NOSOTROS O ELLOS Nº 451
EL GRAN CIRCO
La convocatoria a reclamar por la aparición con vida de Santiago
Maldonado era una cita de honor para todos aquellos que queremos vivir en un
país con trabajo, con justicia social, con justicia real, con dignidad y en paz
y armonía y con futuro para las generaciones venideras.
La desaparición forzada de Santiago nos muestra otro país, conducido por
CEOs mafiosos, fascistas y psicópatas en combinación con una justicia corrupta,
opo-oficialistas cómplices y con una cobertura mediática concentrada,
controladora el 95% de la información y el 100% de la desinformación, más
dirigentes sindicales que no despiertan de una ya muy larga siesta.
Esa cita de honor tuvo como respuesta la masividad de la concurrencia. Miles
de personas, en grupos familiares o individualmente se trasladaron hacia la
plaza a cumplir con un deber humano, reclamar que devuelvan a Santiago aquellos
que lo golpearon y se lo llevaron.
Y cada vez que el tiempo pasaba y Santiago no aparecía, sí aparecían testigos
y pruebas de que la represión y el secuestro fue organizado por el gobierno y
ejecutado por la gendarmería con órdenes de “matar a uno” como escarmiento por
el reclamo de tierras.
A las 5 de la tarde, mi compañera y yo, llegamos a la plaza. Más exactamente,
ingresando por Rivadavia pues las avenidas se encontraban repletas de gente,
llegamos al cruce de esa triple frontera formada por las calles diagonal norte,
San Martín y Rivadavia.
Yolanda percibió algo raro en el ambiente: la gente que se encontraba en
ese punto no era la misma que masivamente se desplazaba por la avenida de Mayo
y por las dos diagonales, ni la misma que ya poblaba la plaza. La experiencia de
haber concurrido a decenas de movilizaciones y la preocupación de mi esposa,
hicieron que, observando detenidamente a esos personajes, encontrara entre
ellos a varios “infiltrados” o policías disfrazados de ciudadanos. Así como un
perro olfatea la droga, uno que ha luchado toda su vida por los derechos
ciudadanos olfatea a los que simulan ser parte de las masas.
Alrededor de ellos había también otros tipos de personas que distaban
mucho de ser parte de esa convocatoria y portaban palos y capuchas. Yolanda
dijo que presentía que algo malo ocurriría y yo acepté cambiar de ubicación y
pasar a el triángulo de enfrente. Allí fuimos y luego, desplazándonos hacia
delante por Hipólito Yrigoyen, nos acercamos al palco.
Más de 200 mil personas concurrieron, muchos niños con sus padres,
muchos hombres y mujeres mayores y muchos jóvenes expresaban un mismo
sentimiento: su reclamo de aparición con vida YÁ de Santiago Maldonado. Todos
sin imaginar siquiera lo que el gobierno de los CEOs tramaban.
Cuando la mayoría nos habíamos retirado, en la plaza quedaban todavía
los grupos con palos que acompañaban a la policía de civil y algunas decenas de
personas que (siendo viernes) se quedaron un rato más en el centro, algunos de
los cuales ingresaron a bares y pizzerías, poco más tarde gaseadas.
Y es en ese momento que se arma el gran circo, que nace de un “incidente”
originado por los poseedores de palos y, “al toque”, con una velocísima “orden
judicial” (o ya preparada) que habilita la represión, no a los de los palos,
que continúan actuando volcando y quemando contenedores con basura, sino la
represión “indiscriminada” donde se llevan a reporteros, fotógrafos y personas
que se encontraban trabajando o recorriendo la zona, algunos que habían
participado de la marcha y otros que no lo habían hecho.
El gran circo estaba armado. Esos “desmanes” eran necesarios para frenar
la verdad que surgía sobre el ocultamiento vergonzoso de las acciones ocurridas
en el sur, donde se reprime a los mapuches y se hace desaparecer a Santiago.
Ya se agotaron las mentiras clarisnescas de que se hallaba en Entre
Ríos, que lo vieron en Mendoza, que se encontraba en Chile, que fue atacado en
defensa propia por un empleado del propietario de las tierras usurpadas y
pagadas a precio vil. Además, el lunes finalizaba el “secreto” sobre el
expediente. ESOS DESMANES PLANIFICADOS
ERAN NECESARIOS.
¿Ustedes se imagina a 10 personas “encapuchadas” atacado la sede de la
gendarmería en El Bolsón, donde casi toda la población salió a exigir la
devolución de Santiago Maldonado? ¿Alguien pude ser tan estúpido de creer que
eso no fue armado por el gobierno?
¿Ustedes se imaginan que ese hecho se repitiera también en Buenos Aires
donde unas 50 personas (incluidos varios policías de civil), donde más de 200
mil personas se manifestaron pacíficamente? ¿Alguien pude ser tan estúpido de
creer que eso no fue armado por el gobierno?
¿Y mas que nada éstos actos hecho por un gobierno que no ha parado de
mentir desde antes que asumiera y lo seguirá haciendo hasta que finalice su
mandato?
Los diarios de los CEOs y los mercenarios que los escriben dedicarán esta
mañana los grandes títulos a los “desmanes”, a la “conspiración contra el
gobierno”, pueden incluso afirmar de “buena fuente” que fueron los mapuches los
encapuchados y otras barbaridades pues ellos son impunes sobres sus
bestialidades.
De
Internet: Luego
de la marcha -multitudinaria y pacífica- para exigir la aparición con vida
de Santiago Maldonado a un mes de su desaparición,
la Policía de la Ciudad desató un operativo represivo que se transformó en una
virtual cacería sobre un grupo que no superó los 50 manifestantes
que provocaron destrozos e incendios. El despliegue de infantería no
reparó en golpear, perseguir y reprimir con gases lacrimógeno y pimienta a
transeúntes, periodistas y reporteros gráficos que fueron permanentemente
filmados por agentes de la
fuerza. Los detenidos eran arrastrados de los pelos, en el
medio de una violenta persecución y escenas de nerviosismo del público contra
los efectivos. Los primeros reportes oficiales hablan de varios heridos de
distinta gravedad y treinta detenidos, entre ellos tres mujeres jóvenes.
Si queremos vivir en un país
donde impere la justicia social, la armonía, la paz y la concordia debemos
unirnos más, fortalecernos más, denunciar esos atropellos de neto corte
fascista que intenta confundir y estupidizar a la gente, no comprar sus
mentiras y fortalecer la democracia que hoy se está perdiendo con una inusitada
rapidez.
Si no lo hacemos:
NO SERÁN ETERNOS LOS LAURELES QUE
SUPIMOS CONSEGUIR… ni deberíamos
expresar O JUREMOS CON GLORIA MORIR cuando entonemos nuestro Himno Nacional.
CENTRO DE INVESTIGACIONES
ECONÓMICAS Y SOCIALES (CIEYS)
2 de septiembre. Hace 31 días que
nos preguntamos
¿DÓNDE ESTÁ SANTIAGO MALDONADO?
¿POR QUÉ NO LO DEVUELVEN?
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