viernes, 31 de julio de 2020

NOSOTROS O ELLOS Nº 619 GRANDES PERSONAJES DE NUESTRA AMÉRICA 6

6. La guerra de Francia contra los mulatos. La derrota de los ingleses. Toussaint al poder.

En julio de 1794 los jacobinos fueron derrocados por un golpe de estado y sus líderes ejecutados, entre ellos Robespierre. La contrarrevolución había triunfado, un nuevo Directorio gobernaba y la burguesía francesa gana posiciones, lo que le permitía, a los antiguos propietarios de esclavos, volver a reinstaurar la esclavitud. En especial lo impulsaban los integrantes de la burguesía marítima junto a los colonos blancos.

Sonthonax fue requerido por el nuevo Directorio y regresa a la colonia, con las instrucciones de “pacificarla” en mayo de 1796 junto a una comisión de administradores y mil doscientos soldados muy bien armados y entrenados. La preocupación de los contrarrevolucionarios se centraba en la rebelión de los mulatos independentistas y también por el prestigio y poder que había adquirido Toussaint, quien se convirtió en un líder revolucionario “nacional” y como exponente de su clase social.

A los mulatos no los necesitaban, pero a Toussaint y a su ejército de negros sí, en especial para derrotar la insurrección mulata y para sacar de la isla a los ingleses. Por ello el Directorio lo refrendó como General de División y a sus segundos como Generales de Brigadas.

En el sur de la Isla, el ejército del mulato Rigaud, ahora con más de seis mil hombres, fiel a la República francesa, arrinconaba a los ingleses. Las plantaciones del sur pasaban a poder de los mulatos que incorporaban al trabajo a miles de obreros negros confinados a trabajar la tierra en condiciones no muy distintas a la que tenían en el régimen esclavista. Las cárceles del sur estaban pobladas de blancos y de ex esclavos negros.

En el occidente (Haití) no se pensaba en sustituir el sistema de haciendas, sino que los esclavos pasen a ser ex esclavos y desde allí a ser contratados como mano de obra supervisada por la gendarmería.

Sonthonax recibió órdenes de la metrópolis de tomar el control del ejército de Rigaud; de esa medida no estaba de acuerdo Toussaint. Las presiones sobre Rigaud solo producen divisiones y enfrentamientos: los soldados de Francia y la guardia nacional se mantuvieron fieles a Sonthonax, pero no lograron dominar la situación. Casi todos los mulatos y algunos negros del sur se sumaron al ejército de Rigaud matando a centenares de blancos. Hubo intentos de conciliación, que fracasaron, entre el gobierno de la colonia y los mulatos del sur. Pero Rigaud, a comienzos del año 1797, mantiene contactos con Toussaint con el interés de sumar a los ex esclavos.

Como habíamos mencionado, las noticias sobre lo que ocurría en Europa llegaban a las colonias dos o tres meses después. Mientras el comisionado se había fijado la tarea de reconstruir la economía de la colonia francesa, Francia trataba de llegar a un acuerdo con los ingleses y entablaba negociaciones.

Al margen de esas negociaciones, el comisionado Sonthonax trataba de asegurarse el apoyo de los negros y emite una resolución donde se consideraría traidor y se los castigaría a todo aquel que emitiera rumores sobre el regreso de la esclavitud. También continúa con las medidas que fueron implementadas por Toussaint que incluía la obligación de trabajar pero sin ningún tipo de coacción física, prohibiendo cualquier forma de castigo al negro en las plantaciones.

La “vuelta al trabajo” de los ex esclavos fue también incentivada con un sistema de pago en especies: la de otorgar un 25% de la producción a los que se convirtieran en campesinos. Medida esta que fue apoyada por Toussaint quien estimuló a sus generales para utilizar este sistema en las diferentes haciendas. El general Dessalines acumuló más de treinta plantaciones bajo su administración.

Con el incremento de la actividad productiva y comercial, se inició la reconstrucción de la ciudad de Le Cap y a poner en funcionamiento las haciendas. Pero la guerra no se detendría.

En Francia sucedía lo que era de esperar, una vez que la contrarrevolución triunfara: el Directorio liberaba a los contrarrevolucionarios monárquicos e incluso les prometían la devolución de sus “derechos” en las colonias a los grandes blancos que se habían exiliados en la metrópolis y a la burguesía marítima. Y como muestra de que ello sería cumplido, culparon al comisionado Sonthonax y al general Laveaux de fomentar la rebelión de los negros en la isla.

Es precisamente el comisario Sonthonax el que, fiel a sus principios, estuvo de acuerdo con legalizar el poder de Toussaint a cargo del gobierno de la isla. El 2 de mayo, en una gran ceremonia fue nombrado Comandante en Jefe y Gobernador de Saint-Domingue por el comisionado francés en una masiva ceremonia. Por esa razón y otras, el comisionado Sonthonax es destituido por el Directorio.

El Directorio, al mismo tiempo, se apuraba a firmar la paz con Inglaterra y, de esa manera, disponer de tropas para enviarlas y poner “orden en la colonia”. Partían de la base que sólo un orden militar estricto podría cumplir con la función de pacificar Saint-Domingue.

Toussaint fue consciente de que esas medidas eran parte de otras que incluirían el retorno de la esclavitud y envía una carta al Directorio donde manifestaba con rigor su pensamiento, donde juraba que prefería: “enterrarse entre las ruinas de un país en el que vuelve alentar la libertad antes que sufrir el retorno a la esclavitud”.

El texto completo de dicha carta, tomado del libro de James: “Los jacobinos negros, Toussaint Louverture y la Revolución de Haití (Fondo de Cultura Económica, México, C. James) es el siguiente:

“El impolítico e incendiario discurso de Vaublanc no ha afectado apenas a los negros en comparación con la seguridad que albergan respecto de los planes que están tramando los propietarios de Saint-Domingue: las declaraciones insidiosas no deberían surgir efecto alguno sobre los sabios legisladores que han decretado la libertad para las naciones. Pero los ataques a esa libertad que proponen los colonos son tanto más temibles cuanto de sus detestables planes buscan de imponer alguno de esos planes mediante promesas ilusorias y falaces, para que vuelvan a repetirse en esta colonia pasadas escenas de horror. Pérfidos emisarios se han introducido ya entre nosotros para hacer fermentar el caldo destructivo preparado por los liberticidas. Mi adhesión a Francia y mi conocimiento de los negros hacen que sea deber mío informarlos tanto de los crímenes que están preparando como del juramento que renovamos: enterramos bajo las ruinas de un país en el que vuelve a alentar la libertad antes de sufrir el retorno de la esclavitud.

