo enfrentarnos al peligro para obtener la libertad; sabremos afrontar la muerte para defenderla” Toussaint Louverture

 Cuando regresan obligatoriamente a la metrópolis los depuestos Sonthonax y Laveaux, en la colonia el gobierno de Toussaint se fija como objetivo expulsar a los ejércitos inglesas de la isla, los que ya habían perdido más de 80 mil hombres y le había costado a las arcas británicas más de un millón 300 mil libras sin obtener el resultado esperado: apoderarse de toda la isla.

Toussaint comandaba un ejército disciplinado, el ejército popular negro y obtuvo la colaboración de los ejércitos del sur que comandaba el mulato Rigaud. Se desarrollaron siete grandes batallas donde en todas sale victorioso Toussaint. Los ingleses se vieron obligados a abandonar la provincia occidental (Haití) y el 31 de agosto de 1798 solicitaron una tregua. Comenta James en el libro citado:

“De esta forma, campesinos negros recién salidos de la esclavitud y mulatos leales al mando de sus propios oficiales infligieron a los ingleses la derrota más severa sufrida por una expedición militar británica desde los tiempos de la reina Isabel hasta la Primera Guerra Mundial James: 2001, página 143.

Mientras esto sucedía, arribaba a la parte española de la isla  (Santo Domingo) el nuevo comisario enviado por el directorio: el general Hédouville, cuya función era contener a Toussaint hasta que arribaran tropas desde Francia.

En tanto, el ejército negro entra triunfal a Port-Republicain (Puerto Príncipe) y es recibido por una multitud compuesta de trabajadores negros y mulatos y hasta de algunos blancos. Y Toussaint da a conocer, en un discurso, su proyecto económico a la vez que advierte a Hédouville:

“La libertad sin trabas de que gozará el trabajador, la recompensa que la ley concede a su trabajo, lo mantendrá ligado a la tierra que cultiva. La era del fanatismo ha terminado. El reinado de la ley ha sucedido al de  la anarquía… Con la sabiduría que da la experiencia, el Directorio ha enviado a esta tierra a un único agente, elegidos entre los ciudadanos más dignos de confianza. La gloria que ha adquirido con justicia en Europa, las virtudes que lo caracterizan, son garantía de nuestra felicidad. Ayudémoslo en su importante misión con una obediencia absoluta, y mientras siembra las semillas de felicidad que tiene en mente, yo velaré por vuestra seguridad, vuestra tranquilidad y vuestra felicidad, mientras vosotros respetáis los solemnes votos de permanecer fieles a Francia, observar su Constitución y respetar sus leyes…”  James: 2001 páginas 196/ 97.

Los ingleses habían perdido esa guerra pero no querían perder los negocios. Retiraron sus diezmados ejércitos pero firmaron un acuerdo “secreto” con Toussaint donde confirmaban el retiro de las tropas y obtenías ciertas concesiones comerciales. Incluso, el negociador británico le propone a Toussaint que declare la independencia bajo protección de la corona británica a lo que el gobernador rechazó.

Mientras, Hédouville llevaba adelante el plan que el Directorio le había encomendado y, en cada posibilidad, desautorizaba e ignoraba a Toussaint, en una actitud de constante provocación pero subestimando la capacidad del líder negro, quien era muy consciente que los franceses no podrías gobernar la isla sin su consenso como líder popular y sin las masas que lo acompañan.

Y elabora un plan muy astuto: 1. licencia gran parte de sus tropas; 2. presenta al comisario su renuncia como comandante en jefe; 3. acepta la subordinación al agente francés Hédouville y 4. Manifiesta su intensión de retirarse.

Hédouville se encontraba eufórico y comienza a negociar con el Directorio la sustitución de Toussaint y otros dos generales negros por tres generales blancos. Y avanza sobre los aspectos de la economía, donde intenta poner en vigencia un sistema donde los propietarios de las plantaciones podían tener el derecho de retener en sus haciendas a los trabajadores (“libres”) durante seis a nueve años en calidad de aprendices. También avanza sobre las intensiones de desarmar a las masas, disolviendo las tropas negras y confiando las vigilancias costeras a las tropas blancas. Sin armas los ex esclavos quedaban totalmente a merced de los plantadores.

No tuvo en cuenta el miserable Hédouville que su poder era muy limitado, que era incapaz de controlar los conflictos nuevos que surgían e incapaz de observar que el pueblo no estaba dispuesto a dejarse oprimir nuevamente. Y agudiza más la tensión al enviar a la Guardia Nacional, junto con un destacamento europeo, a atacar al Comandante negro Moisés, sobrino de Toussaint, matando a varios oficiales negros y persiguiendo a su comandante, quien logra escapar  y alza y recluta a los trabajadores de la zona norte.

Toussaint reaparece con toda su autoridad y ordena a Dessalines a que ingrese a Le Cap y arreste a Hédouville. La victoria fue completa. El agente francés, cuando tomo consciencia que, en horas, se encontraría totalmente derrotado y tomado prisiones, escapa en un barco rumbo a Francia junto a más de mil funcionarios blancos y mulatos. Toussaint expresó: 

“Yo no quiero combatir con Francia, he preservado este país para Francia hasta el día de hoy, pero si viene a atacarnos, me defenderé”.  James 2001: página 210

1798. Ya no quedaba otro camino: la Independencia, pero la real, no la que solicitaban los colonos.

Cronología de lo visto hasta ahora (resumen tomado del libro “La Revolución Negra” de Isabel Grau)

