viernes, 30 de agosto de 2013

NOSOTROS O ELLOS (Parte décima)

LA GUERRA, LA PAZ Y LAS MENTIRAS.

No ha pasado mucho tiempo en el que se “afirmaba” que Irak poseía “armas de destrucción masiva”. No ha pasado mucho tiempo desde que se tuvo que reconocer que en ese país no había siquiera una pizca de armas de destrucción masiva. Sin embargo se lo agredió con fiereza, se asesinaron miles de mujeres, niños y ancianos, se destruyeron obras y ciudades magníficas, se destrozó al país todo. ¿En base a qué? A mentiras para luego iniciar una guerra, desigual, cobarde, genocida, llevada adelante por el “gran defensor de las libertades democráticas del mundo” y sus vasallos.

Ese monstruo vestido de abuelita, solo puede engañar a niños muy pequeñitos a al analfabeto funcional ilustrado, amen de aquellos cómplices antinacionales que se adhieren a las medidas del poder financiero genocida.

Para intervenir en la guerra de la “Santa Alianza” y convencer a su dominado pueblo de que era necesario ingresar a la guerra, previamente el monstruo fraguó un atentado contra el su propio barco, el acorazado Maine, el 15 de febrero de 1898, barco que enviara “para proteger los intereses de los ciudadanos estadounidenses” en la lucha que los cubanos desarrollaban contra los españoles. Volaron su propio barco, lo hicieron estallar por el aire. Mataron a su propia tropa, a su propia gente, a sus propios ciudadanos en ese auto atentado donde dos tercios de la dotación murieron.

Para ingresar a la guerra contra Vietnam, para “justificar” el ingreso a ella, se fabula el incidente conocido como “del Golfo de Tonkin”. Se informa al pueblo de los EE.UU que el destructor “Maddox” (realizando espionaje electrónico en el Mar de la China) fue torpedeado por Vietnam del Norte, en agosto de 1964, cuando se encontraba fuera del mar territorial de esa nación. No voy a explicar nada más, sólo repetir las palabras del genocida Robert Mac Namara quien, ante la prensa, muchos años después, expresó: “…la operación del golfo Tonkin, fue un montaje para obtener el tan buscado pretexto de invasión a Vietnam”

No es sólo propiedad americana engañar a su pueblo y para ser más convincente en ese engaño, matar a sus propios ciudadanos. Es propiedad del imperialismo. Lo mismo hicieron los japoneses cuando bombardearon las terminales ferroviarias de Mongolia, que ellos administraban, matando a los trabajadores japoneses que habían sido destinados. Camuflaron los aviones como si fuesen chinos y anunciaron a su pueblo de la terrible injuria recibida, de esa manera “justifican” la invasión a China.

Desde el punto de vista histórico y real, esa estrategia resultó siempre un gran fracaso: hoy Cuba (el Maine), Vietnam (el golfo de Tonkin) y China (la central ferroviaria) son países comunistas que marchan hacia la construcción de un socialismo que permita a los ciudadanos vivir en armonía, en paz y sin carencias materiales y espirituales.

Una gran derrota, sin dudas, pero… asesinaron a millones de personas (¡MILLONES!), la mayoría gente indefensa. Realizaron espectaculares negocios, produciendo armas y sosteniendo de esa manera al principal “motor” de la economía imperialista: el complejo industrial militar, el complejo que no puede funcionar sin producir guerras para vender armas.

Podemos dar muchos ejemplos más de este monstruo campeón de la democracia y guardián de la misma. Muchos ejemplos más, entre las cuales se encuentra los “atentados” a las torres gemelas donde mueren cinco mil personas entre latinoamericanos y bomberos a los que se le otorgaron la calidad de héroes (y lo son) y se les negó toda atención médica posterior (muchos fueron a Cuba a tratarse gratuitamente, pues Cuba, y perdonen el desvío, en vez de producir armas produce vacunas para niños, contra el cáncer, produce médicos que trabajan recuperando, por ejemplo cegueras a más de un millón de personas en el mundo, produce educadores, alfabetizando a millones de personas en el mundo y produce paradojas como esta: el eje del mal sana y educa y el eje del bien asesina, miente y depreda).

Muchos ejemplos cuando muestran en la invasión a Kuwait como los invasores entraban a una maternidad y arrojaban a los bebés de las incubadoras, trabajo que realizó la CNN con el director de la exitosa serie de Seinfeld (Larry David), siendo la “enfermera” testigo una empleada (secretaria) de la embajada. La guerra se desata por la invasión del principal entonces aliado de los EEUU, Irak, encabezada por su mejor alumno, por Sadam Husein pues éste se enteró que en Kuwait extraían petróleo de su territorio de yacimientos cercanos a la frontera y se los entregaban a sus tutores sin su aprobación. Pero lo de los crueles soldados que mataban a los niños que se encontraban en incubadora fue una patraña para justificar una guerra por el dominio del petróleo donde efectivamente se asesinó a población civil y se enterraron vivos a los soldados “enemigos” capturados.

Ahora le toca a Siria y hay que buscar un nuevo “justificativo”. Y surge el “gas”, es decir resurge “la utilización de gases tóxicos” prohibidos, acusando al gobierno Sirio de ser el que mata a su propia población. Un artículo escrito por Jorge Luis Ubertalli explica de manera contundente qué es lo que realmente está en juego en esa región y por qué es necesario llevar la muerte y destrucción a esa área del planeta. Y explica porqué se derrocó a un gobierno elegido democráticamente en Egipto. Reproduzco una parte del interesante artículo:

Hace tres años, en el 2010, se formó un acuerdo de cooperación energética entre Irak, Irán y Siria para construir el gasoducto South Parks a Homms, conectando el Golfo Pérsico con el Mediterráneo. Según informes, ese emprendimiento opacaría el Proyectote Gasoducto Trans Adriático (TAP), “sustituto del fallido gasoducto Nabuco proyectado por EE.UU. para transportar el gas azerí a Europa a través de Turquía”, lo que relativizaría la importancia de los Emiratos Árabes como suministradores de crudo a occidente “(por vía marítima, que deben pasar por el estrecho de Ormuz en Irán N de R.)”…

Como observamos, el tema del GAS es real, pero no del “gas tóxico”. Nuevamente el imperialismo disputa la posesión de los bienes económicos y sociales mediante la guerra y la destrucción. ¿Y qué está pasando en los “mercados”?  La bolsa de Nueva York (el Dow Jones, muestra Ubertalli) subió un 0.33% ¿Es poco? Sí, es muy poco. Pero como todo promedio oculta verdades. O.33 es poco, pero las petroleras, los monopolios petroleros subieron más de 2 puntos y ello en uno o dos días es mucho.

Es un enorme “negocio” la muerte de seres humanos para el sistema capitalista.

Ustedes podrán apreciar que si se necesitó de una noticia falsa para que las petroleras elevaran el precio del barril del petróleo y aún así el índice del casino-bolsa de Nueva York crece sólo un 0.33, es porque la economía del país más “poderoso” del mundo está fuertemente herida en su capacidad productiva y en su competitividad.

A esta altura muchos se preguntarán ¿qué tiene que ver esta nota con las elecciones de octubre?

Utilicemos la imaginación. Supongamos que en el gobierno no esté Cristina, que esté Macri o Carrió, o +sa; o Francisco Efedrina o el “socialista” que vota a Caprile… ¿cuál sería la posición Argentina frente a este nuevo intento de avasallar a una Nación y asesinar a sus ciudadanos?

Al menos yo, no tengo ninguna duda de que esa “oposición” se alinearía inmediatamente con los EE.UU. Se crearían dos grupos entre ellos, su diferencia es si envían tropas de ataque o tropas de apoyo al estilo Méndez.

Nuestra Presidente ha sido clara en todos los foros donde intervino. Es para nosotros un honor escuchar a un alto funcionario nacional exigir que los conflictos se resuelvan en mesas de negociaciones y no con guerras. Y es también alentador observar que la mayoría de los países del mundo coinciden con esa postura, que también coinciden los trabajadores, los intelectuales que usan las neuronas, los estudiantes y jóvenes que aspiran a un mundo en paz, los religiosos y los ateos.

Las “relaciones carnales” fueron reemplazadas por relaciones soberanas, algunos añoran regresar al 2001. Hacen todos los esfuerzos para lograrlo. Los que queremos un mundo mejor debemos despertar, porque nos roban cuando dormimos, nos roban el futuro, nos quitan el presente y nos engañan con el pasado.

Cada uno de nosotros debe convertirse en un bastión contra ellos. De un lado está la vida, del otro la muerte. En agosto exijamos la Paz y en octubre no votemos por la muerte.

En la vida HAY QUE SABER ELEGIR.

Oscar Natalichio
Director
Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEyS)
30/08/13
         



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