jueves, 6 de noviembre de 2014

NOSOTROS O ELLOS Nº 164

LA MÁS GRANDIOSA REVOLUCIÓN DE LA HISTORIA

La consigna fue clara: terminar con la guerra del imperialismo que enriquecía a los ricos, empobrecía a los pobres y sembraba la tierra de cadáveres de trabajadores y de sus mujeres e hijos, los territorios en disputa. Lograr la paz era un objetivo primordial, pero junto a ello había que lograr los alimentos para evitar las hambrunas y lograr la tierra necesaria para que esos alimentos se produzcan ya que, en manos de los terratenientes, esas tierras se mantenían adormecidas. La consigna era muy  esclarecedora: “PAZ, PAN Y TIERRA”

Pero… ¿Cómo se podría obtener la paz si los gobernantes estaban de acuerdo con prolongar la guerra? ¿Cómo obtener el pan si la producción estaba en poder de un grupo de capitalistas ligados a la nobleza terrateniente? ¿Cómo obtener la tierra necesaria y suficiente para producir alimentos para toda la población y evitar las hambrunas que la diezmaban periódicamente? La consigna requería otra adicional, acorde con las bases necesarias para que la primera consigna se convierta en realidad. Esa segunda consigna, no podía ser otra que la de obtener el poder para transformar, esa otra consigna fue: “TODO EL PODER PARA LOS SOVIETS”

El calendario juliano utilizado por el zarismo marcaba la fecha 25 de octubre  de 1917, de allí que a esa gran revolución se la conozca también con el nombre de la “La Gran Revolución Socialista de Octubre”, o “El Octubre Rojo” pero ocurrió, según el calendario gregoriano que inmediatamente pusieron en vigencia los revolucionarios, el 7 de noviembre de 1917.

Esa gran revolución marca el inicio de la crisis estructural del imperialismo (capitalismo de los monopolios), el inicio del camino de esta formación económico-social a su desaparición gradual de la historia.

Recordamos que existen dos tipos de crisis, las coyunturales, propias, internas del sistema que se encuentra vigente y las estructurales, que provienen desde afuera del sistema que se encuentra vigente, que proviene del nuevo sistema que va a reemplazar, inexorablemente, al viejo y caduco.

En el capitalismo, sus crisis internas, se manifiestan como crisis de “sobreproducción”. Al no contar con demandas solventes (gente con dinero), pues ellos mismos han marginado a millones de personas; y al no contar con una economía planificada sino anárquica y  mortalmente competitiva, producen más bienes que los que pueden vender y llenan sus almacenes de mercancías. Para salir de esas crisis el capitalismo recurre a la paralización temporal de la producción y esa paralización la pagan los trabajadores (y sus familias) suspendidos o despedidos hasta que el sobre stock se consuma.

La crisis estructural es una crisis producida desde afuera del sistema capitalista. Hasta el 7 de noviembre de 1917, el capitalismo (y sus asociados) dominaban el 100% del territorio del mundo. A partir de ese día, el país más extenso del planeta, realizaba una radical revolución. Tomaba el poder en la gran Rusia zarista para construir, en ese enorme territorio, la anhelada sociedad sin clases explotadoras.

Recordemos las sociedades explotadoras anteriores: el esclavismo duró 4.100 años; el feudalismo duró 1.700 años  y la Gran Revolución de Octubre se produce cuando el capitalismo apenas cumple 128 años (No es un dato menor mencionar que de la Revolución Francesa de 1789, que marca el inicio de la crisis estructural del Feudalismo, a la Revolución Bolchevique de 1917, que marca el inicio de la crisis estructural del capitalismo habían pasado sólo 128 años).

Tanto el esclavismo, como el feudalismo, como el capitalismo, poseían una columna vertebral semejante: la vigencia de la propiedad privada de los medios de producción y la explotación del hombre por el hombre, era ese el factor común, como común eran sus consecuencias: pobreza, miseria, marginación, persecución, maltrato a los que generaban las riquezas con su fuerza de trabajo por un lado y saqueo de las mismas por un grupo privilegiado, sean éstos “nobles”, “aristócratas” o “imperialistas”, generadores de las guerras y de los genocidios bélicos y económicos.

