NOSOTROS O ELLOS Nº 116
LAS CAUSAS DE TODAS LAS COSAS.
De TALES a LENIN. Un repaso sobre la historia
de la Filosofía y los filósofos.
14. Las tres etapas: De Tales
a Lenin: El Siglo de Pericles. SÓCRATES.
El siglo de Pericles
El período de mayor
florecimiento de la cultura en la Grecia Antigua se desarrollo en un período que va
desde el fin de las “Guerras Médicas” (499 a 449 a .n.e) hasta el inicio de la “Guerra del Peloponeso” (431 a 404 a .n.e.).
Los griegos
derrotan la invasión persa en el 480
a .n.e y Atenas continúa con las guerras médicas hasta el
449 a .n.e.
Pero 50 años después de ese triunfo sobre el Imperio Persa se enfrentan las dos
más importantes ciudades estados griegas: Esparta y Atenas.
Atenas es
devastada, su democracia esclavista proscripta y Esparta (con ayuda de Persia)
se convierte en el mayor poder de Grecia, el que es dirigido por la
aristocracia esclavista. Toda la nación griega queda sumida, por el costo de la
guerra, en un estado de pobreza que se extendió a todo el Peloponeso. Además,
fueron guerras sin cuartel, que incluían las más grandes atrocidades y en gran
escala.
Pero antes, desde
la derrota de los persas hasta en inicio de la guerra interna pasaron para los
atenienses los 50 años más brillantes de su historia, en lo que se denominó:
“El Siglo de Pericles”.
Se desarrollaron
fuertemente el artesanado, el comercio, las ciencias, la cultura en general.
Predominaba la democracia ateniense donde se establece, para los “ciudadanos
libres” (no incluían esclavos, pero tampoco extranjeros y mujeres) el principio
de la igualdad política ante la
ley. Esa participación activa de los ciudadanos en la vida
social les exigía poseer sólidos conocimientos y una gran elocuencia.
Prosperaron las escuelas de formación (la ciudad era conocida como la “escuela
de la Hélade”) y a ellas concurrieron filósofos, sabios, astrónomos, poetas,
escultores, grandes maestros artesanos y médicos. Ese período fue gobernado por
Pericles, de allí que se lo denomine con su nombre. Y cuando la democracia ateniense
es derrotada por la oligarquía aristocrática, Grecia cae en el precipicio del
que no se ha podido levantar aún hoy.
Sócrates (470-399 a .n.e.)
¿Qué es
posible conocer? “la importancia de saber que no se sabe” “La verdadera
sabiduría es inversamente proporcional al prestigio social” “El filósofo es un
obstetra (comadrona) de almas”. Para resolver ¿qué es la sabiduría? Y el enigma
del oráculo (Sócrates es el más sabio de todos), buscó la sabiduría de un
maestro:
“Fui a uno de aquellos que tienen fama de ser
sabios con la intensión de encontrar elementos para refutar al oráculo, si es
que era posible hacerlo de algún modo, y para contraponer el hecho de que éstos
eran seguro más sabios que yo, mientras se decía que yo era el más sabio de
todos. Interrogado, pues, a éste y hablándole, me pareció que en efecto a él le
parecía que era sabio, pero en realidad no lo era. Entonces intenté demostrarle
que se creía sabio, pero que por el contrario no lo era. Por eso gané su odio y
también el de mucho de los presentes. Mientras me iba, reflexioné que, en
efecto, yo era más sabio que aquel hombre: cada uno de nosotros dos, de hecho,
adolece de no saber nada de los bello y de lo bueno, pero él cree saber algo y
en realidad no sabe, y yo, en cambio, no sólo no sé, sino que no creo tampoco
saber y, por tanto, creo que soy más sabio que él precisamente por esa pequeña
diferencia: la que no creo saber lo que no sé”.
Avergonzar a los
falsos sabios es un deber de alto valor cívico. “La filosofía tiene como objetivo
el perfeccionamiento del sujeto. Filosofar equivale a conocerse, lo que es
fácil sólo en apariencia.”
Sócrates, maestro
de Platón y Jenofonte, se enfrentó a los sofistas y gran parte de su filosofía
está orientada contra ellos. Cuando Protágoras proclama al hombre como “medidas
de todas las cosas” Sócrates consideraba que esa medida era el mundo interior
del individuo y convocaba a que, antes de medir las cosas por uno mismo,
deberíamos “conocernos a nosotros mismos”.
