Hola a todos y todas:
En este número de Nosotros o Ellos volvemos a continuar con nuestra serie de filosofía “DE TALES A LENIN” Es la entrega número 34 de la mencionada serie. Es, también, uno de los materiales que utilizaremos en el curso del año 2015.
Aprovecho esta oportunidad para mencionar que volver a tocar estos temas es volver a lo trascendente, es decir, tratar temas que se extienden en el tiempo, que no se limitan a la coyuntura y que por ello poseen un valor de permanencia que supera incluso nuestros períodos de vida, poseen un valor histórico.
La coyuntura, que debe ser atendida, donde deben estar presente nuestras acciones, nos obliga a trabajar con celeridad sobre temas muchas veces de vigencias efímeras. Ello ocupa en nuestras mentes y en nuestras actividades mucho tiempo, quizá, en no pocos casos, tiempo malgastado, con reacciones apresuradas, no analizadas previamente, con un gran componente errático.
Cuando podemos salir de la “urgencia” e ingresar a lo trascendental estamos mejorando considerablemente nuestra capacidad de reacción y de razonamiento. Estamos incorporando a nuestro cerebro, conceptos y categorías que nos permiten ver más lejos y que nos permiten, especialmente, reaccionar más rápido y más certeramente en la coyuntura, al poseer más formación y más elementos de análisis.
No hay ideología sin una base filosófica.
No hay política sin una base ideológica.
Pero no existe una sola filosofía, no existe una filosofía “apolítica” o “neutra”. Hay que elegir el camino, mejor dicho, hay que saberlo elegir. Por tanto, el estudio de la filosofía, tomar partido por una de sus corrientes, la del materialismo dialéctico en nuestro caso, es imprescindible para sostener una ideología científica y una política correcta.
Oscar
NOSOTROS O ELLOS Nº 165
LAS CAUSAS DE TODAS LAS COSAS.
De TALES a LENIN. Un repaso sobre la historia
de la Filosofía y los filósofos.
34. Las tres etapas: De Tales
a Lenin: Fichte
Fichte (19/05/1762 - 27/01/1814)
Reseña:
Nace en Rammeneau
(Sajonia – Alemania) en el seno de una muy humilde familia campesina. El barón
Von Miltitz, descubriendo en él una gran inteligencia, paga sus estudios que
realizó en el instituto segunda enseñanza de Schulpforta en Naumburgo. Luego,
en 1780 se inscribe en la facultas de Teología de Jena, abandonando sus
estudios para trabajar al reducirse la ayuda del barón.
Se traslada a
Leipzig y luego a Zurich donde se casa (1793 con Johanna Rahn)) e ingresa a la
logia masónica que frecuentaba Goethe. En 1791 conoce a Kart y le entrega un
trabajo suyo (Intento de crítica de toda
revelación) que se publicó sin firma, siendo acreditado por los lectores
como de Kant, aclarando éste la equivocación.
Ese artículo lo
colocó como un filósofo destacado y fue contratado por la universidad de Jena
durante, lo que se considera, sus mejores cinco años. En una polémica sobre
ateísmo Fichte defendió a un alumno suyo, acusado de serlo. Esgrimió que el
ateísmo no era sinónimo de inmoralidad y que se podía ser religioso sin,
necesariamente, creer en Dios. Por esa opinión fue despedido y se dirigió a
Berlín, regresando a la pobreza y sobreviviendo dando clases particulares.
Mas tarde es
reivindicado, regresa a la enseñanza y en 1810, año en que se funda la
universidad de Berlín, es nombrado profesor y luego rector de la misma. Mucho que ver
en ese cambio tuvo su trabajo Discurso
a la Nación Alemana y su compromiso político en la lucha
contra Napoleón. Muere a los 51 años de tifus, contagiado por su mujer quien la
contrajo ayudando, como enfermera voluntaria, a los soldados heridos en la
guerra y alojados en varios hospitales militares.
