jueves, 21 de noviembre de 2013

SOTROS O ELLOS Nº 43

CAPITAL, CAPITALISTA Y CAPITALISMO (4)

En NOSOTROS O ELLOS Nº 42 demostramos que la Fuerza de Trabajo (FT) es la que genera toda nueva riqueza y que esa nueva riqueza es distribuida en sólo dos direcciones: salarios como la parte que recibe el trabajador por generar esa riqueza y plusvalía, la parte que no recibe el trabajador por generar esa riqueza. ¿Cómo se distribuyen esas partes? Desde el inicio, la distribución la fija el capitalista, el que compra la mercancía Fuerza de Trabajo, ya que es el que le fija el precio, lo que va a pagar como salario. Así de simple.

Cierto es que, mediante las luchas organizadas de los trabajadores, éstos pueden, casi siempre temporalmente, mejorar sus ingresos. Ingresos que en muy breve espacio de tiempo vuelven a perder su capacidad de compra porque el mismo que fija el precio a la FT es el que fija los precios de todos los bienes que la FT logra y que el trabajador debe comprar para subsistir.

Si queremos ser estrictos tenemos que afirmar que es imposible en el sistema capitalista poder mejorar nuestra calidad de vida como trabajadores y en concordancia con los nuevos avances de la ciencia aplicada a la producción de bienes.

Podemos afirmar que, si bien son valiosas y necesarias las luchas reivindicativas, también son eternas si no se la transfieren al plano político y se limitan solamente a obtener una mejora que, repetimos, sólo será temporal. La inequidad es parte de la estructura económica-social del capitalismo. Y esa inequidad  sólo puede tender a desaparecer en un cambio social profundo, en una transición hacia otro sistema, más progresivo y progresista, que es el Socialismo. El Socialismo como Formación Económico-Social no tiene nada que ver con esos partidos políticos que se denominan a sí mismo socialistas y que sólo representan una faz más de la superestructura montada por el sistema capitalista. Ejemplo en nuestro país es Hermes Binner; en España, Rodríguez Zapatero y Felipe González; en Francia, Francois Hollande, en Inglaterra: Tony Blair, etc. Todos los países capitalistas generan una “izquierda” que no pone en riesgo el sistema y ello es parte de la lucha cultural ya que logra confundir a muchos. Es como si una persona fuese estudiante de primer año de medicina y se anuncie como un cirujano cardiovascular. ¿Se operaría del corazón con él? En política sí.

Retornando al tema, nos quedaba pendiente definir el Capital Mercantil como parte integrante del Capital Industrial. Recordamos que el capital Industrial atraviesa dos fases, la de la circulación y la de la producción. En la fase de circulación se encuentran el Capital Monetario y el Capital Mercantil; en la de producción, el Capital Productivo.

En efecto, nos quedaba explicar qué es el Capital Mercantil, al que definiremos así: es una forma funcional del Capital Industrial caracterizado por estar compuesto de las mercancías producidas y destinadas a la venta. El Capital Mercantil contiene lo que denominamos D’, o sea, contiene el Capital Monetario anticipado (D) y la Plusvalía materializada. Su función es realizar las mercancías, para que no queden en stock. Realizarla significa convertir la plusvalía en dinero y. simultáneamente, rescatar en dinero la inversión inicial (el Capital Monetario Inicial) y significa también poder reproducir nuevamente (en general incrementado) los bienes vendidos y consumidos.

Convengamos que, mientras más rápido se recupere la D’ mejor funcionará el ciclo del Capital Industrial. Por ejemplo: si vendo al contado el Capital Mercantil se convierte simultáneamente en Capital Monetario incrementado por la plusvalía. Pero eso no es lo frecuente ya que en general se deben otorgar plazos. El Capital Mercantil, al otorgar plazos y al vender a muchos “clientes” sus mercancías, requiere de un tiempo considerable para vender, entregar y cobrar. Ese plazo conspira contra la necesidad de hacer rotar de manera rápida al capital monetario y, por ende, a todo el Capital Industrial. ¿Cuál es la solución? Independizarse.

De esa independencia, lógica por otra parte, surge el Capital Comercial, que funciona en la órbita de la circulación pero no forma parte del Capital Industrial. Le adquiere, al capitalista industrial, grandes lotes de mercancías. Éste les paga en un plazo menor y se encarga de la distribución y venta de las mismas. ¿Obtiene plusvalía el Capital Comercial? NO. Pues no produce. ¿Entonces? Le transfiere la plusvalía el  capitalista industrial. ¿Cómo? En “bonificaciones” el industrial cede parte de la plusvalía obtenida para que el capitalista comercial exista. Él capitalista comercial, con esa plusvalía, paga todos sus gastos y se queda con una parte como “ganancias”.

A esta altura es necesario explicar que el precio de venta, si bien lo fija el capitalista, lo debe hacer dentro de un entorno lógico. Ninguno de nosotros tomaría un café en un bar común si este se fija en 60 pesos, pero si se fija entre 12 y 18 posiblemente sí. Por lo tanto, el Capitalista Comercial obtiene su utilidad del descuento o bonificación que recibe del industrial, el que no pocas veces le suele fijar el precio a qué debe llegar al público (a veces impreso en el producto). ¿Por qué? Por que no está solo en el mercado y hay otros capitalistas del mismo rubro que compiten con él. En síntesis:

La plusvalía que recibe el Capital Comercial es parte de la producida en el Capital Productivo. En la circulación no se produce plusvalía, sólo se realiza.

