NOSOTROS O ELLOS Nº 612 Todo lo que se debe saber
sobre los avances científicos sobre el coronavirus
Reproducimos este
muy completo artículo sobre los pasos que da la ciencia en busca de una
solución definitiva.
12.07.2020 | 09:07
horas Por SAMUEL A. PILAR
Casi al mismo
tiempo que la pandemia de coronavirus comenzaba
a traspasar
fronteras como un tsunami imparable, laboratorios de todo el mundo
iniciaban una carrera contra reloj para encontrar una vacuna que pueda
contrarrestar al nuevo patógeno. No
es el único recurso científico para detener al virus, pero sí el más
importante. Las investigaciones siempre parten de la premisa de
que el desarrollo de vacunas se caracteriza por un alto nivel de fracaso,
pero los proyectos en marcha son 160, algunos ya en fase avanzada,
y nunca antes la comunidad científica internacional había actuado tan
coordinadamente ni con tantos recursos para solucionar un problema.
Este domingo 12 de julio, los contagios declarados en todo el mundo rondan los 12.720.000, mientras que los fallecimientos superan los 565.000, según los datos que recopila la Universidad Johns Hopkins. En total, hay 213 países y territorios heridos por el zarpazo de la enfermedad, prácticamente todos los del planeta, por lo que hallar una vacuna contra el nuevo coronavirus se ha convertido en una cuestión de máxima prioridad. Repasamos algunos de los puntos más importantes que caracterizan a este gran reto científico:
Este domingo 12 de julio, los contagios declarados en todo el mundo rondan los 12.720.000, mientras que los fallecimientos superan los 565.000, según los datos que recopila la Universidad Johns Hopkins. En total, hay 213 países y territorios heridos por el zarpazo de la enfermedad, prácticamente todos los del planeta, por lo que hallar una vacuna contra el nuevo coronavirus se ha convertido en una cuestión de máxima prioridad. Repasamos algunos de los puntos más importantes que caracterizan a este gran reto científico:
¿Por qué es importante
una vacuna contra el coronavirus?
Hasta que no
se encuentre una vacuna efectiva, el
coronavirus SARS-CoV-2 podrá circular libremente por las personas, que
estarán expuestas al patógeno. El nuevo virus ha demostrado una capacidad
de contagio superior a la que en un principio se estimó, lo que le ha
permitido propagarse a lo largo y ancho del mundo de una manera explosiva.
Medidas como
la higiene, el uso de mascarillas o el distanciamiento físico seguirán
siendo muy efectivas, y pueden frenar el ritmo de contagios hasta niveles de
relativa seguridad, pero el
regreso a la situación anterior a la pandemia va a depender del
hallazgo de soluciones terapéuticas. Dentro de estas, la
vacuna es la más importante.
Que el mundo
pueda volver a la situación anterior a la pandemia va a depender de una
vacuna. ISTOCK
¿Se trata
solo de desarrollar una vacuna?
La frenética
carrera por encontrar una vacuna tiene ante sí un triple desafío titánico.
Primero, para acortar los plazos debe conseguir acelerar esa relativa lentitud que caracteriza al proceso habitual de
desarrollo. Pero también hay que considerar que la vacuna realmente
exitosa no tiene que ser solo efectiva, sino que además debe poder producirse a una escala nunca antes conocida -varios miles
de millones de unidades en el menor tiempo posible-, por lo que la
implicación de la industria farmacéutica es fundamental. El tercer paso sería
asegurar campañas masivas de vacunación. La suma de
estos tres grandes objetivos convierten a este reto en uno de los más importantes
a los que se ha enfrentado la ciencia en toda la historia.
¿Cuánto se
tarda habitualmente en desarrollar una vacuna?
Los cálculos
más optimistas de los expertos indican que no
habrá ninguna vacuna viable ni eficaz antes de 12 o 18 meses. El
proceso se está acelerando al máximo, pero hay fases que no pueden ser más
rápidas, y requieren de meses de pruebas. En un contexto de pandemia, pueden
parecer siglos, pero hay que tener en cuenta que en condiciones
normales el desarrollo de una vacuna se extiende durante varios años e
incluso décadas.
Como
consecuencia del alto margen de error del desarrollo de vacunas, los
investigadores suelen seguir un proceso lineal en el que cada evidencia se
analiza hasta el mínimo detalle antes de dar el siguiente paso. Pero
ahora los procesos de investigación arrancan lo antes posible y muchas fases se ejecutan en paralelo, abandonando el
esquema lineal.
