martes, 26 de noviembre de 2013

NOSOTROS O ELLOS Nº 46

CAPITAL, CAPITALISTA Y CAPITALISMO (7)


Hemos determinado catorce clasificaciones fundamentales de “capital” que las  desarrollamos desde el Nº 39 al 45

  1. En función de la plusvalía: capital monetario, capital productivo, capital industrial, capital mercantil y capital comercial.
  2. En función del valor: capital constante y capital variable.
  3. En función de su movilidad: capital fijo y capital circulante.
  4. En función del atesoramiento y de la especulación: capital usurario, capital de préstamo, capital bancario, capital financiero y capital ficticio.

Y agregado una clasificación más: Capital en Acciones.

Ahora describiremos qué es concentración y qué es centralización del capital, categorías que arrastran, por derivación lógica, a la concentración y centralización de la producción.

Estos dos fenómenos son claves en el desarrollo histórico de la formación económico-social del capitalismo. Tan claves que, de no haberse producido, no existiría el capitalismo monopólico o imperialismo, pero tan real es su existencia pues se trata de un proceso inevitable, independiente a la voluntad de los hombres, aunque sean los hombres los que hacen la historia.

Ambas categorías y sus derivados no son iguales, cada una posee particularidades distintivas, pero pese a no ser iguales obtiene, por diversas vías, los mismos resultados.

La Centralización del Capital es un proceso histórico hacia afuera, donde el más poderoso absorbe al más débil. Amplía el capital mediante la unión de varios capitales en uno solo. En este proceso no sólo la absorción es el camino, también se centraliza el capital mediante la fusión. Es obvio determinar que un capital más grande amplía las posibilidades de operar de la empresa capitalista: aumenta su tamaño y con ello su presencia en el mercado. Esa característica le permite sacar de juego a muchos competidores, también capitalistas pero con menor poder. De esa manera el gran capital centralizado se convierte en expropiador de los capitalistas más débiles, quedándose, en la mayoría de los casos, con sus propiedades y sus mercados.

La Concentración del Capital es también un proceso histórico que se produce hacia adentro. Su fuente es la capitalización de la plusvalía, es decir, utilizar la plusvalía obtenida al fin de un ciclo para incorporarla en el Capital Monetario del ciclo siguiente, o sea, convirtiendo la plusvalía obtenida, en Capital, capital que, a su vez, contribuye a producir más plusvalía. Este proceso es conocido como Reproducción Ampliada y es, como el anterior, causante del incremento del tamaño de la empresa y causante de la transición del Capitalismo de Libre Empresa (fase 1) al Capitalismo Monopolista o Imperialismo. En la concentración es donde se manifiesta con más claridad la competencia encarnizada entre empresas monopolistas, que se plantean como objetivo lograr la plusvalía extraordinaria, forma de plusvalía relativa que surge de la aplicación en la producción de los avances más destacados del conocimiento científico-técnico. Esos avances poseen una particularidad que hacen inestable el apoderarse por largo plazo de la plusvalía extraordinaria a un único monopolio. Y ello es consecuencia de la permanente renovación de los medios de producción que es donde más se manifiesta la competencia interimperialista. Dicho de otra manera: cuando un monopolio posee la tecnología más avanzada logra la plusvalía extraordinaria; mientras, el monopolio secundario trata de renovar sus medios de producción, pero no con una tecnología igual sino superior, de esa manera termina desplazando al primero y se queda, ahora, con la plusvalía extraordinaria. ¿Por cuánto tiempo? No por mucho pues la competencia entre los monopolios no desaparece y continúa, al igual que el desarrollo científico-técnico tampoco desaparece y continúa.

La Centralización de la Producción deriva de la centralización del capital y consiste en la unificación de series de producciones en una misma empresa. En esa ampliación se manifiestan o destacan las fuerzas productivas sobre la base de la aplicación de la revolución científico-técnico en los medios de producción. Esa centralización coloca con enormes ventajas al monopolio sobre las pequeñas y medianas empresas que no pueden lograr las ventajas económicas decisivas que se obtienen en la gran producción. Este proceso es, repetimos, consecuencia de la centralización del capital, y se manifiesta más crudamente en las fusiones de las grandes empresas, que adquieren, de esa manera, más dominio sobre el mercado y sobre sus competidores más débiles y desprotegidos.

La Concentración de la Producción surge de la concentración del capital producido por la plusvalía, por la parte de ella que retorna al Capital Monetario para iniciar un nuevo ciclo productivo, con mayores recursos. Esa concentración de la producción fue una de las causas del desarrollo del capitalismo de su fase 1 (de libre competencia) a su fase 2 (imperialismo). Es decir, fue lo que aceleró la formación y consolidación de los monopolios. La plusvalía, al convertirse en capital, provee al capitalista de recursos que no son propios y se los apropia a costo cero. Dispone, entonces, de un Capital Monetario “dulce” que utiliza, principalmente, para convertirlo en Capital Constante y, dentro de éste y más específicamente, en Capital Fijo. De esa manera adquiere las maquinarias más eficientes, que producen más unidades por hora y requieren menos trabajo vivo (menos trabajadores en la línea de producción). Aumenta pues, el Capital Constante y disminuye, en relación, el Capital Variable.