Les corresponde, ciudadanos del Directorio, despejar de nuestro espíritus la tormenta que los enemigos eternos de nuestra libertad incuban al amparo del silencio. Le corresponde imponer un tono ilustrado a esta legislatura, impedir que los enemigos del sistema actual se propaguen sobre nuestras desventuradas costas para mancillarlas con nuevos crímenes. No permitan que nuestros hermanos, nuestros amigos, sean sacrificados a hombres que desean reinar sobre las ruinas de la especie humana. Pero no, sus conocimientos los salvará de las peligrosas serpientes que nuestro común enemigo os reserva…

Adjunto a esta carta encontrará una declaración que los pondrá al corriente de la unidad existente entre los propietarios de Saint-Domingue residentes en Francia, en los Estados Unidos, o sirviendo bajo bandera británica. Verán en ella la determinación, inequívoca y metodológicamente elaborada, de reestablecer la esclavitud; verán que su determinación los ha llevado a cubrirse con el manto de la libertad con el único propósito de asestarles golpes más mortales. Verán que se aprovechan del miedo que me provoca lo que les puede ocurrirles a los niños para arrastrarme hacia pérfidos puntos de vista. No es sorprendente que estos hombres que sacrifican su país en un padre que es mejor que ellos, puesto que yo baso incuestionablemente la felicidad de mis hijos en mi país, que ellos y solo ellos desean destruir.

Nunca dudaré entre mi felicidad personal y la seguridad de Saint-Domingue, pero no tengo nada que temer. A la solicitud del gobierno francés he confiado a mis hijos… temblaría horrorizado si fuese a manos de los colonos donde los hubiese enviado como rehenes; pero aunque así fuese, deben saber que al castigarlos por la fidelidad de su padre sólo añadirían un grado más de su barbarie, sin esperanza alguna de hacerme vacilar en mi deber… ¡Qué ciegos son! No pueden ver hasta que punto su conducta odiosa puede llegar a convertirse en señal de nuevos desastres e irreparables desgracias, ni que están lejos de volver a obtener lo que a su juicio perdieron cuando se declaró la libertad para todos, ni que se exponen a su ruina total y exponen la colonia a su inevitable destrucción. ¿Creen que los hombres que han conocido la bendición de la libertad se quedarán de brazos cruzados viendo cómo se la arrebatan? Solo soportaron sus cadenas mientras no conocieron mejor condición que la esclavitud. Pero hoy que la han abandonado, si tuviesen mil vidas las sacrificarían todas antes de verse sometido de nuevo a la esclavitud. Pero, no, la misma mano que ha roto nuestras cadenas no volverá a esclavizarnos. Francia no revocará nuestros principios, no nos retirará el mayor de sus beneficios. Nos protegerá contra todos nuestros enemigos; no permitirá que se pervierta su sublime moralidad, que se destruyan aquellos principios que más la honran, que se degrade sus más altos logros y que se revoque su Decreto del 16 de pluvioso que honra a toda la humanidad. Pero sí, para reestablecer la esclavitud en Saint-Domingue, se pretendiese llevar esto a cabo, entonces declaro que sería aspirar a lo imposible: hemos sabido cómo enfrentarnos al peligro para obtener la libertad; sabremos afrontar la muerte para defenderla” Toussaint Louverture

 Cuando regresan obligatoriamente a la metrópolis los depuestos Sonthonax y Laveaux, en la colonia el gobierno de Toussaint se fija como objetivo expulsar a los ejércitos inglesas de la isla, los que ya habían perdido más de 80 mil hombres y le había costado a las arcas británicas más de un millón 300 mil libras sin obtener el resultado esperado: apoderarse de toda la isla.

Toussaint comandaba un ejército disciplinado, el ejército popular negro y obtuvo la colaboración de los ejércitos del sur que comandaba el mulato Rigaud. Se desarrollaron siete grandes batallas donde en todas sale victorioso Toussaint. Los ingleses se vieron obligados a abandonar la provincia occidental (Haití) y el 31 de agosto de 1798 solicitaron una tregua. Comenta James en el libro citado:

“De esta forma, campesinos negros recién salidos de la esclavitud y mulatos leales al mando de sus propios oficiales infligieron a los ingleses la derrota más severa sufrida por una expedición militar británica desde los tiempos de la reina Isabel hasta la Primera Guerra Mundial James: 2001, página 143.

Mientras esto sucedía, arribaba a la parte española de la isla  (Santo Domingo) el nuevo comisario enviado por el directorio: el general Hédouville, cuya función era contener a Toussaint hasta que arribaran tropas desde Francia.

En tanto, el ejército negro entra triunfal a Port-Republicain (Puerto Príncipe) y es recibido por una multitud compuesta de trabajadores negros y mulatos y hasta de algunos blancos. Y Toussaint da a conocer, en un discurso, su proyecto económico a la vez que advierte a Hédouville:

“La libertad sin trabas de que gozará el trabajador, la recompensa que la ley concede a su trabajo, lo mantendrá ligado a la tierra que cultiva. La era del fanatismo ha terminado. El reinado de la ley ha sucedido al de  la anarquía… Con la sabiduría que da la experiencia, el Directorio ha enviado a esta tierra a un único agente, elegidos entre los ciudadanos más dignos de confianza. La gloria que ha adquirido con justicia en Europa, las virtudes que lo caracterizan, son garantía de nuestra felicidad. Ayudémoslo en su importante misión con una obediencia absoluta, y mientras siembra las semillas de felicidad que tiene en mente, yo velaré por vuestra seguridad, vuestra tranquilidad y vuestra felicidad, mientras vosotros respetáis los solemnes votos de permanecer fieles a Francia, observar su Constitución y respetar sus leyes…”  James: 2001 páginas 196/ 97.

Los ingleses habían perdido esa guerra pero no querían perder los negocios. Retiraron sus diezmados ejércitos pero firmaron un acuerdo “secreto” con Toussaint donde confirmaban el retiro de las tropas y obtenías ciertas concesiones comerciales. Incluso, el negociador británico le propone a Toussaint que declare la independencia bajo protección de la corona británica a lo que el gobernador rechazó.

Mientras, Hédouville llevaba adelante el plan que el Directorio le había encomendado y, en cada posibilidad, desautorizaba e ignoraba a Toussaint, en una actitud de constante provocación pero subestimando la capacidad del líder negro, quien era muy consciente que los franceses no podrías gobernar la isla sin su consenso como líder popular y sin las masas que lo acompañan.

Y elabora un plan muy astuto: 1. licencia gran parte de sus tropas; 2. presenta al comisario su renuncia como comandante en jefe; 3. acepta la subordinación al agente francés Hédouville y 4. Manifiesta su intensión de retirarse.

Hédouville se encontraba eufórico y comienza a negociar con el Directorio la sustitución de Toussaint y otros dos generales negros por tres generales blancos. Y avanza sobre los aspectos de la economía, donde intenta poner en vigencia un sistema donde los propietarios de las plantaciones podían tener el derecho de retener en sus haciendas a los trabajadores (“libres”) durante seis a nueve años en calidad de aprendices. También avanza sobre las intensiones de desarmar a las masas, disolviendo las tropas negras y confiando las vigilancias costeras a las tropas blancas. Sin armas los ex esclavos quedaban totalmente a merced de los plantadores.

No tuvo en cuenta el miserable Hédouville que su poder era muy limitado, que era incapaz de controlar los conflictos nuevos que surgían e incapaz de observar que el pueblo no estaba dispuesto a dejarse oprimir nuevamente. Y agudiza más la tensión al enviar a la Guardia Nacional, junto con un destacamento europeo, a atacar al Comandante negro Moisés, sobrino de Toussaint, matando a varios oficiales negros y persiguiendo a su comandante, quien logra escapar  y alza y recluta a los trabajadores de la zona norte.

