NOSOTROS O ELLOS VIGÉSIMA NOVENA PARTE
LOS “ACCIDENTES”
En el capítulo 22 de NOSOTROS O ELLOS, del 28 de septiembre pasado,
desarrollamos, bajo el título “LOS 30 DÍAS QUE AGREDERÁN CON MÁS FURIA A LA
ARGENTINA” un texto donde mencionábamos, desde el inicio, que “Las corporaciones (el imperialismo)
utilizarán todo su armamento para atacar al gobierno durante estos 30 días que
faltan para las elecciones. Como es habitual, utilizarán la mentira como
columna vertebral de los ataques y, a partir de allí, las injurias y las
calumnias serán multiplicadas hasta el hartazgo”. Finalizaba, ese escrito,
repitiendo el alerta: “Las corporaciones
y sus mercenarios pueden hacer muchas maldades, la hacen y la harán con mayor
virulencia durante estos 30 días”.
No somos profetas, somos analistas científicos, en un Centro de
Investigaciones Económicas y Sociales, es decir, en un centro de análisis del
comportamiento político-social de la sociedad y de sus principales “actores”.
Sabemos, y no tenemos duda de ello, que los partidos políticos
“opositores” no son otra cosa que instrumentos débiles y pasajeros, vinculados
directa o indirectamente, conscientes muchos de ellos e inconcientes u
oportunistas otros, de las corporaciones.
Sabemos, y no tenemos duda de ello, que esas corporaciones operan con un
único y solapado mando político que se monta sobre un poderoso conglomerado de
medios de comunicación social del cual son dueños y, con fundamento de libre
empresa (no de libre prensa) contrata a mercenarios dispuestos, por unos
cuantos pesos, o por mantener el trabajo, a convertir la profesión de
periodista en una miserable cruzada contra la verdad y contra la Nación en su
conjunto.
Sabemos, y tampoco tenemos duda de ellos, que la repetición fascista de
una mentira, repetición llevada hasta el hartazgo, logra instalarse como verdad
en las mentes de personas débiles e insensibles, independientemente del “nivel”
cultural que esas personas manifiesten poseer.
Sabemos que existe una forma de medir ese analfabetismo funcional o político
como lo hemos descrito en otro capítulo anterior, informando que quién mejor lo
ha estudiado fue José Ingenieros en dos de sus libros: “El Hombre Mediocre” y “Las fuerzas Morales”.
A riesgo de que se considere exagerado lo que a continuación voy a expresar,
recalcaré que: ni la enfermedad de nuestra presidente, ni el accidente del
helicóptero, ni el último de Once o el anterior de Castelar, ni el asesinato
del intendente de Loberías, son casuales e independientes entre sí.
Vamos a comenzar con el tren que no frenó en Once el día sábado a las
7.26 horas. Todos los que nos preocupamos por aproximarnos a la verdad
objetiva, sabemos que el “conductor”, ahora detenido, está acusado de llevarse el
disco rígido de control de la locomotora, y que varios pasajeros declararon que
conducía de manera “irregular” (“como si estuviese dormido”) y a alta
velocidad. Muchos pasajeros trataron de “lincharlo” al arribar de manera
violenta e irresponsable a la
estación Once donde pudo repetirse la tragedia del mes de
febrero de 2012. Sobre esa realidad se montan luego, por medio de los medios de
las corporaciones, “verdades inventadas”.
En tapa, Clarín de hoy, domingo y día de la Madre, con letras grandes,
titula: “OTRO TREN CHOCÓ EN ONCE Y REVIVIÓ LA TRAGEDIA” Y agrega: No
logró frenar, se incrustó en el mismo andén donde ocurrió el accidente en el que murieron 51 personas, y
terminó en el hall de la
estación. Entre los pasajeros hubo pánico y bronca”. En la
página 4 también reitera un título similar. Y con letras muy pequeñas, en el
desarrollo de la nota aparecen tres hechos que deberían haber sido parte del
título: “Desbordados, intentaron atacar
al motorman y le gritaron “asesino” Y no desarrolla nada más sobre este
punto, y luego señala: “Randazo dijo que entró más rápido de lo
habitual a la estación y que los frenos funcionaban” y, finalmente relata: “Desde el juzgado de Ariel Lijo, que lleva
la causa, se confirmó que el conductor se llevó la grabación de las cámaras de
seguridad”. A partir de allí hace hincapié en lo que ya es tradicional en
el diario de las corporaciones: criticar arteramente al gobierno expresando (la realidad inventada) que la gente
pedía la renuncia de Randazo y coincidía en expresar que “la revolución
ferroviaria” no sólo no se ve sino que cada vez se viaja peor. Y otras cosas con
el estilo fascista que ha, naturalmente, adquirido.
Página 12 titula, en cambio, con grandes letras, algo más cercano a la
realidad: “UN ACCIDENTE, MUCHAS
PREGUNTAS”. Y en una parte de la tapa, luego de describir sintéticamente el
hecho, menciona: “El conductor quedó detenido y está acusado de llevarse el disco rígido
de control de la locomotora, clave para la investigación”.
Tampoco el tren ingresó al hall sino subió de la plataforma unos metros
hasta aproximarse a los molinetes. No
hubo que lamentar muertes y ello es, sin dudas, frustrante para Clarín y
compañía y sus mercenarios, ya que de haber muertos el festival de mentiras
duraría hasta el 27 de octubre.
Lo que es también indignante es el oportunismo con que se maneja los
títeres de la oposición.
