NOSOTROS O ELLOS Nº 201
LA MISIÓN.
Este artículo está escrito como una introducción al próximo número, el
202, que contendrá un análisis de los resultados nacionales de las PASO y su
proyección a octubre con las diversas situaciones que pueden generarse.
Esta introducción no es ciencia ficción y aceptamos desde el inicio que
puede ser no creída.
Hay personas que aún no creen que las Torres Gemelas fueron derribadas
por los propios EEUU el 19 de septiembre de 2001 (Ver las contundentes
pruebas en Google ingresando AutoAtentado
11s CUANTAS PRUEBAS NECESITAS??).
Hay personas que aún no creen que el acorazado norteamericano Maine, que
explotó el 15 de febrero de 1898, donde murieron 264 marineros y dos oficiales
de los EEUU, fue un autoatentado provocado para justificar el ingreso de los
EEUU en la guerra contra España para evitar que los revolucionarios cubanos
sean los que derroten al régimen colonial. 77 años después, en 1975, los EEUU
reconocen que “fue una fuente “interna” la causa de la explosión del Maine”
Hay personas que aún no creen que para “justificar” e incrementar la
guerra contra Vietnam del Norte, los EEUU simula que fue atacado uno de sus
destructores en el golfo de Tonkin. Se sabe que ese es un engaño que llevó
adelante el presidente Lyndon Johnson, para que el pueblo norteamericano se
“sintiera agredido” y el Congreso le aprobara amplios poderes, lo que logró
tres días después del falso incidente, el 7 de agosto de 1964. Más adelante
reconocen que ese acto nunca existió.
Hay personas que aún no creen que exista un gobierno, que para
justificar guerras, asesine a su propia gente, destruya sus propios bienes,
engañe a su propio pueblo. Observen los 7 videos del 11s y podrán comprobar que
lo que menos le importó al gobierno de los EEUU fue la muerte de 2.973
personas, entre ellas 343 bomberos y 60 policías, para justificar su guerra
contra “los ejes del mal” y para que un propietario cobre una indemnización
multimillonaria.
Por eso afirmaba al inicio que, este artículo introductorio, no es
ciencia ficción pero aceptamos desde el inicio que puede ser no creído por
algunos.
Argentina no es Venezuela. La hermana nación cuenta con un gobierno más
radicalizado que el nuestro, con más ambiciones de construir un país socialista,
el nuestro se conforma con que se desarrolle, armónicamente, una fuerte
burguesía nacional a la vez que se desarrollen sindicatos que representen, lo
más fielmente posible, a sus afiliados. Ello, más las acciones sociales
llevadas adelante por el gobierno popular, se constituirían en la herramienta
que permita una mejor distribución de la riqueza y, sin entrar en el paraíso,
las cosas funcionarían mejor para todos.
Pero pese a ser distintos en ese aspecto, como también es distinto
Brasil, Uruguay, Ecuador, Bolivia y demás países latinoamericanos, la prensa
cipaya tiene una misma MISIÓN QUE CUMPLIR, a cualquier costo, de cualquier manera y con los medios que sean necesarios:
desestabilizar a los gobiernos progresistas de la región para reinstalar el
predominio de los planes económicos del imperialismo (de los grupos
concentrados y del capital financiero parasitario).
Esa MISIÓN la llevan adelante los medios de comunicación masiva por
medio de sus bases mediáticas como mostramos en el número anterior, pero
también esa MISIÓN es llevada adelante por dirigentes políticos a los que se
les ha adjudicado “tareas concretas”
Comenzaremos a señalar el papel del medio “nacional” que comanda en
nuestro país la confabulación contra el gobierno, pero que es, en general la
confabulación contra el pueblo decente argentino, aunque los indecentes también
van a ser víctimas tardías.
Tomados de un muy buen estudio de Juan José Panno, reproducimos,
sintéticamente, el contenido principal de Clarín durante los 31 días de julio.