Toussaint reaparece con toda su autoridad y ordena a Dessalines a que ingrese a Le Cap y arreste a Hédouville. La victoria fue completa. El agente francés, cuando tomo consciencia que, en horas, se encontraría totalmente derrotado y tomado prisiones, escapa en un barco rumbo a Francia junto a más de mil funcionarios blancos y mulatos. Toussaint expresó: 

“Yo no quiero combatir con Francia, he preservado este país para Francia hasta el día de hoy, pero si viene a atacarnos, me defenderé”.  James 2001: página 210

1798. Ya no quedaba otro camino: la Independencia, pero la real, no la que solicitaban los colonos.

Cronología de lo visto hasta ahora (resumen tomado del libro “La Revolución Negra” de Isabel Grau)

1492: Colón llega a Ayití. Luego de conquistar la isla, a la que llama La Hispaniola, se dispone a colonizarla y explotarla.
1492-1520: Los pobladores arawak son exterminados casi en su totalidad debido a las masacres, las enfermedades y sometimiento a trabajos forzosos.
1517: Los españoles comienzan a transportar esclavos africanos a La Hispaniola, luego llamada Santo Domingo.
1540: Ya había unos treinta mil esclavos trabajando en las plantaciones de caña de azúcar.
1697: España y Francia firman el Tratado de Ryswick, a través del cual los españoles ceden a los franceses el control de la parte occidental de la isla. Los franceses llaman Saint-Domingue a su colonia.
1700: Comienzan a desarrollarse el sistema de plantaciones.
1704-1750: Se desarrollan estallidos espontáneos y revueltas de esclavos en las que participaron muchos grupos de cimarrones. Se incrementa el tráfico negrero y la esclavitud, base económica de la burguesía marítima francesa y los grandes plantadores de Saint-Domingue.
1751-1758: Luego de varias efímeras revueltas, se producen las primeras rebeliones organizadas de los esclavos negros. El dirigente rebelde, Francois Mackandal, es apresado y ejecutado.
1776: Guerra de la Independencia norteamericana. Saint-Domingue envía un contingente de soldados como voluntarios. Varios oficiales mulatos participan de la guerra, adquiriendo experiencia militar y de organización. Las ideas de la libertad e igualdad comienzan lentamente a difundirse por las colonias.
1789: Estalla la Revolución Francesa. En Saint-Domingue, los colonos eligen diputados que irán a la asamblea de París. Se sanciona la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que reivindica la igualdad y la libertad como derechos inalienables.
1790: En Saint-Domingue, los mulatos excluidos de la participación política, se rebelan en masa contra los plantadores blancos que no reconocen sus derechos. Son reprimidos y sus líderes asesinados.
1791: Se produce la masiva rebelión de los esclavos negros. Muchos propietarios blancos son masacrados y las plantaciones incendiadas. Empieza el movimiento revolucionario por la libertad. Los ex esclavos Toussaint Louverture, Jean-Jacques Dessalines y Henri Christophe se unen al movimiento revolucionario.
1792: Mientras los plantadores blancos comienzan a organizar la contrarrevolución monárquica en la colonia, la Asamblea de París sanciona el Decreto del 4 de abril que reconoce los derechos políticos a los mulatos. Estos se alinean entonces con la Revolución Francesa. Toussaint comienza a organizar el ejército popular negro. Para terminar con los conflictos, las autoridades de París envían al comisario Sonthonax a la colonia, al mando de seis mil soldados.
1793: Francia entra en guerra con Inglaterra, España y Holanda. Las tropas francesas en Saint-Domingue se disponen a defender las costas de posibles ataques extranjeros, dejando el control de la rebelión negra para más adelante. Los ex esclavos reagrupan sus fuerzas y rearman sus ejércitos. Como Francia se niega a reconocer la igualdad a los negros, Toussaint se alía a los españoles de Santo Domingo y lucha contra la república francesa. Sonthonax decide abolir la esclavitud en Saint-Domingue para lograr el apoyo de los negros frente a los plantadores blancos contrarrevolucionarios. Los ex esclavos recuperan la ciudad de Le Cap y se produce el éxodo de diez mil grandes plantadores blancos. Al mismo tiempo los ingleses invaden la colonia. Los jacobinos toman la dirección de la Revolución Francesa.
1794: En febrero, la Convención jacobina sanciona la abolición de la esclavitud en las colonias. Toussaint retorna a las filas francesas. En julio los jacobinos son derrocados por el golpe de Thermidor. Avanza la contrarrevolución en Francia, Robespierre y otros dirigentes son ejecutados. El ejército de Toussaint comienza a recuperar posiciones. Al mismo tiempo, el líder negro trata de reorganizar la actividad de la colonia, reconstruyendo la agricultura e impulsando el trabajo asalariado. Sonthonax es llamado a París por el Directorio.
1795: Toussaint avanza sobre los ejércitos españoles. Se sanciona la paz de Basilea y España le entrega Santo Domingo, la parte oriental de la isla, a Francia. La fiebre amarilla comienza a debilitar a soldados ingleses y en el sur las tropas mulatas al mando de Rigaud también logran impedir el avance británico.
1796: En Le Cap, un grupo de mulatos se rebela contra la república francesa y buscan el apoyo de los británicos para defender sus propiedades y la esclavitud. El ejército de Toussaint avanza sobre la ciudad y contiene la rebelión. Sonthonax es nuevamente enviado como comisario, al mando de mil doscientos soldados, para pacificar la colonia. Sonthonax ataca a los mulatos del sur, pero estos mantienen sus posiciones. El 1º de abril, Toussaint es nombrado Teniente Gobernador de un estado colonial dentro de la república francesa. Rigaud y Toussaint mantienen contactos.
1797: El 2 de mayo, Toussaint Louverture, un ex esclavo, es nombrado Comandante en Jefe y Gobernador de Saint-Domingue por Sonthonax. El Directorio decide en París la destitución de Sonthonax. Toussaint envía una carta al Directorio en la cual anuncia que defenderán con su vida la libertad conseguida.
1798: El ejército popular negro expulsa a los ingleses, con quienes Toussaint firma algunos acuerdos comerciales secretos. El Directorio envía a Saint-Domingue a Hédouville, un nuevo comisionado, que al mando de un importante ejército intenta restaurar “el orden”. Toussaint presenta su renuncia  como Comandante en Jefe del Ejército. Hédouville intenta desarmar al ejército negro, pero Toussaint retoma la dirección y el comisionado huye a Francia.

CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES (CIEyS) – 30 de julio de 2020

domingo, 26 de julio de 2020


NOSOTROS O ELLOS Nº 616 GRANDES PERSONAJES DE NUESTRA AMÉRICA 5

5. La guerra revolucionaria:, sus líderes y sus efectos.

En la última parte de la clase anterior habíamos desarrollado la importancia de dos categorías que se encuentran presente el desarrollo de los acontecimientos en todos los tiempos: necesidades e intereses.