Su pensamiento:
¿Es posible determinar el principio fundamental del
conocimiento? ¿Qué es el conocimiento?
“Todo el sistema
del saber se basa en un acto de espontánea, intuitiva y no condicionada
autocreación del sujeto pensante”… “El verdadero principio, base de todo,
reside en la autoconciencia, en la afirmación yo soy (Yo = Yo)”.
De acuerdo a estas
premisas, la validez de un acto cognoscitivo no depende de una supuesta
correspondencia entre el objeto pensado y el sujeto pensante, sino que se basa
en: una actividad totalmente interior al
sujeto e independiente del mundo.
“Debemos investigar
el principio absolutamente primordial, absolutamente incondicionado, del
conocimiento humano… que no se puede demostrar ni determinar”. El principio primordial no podrá ser
demostrado. Tal sólo, aceptado.
¿Qué características debe tener un ser pensante?
Fichte incorpora al
sujeto pensante no como un ser sino
en términos de actividad. “El Yo se
posiciona a sí mismo” y en esa autoposición, originaria e incondicionada,
encuentra la “base de todo conocimiento”.
Y en una segunda
parte de su fórmula coloca “el yo pone al
no yo” De esa manera deduce que el pensamiento es, al mismo tiempo,
autoconciencia del sujeto pensante como identificación con el concepto pensado,
lo que origina una contradicción: la actividad de la conciencia.
“Es el YO lo que
determina lo que no se es”. ¿Por qué se elige un sistema filosófico? “Dogmatismo:
la libertad del individuo determinada por su experiencia vital. Idealismo: el
individuo libre, capaz de imponer al mundo su propia voluntad”. ¿En qué
consiste el carácter de un pueblo? “La supremacía del pueblo alemán: es el
único que ha conservado su lengua originaria y es la comunidad lingüística la
que forja el espíritu de un pueblo”.
¿En qué consiste el carácter de un pueblo? ¿Cuál es el
papel de la lengua en la formación de una cultura?
Fichte consideraba que
el pueblo alemán era superior (supremacía). Mencionaba que no es su situación
geográfica la que determina la realidad de un pueblo ya que: el hombre funda una patria bajo cualquier
pedazo de cielo. Afirmaba el papel fundamental de un elemento espiritual: la lengua ya que, el lenguaje, no sólo
es un medio de comunicación, sino es el instrumento con que la conciencia
construye su propia espiritualidad. (Nosotros seríamos las palabras que
utilizamos).
La supremacía del
pueblo alemán se manifiesta en que ha sido capaz de conservar su lengua original
“intacta”. Que ha rechazado sistemáticamente cualquier contaminación
lingüística con los demás pueblos. Allí, en esa “pureza” se expresa la
superioridad y el amor por la
libertad. De esa manera el pueblo alemán se convierte
en el único depositario en el mundo moderno de la antigua sabiduría original y le confiere el deber de civilizar al
resto de la humanidad.
El Yo:
Fichte lo entiende como una actividad absoluta, libre,
incondicionada y, en cierta forma, divina, según la cual todo individuo se construye
a sí mismo.
El No-Yo:
Aquí
entran lo que lo distingue de sí mismo, es decir, los objetos, el mundo en su
totalidad, los demás seres humanos y hasta el propio cuerpo que porta el Yo.
Conciencia/autoconciencia:
Pensar algo, tener conciencia, presupone, implícitamente,
la conciencia de existir como autoconciencia, como sujeto dotado de la
conciencia de sí mismo.
Idealismo/dogmatismo:
O se concluye que todas las actividades mentales del
sujeto son causadas por la experiencia (anterior y actual) y se considera que
el hombre está determinado por lo externo (por las percepciones y por la
realidad) lo que sería el dogmatismo; o se infiere que, a pesar del evidente
aporte de la experiencia, la espiritualidad supera el horizonte de la realidad
concreta, lo que sería el idealismo.
