domingo, 8 de diciembre de 2013

NOSOTROS O ELLOS Nº 52

LA FORMACIÓN ECONÓMICO-SOCIAL (FES)

La formación económico-social (o socioeconómica) es una categoría histórica que se desarrolla sustentando el Modo de Producción predominante. Dicho Modo de Producción genera, como condición para su existencia, una Superestructura cuya principal misión otorgarle legitimidad y legalidad a sus fechorías. ¿Podría el Estado Esclavista contener leyes que prohíban poseer esclavos? No sólo no lo prohíbe, sino que legaliza, legitima, justifica y protege a quien los tiene. En este número hemos desarrollado un cuadro, al que denominamos Cuadro I, donde señalamos las principales categorías que integran la denominada FES, categoría esta que, en el leguaje académico burgués, suele denominarse “sistema” y a las variaciones con la que se manifiestan, “modelos”. Ambas definiciones son vulgares, pero el dominio cultural que ejerce el capitalismo las ha impuesto, tal como impuso llamarse a si mismo “neoliberalismo” cuando su real definición es “imperialismo”. En el primer caso logra separar en la mente de las personas lo económico de lo social y en el segundo, ocultar su verdadera naturaleza. Recomendamos que acompañe la siguiente lectura teniendo frente a ustedes el Cuadro I adjunto.    

El Cuadro 1

El cuadro 1 comienza por lo obvio y clasifica al planeta que nos alberga en dos aspectos: La naturaleza, es decir, todas las cosas materiales que existen y el hombre, único ser capaz de modificarla en su beneficio (o de arruinarla en perjuicio de su futuro). Así, en la primera columna, mostramos al planeta tierra en esas dos divisiones, pero al hombre lo clasificamos también en dos aspectos, como personas productoras (arriba) y como personas que se relacionan entre sí en la producción, (abajo).

En la segunda columna (doble) precisamos lo dicho: el hombre como productor crea herramientas que facilitan su tarea y esas herramientas están tan estrechamente ligadas al desarrollo histórico que es posible definir de qué siglo hablamos si describimos que tipo de herramientas se utilizaba en general para producir. Comenzamos con la mano con el gran aporte del dedo gordo o pulgar y llegamos a la robótica.

En el planeta vivimos y trabajamos la parte utilizable del mismo, lo cultivamos; la naturaleza que en él se desarrolla nos provee de todo lo que extraemos para transformarlo en bienes que vamos a utilizar, en bienes que van a poseer “valor de uso”, es decir, que van a ser producidos para satisfacer una necesidad social, individual, colectiva o productiva real o (a veces) ficticia pero requerida. El hombre, nunca solo, siempre en sociedad crea hábitos de trabajo, hábitos que le permiten ser más eficiente en lo que produce. Junto a esos hábitos desarrolla y acumula conocimiento, que almacena en su cerebro, que trasmite de generación a generación, que deja asentado en libros o registros. Y todo ello lo hace relacionándose entre sí, en relaciones que no son de amor, ni de amistad, ni sexuales.

Esos vínculos (relaciones) no funcionan de manera anárquica y son de alguna manera, ordenados y reglamentados, generando legitimación y límites a las conductas de cada momento histórico y actuando como muro de contención a los cambios que el proceso histórico requiere con leyes que “no se pueden ni burlar ni torcer”, como expresaba el CHE. Ese “muro de contención” incluye la violencia en todas sus formas.

La tercera columna define el nombre de las categorías señalando que las herramientas, desde el pulgar al robot, constituyen lo que Marx denomina con acierto “Medios de trabajo”, pues con esas herramientas (construidas con las cosas de la naturaleza) vamos a operar ¿sobre qué?: sobre todas cosas que obtenemos originariamente de la naturaleza, que van a ser los objetos sobre los que vamos a trabajar. ¿Cómo definió Marx a esos objetos?: como “Objetos de trabajo”.  Luego hacemos referencia a que trabajar equivale a un gasto de energía física e intelectual, donde algunos trabajos requerirán una cuota mayor de energía física (muscular) y menor de energía intelectual y otras actividades todo lo contrario. Pero nunca una sola, siempre ambas.

En la cuarta columna comienzan a definirse más las categorías iniciales. El par compuesto por los medios de trabajo y los objetos de trabajo componen lo que se denomina Medios de Producción. Aquí podemos ya preguntarnos ¿en poder de quiénes se encuentran los medios de producción? Por ejemplo el petróleo (objeto de trabajo) y las destilerías (medios de trabajo). ¿Son de la sociedad? ¿Son del Estado? ¿De qué Estado? ¿Son de una familia o de un pequeño grupo?, etc. Observamos que en esta columna aparece la necesaria Fuerza de Trabajo aplicada por el productor (el trabajador) y el conocimiento acumulado, como Ciencia y Técnica que es el derivado del conocimiento que el trabajo del trabajador va generando y perfeccionando a través del tiempo, de la historia..De paso aclaramos que las relaciones entre las personas a las que nos referimos las vamos a llamar (así lo definieron Marx y Engels) Relaciones de Producción; es su definición simplificada, pues son relaciones que se producen en la producción, en la distribución, en el cambio y en el consumo de bienes materiales y espirituales.

