NOSOTROS O ELLOS Nº 180
LOS MISERABLES (SÉPTIMA PARTE)
“Esperando la
catástrofe”
Este escrito no lo escribo yo. Se trata de un artículo que me envió el
compañero y amigo entrañable Roger Capella. Lo escribió Eduardo Rothe, a quien
no conozco, pero al leer su trabajo, sintético y claro como agua de manantial,
tengo la sensación de que se trata de otro gran amigo, que posee los mismos
objetivos y las mismas preocupaciones, que, como diría el CHE, si poseemos esos
mismos valores, si sentimos que la mente y el corazón se indignan frente a la
injusticia, si queremos que eso cambie y luchamos por ello, somos camaradas,
somos humanos.
El artículo es sobre Venezuela, sitiada y atacada por el mismo enemigo
que agrede al nuestro y a todos los países que pretenden llevar adelante una
política independiente del imperialismo y tratan, desde mejorar la situación
social, hasta construir el socialismo en
su país.
Observen que si en vez de Venezuela colocamos la palabra Argentina ,
o Bolivia, o Ecuador, o Uruguay u otros, el escrito tendría la misma vigencia,
la misma fuerza, la misma contundencia y el mismo clamor. Caprile es Massa, es
Binner, es Macri.
Lean este escrito detenidamente, traten de que ingresen a sus mentes y a
sus corazones y reenvíelo a todos los que cada uno de ustedes puede hacer llegar.
No escatimen esfuerzos, no se queden dormidos. Lo que se juega es el futuro
nuestro y de las nuevas generaciones, lo que se juega es la vida.
Esperando la catástrofe
Eduardo Rothe - www.aporrea.org
Eduardo Rothe
10/02/15 - www.aporrea.org/actualidad/a202531.html
Venezuela es una
maravillosa y fértil república de llanuras, selvas, ríos y serranías, repleta
de riquezas, defendida del mar por una cordillera que corre de este a oeste;
sus pobladores son gente alegre, igualitaria y despreocupada, alérgica a toda
imposición o prepotencia.
Los venezolanos
son serios pero informales, sólo cultivan la perfección donde es obligatoria,
en la ciencia y la tecnología, la aviación y la música; en lo demás, cultivan
un cuidadoso desorden que da a sus obras y labores, a sus ciudades y
servicios, un toque de incompleto.
Los extranjeros
notan, de entrada, que en Venezuela todo podría mejorarse, nos desaprueban en
silencio por no hacerlo, pero rápidamente se adaptan y adoptan el impulso
descontraído de los criollos.
Hartos de siglos
de dictadura, los venezolanos son esencialmente democráticos, en las
costumbres y la política.
Discutieron y
votaron la Constitución que los rige, tienen más elecciones generales que
nadie en el planeta, y adelantan una revolución controvertida e imperfecta,
llena de errores pero libre de los horrores totalitarios de la historia.
Como siempre
cuando hay revolución, los ricos odian al pueblo indócil y conspiran contra
el gobierno que no controlan, gritan a los vientos que no los dejan hablar y
viven en conspiración permanente animada desde el extranjero.
El gran partido de
los ricos, compuesto por la Mesa de Unidad de todos los partidos de
oposición, clama que vivimos en una dictadura espantosa, y –sin rubor-
comparan desfavorablemente a Caracas con Bagdad y Damasco.
Pero…Todos los
días se levanta el sol, alegre, sobre esta tierra sin cadalsos, sin fosas
comunes, sin desaparecidos, donde nadie se acuesta con miedo a que lo
despierten para llevarlo a la muerte.
Y todos los días
los venezolanos, tan polarizados en sus opiniones y en los medios, se cruzan
camino del trabajo, compran en las tiendas, asisten a conciertos, polemizan
en las redes sociales, protestan contra la escasez y los malos servicios, sin
herirse ni asesinarse.
En política, los
violentos de mala entraña, los asesinos fanáticos o pagados, son pocos y
repudiados por la mayoría.
Maravilloso país
de la exageración, donde la crítica es mayor que lo criticado, donde la queja
supera al motivo de la queja, donde antes de la revolución los que la estaban
pasando bien bromeaban: "Este comunismo nos está matando…"
Pero hoy la vida
puede cambiar en un momento, porque se cierne sobre Venezuela la sombra
siniestra de un golpe de Estado y una intervención extranjera.
Barcos poderosos
cargados de rayos como nubes de tormenta, rondan por el Caribe a la espera de
una orden para pulverizar y carbonizar ciudades.
Tropas
paramilitares jadean en la frontera, listas para llenar de dolor y muerte a
los venezolanos, sin mucha distinción. Algunos infiltrados, militares y
civiles, emboscados en el secreto, incuban su traición y complotan contra
Constitución, contra la paz del país, de la cual gozan sus familias.
Todos apuestan a
la efectividad de la sorpresa y al choque paralizador: creen que sorprenderán
a la República, que paralizarán de confusión y miedo a millones de personas.
No pasará como
esperan los conspiradores: nadie, ni el gobierno actual ni ninguno que lo
usurpe, tiene el poder para ahumar el avispero y adormecer al pueblo, para
imponerse por la fuerza.
Lo único que
lograrán será despertar las voluntades y activar las resistencias, iniciar la
violencia generalizada, desatar la guerra que deroga el futuro y destruye la
esperanza de todos y cada uno de nosotros.
Los que saben que
las guerras sólo sirven para ganarlas se preguntan ¿Quién ganará la guerra?
Pero cuando
comience ya habremos perdido todos, y habrán ganado los que de la guerra
viven, los que ponen a pelear a los pendejos para beneficio de las transnacionales
de la muerte, los que nos consideran peones en su ajedrez geopolítico de las
potencias.
Previendo la
catástrofe, un Leopoldo López, un Capriles, una María Corina Machado, tienen
preparados mullidos exilios a donde ir a lamerse las heridas. Pero tú,
chavista y antichavista, si sobrevives a la hecatombe, te quedarás aquí a
criar a tu familia contaminada por el uranio empobrecido de los proyectiles,
en la peor de las miserias y las tristezas, en las ruinas de lo que fue un
país, viéndolo convertido en un devastado Irán, Afganistán, Libia o Siria,
reflexionando en lo que un sabio romano dijo: "Hicieron un desierto y lo
llamaron paz".
¿Ves alguna
mejoría en eso?
¿Te gusta este
país que es tuyo?
No dejes que los
monstruos lo destruyan.
|
Oscar Natalichio
Centro de Investigaciones
Económicas y Sociales (CIEYS)
12/02/2015
DEFENDAMOS NUESTRA
AMÉRICA CON EL PUEBLO EN LAS CALLES.
CONTRA EL GOLPE DE
LOS CINCO FISCALES CORRUPTOS Y CIPAYOS.
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