NOSOTROS O ELLOS Nº 109
LAS CAUSAS DE TODAS LAS COSAS.
De TALES a LENIN. Un repaso sobre la historia
de la Filosofía y los filósofos.
7. ¿Por qué Grecia?
Hemos recorrido una
serie de conceptos filosóficos básicos de la historia de los griegos. Ellos, más
lo que a continuación agregamos nos permitirá dar respuesta a la pregunta por
qué en Grecia se desarrolla la
filosofía. En su libro ¿Qué es la filosofía?, sus autores (L.
Korshunova y G. Kirilenko) afirman que, en Grecia:
“La diversidad del paisaje y la existencia
de vías fluviales y de yacimientos de minerales, contribuyeron a un rápido
ascenso de la
producción. Al primer milenio antes de nuestra era -período en que nace la filosofía- se la
llama edad de hierro (a diferencia de la precedente edad de bronce).
Es en Grecia donde
se empieza a extraer minerales de hierro y de cobre, y se inventan
procedimientos de fundición de metales. Crecen las cosechas, se perfecciona la artesanía. Con sus
manos el hombre crea una “segunda naturaleza” –el mundo de las ciudades, de
viviendas cálidas, de ropa cómoda y de campos fértiles-, que lo separa y lo
protege de la naturaleza virgen. Alejada del hombre la naturaleza va perdiendo
paulatinamente en la conciencia humana las propiedades concretas y aparecen en
forma generalizada”.
Como mencionábamos
al inicio: podemos partir de la afirmación que, para meditar, para estudiar,
para observar, para asombrarse, para dialogar, para discutir, etc., es
necesario el tiempo libre.
¿Cómo se obtiene
ese “tiempo libre”? ¿Quién puede obtenerlo? Resolver estos dos interrogantes
nos remite a la producción de bienes materiales y a la distribución de esa
riqueza producida.
Este fenómeno en
Grecia, donde se produce un rápido ascenso de la producción y por ende de la
riqueza, condujo a que una parte de los integrantes de la sociedad se despegara
del trabajo, tanto del campo, como de los talleres, como de las obras públicas
y las de oficinas.
Se trataban, éstos
ciudadanos obtentores del “tiempo libre”, de propietarios de esclavos, de pastizales,
de viñedos donde otros trabajaban permitiéndoles contar con el “ocio creador” a
un puñado de ricos aristócratas.
Si bien no todos
supieron aprovechar esa oportunidad histórica ello le permitió, a los que sí la
aprovecharon, pasar días enteros reflexionando. De allí, que durante siglos,
tanto el arte como la ciencia, pero muy especialmente la filosofía, eran
disciplinas que constituían un verdadero privilegio para un sector reducido de
personas, para una clase social determinada, no vinculada a la trabajo físico.
Es atinente
mencionar –pero no de forma absoluta como veremos más adelante- que la
filosofía es producto de la lucha de clases. Es –al menos su portentoso
desarrollo- producto de una sociedad dividida en clases antagónicas, con
intereses opuestos y dispuestos a conservarlos unos y a cambiarlos otros.
Pero el tiempo
libre sólo, que permitía pensar, observar, reflexionar, no era la única
condición necesaria para que la filosofía se pudiera desarrollar. Era necesario
poder intercambiar opiniones, conceptos, ideas. Era necesario debatir, escuchar
y ser escuchado.
Esas libertades, si
bien restringidas a un grupo minoritario de habitantes privilegiados,
existieron en Grecia y posibilitaron y favorecieron el desarrollo del
pensamiento filosófico.
Cuando esas
libertades se vieron restringidas, cuando las ciudades estados perdieron la
independencia tras la conquista macedonia, se produce el fin del clasismo
griego y el inicio del helenismo.
Más adelante, el
desarrollo de la filosofía, se enmarcará fundamentalmente, dentro de la lucha
de clases antagónicas.
“Grecia es la cuna
de la filosofía, el primer país en que nacieron y alcanzaron un alto desarrollo
sus principales tendencias. La antigua filosofía griega, en la cual tiene su
raíz toda la posterior filosofía europea, nació en el siglo VI a.n.e., durante
el período en que se formó en Grecia la sociedad esclavista de clases”. Sheglov.
