NOSOTROS O ELLOS Nº 177
LOS MISERABLES (CUARTA PARTE)
- Suicidio
En el Diccionario de la Lengua Española , la palabra “suicidio” se define
con dos acepciones: 1. Acción y efecto de suicidarse y 2. Acción o conducta que perjudica o
puede perjudicar muy gravemente a quienes la realizan.
La acepción 1 nos obliga a volver a recurrir al diccionario, ahora para
encontrar lo que éste define como “suicidarse”
y allí encontramos una sola definición: Quitarse voluntariamente la vida.
Considerando cada palabra con su propia identidad, el diccionario de
sinónimos agrupa familiarmente a las siguientes, tomando como punto de partida la palabra Homicidio ,
como: muerte de una persona causada
violentamente por otra.
Asesinato y crimen agregan alevosía; fratricidio cuando el asesinato lo
impulsa su propio hermano; genocidio cuando se asesina a todo un pueblo, una
raza, un linaje, es aniquilación de la vida en sus orígenes; infanticidio la
muerte violenta a un niño producida por la madre pero extensivo al recién
nacido o al por nacer; matricidio-parricidio como la muerte de la madre o el
padre en manos de su hijo; muerte como término amplio que señala destrucción o
aniquilamiento; regicidio como la muerte de un rey causada por un súbdito;
uxoricidio cuando la muerte de una mujer es causada por su marido y suicidio
como acto de quitarse uno mismo la vida por un medio violento.
Las probabilidades de que el fiscal de los servicios se haya pegado el
tiro en la cabeza son muy elevadas, por todos los datos recogidos pero,
especialmente, porque se ha afirmado que en el acto de su muerte no
intervinieron “terceras personas”.
Pese a los esfuerzos de Clarín y sus mercenarios y de los oportunistas
de la denominada oposición, la puerta se encontraba cerrada con dos vueltas de
llave por dentro (y no “abierta”); el famoso “pasadizo secreto” es una
desopilante invención de esos ya desesperados medios y políticos, además da al
departamento contiguo, que arrienda un ciudadano chino, y no hay forma de pasar
de ese departamento al que se encontraba el fiscal leyendo lo que le indicaban
que debía presentar el lunes, etc.; la pistola con la que se voló la sien se la
alcanzó su ¿amigo?, ¿subordinado?, ¿proveedor?, por “expreso pedido”.
Aún así, este hecho ¿puede catalogarse como suicidio? Si observamos la
definición del diccionario: Quitarse voluntariamente la vida, ¿puede
asegurarse que el tiro se lo pegó “voluntariamente”?
Toma las vacaciones con su hija de 15 años y regresa inesperadamente en
medio de ellas dejándola sola por tres o más horas en un aeropuerto, llega y se
lo nota muy nervioso y alterado en busca de sus equipajes; y luego lo recibe un
misterioso personaje.
Cuando hace la ridícula denuncia no presenta las pruebas y ese día se ve
con Lagomarsino en su departamento. No le informa que está amenazado él ni
nadie de su entorno. No pide una pistola para ¿defenderse?, simplemente comenta
que va a trabajar sobre las 300 fojas y envía una foto de su escritorio donde
se observan carpetas y marcadores. ¿Estaba leyendo lo que él no escribió? ¿Se
comenzaba a poner nervioso pues lo que estaba leyendo era un verdadero
mamarracho? ¿Que no podía ser escrito por abogados o jueces o fiscales? ¿No se
parecía y mucho a un informe de servicios?
Adicionalmente a ello, en la segunda y última visita de Lagomarsino en
esta etapa, éste le comenta (o la jueza anónima comenta que Lagomarsino le
comenta) estas palabras: me llamó Stiuso para decirme que debía tener
cuidado… que desconfiara de mi custodia… que le pusiera seguridad a mis hijas… Pero
agregó algo más contundente y, como mensaje, muy aclaratorio: “yo
lo tengo que hacer, no tengo otra alternativa” ¿Se refería a la falsa y
torpe denuncia presentada? ¿Se refería a terminar con su vida?