“En el conocimiento
de sí mismo, del interno mundo espiritual propio, puede encontrarse la base de
la verdad, de la justicia, del derecho, de la ley y del bien”.
Utilizando el
imprescindible “tiempo libre”, Sócrates vagabundeaba días y días por toda la
ciudad entablando conversación con cualquiera que se cruzara en su camino. En
la plaza, en los talleres, en los gimnasios, allí se encontraba este filósofo.
-¿Quién es ese?
Preguntaba alguien que no lo conocía.
-Es Sócrates, el
hijo del escultor Sofronisco.
-¡Habla con todos!
¿Con qué objeto?
-Con el de ayudar a
que nazca la verdad.
Sócrates sostenía
que en la conversación y el razonamiento, ayudado por preguntas y respuestas,
se encontraba el camino para descubrir la verdad. Conversaba
ocultando sus conocimientos, fingiendo no conocer conceptos tan sencillos,
frente a un religioso como el bien o el mal; frente a un militar como arrojo y
valentía. Con sucesivas preguntas obligaba a su interlocutor a contradecirse y
demostrar que estaban definiendo palabras sobre las que, en concreto, no
sabían.
Sócrates encontraba
la diferencia entre sí mismo y su interlocutor, pues el sabía que no sabía nada y su oponente “creía que sabía algo, pero no sabía nada”
Veremos en este
ejemplo de Sócrates conversando con el joven Eutídemo, que se preparaba con él
para asumir actividades estatales y a quién le solicitó que definiera o
aclarara “qué era la justicia”.
Sócrates escribe en
la arena dos palabras, una en cada columna que previamente trazó: en una
columna la palabra “justicia” y el la siguiente la palabra “injusticia”
Escrito esto le
propone a Eutídemo que escribiese todos los actos que considere justos en la
primera columna y los que considere injustos en la segunda. Y le lanza la
primera pregunta: ¿en qué lugar colocaría la palabra “mentira”? Luego le propone
otra serie de palabras: “engaño”; “robo”; “violencia” y “rapto”.
Eutídemo colocó
todos en la columna encabezada por “injusticia”. Entonces Sócrates le preguntó
si alguna de ellas podría escribirse en la primer columna, a lo que el joven
afirmó que no. El filósofo comenzó a preguntarle:
¿Son justos, la
mentira, el engaño, el robo, la violencia, y el rapto, cuando se realizan en la
guerra contra el enemigo?
El alumno acepta
que en ese caso serían justos y agrega que él entendía que las preguntas se referían
sólo a los amigos. Entonces Sócrates arriba a una conclusión y le pregunta su
parecer al joven:
“En relación con
los enemigos, tales actos son justos, e injustos respectos de los amigos: con
éstos hay que ser los más justos posibles”.
Eutídemo acepta ese
razonamiento como correcto, pero Sócrates, entonces, le obliga a entrar
nuevamente en contradicción al preguntarle:
¿Cómo juzgar, por
ejemplo, la actitud de un jefe militar que, deseando elevar el ánimo de sus
tropas, miente a sus soldados diciéndoles que vienen nuevas tropas en su
auxilio?
¿Cómo juzgar al
padre de un niño que imperiosamente necesita tomar su medicina y se niega,
entonces lo engaña mezclándosela con la comida?
Eutídemo reconoció
que esas acciones deben ser consideradas como “justas”. De esa manera Sócrates
escribe en las dos columnas de arena:
Justicia Injusticia
El
engaño. El
engaño.
El
robo. El
robo.
El
rapto. El
rapto.
Sócrates llega a la
conclusión de que sólo son injustos los actos que se realizan contra los amigos
con intensión de causarles daños.
Para Sócrates, las
acciones justas y morales (en general), dependen del conocimiento de lo que es
bello y útil para el individuo. El individuo es malo, no por su propia
voluntad, sino por su ignorancia. Cualquiera, si se conoce a sí mismo, puede
ser feliz y virtuoso.
“En las
profundidades del mundo interior del hombre, en lo hondo de su razón, se
arraigan las normas de la verdad, del bien, del derecho y la ley. Conociéndolas ,
el individuo no puede ser malo”
Sócrates, al igual
que Heráclito y otros filósofos, reducen toda mala intensión a la ignorancia y
al error; y la prudencia y el afecto al conocimiento, en especial al
conocimiento teórico, al que Sócrates consideraba como “la más alta virtud”.
