sábado, 2 de septiembre de 2017

NOSOTROS O ELLOS Nº 451

EL GRAN CIRCO

La convocatoria a reclamar por la aparición con vida de Santiago Maldonado era una cita de honor para todos aquellos que queremos vivir en un país con trabajo, con justicia social, con justicia real, con dignidad y en paz y armonía y con futuro para las generaciones venideras.

La desaparición forzada de Santiago nos muestra otro país, conducido por CEOs mafiosos, fascistas y psicópatas en combinación con una justicia corrupta, opo-oficialistas cómplices y con una cobertura mediática concentrada, controladora el 95% de la información y el 100% de la desinformación, más dirigentes sindicales que no despiertan de una ya muy larga siesta.

Esa cita de honor tuvo como respuesta la masividad de la concurrencia. Miles de personas, en grupos familiares o individualmente se trasladaron hacia la plaza a cumplir con un deber humano, reclamar que devuelvan a Santiago aquellos que lo golpearon y se lo llevaron.

Y cada vez que el tiempo pasaba y Santiago no aparecía, sí aparecían testigos y pruebas de que la represión y el secuestro fue organizado por el gobierno y ejecutado por la gendarmería con órdenes de “matar a uno” como escarmiento por el reclamo de tierras.

A las 5 de la tarde, mi compañera y yo, llegamos a la plaza. Más exactamente, ingresando por Rivadavia pues las avenidas se encontraban repletas de gente, llegamos al cruce de esa triple frontera formada por las calles diagonal norte, San Martín y Rivadavia.

Yolanda percibió algo raro en el ambiente: la gente que se encontraba en ese punto no era la misma que masivamente se desplazaba por la avenida de Mayo y por las dos diagonales, ni la misma que ya poblaba la plaza. La experiencia de haber concurrido a decenas de movilizaciones y la preocupación de mi esposa, hicieron que, observando detenidamente a esos personajes, encontrara entre ellos a varios “infiltrados” o policías disfrazados de ciudadanos. Así como un perro olfatea la droga, uno que ha luchado toda su vida por los derechos ciudadanos olfatea a los que simulan ser parte de las masas.

Alrededor de ellos había también otros tipos de personas que distaban mucho de ser parte de esa convocatoria y portaban palos y capuchas. Yolanda dijo que presentía que algo malo ocurriría y yo acepté cambiar de ubicación y pasar a el triángulo de enfrente. Allí fuimos y luego, desplazándonos hacia delante por Hipólito Yrigoyen, nos acercamos al palco.

Más de 200 mil personas concurrieron, muchos niños con sus padres, muchos hombres y mujeres mayores y muchos jóvenes expresaban un mismo sentimiento: su reclamo de aparición con vida YÁ de Santiago Maldonado. Todos sin imaginar siquiera lo que el gobierno de los CEOs tramaban.

Cuando la mayoría nos habíamos retirado, en la plaza quedaban todavía los grupos con palos que acompañaban a la policía de civil y algunas decenas de personas que (siendo viernes) se quedaron un rato más en el centro, algunos de los cuales ingresaron a bares y pizzerías, poco más tarde gaseadas.

Y es en ese momento que se arma el gran circo, que nace de un “incidente” originado por los poseedores de palos y, “al toque”, con una velocísima “orden judicial” (o ya preparada) que habilita la represión, no a los de los palos, que continúan actuando volcando y quemando contenedores con basura, sino la represión “indiscriminada” donde se llevan a reporteros, fotógrafos y personas que se encontraban trabajando o recorriendo la zona, algunos que habían participado de la marcha y otros que no lo habían hecho.

El gran circo estaba armado. Esos “desmanes” eran necesarios para frenar la verdad que surgía sobre el ocultamiento vergonzoso de las acciones ocurridas en el sur, donde se reprime a los mapuches y se hace desaparecer a Santiago.

Ya se agotaron las mentiras clarisnescas de que se hallaba en Entre Ríos, que lo vieron en Mendoza, que se encontraba en Chile, que fue atacado en defensa propia por un empleado del propietario de las tierras usurpadas y pagadas a precio vil. Además, el lunes finalizaba el “secreto” sobre el expediente. ESOS DESMANES PLANIFICADOS ERAN NECESARIOS.

¿Ustedes se imagina a 10 personas “encapuchadas” atacado la sede de la gendarmería en El Bolsón, donde casi toda la población salió a exigir la devolución de Santiago Maldonado? ¿Alguien pude ser tan estúpido de creer que eso no fue armado por el gobierno?

¿Ustedes se imaginan que ese hecho se repitiera también en Buenos Aires donde unas 50 personas (incluidos varios policías de civil), donde más de 200 mil personas se manifestaron pacíficamente? ¿Alguien pude ser tan estúpido de creer que eso no fue armado por el gobierno?

¿Y mas que nada éstos actos hecho por un gobierno que no ha parado de mentir desde antes que asumiera y lo seguirá haciendo hasta que finalice su mandato?

Los diarios de los CEOs y los mercenarios que los escriben dedicarán esta mañana los grandes títulos a los “desmanes”, a la “conspiración contra el gobierno”, pueden incluso afirmar de “buena fuente” que fueron los mapuches los encapuchados y otras barbaridades pues ellos son impunes sobres sus bestialidades.

De Internet: Luego de la marcha -multitudinaria y pacífica- para exigir la aparición con vida de Santiago Maldonado a un mes de su desaparición, la Policía de la Ciudad desató un operativo represivo que se transformó en una virtual cacería sobre un grupo que no superó los 50 manifestantes que provocaron destrozos e incendios. El despliegue de infantería no reparó en golpear, perseguir y reprimir con gases lacrimógeno y pimienta a transeúntes, periodistas y reporteros gráficos que fueron permanentemente filmados por agentes de la fuerza. Los detenidos eran arrastrados de los pelos, en el medio de una violenta persecución y escenas de nerviosismo del público contra los efectivos. Los primeros reportes oficiales hablan de varios heridos de distinta gravedad y treinta detenidos, entre ellos tres mujeres jóvenes. 

Si queremos vivir en un país donde impere la justicia social, la armonía, la paz y la concordia debemos unirnos más, fortalecernos más, denunciar esos atropellos de neto corte fascista que intenta confundir y estupidizar a la gente, no comprar sus mentiras y fortalecer la democracia que hoy se está perdiendo con una inusitada rapidez.

Si no lo hacemos:

NO SERÁN ETERNOS LOS LAURELES QUE SUPIMOS CONSEGUIR…  ni deberíamos expresar   O JUREMOS CON GLORIA MORIR  cuando entonemos nuestro Himno Nacional.

CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES (CIEYS)

2 de septiembre. Hace 31 días que nos preguntamos

¿DÓNDE ESTÁ SANTIAGO MALDONADO? ¿POR QUÉ NO LO DEVUELVEN?






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