La Gran Revolución Bolchevique iniciaba, no sólo la crisis estructural del sistema capitalista, sino la crisis estructural de toda la historia escrita hasta ese momento. No sólo la crisis de este perverso sistema que tenía entonces 128 años de edad, sino la crisis estructuras de esa columna vertebral que llevaba ya  seis mil años de historia escrita.

Es por eso que la Gran Revolución Bolchevique se convierte en el acontecimiento más importante de la historia humana.

Es por eso que hoy, año 2014, encontramos que la República Popular China supera a los EEUU en todos los aspectos políticos-económicos y sociales; encontramos que la República Socialista de Cuba, pese a la salvaje y desigual agresión del imperialismo y de su bloqueo, continúa liderando con dos índices por demás claros: la menor mortalidad infantil del continente y una de las más bajas del mundo (4 por mil) y una esperanza de vida al nacer entre las mayores del continente, mayor que la de los EEUU: 79 años; encontramos que la República Socialista de Vietnam, que recibió en su territorio la agresión más sanguinaria del imperialismo, que arrojó sobre su pequeño territorio más bombas que en toda la segunda guerra mundial, que masacró poblaciones enteras, que sembró millones de minas para asesinar a quien transitara, que contaminó con gases letales a gran parte de la población, entre ellos el famoso “agente naranja” o glifosato, tan apreciado por la oligarquía-imperialista argentina, no sólo Vietnam venció a cuanto imperio quiso reducirlo: a las dinastías chinas, al imperialismo japonés, al francés, al inglés y al reconocido como el más poderoso y sanguinario del planeta: al imperialismo yanqui, sino que y pese a todas esas atrocidades, crece en su economía y crece en la calidad de vida de sus ciudadanos. Y hay que mencionar también a ese país “eje del mal” para los EEUU: la República Democrática de Corea del Norte, país que aún se encuentra en guerra con los EEUU y sus aliados pues nunca se firmo un armisticio dando por fin a la misma. En esa nación no hay mendigos, no hay niños en la calle, no hay ancianos abandonados, no hay gente viviendo en las veredas y pese a tener que mantener, para su supervivencia, un ejército poderoso, ese ejército es también pueblo y trabajadores. De esa manera Corea del Norte crece y mejora permanentemente la calidad de vida de sus habitantes.

Todo eso que relato, más todas las transformaciones que se realizaron aceleradamente en el denominado “tercer mundo”, y las que hoy se realizan, no hubiesen sido posibles si no se hubiese producido la Gran Revolución de Octubre. Si no se hubiese dado inicio a la crisis estructural del imperialismo, que cada vez posee menos terreno donde saquear y explotar, donde asesinar y someter.

Estos son algunos de los pasos que se dieron el 6 y 7 de noviembre de 1917.

  1. Unas horas antes de iniciarse la revolución, a las 5.30 del día 6, un grupo de cadetes y soldados del Gobierno, asaltaron y destruyeron las imprentas de dos diarios del Partido Comunista y luego clasuraron el lugar.
  2. A la tarde, los marineros del Crucero Aurora se amotinan contra sus oficiales que le ordenaban retirar el barco. La mayoría de las tropas de Petrogrado desoían las órdenes del gobierno y se sumaban a los miembros del Comité Militar Revolucionarios, a los que debían arrestar.
  3. Esa madrugada, en el parlamento, los “socialistas” moderados (ausentes los revolucionarios) hacían todo lo posible para evitar la revolución, a la vez que le reclamaban al gobierno provisional que llevara adelante “reformas profundas”, de esa manera pensaban seducir a los bolcheviques.
  4. Kérenski rechaza la propuesta de los moderados y manifiesta que él es capaz de resolver la situación por sí solo. Se retira (ovacionado) del parlamento y se traslada a la sede del distrito militar para dirigir los ataques a los bolcheviques y controlar los edificios oficiales y los puntos estratégicos de la ciudad, enviando a los cadetes y a los granaderos y levantando los puentes.
  5. A partir de la media tarde, todos los puentes y accesos habían sido recuperado por los revolucionarios del CMR
  6. Los “refuerzos” que recibía el gobierno de Kérenski de afuera de la ciudad, no pudieron arribar ya que su recorrido fue permanentemente hostilizado por los ciudadanos, a la vez que los soldados de esas formaciones desertaban.
  7. Al culminar la noche del día 6 de noviembre, la mayor parte de la ciudad estaba tomada por los revolucionarios, pero hasta entonces las acciones eran defensivas. Lenin insistía en la toma del palacio y salió de su refugio disfrazado, marchando hacia el centro, para empujar al Soviet a dar el paso final. En la sede del Soviet de Petrogrado se adoptan las medidas  que consistían en la disolución del parlamento, el arresto del Gobierno Provisional y completar la toma de la ciudad y del poder con las armas. Contaban con la Guardia Roja y los miles de soldados y marineros que se habían incorporado más una masiva aprobación de la población.
  8. Del otro lado, Kérenski reunió una extravagante fuerza compuesta de 400 cadetes, un escuadrón de ciclistas y un destacamento de mujeres más algunos cosacos. Los ciclistas fueron los primeros que se pasaron al bando revolucionario, luego los cosacos y finalmente los cadetes, que se retiraron a las 22 horas, quedaron solo las mujeres.
  9. A las 21.40 desde el crucero Aurora se disparó una salva que era la señal del asalto al palacio. El ruido del estallido provocó pánico entre los cadetes (quienes minutos después se retiran) y en el destacamento de mujeres, pánico que se incrementó entre éstas cuando observaron a las miles de personas que ingresaban al palacio y quedaban solas, pero se resistieron a entregar sus armas.
  10. La proclama, redactada por Lenin, marca el inicio histórico de una nueva época, el inicio histórico de la construcción de un nuevo tipo de gobierno, de un nuevo sistema, humano y solidario: el socialismo.