En política
Sócrates se oponía a que se eligiera por votos la selección de cargos públicos.
Manifestaba que, para ocupar cargos públicos se debe contar con los
conocimientos necesarios y adecuados, conocimientos en las esferas en que iban
a desarrollar sus funciones. Hacía con frecuencia esta pregunta:
-“Yo
quiero arreglar mis botas: ¿a quién debo dirigirme?
“¡Oh, Sócrates, al
zapatero!”
Resumía: si una
cosa tan sencilla como el arreglo de las botas requería una persona con
conocimientos especiales, cuánto más las persona que debe cumplir funciones
mucho más complejas y difíciles, que es dirigir el Estado.
A su juicio, la
política es una especie de intercambio de opiniones entre los ciudadanos que
saben y los que nada conocen o saben. Los competentes deben ayudar a los
incompetentes a dilucidar la
verdad. En consecuencia se debe gobernar por convencimiento y
no por coerción; deben gobernar los competentes, dentro del marco de las leyes
y rechazar cualquier tipo de tiranía. Gran enemigo de la democracia, pues el
pueblo era ignorante y los ignorantes no deberían elegir.
Defendiendo sus
ideas, Sócrates sacrificó su vida. Se inmoló en aras de lo que era la verdad. Al negar a los
dioses reconocidos por el Estado y preferir nuevas divinidades, fue condenado a
muerte. A la primera acusación se le agrega la de fomentar la perversión de la
juventud bajo esos nuevos dioses. Bebió la cicuta y murió con serenidad. Y este
acto va en relación a lo que él siempre afirmaba: el sabio desea acelerar la
liberación del alma espiritual de la cárcel corpórea, y no prolongar sin fin la
vida” Y el alma puede huir del
cuerpo sólo cuando éste muere.
Platón, su
discípulo, continuó y amplió sus teorías. Fue más lejos que su maestro. Si
Sócrates enseñaba que la verdad había que buscarla dentro de uno mismo, Platón
explicaba que había que buscarla fuera del hombre, en el mundo sobrenatural de
las ideas, en el “reino de las ideas”, es decir, en Dios.
Ironía:
Se dice una cosa entendiéndose por ella otra, a menudo lo
contrario.
Mayéutica:
El arte de la comadrona, se limita a hacer preguntas
(nunca respuestas) para que el interlocutor de “a luz” la verdad dentro de sí.
Humanismo (Socrático):
Centrar en el centro de la reflexión filosófica los
problemas del hombre y no los de la naturaleza y el mundo físico.
Concepto:
Designa cualquier contenido de la mente de manera
universal (reducción al conocimiento de la esencia). Es el mérito histórico de
Sócrates, ya que por primera vez se plantea el papel de los conceptos generales
aunque, como idealista, consideraba que eran los conceptos los que engendraban
las cosas.
“Por sus opiniones
políticas Sócrates fue el ideólogo de la nobleza esclavista. Figuraba en las
primeras filas de los enemigos de la democracia ateniense, predicando en todas
partes y en toda oportunidad el odio a la democracia y la necesidad de volver
al viejo régimen aristocrático.” “En su desprecio por el pueblo, Sócrates
estimaba que éste no puede poseer conocimiento y, por consiguiente, no puede
ser virtuoso: que el pueblo es vicioso por naturaleza”… SHEGLOV.
Obras:
Decidió no escribir
nada confiando en el mensaje que daba tanto del modo de vivir como el de morir.
Se conoce mucho de él por Platón y Jenofonte. Acusado de “impiedad” (no creer
en los dioses y corromper a los jóvenes) fue condenado a muerte a los 70 años.
Serenamente bebió el veneno (cicuta) y a punto de morir le recordó a su amigo
Critón de que no se olvide “le debemos un gallo a Asclepio, así que págaselo y
no lo descuides”.
Oscar Natalichio
Centro de Estudios Económicos y
Sociales (CIEYS)
1º de Mayo. Día del trabajador.
oscarnatalich@fibertel.com.ar
Próximo capítulo:
15. Las tres etapas: De Tales
a Lenin: PLATÓN.
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