El que no se produzca plusvalía no significa que el capitalista que opera en el comercio no explote a sus empleados, desde ya que sí. Vemos eso con claridad cuando estudiamos los convenios laborales,  donde los salarios de los empleados de comercio suelen ser inferiores a los de los trabajadores industriales. Ello le produce, al capitalista comercial, un ingreso extra por apropiación directa de parte del salario y con ello logra, a veces, obtener más “ganancias”, pero siempre es de la plusvalía que obtiene el industrial.

Tenemos que agregar que el Capital Comercial fue (junto con el Usurero) el capital más importante en la etapa del pre-capitalismo y fue el factor de desarrollo del Capital Industrial. Su imperiosa necesidad de obtener mercancías para su venta, los llevó a concentrar artesanos inicialmente, a contratarlos después, a dividir el trabajo en etapas y a maquinizarlo, etc. En ese proceso surge el Capital Industrial y parte del Capital Comercial pre-capitalista se convierte en Capital Mercantil hasta que, más adelante, vuelve a independizarse como Distribuidor (exclusivo o no) de lo producido, a “mayoristas” o “minoristas”, transfiriendo, en cada caso, una porción de la plusvalía obtenida en la faz industrial. Esto lo veremos más claramente en un desarrollo matemático. ¿Parece complicado? Lo complicaremos más aún.

Para iniciar un proceso industrial se necesita, como habíamos señalado reiteradamente, un capital monetario inicial. ¿Qué sucede si ustedes quieren iniciar ese emprendimiento y no poseen dinero? O no lo inician, o piden plata prestada. Vamos a suponer que van a seguir adelante con el proyecto empresario pero con un capital monetario colocado por terceros (un banco, por ejemplo). Entonces aparece el Capital de Préstamo.

Lo definimos: el Capital de Préstamo es un capital monetario que su poseedor concede a otros capitalistas industriales por un determinado período de tiempo y con una tasa de interés determinada como remuneración por el préstamo. ¿Qué observamos? Al igual que el Capital Comercial es un tipo de capital que se independiza del Capital Industrial. Podemos decir que el Capital de Préstamo es la forma monetaria que también se independiza del capital industrial. En este caso surge una diferencia entre capital-propiedad (relacionado con la especulación) y el capital en funciones (destinado a la producción de bienes con plusvalía).

El capitalista que toma el préstamo debe pagar a quien se lo concede, un interés que es la retribución al prestamista. ¿De donde saca el dinero para pagarlo? Del único concepto que le provee de fondos “genuinos”: de la plusvalía.

Para que no haya dudas: Un capitalista invierte (D) 100 para iniciar un ciclo productivo. Nos abstraemos y suponemos que el capitalista se conforma con un solo ciclo. En ese ciclo, los 100 invertidos se convierten en Capital Constante (recuerden que es el que se utiliza en la compra de las materias primas, los materiales y las maquinarias y herramientas) 80 y en Capital Variable (salarios y sus costos) los 20 restantes. Al final del ciclo realiza la producción en 140 (D’). Sabemos que D’ = D + p, por lo tanto sabemos que p = D’ – D, es decir, la plusvalía es de 140 – 100 = 40 ¿Qué destino tiene esa plusvalía? Vemos tres variantes, las más importantes:

  1. Si la D inicial surge de fondos propios del capitalista y el mismo comercia la producción.
  2. Si la D inicial surge de fondos de terceros y comercia el mismo comercia la producción
  3. Si la D inicial surge de fondos de terceros y entrega la comercialización  al Capital Comercial

Analicemos cada punto y notemos la diferencia. Aceptemos que todos pagan los impuestos a las ganancias en el porcentaje correcto, en este caso 14. Queda un neto de plusvalía de 26 que debe distribuirse en el caso 1 100% al capitalista industrial pues opera solo; en el caso 2 entra otro actor, el capital de préstamo que recibe 6 quedando 20 para el capitalista industrial; y en el caso 3 son dos los actores que entran en el reparto, al capital de préstamo se le suma el capital comercial: el primero se llevaba 6; suponemos que el segundo se lleva 9, queda para el capitalista industrial 11.

Caso      Plusvalía          impuestos        intereses              bonificaciones            ganancia     
                 Total             al Estado         al prestamista      al Cap. Comercial       al Cap. industrial

1.                40                     14                       0                             0                                26
2.                40                     14                       6                             0                                20
3.                40                     14                       6                             9                                11

 La plusvalía obtenida por el Capital Industrial disminuye a medida que deba compartir la misma con otros capitalistas que operan desde fuera de ese capital.

Vamos a observar, en la próxima entrega, que el capital de préstamo puede surgir de un capitalista particular, de un banco o de alguno que sacó el quini 6, pero no es lo mismo que Capital Bancario o que Capital Financiero. Vamos también a observar cómo se las ingenia el capitalista para obtener dinero que no provenga ni del Capital Bancario, ni del de Préstamo, ni del Financiero, sin asumir riesgos, además, dinero barato y controlable.

Seguimos, pues, analizando el Capital en sus modalidades, para luego definir al capitalista y al capitalismo, alertando que no son la misma cosa (categoría).

Oscar Natalichio
Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEYS)
21/11/2013

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