La señora Stolbizer, rápida para montarse en desgracias ajenas
declaró: “Es inconcebible, tres
siniestros en menos de dos años. Siguen mintiendo a la gente y poniendo en
riego la vida de los pasajeros” ¡Qué asco! ¡Y que ignorante!: los
accidentes ferroviarios fueron cuatro y no tres: por ello hay procesados dos
maquinistas, otro causado por un colectivo y el más grave procesados
maquinistas, empresa y el gobierno tangencialmente. Pero a Pino le fue peor,
cunado llegó a Once fue abucheado.
Es triste observar el poder de los medios fascistas que logran que
algunas personas del accidente anterior, donde fallecieron familiares, se sumen
a la mentira de Clarín. Ello es una muestra del poder que posee sobre la mente
de las esas personas.
Pero donde también murió gente y otras quedaron heridas de gravedad
fueron en dos hechos, uno de ellos también catalogado como “accidente”. En el
caso del tren de Once el motorman no sufrió lesiones nada importantes y en el
caso del piloto, igual. Ambos podríamos decir, salieron “ilesos”.
Coincidimos en señalar que de la investigación, mientras no se le
encargue al FBI, saldrá una aproximación mayor a la realidad, mientras me
atrevo a anticipar que estos
acontecimientos no son casuales y que las corporaciones mediáticas mucho tiene
que ver. Como el asesinato del intendente de FPV, o los cánceres y otras
afecciones exclusivamente a líderes progresistas.
¿No lo creen? Entonces no deben creer que Papel Prensa pasó a manos de
Clarín y La Nación robando las acciones, obteniéndolas mediante la tortura y la
amenaza a muerte a los verdaderos propietarios.
No deben creer que lo que titula tendenciosamente el diario es falso
pues es incapaz de tal atrocidad. Que Magneto y Mitre son dos ciudadanos honestos
y probos dignos de confianza.
Así es la REALIDAD INVENTADA ,
realidad que requiere, además que la realidad no inventada, es decir, que la
realidad real aparezca como inexistente (la ocultan) o como delirante (la
atacan).
El general de brigada Oscar Gallino, que fue el encargado de
“interrogar” a la
familia Graiver , firmó dos actas certificando las reuniones
que mantuvo con los dueños de Clarín, La Nación y La Razón en el momento que se
le despojaban las acciones a sus tenedores verdaderos. Se trata de una prueba irrefutable que hace
ya varios años duerme en los cajones de una “justicia” cómplice.
Esos “interrogatorios” se realizaron bajo torturas por parte del general
de brigada mencionado (utilización de picanas, golpes, amenazas de matar a
familiares, etc.) y para ello la familia Graiver fue secuestrada y alojada en las
catacumbas de Ramón Camps.
Otro “general” que avergüenza la historia de nuestro ejército liberador,
detalla la “diligencia” con la que recibió a los directores y letrados de los
diarios mencionados, el 7 de abril de 1977 a las 16 y 30 horas, quienes concurrieron
a informar a la dictadura que ya eran poseedores del paquete accionario, al
“habérselo adquirido al Grupo Fundador de Papel Prensa”
Lidia Papaleo había sido secuestrada el 14 de marzo y torturada hasta la
firma de la supuesta venta. Su marido había muerto en un muy sospechoso “accidente” el 7 de agosto de 1976.
Cuánto accidentes ¿no? Y todos a
favor de las corporaciones. Si
alguno de ustedes quiere tener la misma suerte que estas corporaciones que se
ven beneficiadas por “accidentes” juegue al quini 6, al Loto, y a todos los
demás juegos y gánelos a todos simultáneamente. De esa manera logrará poseer la
misma suerte que los Magneto y los Mitre… y uno cuantos millones como ellos
pero legalmente.
La ingenuidad no es mala, salvo cunado se convierte en estupidez. Los
medios de comunicación masiva logran que la gente se convierta en estúpida, no
todas por suerte, pero una gran cantidad sí. Los que están menos inmunizados
pierden la cabeza y la llevan, como diría don José Ingenieros, como un simple
adorno.
¿Es un fenómeno local? En absoluto (tampoco Clarín es un fenómeno
local). Un artículo de Juan Gelman, en contratapa de Página 12 de hoy menciona
que ciudadanos de los EEUU creyeron que Sadam Husein había desarrollado armas
nucleares que ponían en peligro sus vidas. Y no había armas nucleares. Todo
sería un circo si ello no le costara la vida a 460.800 civiles, la mayoría
mujeres, niños y ancianos.
Los medios de difusión (los clarines locales) se encargaron de repetir
que, las víctimas “colaterales” no pasaban de 10 mil. Si bien 10 mil muertos no
es una cifra pequeña, 46 veces más es un verdadero genocidio a seres
indefensos. ¿Indefensos? Sí. Gelman da un ejemplo de los miles existentes sobre
las bajas no informadas o informadas como enfrentamientos: “En no pocas ocasiones las incluyeron en el rubro de “fuerzas
insurgentes” o “terroristas”. Salle, una niña de 9 años que difícilmente
perteneciera a las unas o a los otros, estaba jugando a la rayuela con sus
amigos cuando aviones de EEUU dispararon tres misiles causando la muerte de su
hermano y de su mejor amigo, la pérdida del pie derecho de su hermana Rusul y
la de sus dos piernas desde la rodilla”.
¿Qué significan “tres misiles”? Una nueva “orden de fabricación de 600
millones de dólares”, y dos niños muertos y dos mutilados. Un negoción en base
a la sangre de los inocentes. Por eso insistimos optar entre:
Oscar Natalichio
Centro de Investigaciones
Económicas y Sociales (CIEYS)
20/10/13 EN EL DÍA DE LA MADRE JUNTO A
TODAS LAS QUE LUCHAN POR LA VIDA
oscarnatalich@fibertel.com.ar
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