sábado, 28 de diciembre de 2013

NOSOTROS O ELLOS Nº 71

EL MAYOR FRAUDE INTELECTUAL HISTÓRICO: LOS PREMIOS NOBEL DE ECONOMÍA (4)
1977
Recuerdo que el banco  de Suecia instituye el premio en “Ciencias Económicas”. Van 9 años y la Ciencia Económica (la Economía Política) continúa sin aparecer. Este año hay dos agraciados: uno es sueco, Bertil Ohlin, profesor de economía que “descubre”  que cada nación se especializa en la exportación de bienes que produce con mayor eficiencia (“mejor dotada desde el punto de vista de los factores de producción utilizados”). El medio premio es por su aporte al conocimiento del comercio internacional. El otro agraciado es el inglés James Edward Meade quien también se refirió al estudio de la teoría de comercio internacional a la que agrega los “movimientos internacionales del capital”. Su mayor antecedente es que un día discutió con Keynes.
1978
Este año lo recibe un estadounidense: Herbert Alexander Simon. El premio se lo otorgan por ser “uno de los investigadores más importantes en el terreno interdisciplinario” y por haber contribuido a “racionalizar el proceso para la toma de decisiones satisfactorias”. Sostenía (lo que denominó “racionalidad limitada”) que las personas intentan buscar una mínima satisfacción a diferencia del pensamiento de los neoclásicos donde tienden a maximizar los resultados. En todo caso, afirmaba, una vez alcanzado ese mínimo éxito, se puede ir creciendo poco a poco.   
1979
Un estadounidense y un inglés forzado a serlo,  (pues nació en Santa Lucía) comparten el nombre William y el premio del banco de Suecia este año. William Schultz, el estadounidense, lo recibe por sus investigaciones sobre economía agraria, otorgándole a ésta mayor valor que a la industrialización. Para William Lewis las cosas fueron un poco más complejas, pues era negro nacido en esa colonia inglesa, por lo tanto no pudo estudiar lo que él quería: ingeniería y se le asignó, democráticamente, la carrera de administración de empresas, única carrera que podían ejercer los de raza negra. Se graduó con honores y por ello recibió una beca  que utilizó para incursionar en “economía del desarrollo”. Como algunas cosas cambian, en 1963, cuando tenía 48 años, fue condecorado por la reina Isabel II con el grado de Caballero. Recibida la condecoración, el mismo año, se muda a los EEUU. En 1970 se lo envía a Barbados para crear, con otros, el Banco de Desarrollo del Caribe y en 1979 el banco de Suecia lo recompensa con medio premio Nobel.
1980
Continuando con las matemáticas este año se le entrega el premio Nobel bancario al economista estadounidense, Lawrence Klein, quien desarrolla el proyecto “link” creando modelos “econométricos” para estudiar la economía de los países y estimar en particular el flujo de capitales y el comercio mundiales.
1981
Este año recibió el premio un economista estadounidense muy conocido gracias a que un importante sector de intelectuales y políticos progresistas se adhirieron con fervor, por no ver el bosque, a su modelo, que incluía una propuesta de gravar los “flujos de capitales”, nos referimos a James Tobin. Keynesiano, Tobin consideraba que el Estado debía jugar un papel fundamental en la economía a efectos de evitar recesiones  y lograr ciclos productivos regulares. Para ello propuso un nuevo modelo econométrico al que denominó, con gran originalidad, “modelo Tobin” Por ese modelo que abarcaba el análisis de los mercados financieros, del gasto, de los precios, del empleo y de la producción recibe el premio del banco de Suecia. Tobin asesoró a Kennedy, a la Reserva Federal y a Ford entre otros asesoramientos, pero su mayor dolor de cabeza fue ir explicando en cada entrevista que no dijo lo que dijo sobre la “Tasa Tobin, que se había convertido en una especie de meta utópica por un sector progresista liviano y poco profundo, pues esa tasa propuesta, la menciona “Tasa Tobin” se sabe que es inaplicable, pues aplicarla, en función de la cantidad de veces que rota el flujo de capitales alcanzados por ella, aún a un uno por ciento, equivale a “confiscar” todo el capital, cosa que no era ni remotamente intensión de Tobin y, si lo fuese, no iba de ninguna manera a recibir el Nobel Bancario, en particular porque el Banco de Suecia se hubiese quedado sin fondos al igual que los demás bancos. Fondos que son en gran parte de “ahorristas”.
1982
Otro economista estadounidense, pero esta vez monetarista, de la Universidad de Chicago y colega de Milton Friedman (Nobel 1976), de Arrow (Nobel 1972) y de Solow (Nobel 1987)  obtiene el premio Nobel Bancario, se trata de nuestro conocido George Stigler que desarrolló las definiciones “economía de regulación” y “economía de información” y se dedicó a buscar “conexiones” en los mercados llegando a la conclusión que, los mismos, cuando no son “transparentes” producen altos precios y grandes beneficios a los poseedores de la información. Entre sus sagaces investigaciones encuentra que la regulación pública es usada por los grupos de presión para utilizarla a favor de sus intereses, por lo tanto recomienda, no eliminar los grupos de presión, sino que no haya intervención pública. ¡Excelente! Sólo por esa conclusión el Nobel Bancario se le otorgó a la persona adecuada.
