NOSOTROS O ELLOS (Parte décima)
LA GUERRA, LA
PAZ Y LAS MENTIRAS.
No ha pasado mucho tiempo en el que se “afirmaba” que Irak poseía “armas
de destrucción masiva”. No ha pasado mucho tiempo desde que se tuvo que
reconocer que en ese país no había siquiera una pizca de armas de destrucción
masiva. Sin embargo se lo agredió con fiereza, se asesinaron miles de mujeres,
niños y ancianos, se destruyeron obras y ciudades magníficas, se destrozó al
país todo. ¿En base a qué? A mentiras para luego iniciar una guerra, desigual,
cobarde, genocida, llevada adelante por el “gran defensor de las libertades
democráticas del mundo” y sus vasallos.
Ese monstruo vestido de abuelita, solo puede engañar a niños muy
pequeñitos a al analfabeto funcional ilustrado, amen de aquellos cómplices
antinacionales que se adhieren a las medidas del poder financiero genocida.
Para intervenir en la guerra de la “Santa Alianza ” y convencer a
su dominado pueblo de que era necesario ingresar a la guerra, previamente el
monstruo fraguó un atentado contra el su propio barco, el acorazado Maine, el
15 de febrero de 1898, barco que enviara “para proteger los intereses de los
ciudadanos estadounidenses” en la lucha que los cubanos desarrollaban contra
los españoles. Volaron su propio barco, lo hicieron estallar por el aire.
Mataron a su propia tropa, a su propia gente, a sus propios ciudadanos en ese
auto atentado donde dos tercios de la dotación murieron.
Para ingresar a la guerra contra Vietnam, para “justificar” el ingreso a
ella, se fabula el incidente conocido como “del Golfo de Tonkin”. Se informa al
pueblo de los EE.UU que el destructor “Maddox” (realizando espionaje
electrónico en el Mar de la China) fue torpedeado por Vietnam del Norte, en
agosto de 1964, cuando se encontraba fuera del mar territorial de esa nación.
No voy a explicar nada más, sólo repetir las palabras del genocida Robert Mac
Namara quien, ante la prensa, muchos años después, expresó: “…la operación del golfo Tonkin, fue un
montaje para obtener el tan buscado pretexto de invasión a Vietnam”
No es sólo propiedad americana engañar a su pueblo y para ser más
convincente en ese engaño, matar a sus propios ciudadanos. Es propiedad del
imperialismo. Lo mismo hicieron los japoneses cuando bombardearon las
terminales ferroviarias de Mongolia, que ellos administraban, matando a los
trabajadores japoneses que habían sido destinados. Camuflaron los aviones como
si fuesen chinos y anunciaron a su pueblo de la terrible injuria recibida, de
esa manera “justifican” la invasión a China.
Desde el punto de vista histórico y real, esa estrategia resultó siempre
un gran fracaso: hoy Cuba (el Maine), Vietnam (el golfo de Tonkin) y China (la
central ferroviaria) son países comunistas que marchan hacia la construcción de
un socialismo que permita a los ciudadanos vivir en armonía, en paz y sin
carencias materiales y espirituales.
Una gran derrota, sin dudas, pero… asesinaron a millones de personas
(¡MILLONES!), la mayoría gente indefensa. Realizaron espectaculares negocios,
produciendo armas y sosteniendo de esa manera al principal “motor” de la
economía imperialista: el complejo industrial militar, el complejo que no puede
funcionar sin producir guerras para vender armas.
Podemos dar muchos ejemplos más de este monstruo campeón de la
democracia y guardián de la
misma. Muchos ejemplos más, entre las cuales se encuentra los
“atentados” a las torres gemelas donde mueren cinco mil personas entre
latinoamericanos y bomberos a los que se le otorgaron la calidad de héroes (y
lo son) y se les negó toda atención médica posterior (muchos fueron a Cuba a
tratarse gratuitamente, pues Cuba, y perdonen el desvío, en vez de producir
armas produce vacunas para niños, contra el cáncer, produce médicos que
trabajan recuperando, por ejemplo cegueras a más de un millón de personas en el
mundo, produce educadores, alfabetizando a millones de personas en el mundo y
produce paradojas como esta: el eje del mal sana y educa y el eje del bien
asesina, miente y depreda).