Entonces se pega un tiro, ¿es un hecho voluntario? No lo es. No regresó para matarse. Pero desconocía el real
contenido de la denuncia que le escribieron. Por eso entregó al inicio sólo el
cuerpo central de la denuncia y no las pruebas. Cando observó las denominadas
“pruebas” se dio cuenta de la estupidez que había cometido. ¿Alcanza eso como
para suicidarse? Posiblemente eso, más el llamado del superagente (ex) Stiuso
diciéndole que se cuide, alcanza y sobra.
Entonces nos encontramos con que ni es suicidio ni es homicidio, ya que
la muerte no es causada violentamente por otra. ¿Qué es entonces? Lo que más se
aproxima (jurídicamente) es la figura de “suicidio
inducido”
“El que induzca al suicidio de
otro será castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años”
El suicidio no tiene pena, pues constituye una conducta no delictiva,
además requiere la necesidad efectiva de una muerte, que dicha muerte sea
querida por el sujeto (voluntaria) y que el sujeto cuya muerte se produce posee
capacidad de decisión (voluntad de darse muerte).
En cambio, inducir al suicidio equivale a determinar a otra persona a
que se suicide. Ello supone que, el suicida, no hubiese tomado tal
determinación (de darse muerte) si no hubiese mediado la conducta del inductor,
que debe ser directa y eficaz (lograr que se suicide). El que induce al suicidio
(y logra ese objetivo) es un homicida. Sin embargo, extrañamente, la pena por
serlo por esa vía, es menor.
“Se impondrá la pena de prisión
de dos a cinco años al que coopere con actos necesarios al suicidio de una
persona”.
Aquí se entiende como “necesario” a cooperar en la ejecución del suicidio con un acto sin el cual no se
habría efectuado.
Observamos que en el caso del fiscal de los servicios caben estas dos
posibilidades, la inducción y la cooperación.
Las veladas amenazas de Stiuso (de confirmarse el o los llamados
telefónicos relatados por Lagomarsino a la jueza anónima) representan
claramente una inducción al suicidio.
Y la entrega de la
pistola Bersa calibre 22 que Lagomarsino entregara el sábado
a la tarde-noche al fiscal encuadra en un acto de cooperación, pues se suicidó
con ella.
Describo todo esto pues es necesario, entre tanta chantada mediática, de
políticos oportunistas y de personas mediocres, tener conocimiento sobre las
distintas formas de catalogar los hechos que han estado ocurriendo. Algunos
juristas prefieren utilizar el término homicidio-suicidio
que el de suicidio inducido-asistido.
De esta manera podríamos decir
que no nos encontramos frente a un suicidio propiamente dicho aunque no haya
tercero en la escena, sino a una muerte inducida, meticulosamente planificada y
llevada adelante con claros objetivos, entre ellos, lo de generar una
convulsión social, ensuciar al gobierno nacional y atentar contra la democracia
y la república.
- La magnífica opo
La “doctora” Carrió, abogada, tiene su propia versión de la situación,
no menos disparatada que la denuncia que le hicieran presentar al fiscal de los
servicios. Como es habitual declara: “la falta de seriedad de la Presidenta sólo
trae miedo a la
sociedad. Apenas conocida la muerte del fiscal Nisman habló
de suicidio, derrumbada la tesis del suicidio, se habla de asesinato” El
desconocimiento de su profesión de esta profesional es manifiesta y la agresión
a la Presidenta la savia en la que se alimenta. Si no participan terceros directamente
es suicidio, si se vio obligado a matarse no deja de ser suicidio sino pasa a
ser un suicidio inducido y asistido.
Ernesto Sanz, presidente del Comité Nacional de la UCR declara, pobre
hombre, lo que puede expresar, pues se encuentra lejos de considerarse un
estadista menor. “La Presidenta abandonó la condición de líder de 40 millones de
argentinos para transformarse en comentarista criminológica. No es la posición
de alguien que tiene que traer tranquilidad a una sociedad llena de zozobra y
de miedo”. Increíble pensar que es un candidato a ser presidente. La
zozobra a la sociedad la colocan los medio, los servicio locales y extranjeros,
los políticos oportunistas que buscan más posicionarse que defender la dignidad
nacional como en el caso de los fondos buitres, donde todos querían pagar.
