Hacemos falta
por Barbazul Coltello
Un manual macrista de deformación de niños de escuelas primarias 'enseña' como los trabajadores no deben protestar. El benemérito Congreso de la Nación, cueva de pillos y traidores- como los que en su momento han votado pagar a los buitres sin ninguna verguenza- es el supuestamente atacado por las protestas de los laburantes. Claro, el macrismo expande basura ideológica sin cortapisas ni sanción directa alguna de nadie, ya que el pacifismo local ha llegado a límites insostenibles, Aguantar, quejarse, buscar caminos que no llevan a nada e intoxicarse de cultura colonial e imperial - como la que se expande en este barsucho pueblerino en el que me encuentro a través de una ensordecedora y estúpida 'música'- parece ser el camino elegido por las mayorías populares.
Y bien.
Los laburantes hacemos falta, no nos pueden exterminar a todos. Pero los ricos y patrones deben y pueden desaparecer, no les hacen falta a nadie. Si en el capitalismo, obtuso siempre de una u otra forma, no hubiera trabajadores y las maquinas hicieran el trabajo de producir mercancias, estas no tendrian valor, puesto que el valor de una mercancía se mide por el tiempo de trabajo HUMANO social necesario para producirla. Entones, si las mercancías careciesen de valor, también carecerían de precio, puesto que este es la expresión monetaria del valor. Y sin precio ni valor mercantil, no se produciría plusvalía ni ganancia alguna, lo que seria un sinsentido por cuanto la reproducción ampliada del capital necesita del valor y el precio para realizarse, y la plusvalía y ganancia de los capitalistas, extraídas en base a la explotación de los laburantes y expresadas en el precio, son el sine que non de la existencia del sistema.
Por lo tanto, los laburantes hacemos falta, y no solo para protestar sino para echar a patrones y sus alcahuetes a la basura de la historia y hacernos dueños de nuestro propio destino en una sociedad socialista.
Esta es la única realidad que ningún manual de la basura macrista podrá negar ni contrarrestar.
Nuestros manuales dirán que esta basura fué un soplo fecal en la historia de la Patria, y que nos veremos obligados a impedir que nunca más ensucie y escalpe la piel y el vientre de nuestra tierra y le produzca sucesivas cesáreas a fin de entregarle sus hijos naturales y minerales y humanos al extranjero y a los patrones.
Hacemos falta y no hay más tu tia.
Ellos no. Debemos borrarlos de la faz de la tierra.
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