“Sólo la esclavitud
ha creado la posibilidad de una división del trabajo más amplia entre la
agricultura y la industria, gracias a la cual ha sido posible el florecimiento
del mundo antiguo griego. Sin la esclavitud no hubiera habido el Estado griego,
ni el arte y la ciencia griegos; sin la esclavitud tampoco hubiera habido
Roma”. F. Engels: “Anti-Dühring”
Grecia antes de Grecia
Hay que observar el
mapa donde se desarrolla la civilización griega. Desde el Mar Negro,
atravesando el estrecho de Bósforo (que divide la ciudad de Estambul entre el
continente asiático y europeo) nos internamos en el Mar de Mármara y por el
estrecho de Dardanelos (que también separa la península de Galípoli –Europa-
con Asia) ingresamos a los mares Egeo, Mirtoico y de Creta, donde cientos de
islas se encuentran dentro de ellos siendo las encargadas de encerrarlas las
islas de Creta, Escarpanto (Cárpatos) y Rodas.
Del otro lado nos
encontramos con los mares Adriático (al norte) y Jónico (al sur). Sobre las
orillas del Jónico se encuentra la zona de Epiro.
Y mencionamos la
zona de Epiro pues es allí donde se encontraron las más antiguas huellas de
ocupación, que indican la presencia de asentamientos y yacimientos paleolíticos
de una antigüedad aproximada de 40 mil años a.n.e. aunque sólo uno muestra su
continuidad hasta el neolítico (desde el 5000 al 2600 a .n.e.) donde se
expande el poblamiento de Grecia, Creta y varias islas.
En el período
neolítico es cuando las tribus se sedentarizan, la piedra es pulimentada y se
comienzan a desarrollar la agricultura (olivos, viñedos, lentejas, centeno o
trigo duro…), la ganadería (ovinos y cabras), la pesca, los tejidos y la cerámica. Esta
“revolución” se produce con retraso de la que se estaba produciendo en oriente,
de allí que se sostenga que es debido a esas influencias orientales y también
de la Rusia
meridional los orígenes de tal desarrollo.
Al otro lado de
Epiro, en el Egeo, entre los años 3000 y 2000 a .n.e. comienza la edad de los metales sin
que ello suponga reemplazo a la piedra pulimentada, a la arcilla y al hueso que
continúan siendo hasta el 1000
a .n.e. los materiales más importantes.
Los metales se
centraban especialmente en el bronce, cobre y plata con los que se fabricaban armas y objetos
decorativos y de culto destinados exclusivamente a la clase social más alta.
En ese período el
Egeo (sus islas) son pobladas por pequeños agrupamientos, los que no pasan,
generalmente, de los 100 habitantes sin algún tipo estable de organización
social aunque los unía un idioma común indoeuropeo (indo-iranio; hititas;
armenios; griegos; itálico; celtas; balto-eslavos y germanos).
Al introducirnos en
lo que se denomina “el mundo antiguo” debemos señalar que éste contiene dos
períodos: el arcaico y el clásico, abarcando el lugar histórico que se inicia
con las primeras culturas surgidas en la comunidad primitiva.
En el período
arcaico el intercambio de productos estaba muy poco desarrollado, en general,
por el bajo nivel de la producción que no llevaba a generar excedentes
importantes. Pero más tarde, cuando se fortalece la división del trabajo,
cuando la sociedad se divide en clases antagónicas, donde surge una clase que
se convierte en dominante y otra que es explotada por ésta, y crea las
instituciones estatales necesarias para mantener la vigencia de ese orden, la
producción se incrementa, surgen importantes excedentes y con ellos, la necesidad
de comercializarlos.
Es entonces, durante el período clásico, donde ese
intercambio insignificante de la época arcaica, se incrementa notablemente.
Como consecuencia, se fortalece el papel de los mercaderes y de los navegantes
como los gestores y ordenadores del comercio.
CHINA E INDIA ANTES DE GRECIA
El pensamiento
filosófico de occidente tiene su origen en las “polis” griegas, en las
ciudades-estados situadas en la costa occidental del Asia Menor, ubicadas sobre
las rutas comerciales vinculantes de los pueblos de oriente y occidente.
