NOSOTROS O ELLOS Nº 38
TRABAJO, FUERZA DE TRABAJO Y SALARIO (4)
Seguimos con la clasificación de la categoría “trabajo” que iniciáramos
en la entrega N º
34 y continuáramos en la 36 y 37 donde desarrollamos: 1. el trabajo en función
del momento en que se realiza; 2. el trabajo en función del valor; 3. el
trabajo en función del conocimiento necesario para ejecutar la tarea; 4. el trabajo en función de la cantidad de
producto necesario; 5. el trabajo en función de la distribución de la riqueza. Ahora finalizaremos
con las tres restantes clasificaciones:
6. El trabajo en función de la propiedad. Se lo
subdivide en: trabajo privado y trabajo social. Habíamos señalado
que la fuerza de trabajo es, en el capitalismo, una mercancía y que ella se
vende en el mercado laboral a un capitalista o propietario de los medios de
producción que la requiere para poner en movimiento esos medios de producción y
con ellos, más esa fuerza de trabajo, crear un nuevo bien que pueda vender,
cobrar y obtener así el incremento del capital inicial (la plusvalía). Decíamos
que esa mercancía, fuerza de trabajo que posee el trabajador, su capacidad y
sus conocimientos, son propias del trabajador y éste la lleva consigo, vaya a
donde vaya, incluso a la tumba donde desaparece con él. Por lo tanto es
“privado” aunque carezca del derecho de fijarle precio a esa mercancía que
vende en el mercado laboral. Pero ese trabajo es mayormente privado cuando se
trata de productores de mercancías aislados, independientes, como en el caso
del que producía empanadas, ya que no sólo es dueño de su mercancía, fuerza de
trabajo, sino también de los medios de producción: materia prima (harina, etc.)
y maquinarias (cocina, etc.) Es allí donde más claramente se manifiesta el
trabajo privado, pues hace de toda la producción un asunto privado. Pero todo
es relativo, pues el que va ha aceptar y adquirir su producción es el mercado
social, lo que significa que, aún siendo totalmente privado, lo producido de
esa manera debe resolverse en la sociedad. Vemos en este ejemplo que el trabajo
privado, en su generalización, es también social, más veladamente social en el
caso del que produce individualmente, siendo a la vez propietario de los medios
de producción. Pero ya no es veladamente social si el trabajador es parte de una
línea de producción, consecuencia de la división social del trabajo, pues en
ella se encuentra el origen del carácter social de su fuerza de trabajo: lo que
se produce en la línea no es en sí una mercancía y no posee valor de uso si no
se ensambla con los que otros producen en esa misma línea o en otra. Además,
esos trabajadores de esa línea, que en su conjunto hacen el nuevo bien (la
nueva riqueza) también van a necesitar que ese nuevo bien sea reconocido como
tal por la sociedad, que le sea útil a ésta o a una parte de ésta. ¿Cuál es la
importancia de esta clasificación? Es la contradicción que existe entre el
trabajo privado y el social. En esa contradicción se manifiesta que el
trabajo privado se hace cada vez más social, pero pese a ese carácter social de
la producción, la riqueza creada, por ese carácter social, se hace más privada al apropiarse de ella los capitalistas, al
apropiarse de los resultados del trabajo privado del trabajador, al apropiarse
de su fuerza de trabajo ¿Cómo? Pagándole menos, cada vez mucho menos, de la
riqueza que con sus gastos de energía física e intelectual produce. No se trata
de una cuestión menor.
7. El trabajo en función del
lugar que ocupa en la
producción. Aquí vamos a señalar que lo hemos clasificado en dos
áreas: en el área de la producción propiamente dicha lo denominamos trabajo productivo. El trabajo productivo es donde se integra tanto
el trabajo necesario como el plustrabajo y es, por tanto, fuente de donde
surgen el producto necesario y el plusproducto. Pero hay un trabajo que no
surge del área de la producción, que no produce el plusproducto, pero necesita
de él para poder desarrollarse, para poder existir socialmente. Lo podríamos
definir, inicialmente como trabajo que no surge del área productiva, que
requiere del plustrabajo. Pero su misión no es de efecto neutro en la
producción ya que, mientras más eficiente sea este trabajo “no productivo” más
eficiente serán los resultados en lograr obtener un plusproducto mayor. Nos
estamos refiriendo al trabajo que no produce bienes materiales pero cuyas
actividades están encaminadas a la solución de otras necesidades de la sociedad
como son la salud, la enseñanza, la cultura, la administración de lo social,
etc. ¿Porqué es necesaria esa división? Porque
desde el trabajo productivo, de los excedentes que éste produce, se logra el
sostenimiento de las personas que se dedican a esas funciones. Esas demandas
sociales, en especial en los sistemas socialistas, no son resueltas
milagrosamente, sino con los excedentes del trabajo (plustrabajo) que el Estado
toma para llevar adelante esas mejoras sociales y espirituales. De allí se
deriva que, cuando más eficiencia se logre en el trabajo productivo, tanta más
eficiencia se logrará en el área no productiva. Si, además, observamos que el
sector “servicios” crece cada vez más, las coberturas mencionadas deben
necesariamente contar con más y más recursos. Esos recursos crecientes que
surgen de la “productividad” van, en la sociedad capitalista, no a la mejora de
la calidad de vida de la sociedad, sino como plusvalía que enriquece más a los
ya ricos.
