NOSOTROS O ELLOS Nº 130
LAS CAUSAS DE TODAS LAS COSAS.
De TALES a LENIN. Un repaso sobre la historia
de la Filosofía y los filósofos.
28. Las tres etapas: De Tales
a Lenin: Hobbes
Hobbes Tomás (1588-1679)
¿Los hombres se agregan en sociedad instintivamente o por
necesidad?
“Entre los
individuos no existe un amor natural (el hombre no es un animal social), sino
sólo una explosiva mezcla de temor y de necesidad recíproca que, de no ser por
la regulación del Estado, daría origen a una incontrolable serie de violencias
y atropellos”.
“Justamente porque
el contrato que funda toda sociedad humana posee carácter artificial, es
necesario que el Estado sea absoluto, soberano y potente, así como capaz de
suprimir cualquier intento de imposición
del interés personal. Los hombres sólo podrán abolir cualquier forma de antagonismo
recíproco, reconociéndose como súbditos de una autoridad externa: El
Estado”. (Del Leviatán).
Hobbes deducía que
el antagonismo recíproco sería predominante si los súbditos se transforman en
ciudadanos y adquieren el derecho a juzgar la cosa pública.
¿Se puede comparar la sociedad humana con la creada por
los animales políticos (abejas y hormigas)?
“Es verdad que
algunas criaturas vivas, como las abejas y las hormigas, viven en sociedad (y
son por ello enumeradas por Aristóteles entre las criaturas políticas); y, sin
embargo, no tienen otra dirección que sus juicios y apetitos concretos, y no
poseen la palabra con la que la una pueda significar a la otra qué piensa que
podría ser ventajoso para el beneficio común. Por eso, quizá algunos quieran
saber por qué el género humano no puede hacer lo mismo. Respondo:
“Primero, porque
los hombres están continuamente en competición por el honor y la dignidad, lo
que no sucede entre esas criaturas. En consecuencia, entre los hombres surgen,
sobre esos fundamentos, la envidia y el odio y, en fin, la guerra; entre
aquéllas, en cambio, no es así.
“Segundo, porque
entre esas criaturas el bien común no difiere del privado, y siendo ellas por
naturaleza propensas a su bien privado, procura con éste el beneficio común.
Pero el gozo del hombre consiste en compararse con otros hombres.
“Tercero, porque
estas criaturas, no teniendo (como el hombre) el uso de la razón, no vení ni
creen ver culpa alguna en la administración de sus asuntos comunes, mientras
que entre los hombres hay muchísimos que piensan que son más sabios y más
capaces de gobernar la cosa pública que otros; éstos se esfuerzan en reformar y
en renovar, algunos de un modo, otros de otro, y llevan a la división y a la
guerra civil.
“Cuarto, porque
estas criaturas, si bien tienen de algún modo el uso de la voz para darse a
conocer la una a la otra los propios deseos y aficiones, están falta sin
embargo de aquel arte de la palabra por el cual algunos hombres pueden
representar a los otros lo que es bueno bajo el aspecto del mal y lo que es
malo bajo el aspecto del bien, y aumentar o disminuir la aparente grandeza del
bien y del mal, dejando insatisfechos a los hombres turbando su paz según su
voluntad.
“Quinto, porque las
criaturas irracionales no pueden distinguir entre injuria y daño; por eso,
mientras se encuentra a su gusto, no se sienten ofendidas por sus compañeras,
mientras que el hombre es más turbulento cuando más se encuentra a su gusto; es entonces, de hecho, cuando más se desea
mostrar su sabiduría y censurar las acciones de quien gobierna el Estado.
“En fin, porque el
acuerdo entre esas criaturas es natural,
mientras que el que existe entre los hombres es sólo pacto y es artificial. No es extraño, pues, que (además del
pacto) se requiera algo más para hacer que su acuerdo sea constante y duradero;
es decir: un poder común que los sujete
y refrene y que dirija sus acciones hacia el beneficio común.
Contrato social:
Teoría por la que la constitución de los hombres en
sociedad no fue un suceso natural o instintivo sino el fruto de un pacto: un
contrato originario que puso fin al estado
de naturaleza. Teoría adoptada tanto por los absolutistas (Hobbes) como los
liberales (Locke).
Absolutismo:
Teoría desarrollada por Hobbes para oponerse a la liberal
y democrática, basada en estos principios: a) Indivisibilidad del poder
soberano que debe desembocar en una sola institución (ya sea un hombre o
asamblea); b) deber de obediencia de los súbitos; c) superioridad del Estado
sobre la ley: el soberano no está vinculado por ningún contrato social a sus
súbditos, los cuales, en cambio, estipulan entre ellos un contrato negativo, privándose de toda libertad personal; d)
prohibición de tiranicidio y de toda rebelión cualquiera, incluso cuando el
soberano actúe en contra de los intereses de los súbditos y e) la fusión de la
autoridad política con la religiosa.