En 1787 llegaban a los puertos de Saint-Domingue unos 500 barcos por año desde los EEUU. La rebelión, tanto de los mulatos, de los negros y de los propietarios blancos afectaban los intereses de la flota norteamericana, afectaba el creciente comercio que las excolonias británicas mantenían con la colonia francesa, además, en especial con los estados sureños, coincidían con los colonos locales en mantener el sistema esclavista.

Frente a la rebelión, los EEUU resuelven apoyar a los propietarios blancos (no a los propietarios mulatos o libertos) enviando tropas y 750 mil dólares (una verdadera fortuna en esa época) para fortalecer y defender la posición de los colonos blancos. También los ingleses necesitaban recuperar territorio y planearon una invasión para adueñarse de la isla. Mientras, el número de esclavos rebeldes aumentaba y se rompía la alianza de clases entre los propietarios blancos y los propietarios mulatos, que se enfrentaron en una lucha armada en la que terminaron victoriosos los mulatos obligando a la administración colonial a firmar un acuerdo (en octubre de 1791) incorporando las demandas de los triunfadores, que no iban más allá de solicitar igualdad de derechos con los colonos blancos.

 La Asamblea Legislativa de París no ratificó el acuerdo no sólo rompiendo con los compromisos asumidos, sino, además, anunció el envío de tropas de la metrópolis para imponer el orden en la colonia.

Durante 100 días de rebelión, los ex esclavos se encontraban cercados y a padecer hambre. Sus líderes, ante esa realidad, buscaron como salida la negociación con los diplomáticos franceses (comisionados), donde solicitaban no solamente la libertad (el fin de la esclavitud), sino también la igualdad de derechos políticos y la liberación de los prisioneros; todo ello a cambio de la paz.

Los colonos (y dentro de ellos los grandes blancos) no reconocían dichas negociaciones y desconocían a los representantes de la metrópolis. Y con ello “simplificaron” las alternativas quedando para los esclavos, claramente, dos: conseguir la libertad o continuar como esclavos. Y entender que la libertad sólo se obtendría con la guerra y con el triunfo de esa guerra.

Así lo entendió Toussaint, respetado como líder, quien plantea que era necesario obtener la libertad para todos y que la misma sólo se alcanzaría con la lucha. Para ello era necesario formar un ejército, bien capacitado, tarea que asume Toussaint con el cargo de brigadier general.

En los primeros meses del año 1792, Toussaint formó y organizó a miles de ex esclavos negros, tanto en la guerra regular como en la guerra de guerrillas. A su vez formó 500 hombres para convertirlos en dirigentes fieles al ideario revolucionario. Entre ellos un esclavo nacido en Guinea, capturado y trasladado a la isla, que huyó de su amo en 1789 y luego se unió a las tropas que comenzaron a luchar en 1791; su nombre: Jean-Jacques Dessalines.

Las noticias de la insurrección llegaron a Francia, lo que condujo a un debate entre las distintas fracciones de la Revolución Francesa, quienes trataban de resolver el problema de la esclavitud y el alcance de los derechos sobre negros y mulatos.

Los grandes blancos, en especial los plantadores, comenzaron a planificar la ruptura del lazo colonial, lazo que les impedía obtener enormes ganancias ya que la metrópolis necesitaba permanentemente recursos, ya sea por las guerras feudales al inicio, por los cambios y por las necesidades de la nueva revolución.

Por su parte, la burguesía marítima veía peligrar sus intereses, tanto en la isla como en la metrópolis y se decidió por la contrarrevolución, ayudando a organizar conspiraciones contra los revolucionarios y apoyando al Rey de Francia en la metrópolis y en aliarse a los mulatos propietarios en la isla, mulatos que no sólo apoyaban a Francia, sino que planteaban mantener el régimen esclavista.

Para ello era necesario reconocer a los mulatos (“hombres de color”) plenos derechos políticos y el día 4 de abril de 1792 se sanciona un decreto en el que se les reconoce ese derecho. Ese decreto hablaba de hombres de color, pero los negros no eran hombres, sino bienes muebles, o sea, ellos no estaban incluidos.

Con el objetivo de poner fin a los enfrentamientos entre blancos y mulatos por un lado y derrotar a la rebelión negra, desde París se envían tropas (seis mil soldados) y comisarios encabezados por un jacobino de derecha llamado Leger-Felicté Sonthonax, partidario del decreto mencionado, por lo que recibió inmediatamente el apoyo de los mulatos de la isla.

Un acontecimiento de enorme trascendencia se produce en la metrópolis. El 10 de agosto de 1792 se produce en Francia una “segunda revolución”: el “asalto del Palacio de las Tullerías” por un levantamiento de masas de campesinos y trabajadores y la participación de los sans-culottes y tropas federadas insurgentes. Allí se pone fin a la monarquía de Luis XVI, quien es sometido a juicio y condenado a muerte. Ejecución que se realiza en el mes de enero del año siguiente.

También se convoca a formar una Convención Nacional (elegida por sufragio universal masculino) para que asuma todos los poderes y redacte una nueva constitución. Esta Convención se reúne el 21 de septiembre de 1792 y proclama la REPÚBLICA FRANCESA. La noticia del asalto al palacio en agosto llega a la isla Saint-Domingue dos meses después.

En septiembre de 1792, ajeno aún al conocimiento del acontecimiento del 10 de agosto, el ejército francés en Saint-Domingue, al frente del comandante Etienne Laveaux , hace retroceder a los rebeldes mulatos y negros, parte de ellos se refugian en las montañas y otra parte suplican para que los envíen nuevamente a las plantaciones.

En Europa todas las monarquías se lazaron contra la República Francesa que se enfrentaba a España, Inglaterra y Holanda a las que se sumaban Austria y Prusia. A Laveaux le fue encargado la defensa de la isla contra los posibles ataques de los bandos enemigos. La situación local pasa a un segundo plano y es Toussaint quien aprovecha esa situación y reorganiza su ejército.

En este mar de contradicciones que surgen en los momentos decisivos de una transición la República de Francia se negaba a reconocer la igualdad de derechos a los negros esclavos en las colonias, lo que significaba no ser reconocidos como personas. Ello llevó a los principales líderes negros a aceptar luchar contra la República Francesa para obtener derechos igualitarios prometidos por España.

De esa manera, Francois, Biassou, Toussaint y Dessalines entre otros, se unen a los ejércitos españoles, que enfrentaban al ejército francés en la parte oriental de la isla. Toussaint luchaba ahora como aliado a los españoles continuando engrosando sus filas con cientos de negros incorporados bajo el lema de “libertad e igualdad para todos”.

Simultáneamente se produce en la isla una contrarrevolución. Los grandes blancos se reorganizaron en defensa de “sus” propiedades y otras riquezas y contaron con la conducción de un muy rico propietario de esclavos: Francois Galbaud, el que asume como nuevo gobernador de la parte francesa de la isla. Con un gran ejército contrarrevolucionario se dirige a expulsar a los comisarios franceses que responden a la República. Sonthonax toma la decisión de entregar armas y municiones a todos los esclavos prisioneros  y se compromete a otorgar la libertad a todos los esclavos rebeldes que lucharan por defender la República. Su estrategia logró éxito: miles de negros bajaron de las montañas y destruyeron el ejército de los grandes blancos, ocupando la ciudad Le Cap, desde donde operaba Galbaud, el 21 de junio de 1793.