Como ambos fenómenos actúan simultáneamente, en lo cotidiano nos referimos a ellos como si constituyeran una sola categoría: concentración y centralización del capital o, en el otro caso,  concentración y centralización de la producción.

Como ustedes habrán notado, el capital se encuentra en permanente movimiento. Ese movimiento es rotatorio. Comenzamos con el Capital Monetario (que puede ser propio o de terceros, en ese caso : Capital de Préstamo; Capital Bancario; Capital Usurario); continuamos con el Capital Productivo (que integra el Capital Constante –tanto el Capital Fijo como su parte de Capital Circulante- y el Capital Variable –salarios- que es totalmente circulante); obtenemos el Capital Mercantil, que es la mercancía terminada, que contiene el Capital Productivo más la Plusvalía; lo pasamos al Capital Comercial, el encargado de realizar la mercancía y con ello la Plusvalía que tiene contenida y, finalmente regresa a casa nuevamente como Capital Monetario incrementado por la plusvalía. Es el Capital Monetario con que iniciamos este ciclo más el incremento que le produce la plusvalía. Todo este circuito (este ciclo) se integra en una categoría que se denomina Rotación del Capital.

Como siempre, lo primero que nos preguntamos es: ¿para qué sirve esta clasificación? ¿Qué nos aporta de interesante?...

Lo que describimos arriba es un ciclo, es el movimiento del capital a través de las esferas de la producción y de la circulación.

Es lo que garantiza la producción de plusvalía y su posterior incorporación al capital.

La primera fase de ese ciclo ocurre en la esfera de la circulación, donde el Capital Monetario es convertido en Productivo. Es la primera parte de la ecuación D > M > D’, es D > M dónde M es, inicialmente, FT + MP (Fuerza de Trabajo + Medios de Producción ).

La segunda fase es la productiva, donde se incorpora la plusvalía (FT + MP + plusvalía) En el producto terminado, la mercancía.

Y, en la tercera fase, el capital regresa nuevamente a la esfera de la circulación, es decir, surge como dinero incrementado (D’), o sea, nuevamente pasa a ser Capital Monetario cerrando el círculo.

Hemos descrito el Ciclo del Capital. ¿Y la Rotación del Capital, qué es? Es el tiempo que ocupa un ciclo productivo.

Ustedes podrán apreciar que en un ciclo productivo el capitalista obtiene la plusvalía. Suponemos que ese ciclo dura un año y la plusvalía obtenida es de 100. ¿Qué sucede si el capitalista, con la aplicación de conocimientos científico-técnico logra reducir a la mitad ese ciclo? Obviamente la plusvalía de 100 pasaría a ser 200 o más. Allí es donde se manifiesta, para el explotador, la gran importancia de la Rotación del Capital.

El Ciclo del Capital es un proceso que se repite periódica e ininterrumpidamente, mientras que la Rotación del Capital es la suma de tiempos durante el cual, el Capital Monetario anticipado (D) pasa por las fases de producción y circulación.

Es, en síntesis, la velocidad con que rota el capital, la velocidad por la que atraviesa las distintas fases del ciclo industrial.

Y es precisamente, esa velocidad, la que permite observar que: si el capital circulante se desplaza muy rápido, el capital fijo es más rendidor, es decir, puede ser utilizado durante más ciclos. Y en esta época de enorme competencia entre los monopolios, el poder utilizar el capital fijo con mayor frecuencia, cuando la revolución científico-técnica obliga a cambiarlo, al que logra esa posibilidad, logra mientras dure, la plusvalía extraordinaria, que es la meta que se fija toda corporación.

Posee, además, un efecto financiero, ya que la producción se realiza más aceleradamente y, por ende, es más acelerado el recupero del Capital Monetario inicial. Y, el hecho que el Capital Variable (el salario) rote más veces sobre el Capital Fijo, indica que el trabajador, lo sepa o no, es más explotado y, por ende, le produce más beneficios al monopolio.

Como hemos visto en este recorrido sobre el capital y sus distintas formas en que se manifiesta, ninguna de esas categorías por las que transitamos son meras referencias teóricas, sino reflejos aproximadamente fieles de la realidad objetiva. Realidad objetiva que en las Ciencias Sociales y en particular en la Economía Política, es esquivada por los Centros de Estudios de cualquier nivel.

Oscar Natalichio
Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEYS)
26/11/2013
Basta con colocar el google la palabra cieys y encontrarán es

No hay comentarios:

Publicar un comentario