Muchos ejemplos cuando muestran en la invasión a Kuwait como los
invasores entraban a una maternidad y arrojaban a los bebés de las incubadoras,
trabajo que realizó la CNN con el director de la exitosa serie de Seinfeld (Larry
David), siendo la “enfermera” testigo una empleada (secretaria) de la embajada. La guerra
se desata por la invasión del principal entonces aliado de los EEUU, Irak,
encabezada por su mejor alumno, por Sadam Husein pues éste se enteró que en Kuwait
extraían petróleo de su territorio de yacimientos cercanos a la frontera y se
los entregaban a sus tutores sin su aprobación. Pero lo de los crueles soldados
que mataban a los niños que se encontraban en incubadora fue una patraña para
justificar una guerra por el dominio del petróleo donde efectivamente se
asesinó a población civil y se enterraron vivos a los soldados “enemigos”
capturados.
Ahora le toca a Siria y hay que buscar un nuevo “justificativo”. Y surge
el “gas”, es decir resurge “la utilización de gases tóxicos” prohibidos,
acusando al gobierno Sirio de ser el que mata a su propia población. Un
artículo escrito por Jorge Luis Ubertalli explica de manera contundente qué es
lo que realmente está en juego en esa región y por qué es necesario llevar la
muerte y destrucción a esa área del planeta. Y explica porqué se derrocó a un
gobierno elegido democráticamente en Egipto. Reproduzco una parte del
interesante artículo:
Hace tres años, en el 2010, se
formó un acuerdo de cooperación energética entre Irak, Irán y Siria para
construir el gasoducto South Parks a Homms, conectando el Golfo Pérsico con el
Mediterráneo. Según informes, ese emprendimiento opacaría el Proyectote
Gasoducto Trans Adriático (TAP), “sustituto del fallido gasoducto Nabuco
proyectado por EE.UU. para transportar el gas azerí a Europa a través de
Turquía”, lo que relativizaría la importancia de los Emiratos Árabes como
suministradores de crudo a occidente “(por vía marítima, que deben pasar por el
estrecho de Ormuz en Irán N de R.)”…
Como observamos, el tema del GAS es real, pero no del “gas tóxico”.
Nuevamente el imperialismo disputa la posesión de los bienes económicos y
sociales mediante la guerra y la destrucción. ¿Y qué está pasando en los
“mercados”? La bolsa de Nueva York (el
Dow Jones, muestra Ubertalli) subió un 0.33% ¿Es poco? Sí, es muy poco. Pero
como todo promedio oculta verdades. O.33 es poco, pero las petroleras, los
monopolios petroleros subieron más de 2 puntos y ello en uno o dos días es
mucho.
Es un enorme “negocio” la muerte de seres humanos para el sistema
capitalista.
Ustedes podrán apreciar que si se necesitó de una noticia falsa para que
las petroleras elevaran el precio del barril del petróleo y aún así el índice
del casino-bolsa de Nueva York crece sólo un 0.33, es porque la economía del
país más “poderoso” del mundo está fuertemente herida en su capacidad
productiva y en su competitividad.
A esta altura muchos se preguntarán ¿qué tiene que ver esta nota con las
elecciones de octubre?
Utilicemos la
imaginación. Supongamos que en el gobierno no esté Cristina,
que esté Macri o Carrió, o +sa; o Francisco Efedrina o el “socialista” que vota
a Caprile… ¿cuál sería la
posición Argentina frente a este nuevo intento de avasallar a
una Nación y asesinar a sus ciudadanos?
Al menos yo, no tengo ninguna duda de que esa “oposición” se alinearía
inmediatamente con los EE.UU. Se crearían dos grupos entre ellos, su diferencia
es si envían tropas de ataque o tropas de apoyo al estilo Méndez.
Nuestra Presidente ha sido clara en todos los foros donde intervino. Es
para nosotros un honor escuchar a un alto funcionario nacional exigir que los
conflictos se resuelvan en mesas de negociaciones y no con guerras. Y es
también alentador observar que la mayoría de los países del mundo coinciden con
esa postura, que también coinciden los trabajadores, los intelectuales que usan
las neuronas, los estudiantes y jóvenes que aspiran a un mundo en paz, los
religiosos y los ateos.
Las “relaciones carnales” fueron reemplazadas por relaciones soberanas,
algunos añoran regresar al 2001. Hacen todos los esfuerzos para lograrlo. Los que
queremos un mundo mejor debemos despertar, porque nos roban cuando dormimos,
nos roban el futuro, nos quitan el presente y nos engañan con el pasado.
Cada uno de nosotros debe convertirse en un bastión contra ellos. De un
lado está la vida, del otro la
muerte. En agosto exijamos la Paz y en octubre no votemos por
la muerte.
En la vida HAY QUE
SABER ELEGIR.
Oscar Natalichio
Director
Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEyS)
30/08/13
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