El objetivo
es ganar tiempo a toda costa, aunque
eso pueda conllevar un mayor riesgo de fracaso. Por ejemplo, una de las medidas
que se está adoptando es la de empezar la fase clínica en humanos antes de
finalizar la fase en modelos animales. O comenzar a producir masivamente la
vacuna antes incluso de saber si tendrá éxito.
¿Cuántas
fases debe superar una vacuna?
Antes de
cualquier prueba clínica en humanos, el candidato a vacuna debe superar
una Fase 0 o preclínica, que incluye
pruebas in vitro y en animales. La vacuna debe demostrar que es segura y que
funciona en los organismos animales. Si lo hace, puede pasar al estudio clínico
en seres humanos, que se divide a su vez en en tres fases, con
una cuarta opcional:
·
Fase 1: La vacuna se
prueba en pequeños grupos de entre 20 y 100 personas sanas. El estudio se
centra en confirmar que es segura y efectiva, identificando posibles efectos
secundarios y determinando la dosis adecuada.
·
Fase 2: Es un
estudio a mayor escala en el que participan varios cientos de personas. Aquí se
evalúan los efectos secundarios más comunes en el corto plazo y cómo reacciona
el sistema inmune.
·
Fase 3: Es un
ensayo mucho más grande en el que participan varios miles de voluntarios. Se
compara cómo evolucionan las personas que fueron vacunadas respecto a las que
no. También se recolectan datos estadísticos acerca de la efectividad y la seguridad. Esta fase
también sirve para detectar otros posibles efectos secundarios que hayan pasado
desapercibidos en la Fase 2.
·
Posible fase 4: Muchas
vacunas se someten a una Fase 4 después de que la vacuna haya sido aprobada. El
objetivo es recabar aún más información que pueda reforzar su seguridad y
eficacia.
Los proyectos de vacuna más avanzados se encuentran en
China y Estados Unidos. AFP
¿Qué
proyectos destacados de vacuna existen a nivel mundial?
Desde que la Organización Mundial
para la Salud (OMS) declaró el brote de coronavirus como pandemia, los
proyectos de vacuna se han multiplicado en todo el planeta. Con fecha
7 de julio, la última referencia en la que aporta datos, el
organismo internacional reconoce 139 proyectos que ya han encontrado un candidato
a vacuna y se encuentran en fase preclínica. Además, hay otros 21 que la han superado y están en fase clínica, con pruebas
en humanos. Estos son:
·
Instituto Jenner de la
Universidad de Oxford (Reino Unido). Fase 3: En este
proyecto, el más importante que se está llevando a cabo en suelo europeo,
también participa la farmacéutica
AstraZeneca. Utiliza una versión atenuada del virus del
resfriado común. Los investigadores calculan su probabilidad de éxito en un
80%, y acaban de comenzar la fase 3 en Brasil, Sudáfrica y Reino Unido. Según
sus estimaciones, podría estar ya disponible para octubre o
noviembre de este año, puesto que han iniciado su producción en paralelo a
las pruebas clínicas. Alemania, Francia, Italia y Países Bajos han firmado un
contrato con AstraZeneca para el suministro de hasta 400 millones de dosis de
esta vacuna, destinadas a toda la población de la UE, incluida España.
Sinovac
(China). Fase 3: Esta propuesta
china parte de virus inactivos purificados, y ha generado muchas expectativas.
Acaba de arrancar la fase 3, y comenzará a reclutar voluntarios este mes de
julio. Brasil ha dado el visto bueno para que la compañía inoculase la
vacuna experimental a voluntarios del país sudamericano.
·
Moderna / Instituto
Nacional de Enfermedades Infecciosas NIAID (Estados Unidos), Fase 2: Esta
vacuna está basada en ARN mensajero combinado con el código genético del virus,
y España participará en su proceso de producción. Se encuentra todavía en fase
2 de ensayos clínicos, y estaba previsto que comenzase la tercera y última fase
durante este mes de julio, con una muestra de 30.000 personas, aunque la
farmacéutica estadounidense ha reconocido que se retrasará.
CanSino Biological Inc. / Instituto de Biotecnologías
Pekín (China). Fase 2: Se
trata de una vacuna de vector viral. Al ser también de una vacuna de
subunidad -una fórmula de nueva generación que no contiene patógenos-, se
caracteriza por su seguridad. China acaba de aprobar el uso interno
en el Ejército de esta nueva vacuna, para "uso por los
militares". Así, se espera que miles de miembros de las fuerzas
armadas chinas puedan empezar a vacunarse sin demora.