Los barcos llevaban cientos de personas, ninguna de ellas esclavas, todos ex propietarios blancos y sus familias. Lo hacían rumbo a los EEUU o a Cuba u otras islas vecinas. Los expulsados blancos sumaban más de diez mil; sus propiedades eran destruidas y saqueadas por los enfurecidos esclavos.   

La falta de un plan, de un proyecto o de un objetivo futuro claro posibilita reacciones como estas: después de desalojar a más de diez mil propietarios blancos y recuperar las tierras, los esclavos deciden regresar a las montañas y volver con sus aliados españoles. Nada querían saber con el comisariado francés, entre ellos, con Sonthonax, el que les había entregado armas que retenían.

Nuevamente Sonthonax toma otra medida importante con la intensión de lograr el apoyo de los negros a la República y el 29 de agosto de 1793 ABOLIÓ LA ESCLAVITUD en la colonia de Saint-Domingue. Pero no logró lo esperado por él y por Laveaux, pues Toussaint no se unió a los franceses. Su estrategia era esperar ya que el ejército negro crecía en cantidad de soldados y en experiencia de combates. También en experiencia política. A los derrotados se les ofrecía la alternativa de morir o luchar en sus filas y ello surgía que muchos de los vencidos se ofrecían a hacerlo y desertaban.

Como un ave rapiña, los comerciantes ingleses esperaban el mejor momento para apoderarse de la colonia. Con la toma de Saint-Domingue, la colonia más próspera, pasaban a tener el monopolio casi total de la producción y comercialización del azúcar, el algodón, el café y el índigo y contaban con la coincidencia de intereses de los mulatos que requerían de esclavos para sus plantaciones. Los únicos que se opusieron a los ingleses fueron los ejércitos leales a los comisarios. Eso les permitió a los ingleses, ocupar gran parte de la isla.

Al inicio del año 1794 los ingleses toman otras islas colonias francesas, entre ellas, Martinico, Santa Lucía y Guadalupe y bloqueaba los puertos de la parte francesa de Saint-Domingue. Y Le Cap era atacada por españoles e ingleses contando para su defensa un número de pequeños blancos republicanos y las fuerzas mulatas de Rigaud y Bauvais, dos líderes mulatos.

Por otra parte Toussaint, con un ejército de cinco mil hombres, también al inicio de 1794, controlaba el cordón occidental de la isla, territorio de los españoles. Ello lo hacia ser aliado tanto de los españoles como de los ingleses.

Pero esa “alianza” entre rivales entre sí históricos despertó la desconfianza del líder negro sobre el futuro: era consciente que cuando los ingleses tomaran el control sobre la isla los objetivos de libertad e igualdad y menos la eliminación de la esclavitud, serían logradas.

Tampoco quería regresar a las filas francesas si el gobierno republicano no convalidara la abolición de la esclavitud decretada por el comisario Sonthonax pues, por el nivel de su cargo, carecía de validez.

Los revolucionarios jacobinos, con apoyo popular, liderados por Robespierre habían logrado sancionar una nueva y avanzada Constitución a fines de 1793, muy progresista pero no se mencionaba el tema de la esclavitud. Cuando Francia llega a controlar a los ejércitos pro monárquicos agresores, comienza a otorgarles más tiempo a los temas de las colonias y, el 14 de febrero de 1794 la Convención Nacional Francesa declara abolida la esclavitud en todas las colonias francesas.

La noticia de esa decisión llega a Saint-Domingue tres meses después, en mayo. Toussaint se entera y le comunica a Laveaux que estaba dispuesto a romper con los españoles e ingleses y sumarse a los ejércitos de la República. Convenció a toda su tropa que eso era lo mejor y que pelearan por la república francesa ya que la esclavitud ya no era posible bajo esa bandera. Toussaint es nombrado Brigadier General.

 Con sus tropas en acción reconquista la zona norte de la isla y captura varia posiciones en manos de los ingleses. El ejército negro se fortalecía. Toda la oficialidad estaba compuesta de ex esclavos y también se encontraba el sobrino del brigadier. Toussaint se va consolidando como dirigente o líder de toda la colonia y su popularidad se incrementa al surgir como un abanderado de los intereses de los pobres y de los hambrientos. Ya, el 29 de agosto de 1793 había emitido la siguiente proclama:

“Hermanos y amigos. Soy Toussaint Louverture; quizá el conocimiento de mi nombre haya llegado hasta vosotros. He iniciado la venganza de mi raza. Quiero que la libertad y la igualdad reinen en Santo Domingo. Trabajo para que existan. ¡Uníos hermanos!, y luchad conmigo por la misma causa. Arrancad de raíz conmigo el árbol de la esclavitud”…

“Vuestro muy humilde y muy obediente servidor, Toussaint Louverture, General de los ejércitos del rey, para el bien público”        

Toussaint fue consciente de que, además de expulsar a los ingleses era necesario reactivar la economía y que, para ello, era necesario conocimientos de administración que no poseían los “hombres de color” pues les estaba vedado participar en esas actividades.

Decide, entonces, devolver  propiedades a algunos de los grandes blancos, los que habían solicitado poder regresar a la isla. Los ex esclavos, que no formaban parte del ejército regresan al trabajo de las plantaciones con sus antiguos amos, ya no como esclavos sino como trabajadores asalariados. Esta decisión produjo el descontento de los trabajadores que no percibían grandes diferencias con su situación anterior, que se sumó a las diferencias entre Toussaint contra sus compañeros Bissau y Francois que permanecieron con las tropas españolas, a quienes derrotó.

En el sur de la isla, el general mulato Rigaud, reconociendo como autoridad a Toussaint, conducía un ejército de cinco mil hombres y enfrentaba a los ingleses obligándoles a replegarse. Mientras ese mulato servía a la República, los mulatos adinerados de la parte occidental, eliminados los grandes plantadores blancos, se convierten en defensores de la propiedad sobre la tierra y apoyaban a los británicos al considerarlos garantes de sus propiedades y mantenedores del esclavismo. El interés de esos mulatos ricos surgía de la necesidad de conservar sus privilegios y retornar a la esclavitud.

El general Laveaux expresó su pensamiento de lo que sucedía en esos tiempos de contradicciones de y cambios: “Los líderes de origen esclavo son ahora el sostén de la libertad y la República. Tengo el firme convencimiento de que sin ellos se habría generado ya un amplio movimiento a favor de la colonia”

Las aspiraciones de los mulatos ricos tuvieron repercusiones. El mulato Villate encabezó una rebelión destinada a lograr la independencia de la colonia, con el objetivo de satisfacer las aspiraciones de los mulatos propietarios y ocupó la ciudad de Le Cap apresando al general Laveaux quien se encontraba provisoriamente a cargo del gobierno de la colonia.  

Al enterarse Toussaint  de esta acción, se pone al frente de un gran ejército y junto con las tropas al mando de Dessalines recuperan la ciudad y deportan a los líderes mulatos. Durante el enfrentamiento, la población salió a la calle para defender al gobierno local y a la República. Por esta acción, Toussaint es nombrado Teniente Gobernador el 1º de abril de 1796 de la colonia perteneciente a Francia.

CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS y SOCIALES (CIEyS) 25 07 2020.

“No hay perdón para los actos de odio. El puñal que se clava en nombre de la libertad, se clava en el pecho de la libertad” JM

martes, 21 de julio de 2020

IMAGINATE
Imaginate por un momento que hubieras nacido en el año 1900.
Cuando tenes 14 años comienza la Primera Guerra Mundial y termina cuando tenes 18 con un saldo de 22 millones de muertos.
Poco después aparece una pandemia mundial, la Gripe Española, matando a 50 millones de personas. Y vos estás vivo y con 20 años.
Cuando teenes 29 años sobrevivis a la crisis económica mundial que comenzó con el derrumbe de la Bolsa de Nueva York, ocasionando inflación, desempleo y hambruna.
Cuando tenes 33 años los Nazis llegan al poder.
Cuando tenes 39 años comienza la Segunda Guerra Mundial y termina cuando tenes 45 años con un saldo de 60 millones de muertos. En el Holocausto mueren 6 millones de judíos.
Cuando tenes 52 años comienza la guerra de Corea.
Cuando tenes 64 años comienza la guerra de Vietnam y termina cuando tenes 75 años.
Un niño que nace en 1985 piensa que sus abuelos no tienen la menor idea de lo difícil que es la vida, pero ellos han sobrevivido a varias guerras y catástrofes.
Hoy nos encontramos con todas las comodidades en un mundo nuevo, en medio de una nueva pandemia.
La gente se queja porque por varias semanas se deben quedar confinados en sus casas, tienen electricidad, celular, comida, agua caliente y un techo seguro sobre sus cabezas. Nada de eso existía en otros tiempos. Pero la humanidad sobrevivió esas circunstancias y nunca perdieron su alegría de vivir.
Hoy nos quejamos porque tenemos que usar tapabocas para entrar a los supermercados.
Un pequeño cambio en nuestra perspectiva puede obrar milagros. Vamos a agradecer vos y yo que estamos vivos y vamos a hacer todo lo necesario para protegernos y ayudarnos mutuamente.

sábado, 18 de julio de 2020


NOSOTROS O ELLOS Nº 613 GRANDES PERSONAJES DE NUESTRA AMÉRICA 4

4. De la revolución de los mulatos a la Revolución Negra.

Mucho de los mulatos que habían sido enviados a estudiar a París en los tiempos en que se gestaba y realizaba la Revolución Francesa regresaban a la colona con ideas progresistas, liberales, con ideas de construir un sistema donde los derechos sean los mismos para todo ser humano. Ya habían participado en la formación y acciones de la Sociedad de los Amigos de los Negros en 1788, reivindicando las ideas de los “Iluministas” (el Siglo de las Luces) y entrando en contacto con otros movimientos abolicionistas.

Pretendían eliminar la esclavitud y lograr la igualdad entre blancos, negros y mulatos, pero contenían una fuerte contracción, pues muchos mulatos, en especial los que podían enviar sus hijos a estudiar en Francia, lo hicieron posible por ser dueños, es decir, por poseer esclavos.

En 1783, el marqués du Rouvray había declarado con relación a Saint-Domingue: “Esta colonia de esclavos es como una ciudad que espera un ataque inminente; estamos pisando barriles de pólvoras cargadas”. La Revolución Francesa aceleró el estallido pues produjo cambios y contradicciones que resultaron ser movilizadoras para una parte de los habitantes de la colonia.

La Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano puso en claro que ello significaba, entre otros cambios, el fin de la esclavitud. Sin embargo, tanto la burguesía marítima como los grandes blancos, resolvían que esa declaración originada en la metrópolis, no era válida para la colonia y todas las distintas capas de la burguesía francesa decidieron mantener bajo su órbita e intereses a la colonia de ultramar, sin que ella alcance la autonomía requerida y menos la independencia.

Esa postura “inflexible” de la burguesía francesa condujo a que en la colonia se formaran dos grupos, por un lado los grandes plantadores y los prósperos comerciantes, que requerían autonomía, la permanencia de los esclavos, poder comerciar libremente con otros países, en especial con los EEUU y por otra, los fieles al gobierno francés: los funcionarios civiles y militares y con una parte de los pequeños blancos que reclamaban también por sus intereses.

Todos los principales miembros de la Sociedad de los Amigos de los Negros eran diputados e impulsaban la abolición de la esclavitud. Los grandes blancos aspiraban a enviar sus diputados a la metrópolis, pero eran concientes de ser una pequeña minoría. Para ello pretendieron que se considerara el total de la población, es decir, que se sumaran como personas a los esclavos que poseían. A tal efecto escribió Brissot, miembro de la Sociedad de los Amigo de los Negros: “Estos señores cuentan a los negros de la isla y lo elevan al grado de hombres solo para alcanzar representación, pero no quieren representarlos sino degradarlos y ponerlos por debajo del resto de los hombres”.    

Para la burguesía marítima, que había llegado a serla gracias al tráfico de esclavos y a la esclavitud, ello significaba su ruina. Por otra parte los “grandes plantadores blancos” intentan gobernar la colonia y realizan una acción “revolucionaria” hacia la autonomía en abril de 1790, en el pueblo de Saint-Marc, creando una “Asamblea General de la Parte Francesa de Saint-Domingue”, donde manifiestan la necesidad de romper la dependencia colonial.

Los sucios plantadores blancos se aseguraban la mayoría en una colonia donde negros y mulatos constituían la gran mayoría, legislando que sólo podían participar en la Asamblea los propietarios de más de 20 esclavos, de esa manera dejaban afuera a los propietarios mulatos y los propietarios esclavos libres.

Esta medida generó cambos en las alianzas: excluidos por los plantadores blancos, los plantadores mulatos intentaron aliarse a la burguesía marítima francesa y a la burocracia colonial, ambos con intereses en mantener las colonias como tal. Además. Los mulatos bregaron para que se cumpliera con el artículo 4 de la Resolución de la Asamblea Nacional Francesa del 8 de marzo de 1790, artículo donde se afirmaba el derecho de toda persona mayor de 25 años, con propiedad y residencia, a votar (elegir) y ser votado. Esta situación preocupó más aún a los blancos ya que continuaban siendo minoría en las colonias y los mulatos alcanzaban un número igual de personas. Además los blancos consideraron que otorgar derechos a los mulatos, aunque éstos tuviesen esclavos, significaba posibilitar que igual posición solicitaran adoptar los esclavos.

Vicente Ogé fue uno de los líderes de los mulatos y era apoyado por la Sociedad de los Amigos de los Negros. La minoría blanca dejó a un lado la diferencia entre los plantadores blancos y la burocracia colonial y se unifican enviando más de mil soldados a arrestar a Ogé quien se levanta en armas junto a 350 mulatos. Los mulatos fueron derrocados por la superioridad numérica, torturados, asesinados y sus principales líderes, Ogé y otros fueron, además de torturados, ejecutados públicamente el 25 de febrero de 1791 con grandes sufrimientos mientras agonizaban.