Guerra de todos contra todos:
Para Hobbes la inevitable condición del hombre en el estado
de naturaleza es aquella en la que cada individuo, no vinculado por la ley o
por un poder supremo, se vuelve lobo para los otros.
Estado de naturaleza:
Teoría que señala que antes de estipular cualquier
contrato social, los individuos vivían aislados unos de otros y sin ninguna
organización estatal… Tal estado de naturaleza estaría dominado por la guerra de todos contra todos.
“A pesar de sus
relaciones personales con los círculos monárquicos, Hobbes no fue el ideólogo
de la aristocracia feudal, sino de la nobleza aburguesada, aliada con la burguesía. Se
reconcilió con Cromwell, que implantó una dictadura de la burguesía y un severo Poder del Estado, cuya
idea defendió Hobbes.
Al pronunciarse por
la subordinación de la religión y la iglesia al Poder del Estado, por el
materialismo en la filosofía y en la ciencia, y contra toda clase de
pretensiones de la religión, Hobbes defendía la línea de la evolución burguesa
en Inglaterra.
La reacción atacó
furiosamente su concepción filosófica y sus obras “sobre el ciudadano” y
“leviatán”, que por una sentencia de la Universidad de Oxford fueron quemadas durante la
restauración de los Estuardos”.
“Hobbes es sucesor
directo y continuador de la filosofía de Bacon, de quien fue amigo personal.
Apoyándose en el superior desarrollo de las matemáticas y de las ciencias
naturales, sistematizó el materialismo de Bacon, apartando de él su
incongruencia teológica, pero imprimiéndole al mismo tiempo un acabado carácter
mecanicista y metafísico”…
“El provecho y el bienestar
del hombre es para Hobbes, como para Bacon, la finalidad de la filosofía. La
filosofía es la ciencia de los cuerpos; donde faltan cuerpos reales la
filosofía no tiene nada que hacer.
Según Hobbes
existen dos clases de cuerpos: cuerpos naturales y cuerpos artificiales. Entre
los artificiales incluye al Estado como producto de la voluntad y del contrato
humano. El hombre ocupa un lugar intermedio; de un lado, representa un cuerpo
natural y, del otro, crea cuerpo artificiales, como el Estado”.
“Partiendo de ese
punto de vista, Hobbes divide su filosofía en tres partes principales: sobre el
cuerpo, sobre el hombre, sobre el ciudadano”.
“La clasificación
de las ciencias de Hobbes está construida también sobre indicios objetivos: de
las ciencias que estudian las propiedades generales de los cuerpos, pasa a las
ciencias que estudian sus propiedades particulares.
La lógica (ciencia
general del método) ocupa el primer lugar en el sistema de las ciencias. Le
siguen la ontología (que estudia las propiedades más generales de los cuerpos),
la geometría, la mecánica, la física (que estudian sus propiedades
particulares), la psicología, la ética (que estudian al hombre como cuerpo) y
la política (que estudia el Estado)”.
Obras:
“Objeciones a las
Meditaciones metafísicas de Descartes”, “Del ciudadano”, “Levitán”, “Del
cuerpo”, “Del Hombre”, “Diálogo entre un filósofo y un estudiante del derecho
consuetudinario inglés”.
Hobbes fue continuador de las obras de Bacon creando todo
un sistema de materialismo metafísico. Todo lo existente en la naturaleza,
orgánicos e inorgánicos, los unificó y los consideró mecanismos:
“el corazón es el resorte, los nervios son
las cuerdas, y las articulaciones las ruedas que comunican el movimiento a todo
el cuerpo”
Dios no ingresó en su lista. Para él Dios no era objeto
de la ciencia, lo era de la fe.
Podemos decir que desarrolló con gran claridad lo que se
conoce como doctrina del “mecanicismo
científico” aplicando por primera vez esos principios a las funciones mentales,
tesis tan audaz que fue en su época considerada como una “herejía” y en la
actualidad como un “lejano precursor de la cibernética”.
En El Capital Marx
se refiere a este filósofo inglés, exponente del materialismo mecánico. En el
Libro I – Tomo I página 228 (Capítulo IV Transformación del dinero en capital)
escribe:
El capital surge
únicamente donde el poseedor de los medios de producción y de existencia
encuentra en el mercado al trabajador libre como vendedor de su fuerza de
trabajo, y esta condición histórica envuelve toda una historia universal. Por
eso el capital anuncia desde un principio una época en el proceso social de
producción. Y allí hace una referencia a Hobbes
extraídas de Leviatán: “El valor de un
hombre es, como todas las demás cosas, su precio: lo que se pagaría por el uso de su fuerza.”
Oscar Natalichio
Centro de Estudios Económicos y
Sociales (CIEYS)
Junio: Presencia de la bandera
nacional.
oscarnatalich@fibertel.com.ar
Próximo capítulo:
29. Las tres etapas: De Tales
a Lenin: Pascal y Spinoza
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