·
Sinopharm / Instituto de
Productos Biológicos de Wuhan y Sinopharm / Instituto de Productos
Biológicos de Pekín (ambos en China). Fase 1/2: China también
está desarrollando otros dos proyectos independientes entre sí y muy
prometedores. Ambos se basan en virus inactivados y detrás de ellos
está Sinopharm, el gigante farmacéutico de carácter estatal. Empezaron a
inocularse en humanos el pasado mes de abril y, según fuentes oficiales
del país asiático, "han mostrado una adecuada seguridad hasta ahora".
La propia Sinopharm ha anunciado comenzará en breve la fase 3 en
Emiratos Árabes Unidos.
·
BioNTech / Fosun
Pharma / Pfizer (Alemania / Estados Unidos). Fase 1/2: Tras probarla
con éxito en ratones, ya han comenzado los ensayos en humanos, con cuatro
variantes de un candidato basado en ARN mensajero sintético. Este enfoque
múltiple permite realizar una evaluación simultánea para aumentar las
posibilidades de identificar al candidato más seguro y eficaz.
·
Las compañías acaban de anunciar resultados
positivos en estos ensayos iniciales en humanos. Ahora, prevén usar la
información recabada para llevar a cabo una prueba mucho más amplia, con hasta
30.000 participantes, y que esperan comenzar a finales de julio si se recibe el
visto bueno de los reguladores. Su intención es fabricar hasta 100
millones de dosis en lo que queda de año y potencialmente más de 1.200 millones
durante 2021.
·
Inovio Pharmaceuticals
(Estados Unidos). Fase 1/2: Este candidato a vacuna aún está en
Fase 1, y comenzó en abril sus ensayos en humanos, basados en el ARN del virus.
Se espera que los primeros datos de la respuesta inmune y posibles efectos
secundarios se conozcan a finales de verano.
·
Novavax (Estados
Unidos). Fase 1/2: La compañía biotecnológica estadounidense
acaba de comenzar las pruebas clínicas en humanos con su candidato basado en
subunidades proteicas, y espera tener los primeros resultados en julio
antes de iniciar la segunda fase. Los investigadores
aseguran que los ensayos preclínicos auguran que la vacuna "será
altamente inmunogenética en humanos, lo que potencialmente logrará una
protección de la COVID-19 y ayudará a controlar la propagación de la
enfermedad".
·
Instituto
de Biología Médica (China). Fase 1: El quinto
candidato a vacuna que se está investigando en China abre aún más la
puerta a la esperanza, aunque no ha hecho más que comenzar sus ensayos en
humanos. Está basado en una versión inactivada del virus.
·
Imperial College de
Londres (Reino Unido). Fase 1: Científicos de la
institución británica acaban de comenzar los primeros ensayos clínicos de una
posible vacuna contra la
COVID-19. Tal y como han explicado, su proyecto presenta una
novedad importante: en lugar de usar una parte del virus, “utiliza hebras
sintéticas del material genético del virus, el ARN, empaquetado dentro de
pequeñas gotas de grasa”. Alrededor de 300 voluntarios sanos recibirán dos
dosis de la vacuna en los ensayos clínicos iniciales, para evaluar si es segura
y si produce una respuesta inmune efectiva.
·
Gamaleya Research
Institute (Rusia). Fase 1: Se trata de una vacuna vectorial combinada contra el coronavirus, y
en su desarrollo también participa el Ministerio de Defensa ruso. Las
autoridades sanitarias del país ya han comenzado las pruebas clínicas en
voluntarios y han anunciado que la producción de la vacuna podría arrancar en otoño.
·
Consorcio Genexine
(Corea del Sur). Fase 1: El primer candidato que llega de Corea
del Sur está impulsado por un grupo de seis empresas farmacéuticas, y se trata
de una vacuna de ADN.
·
Curevac (Alemania). Fase
1: La empresa biofarmacéutica alemana está desarrollando
una vacuna ARN que contiene información genética para la construcción de
la llamada proteína de espiga del CoV-2 en forma de ácido ribonucleico. La
primera fase del estudio clínico ya ha comenzado, en la que participarán
168 voluntarios.