1983
Gerard Debreu nace en Francia pero se nacionaliza como estadounidense en 1975. Obtuvo una beca Rockefeller y comenzó a trabajar en la Universidad de Chicago. Se lo premia por haber desarrollado “métodos analíticos” que incorpora a la teoría económica y por haber “mejorado” la Teoría del Equilibrio General de León Walras orientándolas a “economías competitivas”
1984
Este año le tocó a un inglés y, además, keynesiano. Los ingleses no ahorran en nombres, por lo tanto Sir John Richard Nicholas Stone se llama el que lo recibe. Trabajó sobre los trabajos de Keynes referidos a modelos de contabilidad nacional y el premio se le otorga pues se consideró que mejoró “sustancialmente” su base de análisis. ¿?
1985
Se llama Franco Modigliani y uno cree que por ello es italiano. Desde ya nació en Italia y a los 21 años (1939) tuvo que abandonarla por su origen judío y por no querer integrar la resistencia al fascismo. En 1946 se le otorga la ciudadanía y se convierte en estadounidense de origen itálico. Sus estudios se centraban en el ahorro y en los mercados financieros. Los premios siempre se adjudican “por ser pioneros” aunque cien economistas hayan desarrollado antes esos temas. También trabaja con el modelo de Walras sobre el equilibrio general del mercado junto con Hicks (medio Nobel 1972) y con Patinkin (cuyo apellido no le ayuda a recibir un Nobel). Este trío muestra a la economía capitalista como un “sistema internamente coordinado”, donde se pasa de un estado de equilibrio a otro estado de equilibrio de modo instantáneo y sin daños. Y ello, descubren “los pioneros”, se logra gracias a haber inventado “un vector de todos los precios equilibrados en todos los mercados antes de iniciarse el cambio”. Y que ese vector “garantiza” una coincidencia total entre oferta y demanda.
1986
Otro estadounidense, esta vez nativo de origen, recibe el Nobel bancario. Se trata de James Buchanan. Este economista también es “pionero” en la teoría de la “elección pública” a través de la cual unifica la “economía” con la “política” a través del Estado compuesto por la suma de las voluntades individuales, es decir, por todos. El premio lo recibe por su contribución (pionera) sobre las bases constitucionales de la teoría de adopción de decisiones económica-políticas.  A esta altura, por ser el premio número 18, en banco de Suecia ya invirtió, en “embarrar la cancha”, 180 millones de coronas suecas (18 millones de Euros)
1987
Otro estadounidense recibe el Nobel bancario: Robert Solow cuyo aporte para recibirlo se basó en “sus contribuciones a la teoría de crecimiento económico”. Esta vez la palabra “pionero” no aparece ya que estudió con Leontief (Nobel 1973) y trabajó con Samuelson (Nobel 1970) desarrollando sus ideas. Se destacaron sus estudios econométricos sobre inversiones de capital fijo y sobre el impacto de la revolución científica técnica en el incremento de la producción, determinando en su esquema que el 80% del crecimiento de los EEUU era atribuible a la utilización de técnicas de avanzada. Su otra “contribución” fue determinar que el incremento de la desigualdad social es un “efecto lateral no deseado del crecimiento económico” y que se puede contrarrestar aumentando la inversión en “capital humano” y compatibilizando mayor productividad con mayor ingreso.
1988
Este año le tocó a Francia: El banco le otorgó el premio de economía al físico francés Maurice Félix Charles  Allais. Fue docente de la Escuela Superior de Minas de París y director del Centro de Análisis Económicos de la misma. Sus desarrollos matemáticos sobre “el equilibrio y eficiencia de los mercados” y el ser creador de “la paradoja de Allais” le posibilitaron obtener el galardón. Este modesto científico se consideraba un “liberal socialista”, práctica forma de ocultar su apoyo al capitalismo definiéndose como lo que no es. También se lo considera “pionero” en desarrollar la “teoría del riesgo”.
1989
Que lo recibiera un francés el año pasado puso mal a los escandinavos, en particular porque la plata la ponen ellos, por eso este año el premio Nobel Bancario se lo entregan este año a un economista noruego, Trygve Haavelmo, de quien encontraron que había realizado estudios que permitían “clarificar” (lo que significa que no era clara) la “teoría econométrica” de “probabilidades” y por sus análisis de “estructuras simultáneas económicas” de la que debe haber sido “pionero”.
Oscar Natalichio
Centro de Investigaciones Económicas y Sociales  (CIEYS)
28/12/2013


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