1492: Colón llega a Ayití. Luego de conquistar la isla, a la que llama La Hispaniola, se dispone a colonizarla y explotarla.
1492-1520: Los pobladores arawak son exterminados casi en su totalidad debido a las masacres, las enfermedades y sometimiento a trabajos forzosos.
1517: Los españoles comienzan a transportar esclavos africanos a La Hispaniola, luego llamada Santo Domingo.
1540: Ya había unos treinta mil esclavos trabajando en las plantaciones de caña de azúcar.
1697: España y Francia firman el Tratado de Ryswick, a través del cual los españoles ceden a los franceses el control de la parte occidental de la isla. Los franceses llaman Saint-Domingue a su colonia.
1700: Comienzan a desarrollarse el sistema de plantaciones.
1704-1750: Se desarrollan estallidos espontáneos y revueltas de esclavos en las que participaron muchos grupos de cimarrones. Se incrementa el tráfico negrero y la esclavitud, base económica de la burguesía marítima francesa y los grandes plantadores de Saint-Domingue.
1751-1758: Luego de varias efímeras revueltas, se producen las primeras rebeliones organizadas de los esclavos negros. El dirigente rebelde, Francois Mackandal, es apresado y ejecutado.
1776: Guerra de la Independencia norteamericana. Saint-Domingue envía un contingente de soldados como voluntarios. Varios oficiales mulatos participan de la guerra, adquiriendo experiencia militar y de organización. Las ideas de la libertad e igualdad comienzan lentamente a difundirse por las colonias.
1789: Estalla la Revolución Francesa. En Saint-Domingue, los colonos eligen diputados que irán a la asamblea de París. Se sanciona la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que reivindica la igualdad y la libertad como derechos inalienables.
1790: En Saint-Domingue, los mulatos excluidos de la participación política, se rebelan en masa contra los plantadores blancos que no reconocen sus derechos. Son reprimidos y sus líderes asesinados.
1791: Se produce la masiva rebelión de los esclavos negros. Muchos propietarios blancos son masacrados y las plantaciones incendiadas. Empieza el movimiento revolucionario por la libertad. Los ex esclavos Toussaint Louverture, Jean-Jacques Dessalines y Henri Christophe se unen al movimiento revolucionario.
1792: Mientras los plantadores blancos comienzan a organizar la contrarrevolución monárquica en la colonia, la Asamblea de París sanciona el Decreto del 4 de abril que reconoce los derechos políticos a los mulatos. Estos se alinean entonces con la Revolución Francesa. Toussaint comienza a organizar el ejército popular negro. Para terminar con los conflictos, las autoridades de París envían al comisario Sonthonax a la colonia, al mando de seis mil soldados.
1793: Francia entra en guerra con Inglaterra, España y Holanda. Las tropas francesas en Saint-Domingue se disponen a defender las costas de posibles ataques extranjeros, dejando el control de la rebelión negra para más adelante. Los ex esclavos reagrupan sus fuerzas y rearman sus ejércitos. Como Francia se niega a reconocer la igualdad a los negros, Toussaint se alía a los españoles de Santo Domingo y lucha contra la república francesa. Sonthonax decide abolir la esclavitud en Saint-Domingue para lograr el apoyo de los negros frente a los plantadores blancos contrarrevolucionarios. Los ex esclavos recuperan la ciudad de Le Cap y se produce el éxodo de diez mil grandes plantadores blancos. Al mismo tiempo los ingleses invaden la colonia. Los jacobinos toman la dirección de la Revolución Francesa.
1794: En febrero, la Convención jacobina sanciona la abolición de la esclavitud en las colonias. Toussaint retorna a las filas francesas. En julio los jacobinos son derrocados por el golpe de Thermidor. Avanza la contrarrevolución en Francia, Robespierre y otros dirigentes son ejecutados. El ejército de Toussaint comienza a recuperar posiciones. Al mismo tiempo, el líder negro trata de reorganizar la actividad de la colonia, reconstruyendo la agricultura e impulsando el trabajo asalariado. Sonthonax es llamado a París por el Directorio.
1795: Toussaint avanza sobre los ejércitos españoles. Se sanciona la paz de Basilea y España le entrega Santo Domingo, la parte oriental de la isla, a Francia. La fiebre amarilla comienza a debilitar a soldados ingleses y en el sur las tropas mulatas al mando de Rigaud también logran impedir el avance británico.
1796: En Le Cap, un grupo de mulatos se rebela contra la república francesa y buscan el apoyo de los británicos para defender sus propiedades y la esclavitud. El ejército de Toussaint avanza sobre la ciudad y contiene la rebelión. Sonthonax es nuevamente enviado como comisario, al mando de mil doscientos soldados, para pacificar la colonia. Sonthonax ataca a los mulatos del sur, pero estos mantienen sus posiciones. El 1º de abril, Toussaint es nombrado Teniente Gobernador de un estado colonial dentro de la república francesa. Rigaud y Toussaint mantienen contactos.
1797: El 2 de mayo, Toussaint Louverture, un ex esclavo, es nombrado Comandante en Jefe y Gobernador de Saint-Domingue por Sonthonax. El Directorio decide en París la destitución de Sonthonax. Toussaint envía una carta al Directorio en la cual anuncia que defenderán con su vida la libertad conseguida.
1798: El ejército popular negro expulsa a los ingleses, con quienes Toussaint firma algunos acuerdos comerciales secretos. El Directorio envía a Saint-Domingue a Hédouville, un nuevo comisionado, que al mando de un importante ejército intenta restaurar “el orden”. Toussaint presenta su renuncia  como Comandante en Jefe del Ejército. Hédouville intenta desarmar al ejército negro, pero Toussaint retoma la dirección y el comisionado huye a Francia.

CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES (CIEyS) – 30 de julio de 2020

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