lunes, 13 de noviembre de 2017

NOSOTROS O ELLOS Nº 460

LAS CLASES SOCIALES: ORÍGENES Y DESARROLLO. Capítulo 1

“Toda la historia escrita de la sociedad humana, hasta nuestro días, es una historia de lucha de clases”.

“Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta; en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social, o al exterminio de ambas clases beligerantes”

 (Carlos Marx y Federico Engels: Párrafos iniciales del capítulo 1 del Manifiesto del Partido Comunista. Febrero de 1848)

  1. INTRODUCCIÓN

El Materialismo Histórico es una ciencia. Toda ciencia supone una clasificación, posee categorías, posee conceptos, se rige por leyes. El químico distingue entre sí los diferentes cuerpos de acuerdo a su composición. El biólogo lo hace con los animales y los vegetales, entre los mamíferos y ovíparos, pero no considera a la ballena como un pez porque vive en el agua. Es que la clasificación científica, y ello requiere encontrar caracteres esenciales;  en este caso, el carácter esencial ubica a la ballena como un mamífero.

Quién suscribe el pensamiento idealista considerará como importante la división entre creyentes y ateos. Un demógrafo no dejará de señalar y oponer a los jóvenes con sus mayores basado en que se han formado en circunstancias distintas. Un sociólogo tenderá a clasificar a la sociedad de acuerdo a cómo se integran los grupos que la componen, etc. Estas cuestiones son ajenas al materialismo histórico ya que definen la esencia del “Hombre” por la religión, por su naturaleza biológica, o por su posición social.

El marxismo considera que lo esencial del “Hombre” se encuentra en su conquista de la naturaleza y en su relación con sus semejantes.

En esas relaciones con sus semejantes debe obtener, en primer lugar, producir los bienes materiales indispensables para mantenerse vivo y para ello debe agruparse y trabajar.

“El trabajo es… condición de vida del hombre y condición independiente de todas las formas de sociedad, una necesidad perenne y natural, sin la que no se concebirían el intercambio orgánico entre el hombre y la naturaleza ni, por consiguiente, la vida humana…” “El trabajo es, en primer término, un proceso entre la naturaleza y el hombre”.  Carlos Marx: El Capital tomo 1

Si el trabajo es un “proceso”, en su desarrollo requiere un objeto (objeto de trabajo), por ejemplo, un material extraído de la naturaleza, una materia prima. Pero para operar sobre ese objeto primario requiere instrumentos de trabajo (medios de trabajo), que Marx define como:

 “aquel objeto o conjunto de objetos (las herramientas) que el obrero (el trabajador) interpone entre él y el objeto que trabaja (materia prima) y que le sirve para “encauzar” su actividad sobre el objeto.

Aquí se define lo esencial: el hombre independizándose de la naturaleza y el hombre relacionándose con sus semejantes. Y el trabajo como condición de vida y de desarrollo.

Ello nos permite centrar nuestra investigación en cuáles son las condiciones sociales en la que se desarrolla el trabajo, en las que se sitúa ese intercambio entre el hombre y la naturaleza. Y la clave de desentrañar los fenómenos se encuentra en las relaciones que mediante el trabajo (la producción) se establecen en la historia. Categoría que se define, genéricamente, como “relaciones de producción”.

  1. ORÍGEN DE LA DIVISIÓN EN CLASES

Esas relaciones de producción pueden ser de dos tipos: a) Asociación libre para efectuar un trabajo común ayudándose mutuamente, etc. Lo que significa que prevalecen relaciones de colaboración y ayuda mutua entre personas libres de toda explotación; o b) Un hombre o grupos de hombres obligan a sus semejantes a producir para ellos, de esa manera las relaciones de producción son relaciones de dominación y sumisión pues se desarrollan en base a la explotación del trabajo ajeno. Las clases sociales antagónicas nacen en este tipo de relación. Y estalla el conflicto entre el explotado y el explotador, entre el que obedece y el que manda, entre el que trabaja y el que usufructo ese trabajo.

“Las clases son grandes grupos de personas que se diferencian unas de otras por el lugar que ocupan en un sistema de producción social históricamente determinado, por las relaciones en que se hayan con respecto a los medios de producción (relaciones que, en gran parte, son establecidas y fijadas por leyes), por su papel en la organización social del trabajo y, en consecuencia, por el modo y la proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen. Las clases son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse el trabajo de otro, en virtud de los diferentes lugares que uno y otro ocupa en un régimen determinado de economía social. (V.I. Lenin Obras Completas Tomo XXIX pág. 413).

Recordamos que los objetos de trabajo (materias originales o primas) y los medios de trabajo (herramientas y maquinarias) son utilizados por el hombre ejerciendo sobre ellos su fuerza de trabajo, que equivale a su capacidad física e intelectual.

Estas dos primeras categorías (objetos y medios de trabajo) conforman una mayor denominada “Medios de producción”, medios éstos que se activan mediante la aplicación de la “Fuerza de Trabajo” del hombre. La intervención del trabajo humano sobre los Medios de Producción crea otra categoría: la de Fuerzas Productivas, generadoras del nuevo y necesario bien u objeto, especialmente para la continuidad de la vida humana en el planeta.

Las clases sociales no han existido siempre y no existirán en el futuro. Las relaciones de producción fueron durante miles de años (50.000 aproximadamente), relaciones de cooperación. Y ello fue a causa de la existencia de fuerzas productivas muy débiles, escasamente desarrolladas. Los elementales utensilios utilizados como herramientas o armas no eran lo suficientemente aptos para luchar aislados contra las fuerzas de la naturaleza. El hombre aislado no podía sobrevivir y buscaron hacerlo uniendo sus fuerzas. Pero aún así los bienes obtenidos eran, en general, precarios. De esa manera, el problema fundamental para las hordas y los clanes primitivos fue la lucha común contra los peligros de la naturaleza y, en no pocos casos, contra clanes rivales, para mantener su supervivencia.

No existían posibilidades de acumular excedentes de producción pues, en general, se consumía todo lo logrado y, también en general, se trataban de grupos nómades, de cazadores y recolectores. La sociedad en clases surge sólo en el momento en que con el trabajo humano comienzan a generarse excedentes (riquezas) de manera constante y creciente. Domesticación de animales, Asentamientos en territorios fijos y división del trabajo permitieron que los excedentes surgieran.

“A consecuencia del desarrollo de todos los ramos de la producción –ganadería, agricultura, oficios manuales domésticos-, la fuerza de trabajo del hombre iba haciéndose capaz de crear más productos que los necesarios para su sostenimiento. También aumentó la suma de trabajo que correspondía diariamente a cada miembro de la gens, de la comunidad doméstica o de la familia aislada. Era ya conveniente conseguir más fuerza de trabajo, y la guerra lo suministró: los prisioneros fueron transformados en esclavos. Dadas todas las condiciones históricas de aquel entonces, la primera gran división social del trabajo, al aumentar la productividad del trabajo, y por consiguiente la riqueza, y al extender el campo de la actividad productora, tenía que traer consigo necesariamente la esclavitud. De la primera gran división social del trabajo nació la primera gran escisión de la sociedad en dos clases: señores y esclavos; explotadores y explotados”.  Federico Engels: “Origen de la familia, de la propiedad privada y del Estado”    


CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES (CIEYS)
OSCAR NATALICHIO oscarnatalich@fibertel.com.ar 13/11/2017


No hay comentarios:

Publicar un comentario