Hay una sección llamada semáforo, es cortita y por ello muy leída. De
las 31 menciones en rojo, 28 fueron para funcionarios K o allegados (7 de ellos
contra Axel Kicillof; 5 contra Mariano Recalde, 2 a Cristina, 2 a Aníbal Fernández y 2 a Sabatella) y los otros tres
a Jorge Mangieri, la fiscal Viviana
Fein y al presidente de México). Los semáforos amarillos se
lo adjudicaron 7 veces a Dilma Rousseff y otros a Evo Morales, a Nicolás Maduro
y a Rafael Correa. Agregaron una vez a Macri cuando se confirmó su
procesamiento y mariano Rajoy por su baja popularidad. Fin de la Cita.
Sobre 31 títulos de tapa (que leen todos los que pasan por un quiosco,
compren o no el diario) 18 fueron ataques directos al gobierno. Sobre una
encuesta que dio como resultado que el 59% de los empresarios apuesta a que en
el futuro las cosas mejoren (30%) o sigan igual (29%) Clarín titula: “EMPRESARIOS: EL 41 POR CIENTO PIENSA QUE LA SITUACIÓN EMPEORARÁ ”.
El cuadro de políticos fotografiados la encabeza Macri con
dos fotos por edición. En el mes aparece Macri 63 veces, Larreta lo sigue con
49.
En las columnas de opinión (donde más se miente) se acusa al gobierno de
“injusto, corrupto, mentiroso,
insensible, manipulador, negador, incoherente, impune, aprovechador, acomodaticio,
desfachatado, mal administrador, etc.” Es de destacar como, a través del
odio irracional, esos periodistas mercenarios han enriquecido su vocabulario
con la sola excepción de Marcelo Bonelli.
Habíamos señalado que, a diferencia de las bases militares, las bases
mediáticas se “autofinancian”. Aquí están los “amigos” (los grupos concentrados
locales y extranjeros) que publicaron en 4 sábados 161 avisos de una página. Si
se suman los avisos menores a una página, cerca del 50% del diario es
publicidad que lo sostiene.
Comparamos a Argentina con la hermana Venezuela
en cuanto a las intenciones de sus gobiernos. Ahora la vamos a comparar en
cuanto a las intensiones de la oposición con relación a sus gobiernos.
La oposición en Venezuela se encuentra unida bajo la dirección de un
líder fascista (Caprile), totalmente identificado con el imperialismo (el
capital concentrado más fondos buitres) y sus organismos (FMI-BM-etc.). Esa
“unidad” de los destructores de la democracia en Venezuela” es observada como
eficaz por los “tanques pensantes” que operan para las derechas y empresas.
Y han observados que en la Argentina no pueden llevarse adelante, ya
que, le derecha pura en este país no llega a superar el 30% ni menos posee líder
con carisma para arrastrar a otros sectores. Un dilema que no puede resolver
pues, ni el radicalismo tradicional, ni la socialdemocracia (Socialismo)
tradicional, se encuentran dispuestos a apoyar proyectos que nos regresan al
infierno.
Para lograrlo que la desestabilización se logre (que el FPV se retire
por votos o sin ellos, como lo han manifestado los economistas macristas) hay
que dar un primer paso: hay que destruir a esos movimientos. Destruirlos a
ellos es mucho más fácil que destruir al gobierno y abre el camino para la
“unidad” de la oposición.
Se le encarga esa MISION a una experta en destrucción y, además, colaboradora
de la CIA en la Argentina: la mitómana
Elisa Carrió , quien, además, deberá
seleccionar a sus cómplices para que operen dentro de sus respectivos partidos
con igual objetivo.
Una vez obtenido el consenso de los mismos, Carrió se encarga de dar el
primer paso, que es destruir el frente progresista; Sanz se encarga de hacer
trizas al histórico Partido Radical y el pro-sojero “socialista” Binner (el que
votaría al fascista Caprile si fuese venezolano), renuncia a su candidatura a
Presidente, dejando a Stolbizer sola y a su partido en caída libre, que termina
ocupando el cuarto lugar en su provincia.
MISIÓN CUMPLIDA
Oscar Natalichio
CENTRO DE INVESTIGACIONES
ECONÓMICAS Y SOCIALES (CIEYS)
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