En Francia, ese hecho impactó y se comenzó a buscar una solución para la colonia a efectos de aplacar los ánimos. Pero la burguesía cree que ello puede suceder sólo si se cede a una parte de los reclamos y otorga derechos a una minoría de grandes blancos ricos, donde se suman unos pocos mulatos también ricos. Paralelamente a ello, desde la metrópolis envían dos regimientos a la isla para “mantener el orden”.

Fue Robespierre el que denunció en la Asamblea el mezquino interés de los diputados que representaban a la colonia con estas palabras:

“Si se sospechase que entre aquellos que se han opuesto a los derechos para los hombres de color hubiese alguno que detestase la libertad y la Constitución, pensarían que sólo perseguían los medios de atacar con fortuna vuestros decretos y vuestros principios. Cada vez que se plantee la cuestión que implica directamente el interés de la metrópolis es dirán: apeláis sin cesar a los Derechos del Hombre pero vosotros mismos creéis tan poco en ellos que habéis santificado constitucionalmente la esclavitud. El interés supremo de la nación y de las colonias reside en que permanezcáis libres y en que no derribéis con vuestras propias manos los pilares de la libertad. Que mueran las colonias si el precio a pagar por ellas es vuestra felicidad, vuestra gloria, vuestra libertad. Lo repito: que mueran las colonias si el deseo de los colonos es amenazar con forzarnos a decretar aquello más ventajoso para sus intereses”…

A partir de la represión a los mulatos se incrementaron las revueltas espontáneos protagonizado por grupos de mulatos y grupos de esclavos. El esclavo Francois Mackandal organizó a muchos grupos cimarrones; el esclavo había perdido un brazo en el ingenio azucarero donde moraba y huye a las montañas y, desde allí, bajaba con pequeños grupos de cimarrones, atacando hacienda, matando blancos y llamando a los negros a rebelarse. Envenenó las fuentes de agua que proveían a la población blanca y utilizó hongos venenosos para eliminar a sus amos. Fue capturado y quemado vivo como escarmiento y para generar terror en los esclavos.

A Mackandal lo reemplaza el sacerdote Vudú Bouckman, líder al cual mencionamos en el capítulo anterior, que también organizaba a los esclavos. Las ceremonias vudú son utilizadas para discutir las políticas a llevar adelante contra la minoría blanca. El 14 de agosto de 1791, miles y miles de esclavos negros, respondiendo al llamado del sacerdote vudú, salieron a luchar por su libertad dando comienzo a la insurrección negra, camino hacia la independencia.


Los esclavos se armaron con las herramientas que utilizaban: picos, azadas, machetes, palos, antorchas, algunas pistolas viejas, espadas, varas con punta de hierro y avanzaron arrasando con más de mil haciendas entre azucareras, cafeteras, de algodón y de índigo. En pocos días la mitad de la llanura donde se establecieron esas plantaciones, se encontraba en llamas. La energía del movimiento terminó con convencer a los indecisos y así se les fueron uniendo los mulatos y los libertos.

En esa insurrección murieron más de diez mil esclavos y más de mil blancos. Bouckman fue capturado y decapitado. Miles de esclavos se refugiaron en las montañas y otros miles huían de las plantaciones. Esos grupos fueron incorporándose a los que comandaban los nuevos líderes: Biassou, Francois y Jeannot, envestido con títulos militares y vestidos con los uniformes arrebatados a los enemigos muertos.   

Alejo Carpentier en su obra “EL REINO DE ESTE MUNDO” crea estos tres protagonistas, personajes reales e imaginarios: 
Ti Noel
Protagonista de la obrue no sabe de letras, seguidor de Mackandal y Bouckman, su dueño es Monsieur Lenormand de Mezy. Tras las revueltas en Haití, la casa del amo ha quedado destruida, así que Lenormand viaja con sus esclavos a Cuba en busca de otra suerte; allí el amo se hace jugador de naipes hasta que pierde todo, incluido Ti Noel. Con su nuevo amo, Ti Noel reúne el aguinaldo suficiente para ir en cubierta de vuelta a Haití. Allí vivirá en las ruinas de la antigua casa de Lenormand y participará de manera importante en el derrocamiento del rey negro Christophe, quien se había hecho más tirano que los franceses. Finalmente, durante el gobierno de los mulatos republicanos, éste practicará el ejercicio de la metamorfosis y el dominio de las fuerzas de la naturaleza. Ti Noel, por un lado, representa la creencia en la tradición africana de Haití, el vudú, el teriomorfismo, la magia, etc., y, por otro, es un hombre que ante todo es un amante de la libertad.
Mackandal
El rebelde que instiga el alzamiento. En un accidente pierde un brazo y Ti Noel se hace amigo de él. Mackandal le lleva a conocer a una mujer con poderes mágicos. Mackandal huye y Ti Noel recibe una nota suya para un encuentro que tiene lugar en una cueva. Mackandal aprende a usar hongos venenosos y logra envenenar a muchos amos, y familias enteras. Los colonizadores logran capturar a Mackandal. Cuando deciden quemarlo, como lección para los esclavos, Mackandal parece volar sobre los negros esclavos quienes corren despavoridos pensando que el negro huyó, pero no vieron que fue recapturado y lanzado al fuego. Los esclavos pensaron que éste se transformó en mariposa (eventualmente se denominará Mackandal a una especie de mariposas provenientes de Haití) logrando así la libertad. La transformación solo la ven los esclavos y los iniciados de la religión vudú. El poder de cambiar de figura es una característica de las religiones animistas, y aquí es exactamente lo que señala «lo real maravilloso» de Carpentier. Los amos no se dan cuenta de esa transformación. Carpentier revela esos dos puntos de vista, cambiando la perspectiva narrativa. Mackandal es el ídolo de los esclavos en la obra, ya que simboliza la libertad y poderes estrictamente afroamericanos.
 Bouckman
Personaje histórico. Figura jamaiquina, sucesor y continuador de los proyectos del manco Mackandal. Dirige la segunda revuelta de negros, muere decapitado.

Contaba 45 años de edad cuando el esclavo Toussaint Bredá, nacido en 1746 decide unirse al movimiento revolucionario, colocándose a las órdenes de Georges Biassou llegando a ser su edecán, quien luego le otorga puestos de mando. Trabajaba como administrador de ganado (pues sabía leer y escribir) y por ello contaba con cierta autoridad entre la gente. De los libros que pudo leer, algunos se referían a estrategia militar y a conducción política. Por sus contactos con los blancos se encontraba en conocimiento de lo que pasaba en la metrópolis y sabía de la existencia del funcionamiento de la Sociedad de los Amigos de los Negros. Adoptó la religión católica siendo bautizado y casado por la iglesia con una mujer libre y tuvo dos hijos que vivían con él en las plantaciones. A los 33 años (en 1776) pasó a ser un “liberto”.Las relaciones con sus “amos”, era muy cercana, lo que le permitía a su familia desarrollarse en un ambiente local poco conflictivo. Reconociendo este trato especial, antes de marcharse a la rebelión, puso a resguardo de la misma, a su último dueño, Baillon de Libertat quien le ayudó a estudiar y lo colocó como su cochero primero y como administrador después.