¡A los Ciudadanos de Rusia!
El Gobierno provisional ha sido depuesto. El poder estatal ha pasado a manos del órgano del Sóviet de Obreros y Soldados de Petrogrado, el Comité Militar Revolucionario, que dirige al proletariado y a la guarnición de Petrogrado.
La causa por la que el pueblo ha luchado —la oferta inmediata de una paz democrática, la abolición de la propiedad de la tierra por los terratenientes, el control obrero de la industria y la creación de un Gobierno de los sóviets— ha quedado asegurada.
¡Viva la revolución de los trabajadores, soldados y campesinos!
Comité Militar Revolucionario del Sóviet de Obreros y Soldados de Petrogrado
25 de octubre de 1917, 10:00 de la mañana.


Nuestro compañero Pablo Neruda, poeta universal, le dedicó una oda a este enorme hombre que fue el motor de esa gran revolución. Reproduzco aquí la parte final del poema de Pablo.


VIII
Lenin, gracias te damos los lejanos.

Desde entonces, desde tus decisiones
desde tus pasos rápidos y tus rápidos ojos
no están los pueblos solos
en la lucha por la alegría.
La inmensa patria dura,
la que aguantó el asedio,
la guerra, la amenaza,
es torre inquebrantable.
Ya no pueden matarla.
Y así viven los hombres
otra vida,
y comen otro pan
con esperanza,
porque en el centro de la tierra existe
la hija de Lenin, clara y decisiva.

IX
Gracias, Lenin,
por la energía y la enseñanza,
gracias por la firmeza,
gracias por Leningrado y las estepas,
gracias por las batallas y por la paz,
gracias por el trigo infinito,
gracias por las escuelas,
gracias por tus pequeños
titánicos soldados,
gracias por este aire que respiro en tu tierra,
que no parece otro aire:
es espacio fragante,
es electricidad de enérgicas montañas.

Gracias, Lenin,
por el aire y el pan y la esperanza.
Ese pueblo que surgió de esa Revolución, la UNIÓN SOVIÉTICA, también supo defender la vida y el futuro del mundo, derrotando con enormes costos en vidas y bienes a la maquinaria asesina y genocida del imperialismo: al nazifascismo. En los NOSOTROS O ELLOS Nº 56 al 63 escribimos sobre lo que sucedió en esa gran masacre imperialista, en el nefasto papel de los denominados “aliados” y en la hipocresía de no abrir un segundo frente dejando solo a los soviéticos y a los guerrilleros, enfrentar a los ejércitos fascistas, para que se destrocen entre ellos y recuperen el mundo. No pudieron.

LA GRAN REVOLUCIÓN DE OCTUBRE ABRIÓ EL CAMINO HACIA UN FUTURO DIGNO PARA TODOS LOS TRABAJADORES DEL MUNDO.

ES EL CAMINO QUE ESTAMOS RECORRIENDO.


Oscar Natalichio
Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEYS)

7 de noviembre – un día clave de la HISTORIA.

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