Comentarios:
“La filosofía de Joaquín Amadeo Fichte
representa una fase posterior en el desarrollo del idealismo clásico alemán. No
era sólo un filosofo y un pedagogo; era también un activo y apasionado
político, militante en las filas de la democracia burguesa, que conoció la
estrechez y la persecución, particularmente durante el primer periodo de su
actividad, cuando era un ferviente admirador de los jacobinos. Acusado de
ateísmo tuvo que abandonar sus lecciones en la Universidad de Jena.
Más tarde actúo como el ideólogo del movimiento de liberación alemán y como uno
de los organizadores de la guerra nacional-emancipadora contra la dominación
napoleónica”.
“Fichte desarrolla
la filosofía de Kant hacia un idealismo subjetivo más consecuente, Refuta la
teoría de “las cosas en sí”. El punto de partida de su sistema, al que llama
“doctrina científica”, es la conciencia, es el “yo”. En el fondo es la habitual
conciencia del hombre, pero en Fichte aparece como autosuficiente, separada del
hombre y transformada en un este absoluto. Según él, todo el mundo exterior (el
“no yo”) es el resultado de la actividad creadora del “yo”.
Destaca la
actividad, el carácter activo de la conciencia, pero este aspecto activo es
extremadamente abstracto. El “yo” produce el “no yo” como su contraste, para
hallar un punto de aplicación para su actividad. Sobre la base de la lucha de
esos contrastes se efectúa el desarrollo de la autoconciencia del hombre. En el
proceso de la evolución histórica se realiza el objetivo supremo del movimiento
de avance: la organización de la vida humana en consonancia con las exigencias
de la razón”.
“La teoría del
desarrollo dialéctico apareció en el sistema filosófico de Fichte como la
teoría idealista de la autoconciencia del sujeto”.
“Lenin denominaba a
Fichte el “representante clásico del idealismo subjetivo”. Poniendo al desnudo
la astucia de las pequeñas escuelas reaccionarias modernas, empiriocriticistas,
inmanentistas, etc. Lenin demostró que en el problema fundamental de la
filosofía sostienen el punto de vista idealista de Fichte”.
“La filosofía
idealista subjetiva de Fichte fue la expresión evidente de los intereses de la
burguesía alemana que aspiraba al Poder, que exigía la abolición de las normas
feudales y de los privilegios de casta, y que luchaba por la unificación
nacional de Alemania”.
“El desarrollo
sucesivo de la filosofía clásica alemana hasta Hegel está ligado a la filosofía
de Federico Schelling, quien estudió con Hegel en la universidad de Tubinga. En
su juventud fueron ambos atraídos por las ideas liberadoras de la Revolución Francesa.
.
Obras:
“Ensayo de una
crítica de toda revelación”; “Lecciones sobre el destino del sabio”;
“Principios fundamentales sobre la doctrina de la ciencia”; “Introducción a la
doctrina de la ciencia”; “El Estado comercial cerrado”; “Discurso a la nación
alemana”.
Fichte es
considerado como uno de los principales representantes de la filosofía clásica
alemana, idealista subjetivo, hijo de un campesino y partidario de la Revolución Francesa.
Con sus “Discursos
a la Nación Alemana ”
contribuyó a la formación de una conciencia nacional para la burguesía alemana,
entonces progresista. En El Capital,
Marx en el capítulo I La
Mercancía hace una breve referencia a este filósofo:
“En cierto modo al
hombre le ocurre lo que a la
mercancía. Como no viene al mundo con un espejo, ni como el
filósofo de Fichte: yo soy yo, el hombre se refleja primero en otro hombre.
Para referirse a sí mismo como hombre, el hombre Pedro tiene que referirse
primero al hombre Pablo como su semejante. Pero con ello también el hombre
Pablo, con pelos y señales, en su corporeidad paulina, figura para Pedro como
forma fenoménica del “genus” hombre.”
Oscar Natalichio
Centro de Estudios Económicos y
Sociales (CIEYS)
Próximo capítulo:
35. Las tres etapas: De Tales
a Lenin: Schelling.
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