·
Anhui Zhifei Longcom / Instituto de Microbiología (China). Fase 1: Se trata de
una vacuna de proteína recombinante, y acaba de recibir la
autorización de las autoridades sanitarias chinas para iniciar sus ensayos en
seres humanos.
·
Clover / GSK /
Dynavax (China / Reino Unido / EE.UU. ). Fase 1: Nuevo
proyecto de vacuna de proteína recombinante, que se basa en un sistema
adyuvante diseñado por GlaxoSmithKline (GSK), capaz de mejorar la respuesta
inmune del organismo humano. Las pruebas en humanos acaban de comenzar, y
los primeros resultados del estudio estarán listos en agosto.
·
Ejército
Pop. Lib. / Academia Ciencia Militar / Walvax (China).
Fase 1: Denominado ARCoV, este proyecto usa tecnología de ARN
mensajero, al igual que los desarrollados por Moderna en Estados Unidos. Es la
primera vacuna de este tipo que se está probando en humanos en China.
·
Vaxine Pty Ltd /
Medytox (Australia / Corea del Sur). Fase 1: El ensayo que
acaba de arrancar en el Royal Adelaide Hospital de Australia, el
primero de este tipo en el Hemisferio Sur, probará un nuevo
candidato llamado COVAX-19, que se basa en una vacuna de proteína
recombinante.
·
Cadila (India). Fase
1/2: Las autoridades sanitarias indias acaban de dar luz verde
al comienzo de la experimentación en humanos de esta vacuna de plásmido de ADN,
que llevará a cabo las fases 1 y 2 en un plazo estimado de tres meses.
·
Universidad de
Osaka / AnGes / Takara Bio (Japón). Fase 1: El primer
candidato a vacuna que llega de Japón también se basa en ADN y acaba de
iniciar la fase clínica. El proyecto cuenta con el respaldo del Gobierno nipón.
·
Medicago Inc./
Universidad Laval (Canadá). Fase 1: La empresa
biofarmacéutica Medicago, con sede en Quebec, se ha aliado con la Universidad Laval
de la misma ciudad y acaban de comenzar las pruebas en humanos de una vacuna
basada en partículas recombinantes similares al virus (CoVLP)
y un adyuvante. Las CoVLP imitan la estructura del virus
SARS-CoV-2, lo que les permite ser reconocidas por el sistema inmune.
¿Qué es la
“inmunidad de rebaño”?
La "inmunidad
colectiva" o "inmunidad de rebaño" proporciona protección
indirecta a los individuos no vacunados, y solo se produce cuando se
vacuna una parte muy importante de la población, a la que se suman las
personas que son inmunes porque han desarrollado anticuerpos tras un contagio
previo. Los epidemiólogos calculan que entre
el 60% y el 70% de la población necesita ser inmune al virus para
alcanzarla.
Mientras
llega la vacuna, existen posturas que abogan por dejar que se infecten
las personas sin ningún tipo de control, para generar esta “inmunidad de
rebaño”. Lo que proponen, básicamente, es permitir el aumento de casos
positivos y de circulación de personas para incrementar la generación de
anticuerpos y la creación de una barrera inmunológica. Pero esta estrategia no
pasa de ser una idea descabellada, puesto que en la práctica supone una condena segura al colapso sanitario y a la
muerte de millones de personas.
En España,
los datos arrojados por el estudio de seroprevalencia que ha llevado
a cabo el Ministerio de Sanidad son bastante desalentadores en este
sentido. Tan
solo un 5,2% de la población española habría generado anticuerpos, por lo
que esa "inmunidad de rebaño" sin vacuna se antoja como un horizonte
extremadamente difícil de alcanzar, sobre todo teniendo en cuenta el elevado
coste humano, sanitario y económico que ha implicado un porcentaje tan bajo.
Además de la
vacuna, ¿qué otros tratamientos hay?
Los
fármacos representarían la otra gran línea de investigación en la lucha
contra el coronavirus. Se calcula que a nivel internacional hay alrededor de 200 nuevos medicamentos en vías de investigación
para combatir el nuevo coronavirus, la mayoría de los
cuales serían antivirales.
Los posibles
tratamientos con fármacos ya existentes también se han multiplicado en los
últimos meses. En el portal estadounidense clinicaltrials.gov, donde
se lleva la cuenta de los ensayos clínicos sobre COVID-19 en todo el mundo, hay ya registrados casi 2.500, de los que 121 se estarían
desarrollando en España.