En la quinta columna las categorías cobran mayor importancia y encontramos dos fundamentales: las Fuerzas Productivas, de cualquier sociedad, factor determinante de la existencia de la misma y de su desarrollo y las Relaciones de Producción entre las personas, factor determinante del atraso o avance de las sociedades. Las Fuerzas Productivas la integran los Medios de Producción (Objetos y Medios de Trabajo), la Fuerza de Trabajo (el trabajo vivo como gasto de energía físico-intelectual del trabajador) y el Conocimiento Científico (el manual de instrucciones). Las fuerzas productivas son “dinámicas”, es decir, continúan siempre aspirando a más, a ser mejores, a ser más eficiente y a poder resolver con su producción las necesidades globales de las sociedades. (Ese dinamismo se hace indiscutiblemente evidente en los cambios cualitativos que se producen constantemente en los “Medios de Trabajo”, consecuencia de aplicar los más avanzados conocimientos científicos-técnicos en la producción de herramientas y maquinarias, haciéndolas más eficientes y más veloces y, por ende, más productivas.) Si no lo logran imponer su dinamismo, es porque las Relaciones de Producción, que no son dinámicas, que son “conservadoras”, se lo impiden. De allí que, para avanzar en concordancia con las Fuerzas Productivas, las “viejas” Relaciones de Producción deben ser cambiadas por “nuevas” relaciones, cualitativamente mejores, paso este que equivale a una Revolución. En síntesis: las Fuerzas Productivas se desarrollan hasta que las frenan las Relaciones de Producción y es allí donde se produce el choque entre ambas que se resuelve cambiando las relaciones viejas por nuevas acorde al desarrollo de esas fuerzas productivas. Son leyes que no se pueden ni burlar ni torcer, pero sí demorar. Demora que surge del dominio cultural del que poseen los resortes del poder económico sobre la sociedad por un lado y de la lamentable dispersión de fuerzas de la mayoría que debe liberarse de ese dominio cultural, actuar en común y producir los cambios necesarios más importantes, sin dejar de considerar otros factores de menor importancia. En la próxima entrega daremos un ejemplo local de cómo las relaciones de producción frenan a las fuerzas productivas en nuestro país.

En la sexta  columna del cuadro se observa que la unión de las Fuerzas Productivas con las Relaciones de Producción vigentes, forman el Modo de Producción, que es la manera en que se produce, que es (conforma) la estructura económica de una sociedad dada. Pero no hay estructura económica en el mundo que pueda sobrevivir al menos una década si no se la “hace legítima”, “legal”, y a la vez se hace “respetar”, obligando a la sociedad a cumplir las leyes u ordenanzas que se crearon para que, lo que la estructura económica haga, sea “correcto” y, de paso, perdure en el tiempo. Es siempre la estructura económica, mediante la acción de la minoría que detenta el poder económico, quien va a conformar una Superestructura filosófica-social-política-ideológica-jurídica-religiosa tal, que garantice la propiedad y el modo de producir, que determine claramente que ello sea legal, legítimo, establecido por dios o por quién dios designe como su representante (la Luna, el Sol, un rey, un zar, un papagayo, un Todopoderoso individualista o (el dios más poderoso y violento de todos): el Dinero.

La séptima columna une las dos categorías de la sexta: el Modo de Producción y la Superestructura que ese modo de producción genera. Ello da origen a lo que se denomina Formación Económico-Social (FES), que es lo que conocemos vulgarmente como “sistema”. Acompaña a esta columna un cuadro donde se señalan las FES que han existido y existen hasta nuestros días y la duración aproximada en años de cada una de ellas. También se incluye la que en el futuro se logrará, con toda seguridad pues responde a leyes, pero sin poder precisar cuándo, pues ello corresponde a los hombres. Nos referimos al Socialismo cuyos jóvenes primeros 100 años los cumplirá en el 2017.

La historia la hacen los hombres no las leyes, éstas sólo determinan que ese cambio es posible y necesario, se puede hacer y se debe hacer,  pues si no se logra, la humanidad perece y antes de autoeliminarse, es muy probable que los hombres razonables decidan acatar las leyes, decidan jugar su papel en la Historia y salir de la prehistoria actual.

Oscar Natalichio
Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEYS)
08/12/2013




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