Como ciudad-estado
se destaca Mileto (hoy ciudad de Turquía) y entre sus tres filósofos
materialistas se destaca Tales, el considerado primer filósofo griego según
afirmación de Aristóteles. No era para menos ya que Tales fue un gran
observador de la naturaleza, en especial de los fenómenos producidos por la
humedad; un gran inventor; un político que defendía la ciudad-estado
enfrentando al invasor persa; un geómetra y un obsesionado escrutador del
cielo. También un comerciante y viajero que tuvo la posibilidad de conocer
sabios y pensadores de oriente, los que influyeron sobre sus posteriores
posturas.
Tales, desarrolla
sus principios en a finales del siglo VII hasta mediado del siglo VI a.n.e., de
allí que señalemos que la filosofía griega y occidental nace en el siglo VII
a.n.e. Pero… ¿qué pasaba en oriente?
India y China se
desarrollan en forma distinta a Grecia, surgen grandes diferencias, pero
también se manifiestan, pese a ellas, muchos rasgos comunes. En India y en
China el pensamiento filosófico nace antes que en Grecia.
Se considera que el
pueblo chino es uno de los más antiguos del planeta. Lo confirman los
testimonios encontrados, como instrumentos de trabajo, objetos de diversos
materiales que allí se descubrieron. Entre ellos utensilios y armas
confeccionadas con bronce. También allí se produjeron los más grandes avances
científicos: se inventaron la brújula, la pólvora, el papel, la imprenta, la
moneda, etc.
La astronomía se
encontraba muy desarrollada y ya en el siglo IV a.n.e. el astrónomo Shi Shen
confeccionó un catálogo que contenía la ubicación de 800 estrellas. Pero no era
la única ciencia desarrollada, también eran importantes los avances en
historia, lingüística y filosofía.
Y en filosofía, las
primeras y elementales e ingenuas concepciones materialistas comienzan unos mil
años antes que Tales. Esas concepciones se referían a cinco elementos
primarios: el metal, la madera, el agua, el fuego y la tierra. Más adelante
aparece un principio, también material, al que denominan “chi”, vinculado al
aire o al espacio, regidor de todos los fenómenos.
De allí surge que
cambio y movimiento son producidos por fuerzas independientes y contradictorias
denominadas yang y yin, principio negativo y positivo
(hombre-mujer; luz-sombra; calor-frío…).
Se señala como
“primer gran filósofo” chino a un continuador de los anteriores filósofos que
habían desarrollado concepciones materialistas pero muy simples e ingenuas.
Lao-tse (siglo VI a.n.e.) sostiene que la vida, tanto de la naturaleza como la
de los seres humanos, no es regida por fuerzas sobrenaturales, sino que se
origina en un camino o cause natural denominado “tao”. Afirma que todo está en
movimiento y cambio y que se transforma en su contrario. Era contrario a la
mítica y a la religión.
Luego aparece
Confucio (551-479 a .n.e.),
fundador de una doctrina moral y también fundador de la corriente idealista de
la filosofía china. Su base, que hoy se estudia en la República Popular
China , es la sensibilidad y el humanitarismo, denominada
“jen”, y el culto a los antepasados, aunque también incluye el apego a la vieja
división social y la fe en los dioses.
Mo-tse (siglo V
a.n.e.) se opone al pensamiento de Confucio, considerando que era ilógico e
injusto que existan hombres que se apropien del trabajo de otros hombres,
sosteniendo que todos deben trabajar y ayudarse mutuamente. Esos elementos
materialistas las combinaba con posiciones idealistas al considerar la
existencia de un ser espiritual supremo, el cielo, ideado como “amor
universal”. Sus continuadores se denominaron “moistas” y desarrollaron,
especialmente, sus concepciones materialistas.
En la
vieja China , como en la Grecia antigua y en otros estados del mundo, el
pensamiento filosófico se desenvuelve en medio de una fuerte lucha entre el
materialismo y el idealismo. Lucha que continúa aún en nuestros días.