Estos
medicamentos, administrados de manera individual o en combinación con
otros, se dividirían principalmente en tres grupos:
·
Los destinados a impedir que el virus progrese dentro del
organismo humano.
·
Los destinados a calmar la respuesta del sistema inmune (en los cuadros
más graves de la enfermedad se desencadena una reacción inmunológica exagerada
y potencialmente mortal, denominada "tormenta de citoquinas").
·
Los basados
en anticuerpos, bien obtenidos en laboratorios o bien procedentes del
plasma sanguíneo de pacientes que han superado la enfermedad.
Los tratamientos
que se han utilizado desde el principio de la epidemia se han orientado a
tres objetivos: antiviral,
antiinflamatorio y antibiótico (las infecciones
virales se asocian con frecuencia a infecciones bacterianas). Sin embargo, la evidencia clínica ha
hecho que con el paso de las semanas se hayan añadido otros medicamentos
como antitrombóticos o anticoagulantes.
Existe una
serie de fármacos que ya han demostrado su eficacia con otras
enfermedades , y que se han probado un cierto éxito con la COVID-19, aunque
todos ellos se encuentran aún en fase de evaluación. Es lo que se conoce
como "reposicionamiento de medicamentos", que presentan la
ventaja de que la seguridad clínica ya está probada.
Entre estos,
sobresale de una manera muy significativa la dexametasona, un fármaco
barato y de fácil acceso en todo el mundo que puede ayudar a salvar vidas de
pacientes que sufren complicaciones respiratorias severas, según
un estudio de la Universidad de Oxford. El equipo investigador cree que el
tratamiento a base de dosis bajas de esteroides supone un gran avance en la
lucha contra la COVID-19, al reducir en un 33% el riesgo de muerte de los
pacientes más graves, los que se encuentran conectados a ventiladores
mecánicos.
En cuanto a
antivirales, destaca el remdesivir, un
medicamento desarrollado inicialmente contra el ébola y que se ha convertido en
el primero aprobado por la
Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en
inglés) para su comercialización en la Unión Europea. Se
trata de un fármaco que evita que el virus
se replique en el organismo, y solo está indicado para tratar
a pacientes con COVID-19 que se encuentren en estado grave. Hay que
tener en cuenta que efectivamente supone un beneficio para estos enfermos,
aunque sus resultados en cuanto a eficacia no dejan de ser discretos.
Además, hay
otros fármacos, entre los que destacan los siguientes:
Aplidin (antitumoral): La empresa española
PharmaMar ha anunciado que los primeros resultados de los estudios 'in vitro'
de su fármaco Aplidin (plitidepsina) en SARS-CoV-2 han revelado una
actividad contra el virus "hasta 80 veces superior" a
la del remdesivir.
·
Hidroxicloroquina y
cloroquina (malaria): un estudio
observacional publicado recientemente en The
Lancet sugiere que no
aportan beneficios a pacientes con COVID-19. Ante las dudas
generadas, la
Organización Mundial de la Salud ha decidido suspender todos sus ensayos con
hidroxicloroquina mientras se revisan los riesgos. En España,
finalmente el
Ministerio de Sanidad ha decidido suspender el inicio de ensayos clínicos con
este medicamento.
·
lopinavir y ritonavir (VIH): su
combinación no ha mostrado efectos significativos en la reducción de la
mortalidad de pacientes con COVID-19, según los resultados preliminares de un
ensayo clínico coordinado por la Universidad de Oxford.
En cuanto al
desarrollo de fármacos basados en
anticuerpos, varias investigaciones a nivel mundial se centran en
identificar proteínas que impidan al virus SARS-CoV-2 parasitar las células
humanas y utilizarlas para replicar su material genético. Diferentes
laboratorios de países como China, Israel o Países Bajos han comenzado ya
a obtener anticuerpos capaces de neutralizarlo, siguiendo el ejemplo de
otras enfermedades que ya se tratan con esta misma técnica. Todos estos
proyectos se encuentran en fases tempranas.
Asimismo, hay
otra vía de investigación abierta que es bastante prometedora: los medicamentos celulares. Un tratamiento
celular desarrollado y probado por investigadores españoles ha demostrado en
sus primeros resultados que reduce la
mortalidad de los pacientes críticos de coronavirus del 85% al 15%.
CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES (CIEyS) –
12 DE JULIO 2020.
Conocer es saber: “Decir
“bien” es bueno, pero obrar bien es mejor. José Martí
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