jueves, 6 de abril de 2017

JUSTIFICARSE ANTE QUIEN?
El paro va
                                  Jorge Luis Ubertalli O. (5/4/17)
Sindicalistas, políticos, periodistas, hombres de bien y ‘amigos’ de la ‘democracia’ han decidido estos días desembarazarse del mote de irredentos declarando que su accionar no tiende a “desestabilizar” al gobierno del señor Macri y sus bandas. Por si no quedaran dudas, en discursos brindados ante miles de trabajadores y ciudadanos en general que esperaban algunas directrices para luchar con màs denuedo para desembarazarse de estos exterminadores de la nación y poder ejercer el poder popular, dirigentes sindicales señalaron hace poco que querìan que el gobierno llegara a su fin, aunque debía cambiar su política económica…
¿Se le pide cambiar esa polìtica, como si significara un “exceso” de su gestión y no una planificada expoliaciòn de las mayorìas en consonancia con el subsidio a los rapaces? .¿Es posible que un gobierno a todas luces satélite de potencias extranjeras y representante de capitales monopolistas imperiales, que financiaron y auspiciaron todos los golpes cìvico-militares de derecha; que no duda en hambrear al pueblo a fin de ejercer cierta beneficencia que lo convierta en ovejas hambrientas y sin dignidad; que sin vergüenza alguna paga a como sea una deuda ilegal y perversa y pide nuevos empréstitos a los usureros internacionales a cambio de jugosas comisiones, poniendo como garantía el territorio y los bines de la nación; que entrega ilegalmente territorio al extranjero, que despuebla adrede regiones del país para entregárselas a la OTAN y los rapaces emporios petroleros y mineros,  que negocia servilmente con el imperio y sus secuaces a nuestras Islas Malvinas y hasta hace convenios comerciales y militares con los británicos; que acusa a los trabajadores de mafiosos y los culpa por la sangrìa del país que provoca la piara dominante; que amenaza con liquidar todas las conquistas sociales, cientìficas, educacionales, sanitarias y de todo tipo conseguidas con sangre, sudor y làgrimas a lo largo de nuestra historia; que intenta corromper a los uniformados para que repriman a su propio pueblo humillado y vejado, y que en este 2 de abril, por miedo a una reacción patriótica a sus traiciones, ni se atreviò a convocar, y menos a asistir, a una parada militar en conmemoración del desembarco en Malvinas, pueda “cambiar” su política, sea económica o de otro tipo?
¿Justificar apego a la ley y la democracia ante quien?. ¿Ante los que se burlan de la mayoría de ciudadanos y ciudadanas que construyen el país trabajando; ante los que  pretenden expulsar a nuestros hermanos inmigrantes que también hacen a la nación indolatinoamericana y local, y a la par fabrican mano de obra desocupada para bajar salarios y utilizarla a la vez para empoderar a  los narcos y delincuentes organizados ‘oficialmente’?
No. No hay ni debe haber justificación ni explicación alguna que dar al elenco oficial y oficioso de los sátrapas, ni a ningún cheto trucho o real que se arrastre por las calles con banderas argentinas y prendas del seleccionado nacional para vivar al principal saqueador, hambreador y entregador de la Argentina a la voracidad extranjera imperial.
Este gobierno se tiene que ir ya, hay que echarlo ya. Y el paro del 6 de abril debe ser el puntapié inicial para el derrape de la materia macri-radical-cambiemista y todos sus aliados, oficiales y no oficiales, hacia el sumidero de donde han salido.
Solo la unidad del pueblo trabajador, en todos sus quehaceres, con los patriotas uniformados y los empresarios que desean que la Argentina sobreviva puede echar por la borda del país a este lastre que, una vez apresado, deberá ser juzgado y castigado con el máximo rigor. Si alguno de ellos, presintiendo la soga en su cogote, logra escapar, no encontrarà lugar donde establecerse. Porque a los cipayos y traidores nadie los quiere, los utilizan y, como a los profilácticos, una vez que sirvieron, se los cuelga de alguna reja empuntada.
En una palabra, no hay justificación ni explicación que dar a nadie. Solo luchar juntos, evitando las provocaciones del gobierno y sus socios mayores imperiales para que se renueven los enfrentamientos que se dieron en el pasado- justos, eso sí, entre el pueblo trabajador y los uniformados al servicio de los que hoy siguen mandando, con la secuela de genocidios y latrocinios militares y policiales- darà al traste con los cipayos que hoy nos han declarado la guerra a todos los trabajadores argentinos, en todas nuestras profesiones y oficios.
Movilizarse, ubicar correctamente al enemigo, aislarlo de los posibles represores a utilizar, marcar a fuego a los dirigentes sindicales, sociales y políticos traidores y arribistas, enfrentar a las hordas empresariales que pretenden esclavizar al pueblo y esquilmar el territorio y los bienes nacionales, no darles tregua ni cuartel en la lucha por la liberación nacional y social, por la cultura, la educación, la ciencia, la defensa, la salud y otros derechos inalienables, es el camino a recorrer para barrer la basura ahistòrica que nos veja y humilla a todos.
Al paro con todo y con todos.
Seamos libres y lo demás no importa nada….

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