Los esclavos llevaban, habitualmente como apellido, el de sus dueños, Su padre fue vendido al gerente de la hacienda del Conde de Breda y, Toussaint, al nacer en esa plantación, continúa con ese apellido del cual se desprende cuando comienza la lucha por la independencia (En nuestro caso, el histórico sargento (pos muerte), Juan Bautista Cabral llevaba ese apellido por haber sido esclavo de una hacienda a cargo de un propietario de nombre Cabral). El cambio del apellido, para algunos historiadores, se supone que fue como consecuencia de un enfrentamiento armado donde Toussaint aplica la estrategia de realizar una “abertura” entre sus tropas la que permitió desorientar al enemigo; a partir de allí se lo conoce como Toussaint-Louverture. Otros señalan que el apodo de L´Ouverture, significa el iniciador, y lo obtuvo cuando obtuvo con sus tropas varias escaramuzas a cargo de un ejército de 3 mil soldados convirtiéndose en general del ejército del rey de España en 1791.

La rebelión de los esclavos negros repercutió no sólo en Saint-Domingue sino también en Europa, Jamaica, Cuba y los EEUU. En la cuidad de Le Cap, se unen los propietarios blancos con los mulatos grande y pequeños, ambos grupos apoyados por el ejército francés; pero los blancos incumplieron con el pacto y sorprendieron y asesinaron a los mulatos previa acusación de ser parte de la revuelta negra.

Antes de continuar con este relato vamos a señalar dos categorías marxistas que permitirán comprender mejor  los cambios de actitudes de los grupos sociales y los de sus dirigentes: “Necesidades” e “Intereses”.  

Las necesidades. La actividad humana, solo encuentra su condicionamiento casual y su orientación a partir de las necesidades, ya sean de los individuos por separado, de los grupos o de la sociedad en su conjunto. Las necesidades surgen en el proceso de funcionamiento de los organismos sociales, en el proceso de interacción de estos con su medio circundante. Las necesidades humanas pueden ser biológicas y sociales, constituyendo estas una configuración interna del individuo. En el proceso de funcionamiento del organismo social, las necesidades biológicas tienen un carácter primario en relación con las sociales. Con relación a ello, tanto Marx como Engels destacaban que la primera premisa de toda existencia humana y también de toda historia, es que los hombres se hallen para:

“Hacer historia en condiciones de poder vivir. Ahora bien, hace falta comer, beber, alojarse bajo un techo, vestirse y algunas cosas más. El primer hecho histórico es, por consiguiente, la producción de los medios indispensables para la satisfacción de estas necesidades, es decir la producción de la vida material misma”.

Dentro de las necesidades sociales, una de las fundamentales a lo largo del desarrollo histórico de la sociedad, lo ha sido la necesidad de dirección del proceso social, y dentro de esta, la actividad de dirección política. La actividad de dirección de los procesos sociales es un tipo de actividad teórico-organizativa llevada a cabo por un determinado sujeto de dirección (individuo, instituto, etc.), a través de la cual este ejerce una influencia organizada y dirigida conscientemente sobre el objeto de dirección, y que abarca las condiciones para su realización.

Marx señalaba que cualquier tipo de actividad conjunta de hombres no puede pensarse sin la actividad de dirección. La actividad de dirección política tiene un carácter transitorio que se corresponde con la subsistencia de las sociedades clasistas. Con el surgimiento de las clases y de los antagonismos clasistas surge la actividad que garantiza la denominación de una clase sobre otra: la actividad de dirección política.

Si la causa primaria y el estímulo fundamental de toda la actividad humana lo constituye la necesidad, su contenido concreto y su orientación se encuentran determinados por el interés.

El interés. El interés es una dimensión resultante de la relación que se establece entre el sujeto como organismo social y los objetos, procesos y fenómenos capaces de satisfacer sus necesidades. Si el objeto del interés de un determinado sujeto lo constituye el organismo social (una clase social) y se produce una relación de dependencia mutua entre éstos, estaremos en presencia de un interés mutuo. Si por otra parte, el objeto del interés de los sujetos es un mismo organismo social, puede hablarse en ese caso de interés común.


Cuando en el proceso de interacción de uno u otro organismo social con el medio se conforma una relación de dependencia estable en la que el desarrollo del sujeto depende de la capacidad de determinados objetos de satisfacer sus necesidades con independencia de la conciencia del sujeto, estamos en presencia de un interés objetivo. Los clásicos del marxismo se refirieron al interés social como un fenómeno social relacionado con necesidades de tipo social. Por su parte, el interés subjetivo es un resultado de la relación que surge en la conciencia del sujeto en el proceso de conocimiento por éste del medio, y cuyo contenido está dado por la convicción del sujeto de que precisamente dicho elemento del medio posee la capacidad de satisfacer una u otra necesidad concreta suya. Uno de los tipos de interés lo constituye el interés político, el cual se vincula con la actividad de los hombres realizada en los marcos de la esfera política. Al respecto señalaba Engels:

“La clase obrera tiene sus propios intereses, tanto políticos como sociales. La historia de las tradiciones y el movimiento por la reducción de la jornada de trabajo, muestra cómo esta defendía lo que consideraba sus intereses sociales. Pero la defensa de sus intereses políticos, ésta, lo deja casi completamente en manos de los tories, radicales, personas de las clases dominantes”.

Los intereses políticos se encuentran determinados por las necesidades políticas y, en primera instancia, por la necesidad de empleo de medios a través de los cuales se ejercite la violencia para obtener, defender y conservar la dominación política. Todo aquello que contribuya a garantizar la satisfacción de esas necesidades, se incluye dentro de lo que puede entenderse como interés político. Un ejemplo de lo anterior lo constituye el hecho de ver en algo tan manido dentro de la sociedad burguesa como lo son las elecciones, “el principal interés político de la sociedad civil real”. Los intereses políticos surgen y existen objetivamente, aún antes de convertirse en fuerza que compulsa al sujeto dado a la realización de la acción. Al respecto destacaba Carlos Marx:

“Los intereses, tanto en su contenido como en su forma y medios de realización, son dados por las condiciones sociales, con independencia de los individuos”.

Cualquier relación de poder es, por su propia naturaleza, desigual, pues en ella uno (o varios) individuos dominan a otros y los doblegan más o menos a su voluntad. Esto es válido en cuanto caracteriza las relaciones sociales de toda sociedad profundamente diferenciada como las surgidas desde que la división del trabajo trajo consigo la aparición de la propiedad privada. Esto significa que tal desigualdad no es algo referente sólo a la política. Podemos afirmar que, en la política encontramos la expresión de las desigualdades más profundas de la sociedad, fundamentalmente las existentes en el plano de las relaciones económicas. Las teorías jurídicas difundieron durante mucho tiempo la idea contraria, pero la igualdad de las partes (aún a través de la noción de contrato) es ilusoria: tras la apariencia de derechos iguales, uno de los contratantes impone su voluntad al otro de manera más o menos velada.

CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES (CIEyS) – 18 DE JULIO DE 2020.

La imaginación es águila y vuela; el interés es cerdo y anda despacio y es la lucha de los pensadores impacientes y los pueblos perezosos una lucha entre águilas y cerdos. José Martí