8. El trabajo en función de su
ubicación en la
historia. Habíamos mencionado que el trabajo vivo, una vez concluido,
se materializaba dentro del bien terminado. Decíamos, que si nos sentamos en
una silla de madera, no nos sentamos únicamente sobre la madera, sino sobre el
trabajo vivo materializada en ella que le dio forma de silla. De otra manera
tendríamos que sentarnos sobre un tronco no espinoso ni muy irregular. Es
decir, hay un trabajo materializado en el producto que clasificamos como
trabajo pasado, en oposición al vivo. Pero no todo trabajo vivo se
materializa en un bien. En este caso el trabajo que realizan los
investigadores, los científicos, los que elaboran tesis y teorías que quedan
registradas en libros o manuscritos para que sean utilizados en algún momento,
sea para desarrollar un nuevo producto de consumo o, más que nada, un nuevo
instrumente (herramienta, maquinaria, sistema, etc.) destinado a producir con mejor
calidad y más eficientemente, lo que ayuda a hacer el trabajo más placentero y
a generar más plusproducto. Siempre debemos considerar que lo de “más
placentero” y de mayor “plusproducto” es una realidad mutilada por la
apropiación (saqueo, robo) que el sistema capitalista hace del esfuerzo social.
El trabajo no materializado y acumulado como conocimiento, es el resultado de
la experiencia histórica creciente, del trabajo que surge cuando el primer
hombre-mono vislumbró que una piedra afilada podía ayudar a cortar su presa, o
cuando cientos de años después descubrió que con un mango podía inventar el
hacha, cortar leña o defenderse. Y así continuó hasta nuestros días con los
enormes avances científico técnicos y del conocimiento en general. Avances que
en algún momento se materializan, sin desaparecer, en la construcción de nuevas
herramientas o de nuevas materias primas. ¿Cuál es la importancia de esta
clasificación? Saber que hay un conocimiento que surge de la historia y del
trabajo, que es propiedad de la humanidad y que es usurpado por las
corporaciones como si fuesen ellas las dueñas de la historia.
El trabajo, ese proceso que se realiza entre las personas y la naturaleza,
en el cual las personas modifican los objetos de la naturaleza de modo tal que
éstos puedan satisfacer sus necesidades, ha sido determinante en separar al
hombre del reino animal y determinante para que éste llegase a pensar. Federico
Engels, en uno de sus notas. “El papel del trabajo en la transformación del
mono en hombre”, escribía:
“Sobre la base del trabajo común, sobre la base del agrupamiento
necesario de hombres-monos que dicho trabajo común exigía, se fueron
estableciendo relaciones sociales que hicieron posible el surgimiento de un
lenguaje fónico articulado y el pensamiento. El desarrollo del trabajo, al
multiplicarse los casos de ayuda mutua y de actividad conjunta, y al mostrar
así las ventajas de esa actitud conjunta para cada individuo, tenía que
contribuir forzosamente a agrupar aún más a los miembros de la sociedad. Los
hombres en formación llegaron a un punto en que tuvieron necesidad de decirse
algo los unos a los otros… La necesidad creó un órgano: la faringe poco
desarrollada del mono se fue transformando, lenta pero firmemente, mediante
modulaciones que producían a la vez modulaciones más perfectas, mientras los
órganos de la boca aprendían, poco a poco, a pronunciar un sonido articulado
tras otro”.
Vamos ahora a resumir esas ocho clasificaciones que hicimos de la
categoría “trabajo”.
- En función del momento en que se realiza
- Trabajo vivo
(produce el nuevo bien y su valor)
- Trabajo
pasado (se materializa en el bien producido)
- En función del valor
- Trabajo
concreto (el oficio que produce el bien con valor de uso)
- Trabajo
abstracto (unidad de medida de cualquier bien, de donde surge el valor)
- En función del conocimiento necesario para
ejecutar la tarea
- Trabajo
simple (no calificado, no requiere preparación especial)
- Trabajo
complejo (requiere preparación y experiencia. X cantidad de trabajo simple)
- En función de la cantidad producida
- Trabajo
necesario (sin excedentes que se puedan acumular. Todo se consume)
- Plustrabajo (excedentes
que mejoran la calidad de vida o enriquecen a pocos)
- En función de la distribución de la
riqueza producida
- Salario
(parte de la riqueza producida por el trabajador que el capitalista
“reconoce”)
- Plusvalía
(parte que no reconoce y se apropia de ella. Salario + plusvalía = riqueza)
- El trabajo en función de la propiedad
- Privado (la
fuerza de trabajo y la producción individual)
- Social (Todo
trabajo sólo puede realizarse y ser reconocido en el mercado social)
- El trabajo en función del lugar que ocupa
en la producción
- Productivo
(De donde surge el producto necesario y el plusproducto)
- No
productivo (Se desarrolla con el plusproducto y atiende necesidades
sociales)
- El trabajo en función de su ubicación en
la historia
- Materializado
(Es el que se incorpora al bien que se va a utilizar o consumir)
- No
materializado (Teorías, tesis y el conocimiento en general del que
disponemos)
Sintetizamos algunos de los conceptos utilizados:
- Trabajo: un proceso que se realiza entre el hombre y la naturaleza
- Fuerza de trabajo: la capacidad
de las personas para ejecutar una tarea
- Valor: Trabajo social de los
trabajadores materializado en las mercancías
- Valor de Uso: Propiedad que posee una mercancía o cosa
de satisfacer una necesidad
- Valor de Cambio: Forma con que se manifiesta el Valor en el acto del intercambio
- Precio: Expresión monetaria del
Valor de las mercancías en el mercado social global
- Precio de Monopolio: Forma especulativa por la cual obtienen ingresos extraordinarios
Hemos llegado al punto final de
nuestro recorrido sintético sobre la categoría trabajo. En las próximas
entregas tomaremos para analizar la categoría “capital”. Es lógico que
comencemos con “trabajo” pues, como anticipo diremos que, el capital, no es
otra cosa que trabajo acumulado del trabajador apropiado por el capitalista.
Oscar Natalichio
Centro de Investigaciones
Económicas y Sociales (CIEYS)
09/11/2013
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