martes, 29 de diciembre de 2015

NOSOTROS O ELLOS Nº 303

DOS TRAGEDIAS Y DOS CONDUCTAS

Hace unos días, un derrumbe en la mina de yeso de la empresa Yurong, en la provincia de Shandong, de la República Popular China, produjo que 29 trabajadores quedaran atrapados, de los cuales, al día de ayer, 12 habían sido rescatados y 17 quedan aún en las profundidades de la mina. 700 rescatistas se encontraban trabajando tratando de recuperar a los que aún permanecen atrapados.

Se cree que el espectacular derrumbe (cuya magnitud equivale a un terremoto de 4º en la escala Richter) se produjo como consecuencia del desplome de otra excavación cercana que había sido clausurada y provocó el arrastre de la mina de yeso.

El propietario de la mina ayudó desde el primer momento a las tareas de rescate junto a los grupos rescatistas, pero Ma Congbo (así se llamaba) no soportó su responsabilidad y, dos días después del derrumbe, se suicida.

Hace unos meses, el 5 de febrero de este año, se produce el incendio de la empresa Iron Mountain, en la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Barracas.

No se trató de un accidente (Ver NOSOTROS O ELLOS Nº 227) sino de un acto criminal desde su origen. El edificio siniestrado nunca debió haber sido habilitado. Así lo informaron los propios inspectores del Gobierno de la Ciudad. Pero Macri, como jefe de gobierno, y en persona, ordenó que se lo habilitara igual.

No sólo conforme con esta medida criminal, le otorgó a la empresa archivista un régimen especial de facilidades y exenciones impositivas. Poco más adelante se produce un incendio intencional en tres lugares del depósito precario, incendio que se localiza en la documentación que posee el Grupo Clarín, en los archivos del Gobierno de la Ciudad y en los del banco lavador HSBC. Toda esa documentación eran pruebas de sus actos ilícitos.

Entre los directores de Iron Mountain se encontraban dos hombres de gran confianza de Macri: Ricardo García (que formo con él la sociedad SOCMA, acusada en Alemania por actos de corrupción) y Gustavo Álvarez, directivo del Grupo Clarín, ex del estudio jurídico de las multinacionales Ernst y Young y dos funcionarios de Macri que provienen del HSBC: Francisco Adolfo Cabrera y Carlos Pirovano.

En ese incendio intencional y criminal fallecieron 10 trabajadores rescatistas y no se suicidó ni Macri, ni García, ni Álvarez, ni Cabrera, ni Pirovano, Ellos pueden festejar las fiestas sin remordimientos, las víctimas no. ¿Y la justicia? Ausente cuando se trata de poderosos. Y Macri? Es premiado con la Presidencia de la Nación.


O. NATALICHIO – CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES 28/12/15
Los daños efectuados por el presidente delincuente en sólo 18 días son gravísimos. Y faltan 1442 más.


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