Los pueblos de la India antigua desarrollaron
una particular cultura que llegó a ejercer notable influencia en el este y
sureste de Asia, en la
Mesopotamia y otras regiones que con ellos mantenían
contactos comerciales.
Se han encontrado
(en la India )
objetos de metal, de cobre y de bronce que corresponden a tres mil años a.n.e.
Ello significa que esos pueblos habían desarrollado la agricultura, la
ganadería urbanizado ciudades, surgido el artesanado e intensificado el
comercio.
La sociedad en la India se montó sobre un
régimen de “castas”. De esa manera existían, entre los “ciudadanos libres”, cuatro castas: la
aristocracia militar (Chatrias); los sacerdotes (Brahmanes); los campesinos y
sus comunidades (Vaysias) y los siervos (Sudras). Estos últimos eran dominados
por las otras tres castas y carecían de derechos a la propiedad comunal, no
eran admitidos en las comunidades rurales y no participaban en la vida
política.
En las concepciones
filosóficas, como en las sociales y en las políticas, esa estructura de castas
ejerce gran influencia en sus desarrollos. De tal manera, dichas concepciones,
en especial las filosóficas, se desarrollan en la India a un ritmo menor que
en China y en los países del Mediterráneo.
Pese a ello, en la
inicial filosofía india aparecen explicaciones dialécticas de los fenómenos de
la realidad objetiva, de nuestro mundo, superiores a cualquier otra
contemporánea.
Los primeros datos
sobre los conocimientos alcanzados se encuentran en los “Vedas” de la antigua literatura india, integrado por
cuatro compendios religiosos, siendo, el más importante, el “Rig-Veda del año 1.500 a .n.e. En esos
compendios se exponen las concepciones religiosas de la época y, en ellos, se
desarrollan las primeras concepciones filosóficas sobre el mundo, sobre el
hombre y sobre la moral. Se
habla de “ser”, de “espacio”; de “causa” y se menciona a la “sustancia
primaria”.
A partir de esos
manuscritos sánscritos continúa una frondosa literatura que cumple su etapa en
unos escritos que datan del año mil a.n.e. Entre ellos, los “Upanishad”, que
recogen estudios sobre las ideas filosóficas y donde ya se manifiestan la
existencia de esas dos corrientes opuestas: idealismo y materialismo.
Los iniciales
sistemas filosóficos de la India
se encuentran identificados en las diferentes escuelas. Podemos señalar la “Charvaca ”; la “Sanjia ”; El “Jainismo”; la “Budista ”; la “Nimia ”; la “Vaisheshika ”; la “Yoga ”; la “Mimansa ” y la “Vedanta ”.
Una de las escuelas
materialistas más antiguas es la
“Charvaca ” o “Lokaiata. Parte de la base que no existe más
que el mundo material, que es objetivo y se compone de “elementos primarios
tangibles”. Señala como falsa la fe en la existencia de divinidades. Que no hay
alma, ni paraíso, ni un “más allá”. Todo lo que existe se encuentra compuesto
de aire (viento), fuego (luz), agua y tierra. Vemos claramente como en la
filosofía del inicial materialismo ingenuo se repiten esos cuatros elementos.
Otras escuelas
continuaron el rumbo abierto por la Charvaca. En especial en los sistemas filosóficos
de las escuelas Nimia y Vaisheshika. Pero por igual razón de lo que más tarde
sucede en Grecia y hasta nuestros días, la filosofía idealista es la base más
firme que necesita cualquier formación económico-social (cualquier sistema
político-social-económico) montada sobre la existencia de clases o castas
sociales antagónicas, para justificar las existencias de esas desigualdades y
atribuir las mismas a una situación ya predeterminada por dioses o destinos.
Y como hablamos de sistemas filosóficos, vamos a
intercalar algunos conceptos sobre la
dialéctica como sistema y sobre la teoría general de los sistemas, para luego
retornar con los filósofos de Grecia.
Oscar Natalichio
Centro de Estudios Económicos y
Sociales (CIEYS)
Abril de 2014.
oscarnatalich@fibertel.com.ar
Próximo capítulo:
8. La Dialéctica como sistema
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