Otro, especialista en traiciones y, además caradura, don Cleto Cobo, ex
estrella de la 125, dice: “La gravedad institucional es innegable. La
Presidenta debe tener información suficiente como para dudar sobre la muerte
del fiscal Nisman. Si es un homicidio entonces esto es un mensaje mafioso a los
jueces y fiscales que investigan el poder político”. Este sucio y
oscuro personaje revierte la situación y coloca como víctima a los jueces y
fiscales que han permanentemente cajoneado expedientes, borrado pruebas y
sembrado falsas pistas, amen de subordinarse a poderes extranacionales. Bueno,
Cobos intentó legitimar la ocupación inglesa de nuestras Islas Malvinas,
viajando a ellas con pasaporte argentino como si se tratara de otro país. En
las peores épocas ya superadas, Bolivia tuvo un presidente que sólo hablaba en
inglés. ¿Podemos nosotros poner como presidente a uno que legitima la ocupación
británica? No podemos, pero este cipayo de dos pisos (local y extranjero) ha
obtenido aplausos y votos que quizá no reciba ahora pues posee “colegas” no muy
distintos, que lo disputan.
También encontramos a la famosa “hormiguita”, doña Graciela Ocaña, que
declara, ya que tiene la oportunidad de hacerlo y no quiere perderla, lo siguiente:
“CFK,
ahora dice que al fiscal Nisman lo mataron ¿Qué espera para echar a la ministra
de seguridad y a Berni, responsable de la custodia del Fiscal? ¿Qué Bogado no
es espía? CFK se burla de los argentinos.” No sólo Bogado no es parte de la SIDE (SI)
sino que le han hecho dos denuncias judiciales por usurpación y tráfico de
influencias. Y lo hizo, querida hormiguita, el jefe Stiuso. Lo de echar a Berni y a la ministra es
simplemente una expresión de la lengua y no del cerebro, hay que entenderla.
De Narváez, el que se contactaba con el “rey de la efedrina” y ahora es
pre candidato de Massa a la gobernación de la Provincia de Buenos Aires, quiere
destacarse siendo más idiota; “La Presidenta es responsable de la muerte
del fiscal Alberto Nisman por haber hecho o haber dejado de hacer”. Esta
diciendo que Cristina o lo mandó a matar o dejo que lo maten. El narco
colombiano tiene suerte de vivir en nuestro país en esta época y poder decir
las peores barbaridades sin sufrir ningún castigo por ello. En realidad, el
castigo debe provenir de la sociedad.
El show mediático, más la actuación de los actores extras de la política
va a continuar. Nada positivo pueden aportar. Desde ya, otro candidato, rey del
oportunismo y de muy bajo nivel intelectual, se postula para querellante de la causa AMIA. ¿Será +
AMIA?
La valentía de Cristina Fernandez
debe ser acompañada por todos aquellos que queremos una patria cada vez más
justa y solidaria.
4. Fortalecer los cambios en
Nuestra América
Estos ataques contra los
gobiernos populares no se dan sólo en nuestro país, se agrede a todos los
paises latinoamericanos que han decidido independizarse del amo imperial y
recorrer un camino propio donde el primer resultado es reducción de la pobreza
y marginación con inclusión social;
disminución de la mortalidad infantil, con ayuda alimenticia y sanitaria,
elevación de la esperanza de vida al nacer, con jubilaciones y pensiones
ajustables y con la creación de millones de puestos de trabajo, mejora de la
educación y desarrollo de la ciencia y la técnica.
Evo Morales acaba de asumir su
tercer mandato con el 62% de los votos. Y las transformaciones que lidera en
Bolivia han asombrado al mundo entero.
Su presencia garantiza que esa hermana nación seguirá ese camino, con la dupla Morales-Linera
hasta el año 2020.
Todo lo bueno que sucede en
Nuestra América es bueno para todos. Todo lo perverso, como este ataque
irracional contra la presidente y los argentinos con principios humanos, es un
retroceso que debemos superar.
Oscar Natalichio
Centro de Investigaciones
Económicas y Sociales (CIEYS)
23/01/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario