NOSOTROS O ELLOS Nº 352
EL GOBIERNO DE
MACRI Y EL CONGRESO ARGENTINO CAPITULAN FRENTE A UN MEDIOCRE Y OSCURO JUEZ DE
UN SECTOR DE UN MUNICIPIO DE NUEVA YORK,
ANTE LOS BANCOS PARASITARIOS Y SUS FONDOS BUITRES Y ENAJENA POR SIGLOS EL PATRIMONIO DEL PAÍS Y EL FUTURO DE LOS
ARGENTINOS CON EXCEPCIÓN DE LOS CIPAYOS QUE SE BENEFICIAN CON ESA INFAME
TRAICIÓN A LA PATRIA.
PARTE 3: La historia registra
hechos de ruindad similares.
La traición no sólo es votar a favor del extranjero
afectando con ello el futuro de la
Nación y de la inmensa mayoría de sus ciudadanos. Ello
implica una traición directa. Allí se colocan los que dan la cara, los que
argumentan infantilmente y sin ningún tipo de sustento serio o científico: 1. Que
“es eso o el
caos”; (todos los que operamos con buena fe sabemos que la inmensa
mayoría de los países del mundo, salvo
seis, aprobaron las medidas que se tomaron de no pagar a los buitres y, en
función de ello, se legisló para salvaguardar a otras naciones, de las salvajes
fechorías de los bancos. No sólo no hubo
“caos” sino un nuevo ordenamiento internacional); 2. Que “es eso o el
ajuste” (ya aplicaron un
salvaje ajuste, antes de “que eso ocurra”, un ajuste a medida de los
grandes grupos concentrados exportadores. Las quitas de las retenciones a la
oligarquía le resta al Estado el ingreso anual de 150 mil millones de pesos anuales
que pasaron, automáticamente, al bolsillo de no más de 1500 empresas de las
cuales menos de 20 se llevan el 80% de ese monto. Y el Estado, en poder de las
multinacionales y sus CEOs (gerentes), a efectos de compensar esa nefasta
transferencia, quita los subsidios en dos etapas, una ya cumplida, de donde
“recuperará” en la primera 60 mil millones (que ya estamos pagando) y en la
segunda otros 100 mil más quedando en claro que, quien paga el costo de anular
las retenciones a la oligarquía, es el pueblo todo, pero mucho más el de menor
ingreso. Esa sola resolución envió a tres millones de argentinos a colocarse
debajo de la línea de pobreza; 3. Que “es eso o la hiperinflación”, la gran y repetida
mentira, pues se trata de carestía.
Allí nace el origen del problema. Son los formadores de precios (LOS QUE HOY
DIRIGEN EL ESTADO) los que los incrementan y ello hace necesario emitir para
que la circulación de dinero permita las transacciones. Es el poder de las
multinacionales cuando no se les pone límites o, como en este caso, han tomado
el gobierno para así fortalecer y ampliar sus intereses de clases en desmedro
de la población argentina y rebajando el papel de nuestro país como Nación
Soberana.
Traicionar es
también dar quórum para que los traidores directos puedan aprobar la entrega
del país. No
es “oposición
responsable” como señalan algunos como
si tratara de una comedia barata. No es proponer modificaciones cuando
la cuestión radica en no reconocer una deuda inexistente y no en
la redacción de algunos artículos de la resolución que condenará a los
argentinos a más de 100 años de
sufrimientos y conflictos. Es más, esos artículos, presuntamente
“polémicos”, han sido colocados premeditadamente para ser reformados, en otra
simulación grotesca que demuestra el acuerdo previo entre traidores directos e
indirectos. Ya se pactó, cuando se
repartió el anticipo del buitre Singer (los sanguchitos verdes) el papel que
cada cipayo debería jugar.
La historia debe
registrar a esa pandilla de infames traidores a la patria, con nombres y
apellidos, desde la A
de Amadeo hasta la Z
de Zim. Y saber que esta actual comedia perversa ya ocurrió como tragedia:
“… un poder
ejecutivo que encuentra en su misma debilidad su fuerza, y su respetabilidad en
el desprecio que inspira; una república que no es más que la infamia combinada
de dos monarquías, la de la
Restauración y la de Julio, con una etiqueta imperial;
alianzas cuya primera causa es la separación, luchas cuya primera ley es la
indecisión; en nombre de la calma una agitación desenfrenada y vacua; en nombre
de la revolución los más solemnes sermones a favor de la tranquilidad, pasiones
sin verdad, verdades sin pasiones; héroes sin acciones heroicas; historia sin
acontecimientos; un proceso cuya única fuerza propulsora parece ser el
calendario, fatigoso por la sempiterna repetición de tensiones y relajamientos,
antagonismos que sólo parecen exaltarse periódicamente para embotarse y decaer,
sin poder resolverse; esfuerzos pretenciosamente ostentados y espantos
burgueses ante el peligro del fin del
mundo y al mismo tiempo los salvadores de éste tejiendo las más mezquinas
intrigas y comedias palaciegas, que en su “despreocupación” recuerdan más que
el Juicio Final los tiempos de la
Fronda ; el genio colectivo oficial de Francia ultrajado por
la estupidez ladina de un solo individuo; la voluntad colectiva de la nación,
cuántas veces habla en el sufragio universal, busca su expresión adecuada en
los enemigos empedernidos de los intereses de las masas, hasta que, por último,
la encuentra en la voluntad obstinada de un filibustero.” Carlos Marx de “El dieciocho Brumario de Luis
Bonaparte”.
OSCAR NATALICHIO – CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y
SOCIALES (CIEYS) 18/03/16 oscarnatalich@fibertel.com.ar
Los daños
efectuados por el presidente delincuente en sólo 99 días son gravísimos. Y
faltan 1.351 más.
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