NOSOTROS O ELLOS Nº 345
¿ES POR NO “PROFUNDIZAR” O POR NO CONCIENTIZAR?
Los
análisis teóricos deben siempre confrontarse con la realidad objetiva. Desde lo
teórico se puede afirmar cualquier cosa, hasta disparatada. Y es la
confrontación con la realidad la que señala si es acertado o no el razonamiento
o la explicación que sobre un fenómeno social se realiza.
Uno de
los puntos que es necesario aclarar está referido a explicar coherentemente el
porqué gran parte de la población votó en contra de sus intereses, votó por
generar lo que se va a constituir en su propia desgracia.
Reiteradamente
hemos escuchado que ello ha sucedido porque el gobierno no se animó a avanzar
con los cambios “necesarios”, no
profundizó los avances importantes que se habían logrado, no
se enfrentó al poder real, el poder de los monopolios, no realizó una real
distribución de la riqueza, no enfrentó a los grupos financieros ni a los
formadores de precios, etc.
Con algo
de soberbia (o quizá también de impotencia), desde la izquierda marxista (a la
que pertenecemos) se elabora una crítica fácil y no profunda, donde surgen
frases como estas: “nuestro Partido anticipó que si el gobierno no
avanzaba y profundizaba los avances logrados, esto (lo de
Macri) iba a suceder”. Desde ya que si uno lee los materiales se va a
encontrar con muchas de estas citas, iguales, parecidas o similares en su
mensaje y contenido.
Nosotros
nos hemos dado cuenta de lo que iba a suceder si no se realizaban esas
“profundizaciones”, si no se consolidaban los pasos dados hasta entonces. Lo
hemos repetido muchas veces.
¿ES ESTO
CIERTO? Para que lo sea, esa aseveración se debe probar tanto en la práctica
como en la confrontación con otras explicaciones y teorías.
Debemos, en primer lugar, definir qué contiene la palabra
“profundizar”. Explicar, con pulcra claridad cuáles son las
medidas que se deberían haber tomado y no se tomaron y son causa de la pérdida
del gobierno. Por ejemplo: ¿Deberían haber nacionalizado la Banca? ¿Deberían
haber recreado la Junta
Nacional de Granos, de Carne, el IAPI, etc.? ¿Deberían haber
creado un impuesto a las transacciones financieras y haber reducido el IVA a
los productos de la canasta familiar, etc.? Ello nos obliga a salir de lo
general a lo particular, nos obliga, claramente, a saber de qué estamos
hablando y, a la vez, de qué forma y con qué herramientas se pueden realizar
esas profundizaciones de las que estamos hablando.
Debemos, en segundo lugar, definir si esas
profundizaciones que “solicitamos se hagan” se encuentran dentro de los marcos
ideológicos del gobierno que los debería hacer. Si
exceden a los mismos, sería pedirle a ese gobierno que ejecute reformas que no
puede ni quiere realizar por esas razones expuestas, porque no es parte de su
ideología, no es parte de sus objetivos.
Pero
mucho más grave aún: le estaríamos exigiendo a ese gobierno que realice cambios
que deberíamos realizar nosotros como marxistas e impulsarlos con una fuerte
presencia parlamentaria de la que no disponemos. Sería pedirles a la burguesía progresista que actúe
más allá de sus intensiones y, además, responsabilizarla por no hacerlo ni habernos
escuchado.
No parece
que esta crítica se encuentre montada sobre una base real, objetiva. No parece correcto definir que la no
“profundización” sea una de las causas importantes, tanto,
que está entre las primeras en definirse que, por no hacerlas, deterioraron al
gobierno K y le restaron el apoyo de una parte importante de la ciudadanía. No
parece que ese sea el motivo. Si es así (si ese no es el motivo) , tampoco
es correcta la afirmación de “nosotros lo advertimos”. Sin
decir (o quizá ignorar) que en esa “advertencia” estamos descargando (y
ocultando) nuestras propias limitaciones y carencias, entre las que se
encuentra la de estar “exigiendo”
que se avance más de lo que estaban dispuestos a avanzar al que no puede
hacerlo. Si fuese así, no sólo habríamos cometido un acto de
soberbia intelectual, sino que esa soberbia es elaborada fuera de la realidad
objetiva y, por lo tanto, fuera del análisis científico.
Partamos de una base: los cambios no lo realizan
únicamente los partidos o frentes si no cuentan con una fuerte presencia de
masas activas en sus organizaciones, si no se encara correctamente la lucha de
clases, si no se buscan esos cambios con masas en las calles exigiéndolos.
Las
políticas “inclusivas” del Estado han funcionado, pero a los incluidos no se los ha concientizado,
no se los han formado, no se los ha incorporado a la militancia como un actor
activo. No se le han otorgado elementos para que sepan conocer la realidad y lo
importante que es consolidar lo que se ha logrado.
Y esa
“consolidación de lo logrado” NO
PASA POR LA PROFUNDIZACIÓN SINO
POR LA CONCIENTIZACIÓN. Para que el “beneficiado” sepa que debe luchar permanentemente, dentro del
“sistema” para poder, apenas, mantener las medidas que le han permitido mejorar
su calidad de vida y que, en parte, no son productos de sus luchas.
Sin
conciencia, los avances logrados lo tornan, al que se beneficia de los mismos,
en un “conservador”, en una persona que quiere conservar lo logrado sin luchar
por ello, en especial, cuando originalmente tampoco luchó para obtenerlo,
desprendiéndose de ello, una actitud pasiva o, a lo sumo, activa primaria (sabe
que debe defenderlo pero no sabe cómo ni donde ni con quién ni cuando).
Esa tarea
de concientización, que debería haber cumplido el FPV, no ha sido cumplida, salvo,
como decía el poeta, “en breves raptos y relámpagos”, totalmente insuficientes
para formar conciencia de cómo deben actuar los ciudadanos en defensa de los
logros obtenidos.
Incluso,
este fenómeno se manifestó también en otros países latinoamericanos que han
“profundizado” sus medidas más que el nuestro, lo que señala, claramente, que
no es la falta de “profundización” el problema, que hay que buscarlo en otra
parte, que hay que buscarlo en que no
debe haber defasaje entre el crecimiento económico-social y el crecimiento de
la conciencia social.
Si la
conciencia social se retrasa con relación a la mejora del “modo de vida”
alcanzado, prevalece la actitud conservadora, egoísta y hasta suicida, pues no se
observa el riego real que le acecha. Si la conciencia social alcanza para que
no sea sorprendido, con lucha podrá obtenerse la consolidación de lo que se ha
logrado. Si la conciencia social avanza hasta, por ejemplo, a saber que lo
logrado no es suficiente, el objetivo es pasar a “profundizar”, mediante planes
de acciones concretas (programas) que señalen la importancia que poseen esas
acciones de lucha, para garantizar e incrementar lo logrado. Y si la conciencia
avanza aún más, los que lo logren se podrán incorporar a los que luchamos por
una nueva formación económico-social: el socialismo como objetivo a construir
en un proceso de transición hacia él
Es la lucha de ideas, es la necesidad de que
la clase trabajadora opere con conciencia de su clase, es (debe ser) nuestro
principal objetivo. El trabajador puede no conocer en profundidad las
categorías científicas que operan como leyes, pero lo que no puede ni debe
desconocer es a qué clase social pertenece y cuál es el destino histórico de
esa clase social de la que es integrante activo.
OSCAR NATALICHIO – CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES (CIEYS) 28/02/16 oscarnatalich@fibertel.com.ar
Los daños
efectuados por el presidente delincuente en sólo 80 días son gravísimos. Y
faltan 1.370 más.
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